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El marxismo, el arte y el debate soviético sobre la
"cultura proletaria"
Tercera Parte
Por David Walsh
27 Mayo 2006
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el autor
Este artículo que sigue es la versión escrita
de una charla titulada "El marxismo, el arte y el debate
soviético sobre la cultura proletaria'". La
presentó David Walsh, editor de las artes del World Socialist
Web Site (WSWS), durante la escuela de verano auspiciada por el
Partido Socialista por la Igualdad y el WSWS del 14 al 20 de agosto,
2005, en la ciudad de Ann Arbor, estado de Michigan. La versión
original en inglés apareció en cuatro partes del
30 de septiembre, 2005, al 4 de octubre del mismo. La primera
parte de la versión en castellano apareció el
25 de mayo 2006. La segunda apareció
el ayer. La tercera sigue abajo.
Los orígenes del movimiento "Cultura
Proletaria(Proletkult)"
Las condiciones específicas en una Rusia cuyo desarrollo
era atrasado produce una dinámica diferente. Hasta cierto
punto, muchas de las cuestiones culturales que surgen en el movimiento
socialista alemán antes de 1914 no se convierten en temas
debatibles en Rusia hasta después que la clase obrera toma
el poder bajo la dirigencia Bolchevique en octubre, 1917.
El debate acerca de la "cultura proletaria" en la
URSS y sus consecuencias tiene gran importancia para nuestras
labores de hoy día. Trataré de sugerir varios de
los temas más primordiales de ese debate.
Como ya he hecho notar, Trotsky y Voronsky, luego de una intervención
inicial de Lenín, defendieron y profundizaron the punto
de vista marxista acerca del arte y la cultura. La reconstrucción
del país luego de siete años de guerra y guerra
civil fue un proyecto enorme, sobretodo para el primer estado
obrero, establecido en un país atrasado, una Rusia rodeada
de enemigos y separada de los beneficios tecnológicos y
culturales de los países de Europa Occidental con economías
más avanzadas.
La oposición a los conceptos marxistas clásicos
provinieron de varios rincones, incluyendo, como Frederick Choate
nota en su prólogo a la traducción inglesa de los
escritos de Voronsky, "de lugares inesperados: no de los
que eran enemigos abiertos de la revolución, sino de los
partidarios que por lo general apoyaban al régimen soviético
pero que habían recibido una pobre educación, y
en particular de los representantes del movimiento "Cultura
Proletaria". [21]
La figura central del movimiento "Cultura Proletaria",
o "Culprolet" en su forma abreviada, fue Aleksandr Bogdanov.
Este señor merece bastante atención por el papel
que jugó en la historia de la vida cultural soviética,
así como también por su significado como "progenitor"
de las muchas tendencies ideológicas opuestas al marxismo
a través del Siglo XX; tendencias que, en muchos casos,
todavía siguen hasta nuestros días. Aquellos que
tienen cierta historia en el movimiento marxista lo conocerán
como uno de los blancos principales de la extraordinaria obra
de Lenín, Materialismo empiro-criticismo (1908).
No cabe duda que Bodanov fue una personalidad extraordinaria.
Doctor en medicina, desarrolló gran interés en la
fisiología, la tecnología y las ciencias naturals,
y eventualmente fue autor de dos novelas útopicas de ciencia
ficción. Fue arrestado y exilado tres veces, ingresó
al Partido Social Demócrata Ruso en 1899, el mismo año
que se recibió en medicina.
Trabajó íntimamente con Lenín luego de
la escisión entre los bolcheviques y los mencheviques y
durante y después de la revolución de 1905. Sin
embargo, la derrota de la revolución y el repliegue de
la clase obrera hicieron que Bogdanov a llegara a ciertas conclusiones
políticas y filosóficas bastante falsas.
Impresionado con los últimos descubrimientos de la física
y la ciencia naturals, sobretodo en cuanto a la estructura atómica,
y ahora partidario de las falsas conclusiones que ciertos científicoscomo
Ernst Mach, por ejemplohabían sacado de estas conclusions,
Bogdanov rechazó el materialismo dialéctico a favor
de las nociones "positivistas" que eran presentadas
en ese entonces como la última palabra en la filosofía.
Al seguir a ciertos de estos científicos, Bogdanov rechazó
el materialismo dialéctico y arguyó que las cosas
o los cuerpos eran "complejos de sensaciones" y que
"nosotros solo podemos percibir nuestras sensaciones",
como lo dijera uno de los científicos principales. [22]
En otras palabras, solo podemos conocer el color, el sabor, el
olor, la textura, la temperattura, etc., pero no los objetos en
sí. Los materialistas, insistió Bogdanov, eran "metafísicos"
por insistir que el mundo existía totalmente independiente
de nuestra consciencia de él.
La afanosa lucha de Lenín en defensa del materialismo
dialéctico en contra de Bogdanov fue un tremendo golpe
contra la credibilidad política y filosófica de
este último, sobretodo a sus ambiciones de querer ser el
representante de la "nueva ciencia" dentro del movimiento
marxista. Bogdanov abandonó la vida política active
en 1911. A diferencia de Lunacharsky, Pokrovsky y otros dirigentes
de su grupo, nunca se reintegró al Partido Bolchevique.
Prefirió consagrarse a la "ciencia organizativa"
y a la "cultura proletaria".
Bogdanov también llegó a ciertas conclusiones
políticas muy equivocadas y desorientadoras sobre la derrota
de la revolución de 1905. Mientras Lenín y Trotsky
se esforzaban para aprender de la experiencia todas las lecciones
críticas como parte de las preparaciones para el próximo
terremoto social, Bogdanov se preguntaba a sí mismo si
esa derrota no habría sido el resultado de algún
defecto en la clase obrera misma.
A Bogdanov le parecía que las raíces del fracaso
de la revolución se encontraban en las debilidades orgánicas
de la clase obrera misma, en su falta de madurez ideológica
y en su dependencia cultural de la burguesía. Esto, claro,
ha sido la reacción común a las derrotas, casi una
reacción instintiva por parte de intelectuales "izquiertdistas".
Nosotros continuamos viendo esto mismo en nuestros días,
pero a un nivel mucho, mucho mayor. Bogdanov fue uno de los fundadores
de esta desafortunada tendencia, pero a un nivel mucho más
sofisticado que el de sus contrapartes actuales.
Puesto que la lucha política había sido inadecuada,
Bogdavov concluye que era "necesario desarrollar y sistematizar
elementos de la cultura incipiente, lo que el llama elementos
del socialismo en el presente'. [23] [La lucha por el socialismo]
tenía que integrar la creación de nuevos elementos
del socialismo en el mismo proletariado, en sus relaciones internas
y en las condiciones de vida: el desarrollo de una cultura socialista
proletaria'". [24]
Un historiador escribe, tal vez haciendo un resumen de la postura
de Bogdanov: "Lo que contaba sobretodo era el cultivo consciente
de los elementos embriónicos del socialismo antes que la
revolución pudiera conquistar el poder. En las palabras
de Bogdanov, El desarrollo socialista sera coronado con
la revolución socialista'". [25]
Éste no es nuestro concepto. Nosotros luchamos por el
desarrollo politico y cultural máximode nuestras propios
militantes y el sector más amplio de la clase obrera. Esa
es la razón de nuestra existencia política y de
nuestra actividad diaria. A nadie le cedemos la responsabilidad
de establecer una cultura socialista internacional. Luchamos por
un partido de influencia que cuente con la mayor cantidad de militantes,
simpatizantes e influencia.
Comprendemos, sin embargo, que al proceso político lo
dirigen fuerzas objetivas. Nos encontramos aquí no obstante
todos los caminos diferentes que hayamos tomado para llegar a
este lugar, por razones históricas y sociales muy claras.
El socialismo entra en la existencia como movimiento, como ideología,
debido a las contradicciones irreconciliables del capitalismo
y el reflejo de esas contradicciones en las mentes de los más
grandes pensadores.
No existe ni una onza de fatalismo en nuestro enfoque, pero
sí reconocemos que el capitalismo y su crisis son los que
más duro trabajan a favor nuestro. La tarea de la humanidad,
como explicara Lenín, consiste en comprender la lógica
objetiva de la evolución económica para que podamos
adaptar nuestra mentalidad a esa realidad "de manera tan
definida, tan clara y crítica como sea possible".
[26]
Esta es una línea muy distante a la del proyecto de
Bogdanov para renovar social, cultural y moralmente a la clase
obrera. A fin de cuentas, estos intelectualesy hoy día
tenemos nuestra propia cuota de neo utópicos, semi idealistas
y gente confusasopesan a la clase obrera y siempre la encuentran
deficiente de algo.
Este punto de vista fue muy común en la Nueva Izquierda
y círculos culturales similares en Estados Unidos (y otros
lugares) durante los 1960 y 1970. Este concepto de la clase obreraque
inevitablemente ni merece ni esta preparada para asumir el poderes
profunamente reaccionario y antitético al método
materialista histórico. Nosotros laboramos para lograra
una mejoría en la cultura y la moral de la población;
sin duda hay que haber un cambio significativo en el pensamiento
de la población para que el socialismo comience a echar
raíces. Pero que tener cierto sentido de proporción
histórica. Hay límites muy definidos en ese proceso
que resultan de la realidad objetiva de la vida bajo el capitalismo.
La clase obrera, debido a que es explotada y oprimida, a que
no posee propiedad y es privada de cultura, no marcha hacia adelante
políticamente como un monolito. Hay sectores que son más
avanzados; nuestro partido encuentra apoyo entre esos sectores.
Otros sectores simpatizarán con nosotros, pero no serán
militantes activos. Otros permanecerán més o menos
neutrals. Otros, en la minoría, serán los más
atrasados y activamente hostiles.
El desarrollo de la catástrofe económica y política
del capitalismo empujará a las masas del pueblo a la lucha.
Es en ese entonces que todo dependerá de la existencia
de los cuadros marxistas que puedan educar y preparar políticamente
a los sectores más avanzados de la clase trabajadora en
la lucha por el poder. Nosotros insistimos que el impulso objetivo
para la revolución social existe y basamos nuestra actividad
en ello.
Para Marx, en La ideología alemana, "la
conciencia comunista" era producto de la revolución
social, no su requisito: "Para engendrar en esa masa esta
conciencia comunista como para llevar adelante la cosa misma,
es necesaria una transformación en masa de los hombres,
que solo podrá conseguirse mediante un movimiento práctico,
mediante una revolución; y que, por consiguiente, la revolución
no es solo necesaria porque la clase dominante no puede ser derrocada
de otro modo, sino también porque únicamente por
medio de una revolución logrará la clase que derriba
salir del cieno en que se hunde y volverse capaz de fundar la
sociedad sobre nuevas bases". [27]
En 1932, Trotsky le explicó a un escritor francés
lo siguiente: ""Aquellos que hablan de una literatura
proletaria y la contraponen a la literature burguesa, evidentemente
tienen en mente no varias obras pero una totalidad de creación
artística que, a su pensar, constituye un elemento de una
nueva cultura proletaria'...Si el capitalismo ofreciera
semejante posibilidades al proletyariado, ya no sería capitalsmo.
Ya no habría rezones para destruirlo.
"Pintar a una nueva cultura proletaria dentro de los límites
del capitalismo es ser un utópico reformista, es creer
que el capitalismo ofrece una perspectiva sin límites de
mejoría.
"La tarea el proletariado no esc rear una nueva cultura
dentro del capitalismo, pero derrocar al capitalismo para una
nueva cultura". [28]
Aquí tenemos el punto de vista materialista histórico,
con su énfasis en el impulso objetivo hacia la revolución,
y el punto de vista sujetivo, que parte del pensamiento, de la
condición moral de la clase obrera. A lo que los seguidores
del segundo punto de vista en realidad se refieren es como arreglar
las relaciones de familia y las vidas sexuales de la población;
en otras palabras, hay que liberar a todo el mundo de todas las
neurosis y represiones antes de que la revolución sea possible.
Un análisis detallado del ascenso y descenso del movimiento
Proletkult, fundado en la víspera de la Revolución
de Octubre, no es apropiado aquí. De todo modo, la organización
como tal no es de importancia excepcional.
Lenín y otros dirigentes bolcheviques estaban dispuestos,
a principios de la revolución, a darle a Bogdanov y a sus
co pensadores, el beneficio de la duda. Las viejas diferencias
políticas y filosóficas ya no parecían tan
urgentes. De todos modos, el régimen tenía las manos
atadas; estaba luchando en una sangrienta guerra civil. Y había
en existencia una organización aparentemente dedicaday
a su propio modo de ser, sinceraa la educación de
la clase obrera.
El movimiento Proletkult fue, en primer lugar, apoyado y promovido
por los bolcheviques. La organización abrió talleres,
estudios, teatros y clases. Se le dio status semi oficial como
organización para la educación de la clase obrera.
Si solo se hubiera dedicado al alfabetismo, a la educación
de adultos, a temas elementales como la hygiene adecuada, la enseñanza
de los clásicos, a enseñarle a los trabajadores
a expresarse y a adquirir confianza en ellos mismos...
Por desgracia, eso no fue suficiente para Bogdanov y sus colaboradores.
Ellos tenían algo mucho más grande en mente. Deseando
que las condiciones extremadamente subdesarrolladas del nuevo
estado obrero desaparecieran, o ignorándolas, una declaración
del Proletkult insistió: "Somos socialistas instantáneos.
Afirmamos que el proletariado ahora, inmediatamente, debe crear
para sí mismo, formas socialistas en su pensar, sentimientos
y vida cotidiana, independientemente de las relaciones y combinaciones
de fuerzas políticas". [29]
Muchos planes e ideas tontos brotaron del movimiento inspirado
por Bogdanov: la cultura proletaria, la moralidad proletaria,
la universidad proletaria, la ciencia proletaria.
Igualmente perniciosa a estas fantasías de planes inútiles
era la hostilidad que muchos miembros le tenían al arte
y a la cultura del pasado. En el poema más famoso relacionado
con el prolekult, Nosotros, Vladimir Kirillov dice así:
"En nombre de nuestro amanecer, quemaremos a los Rafaeles,
destruiremos los museos y pisotearemos las flores del arte".
[30]
De todos modos, Proletkult realizó una labor básica
bastante útil. La organización estableció
estudios abiertos a trabajadores y jóvenes; muchos, sedientos
por la cultura, atravesaron por sus puertas. Numerosos artistas,
músicos y directores de teatro destacados enseñaron
clases en el Proletkult. Para el 1920, afirmaba que consistía
de 400,000 miembros, pero aparentemente los rumores indican que
esas cifras son un poco infladas.
Lenín se opuso a los proyectos esquemáticos de
Bogdanov. Reprendía a los
proletkultistas por "empeñarse tanto y tan frívolamente
con el tema de la 'cultura proletaria'...Para empezar, deberíamos
satisfacernos con la verdadera cultura burguesa; para empezar,
deberíamos estar felices con deshacernos de la cultura
pre burguesa más
áspera; es decir, la cultura burocrática o la
cultura basada en los siervos, etc. " [31]
Mantenía sus ojos muy abiertos hacia las necedades del
Proletkult y una vez que le guerra civil terminó y el periódo
de reconstrucción económica comenzó, Lenín
instó que el Proletkult fuera subordinado al ministerio
de educación bajo la tutela del gobierno. ¿Para
qué una organización tan especializada, llena de
ideas rarísimas, y, además, subvencionada por el
gobierno? Además, la situación política,
que las dificultades económicas del momento habían
puesto aún peor, era tensa en lo extremo. La posibilidad
que un partido "Bogdanovita", arraigado en la confusión
política y en una adaptación al subdesarrollo de
Rusia, surgiera para desafiar a los bolcheviques no era inconcebible.
Lenín, pues, escribió el borrador de su famosa
resolución, Sobre la cultura proletaria, en la cual
exponía el argumento que "el marxismo ha...asimilado
y reconvertido todo lo que ha tenido valor en los dos mil años
de desarrollo del pensamiento y la cultura humana."[32]
La subordinación del Proletkult al ministerio de educación
del gobierno irrevocablemente alteró su lugar en la vida
cultural soviética. Su reclamo que representaba un "tercer
camino" (junto con el partido y los sindicatos obreros) para
lograr el poder obrero perdió toda credibilidad. Bogdanov
se retiró en 1921 y la organización comenzó
a desbaratarse hasta que por fin un decreto estalinista le puso
fin, así como también a todos los grupos artísticos
independientes, en 1932.
Pero ese no fue el fin de la "extraña carrera"
de la cultura proletaria. Más bien, el uso más vituperante
y reaccionario de esa fraselos ataques políticos
abusivos contra Trotsky, Voronsky y los verdaderos defensores
de las tradición artística socialistatodavía
estaba por aparecer. Los seguidores de Bogdanov permanecieron
activos en varias organizaciones culturales y literarias, tales
como VAPP (Asociación Toda Rusa de Escritores Proletarios)
y MAPP (Asociación Muscovita de Escritores Proletarios),
y en publicaciones tales como Octubre y En guardia.
Una resolución de "escritores proletarios"
de 1925 nos da una idea del nivel de su lógica. Comienza
de esta manera: "La literatura artística es una arma
poderosa de la lucha de clases...el gobierno del proletariado
es incompatible con el dominio de una ideología no proletaria,
y por lo tanto con una literatura que no sea proletaria...Es imposible
que la literatura artística de una sociedad compuesta de
clases pueda ser neutral. Ésta por obligación tiene
que servir a una clase o a la otra". [33]
Y declara: "El trotskyismo en el campo del arte significa
la colaboración pacífica de las clases en la cual
el papel dominante queda completamente en manos de los representantes
de la Antigua cultura burguesa". [34]
¿Quiénes eran estos demagogos? Voronsky los llama
"'valientes niñitos de escuela' con cortaplumas"
que "no saben de lo que hablan". Explica que su falso
punto de vista "refleja los sentimientos de círculos
más amplios de nuestro partido, y sobretodo de la juventud
del partido". [35] La burocracia naciente manipula a estos
elementos jóvenes y sin experiencia para corromper el ambiente
e introducir el anti intelectualismo y eventualmente el anti internacionalismo.
Una historiadora señala que la nueva generación
de guardianes del proletariado en las artes por lo general eran
intelectuales de las provincias, cuya intelectualidad era de orígenes
mucho más limitados que los de la generación revolucionaria.
Escribe que "cuando esta nueva generación entra en
la cultura soviética, su parroquialismo militante se opone
al contenido general de la vida intelectual. Las consecuencias
de su triunfo todavía se sienten". [36]
Como he sugerido, la extraña trayectoria del proletkult
dio un viraje inesperado a mediados de la década e los
1920, convirtiéndose en algo muy diferente a lo que Bogdanov
había ideado. La naciente burocracia y sus "parroquiales"
aduladores "militantes" adoptaron la teoría,
y ésta a su vez fue adaptada a las condiciones desfavorables,
convirtiéndose en un complemento al concepto estalinista
del socialismo en un solo país.
En mayo, 1925, Bukharin explícitamente declara que Trotsky,
al rechazar la idea de la cultura proletaria, había cometía
un "error teórico" y "exageraba la tasa
de desarrollo de la sociedad comunista, o para expresarlo de otra
manera....la rapidez con que desaparecería la dictadura
del proletariado". [37]
Notas:
[21 Prólogo, El arte como conocimiento
de la vida (Oak Park, Michigan, 1998), p. x.
[22] V.I. Lenin, El materialismo y empiro crítica
(New York, 1972), pág. 36.
[23] Zenovia A. Sochor, Revolución y Cultura: la controversia
entre Bogdanov y Lenín (Ithaca and London, 1988), pág.
31.
[24] Ibid, pág. 39.
[25] Ibid, pp. 40-41.
[26] Materialismo y eEmpiro crítica, pág.
337.
[27] La ideología alemana, fragmento de Marx and
Engels sobre La revolución socialista (Moscú, 1978),
pág. 44.
[28] Maurice Parijanine, "La literatura proletaria,'"
apéndice a Escritos de León Trotsky: 1932 (New York,
1973), pág. 352.
[29] Revolución and cultura: La controversia entre Bogdanov
y Lenín, pág. 148.
[30] Lynn Mally, La cultura del futuro (Berkeley y Los
Angeles, 1990), pág.. 131.
[31] Revolución and cultura: La controversia entre Bogdanov
y Lenín, p. 172.
[32] "Sobre la cultura proletaria" en Sobre la cultura
y la revolución cultural, de Lenín (Moscú,
1978), pág. 147.
[33] El arte como conocimiento de la vida, Apéndice
1, pág. 436.
[34] Ibid, pág.. 439.
[35] "El arte como conocimiento de la vida, pág.
136.
[36] Katerina Clark, "La quieta revolución'
en la vida intelectual soviética", en Russia en la
era del Nuevo Plan Económico: exploraciones en la sociedad
y la cultura soviéticas (Bloomington e Indianapolis, Indiana,
1991), pág. 22.
[37] Revolución y Cultura: la controversia entre Bogdanov
y Lenín, pág. 169.
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