Este artículo apareció en nuestro sitio en
su inglés original el 28 de junio, 2013.
Los dos principales sindicatos de Portugal, la Unión
General de Trabajadores (UGT)alineado con el Partido Socialista
(PS) y la Confederación General de Trabajadores Portugueses
(CGTP) -alineada con el Partido Comunista (PCP)ayer realizaron
una huelga general de 24 horas.
La huelgacuarta convocada por los sindicatos desde que
Portugal pidió un rescate financiero de 78 mil millones
hace dos añostomó lugar mientras la coalición
de derecha dirigida por el Primer Ministro de la socialdemocracia
(PSD), Pedro Passos Coelho, se prepara a imponer medidas de austeridad
adicionales el próximo mes. Hay casi 1.5 millones de personas
sin empleo en el país, el cual alberga a 10.5 millones;
menos de la mitad recibe beneficios de empleo. La tasa oficial
de desempleo es 42.5 por ciento.
Durante el día, miles de personas marcharon por la capital
de Lisboa a la sede del parlamento, el cual estaba protegido por
un largo cordón policial. Los manifestantes llevaban pancartas
que leían "¡Suficiente!" y "¡Fuera
el gobierno!". Otras propuestas fueron realizadas en pueblos
y ciudades, incluyendo Oporto y Faro en el sur.
La huelga general comenzó a tener efecto el miércoles
por la noche, especialmente en el sector de transportes. Los servicios
se cancelaron repentinamente; el metro y los transbordadores en
la capital se pararon. Había pocos autobuses en marcha
y una gran cantidad de vuelos de la compañía nacional
TAP se cancelaron. Varios puertos fueron cerrados.
Muchas oficinas gubernamentales locales y nacionales fueron
cerradas, incluyendo a centros administrativos, cortes, oficinas
de correo, depósitos de recolección de basura y
centros de ocio. El apoyo por la huelga en los servicios de educación
y salud fue bastante alto; el sindicato de enfermeras reportó
un récord de 85 por ciento de apoyo en los hospitales por
todo el país.
Por primera vez los periodistas de la agencia de noticias estatal
Lusa abandonaron su trabajo lo que causó que el servicio
sea apagado. En una "nota a los clientes", el último
telex publicado decía: "La agencia de servicios
Lusa se detuvo a las 8:45 del día de hoy debido a la huelga
general. Puede que el servicio sea restaurado si bien se dan las
condiciones".
Rui Nunes, portavoz del consejo de trabajo, declaró
que la huelga cuenta con "gran apoyo" y que sólo
"un puñado" de periodistas se encontraba trabajando.
Explicó que la agencia ha sufrido reducciones en un 31
por ciento, lo cual ha "llevado al despido de 24 personas
y el deterioro de las redes nacionales e internacionales de corresponsales".
Las compañías del sector privado también
se vieron afectadas, incluyendo Volkswagen y su planta automotriz,
Autoeuropa, uno de los mayores exportadores del país.
Si bien hay una amplia oposición obrera a la austeridad
en Portugal y a través de Europa, los sindicatos han dejado
claro que no buscan derrocar al gobierno. El secretario general
del UGT, Carlos Silva, declaró: "Esta huelga apunta
a dejar claro al gobierno que el pueblo ya tiene suficiente con
su política (de austeridad)". Añadió:,
"Si el gobierno no apoya a una huelga general de esta dimensión,
tendremos que reconsiderar nuestra posición".
Silva estresó que la UGT desea continuar con el "diálogo
social y la consulta". El UGT alineado con el Partido
Socialistano tomó parte en dos de las tres previas
huelgas generales y ha aceptado las reformas laborales del gobierno
que reducen los salarios y empeoran las condiciones de trabajo.
Al mediodía, Luis Marques Guedes, Ministro de la Presidencia
y Asuntos Parlamentarios, afirmó en desesperación:
"La visión del gobierno es que lo que el país
necesita es trabajo. Respetamos a todos aquellos que ejercen el
derecho a la huelga, pero también a aquellos que están
trabajando, lo cual es lo que el gobierno está haciendo
para mejorar las condiciones en el país".
Las afirmaciones de Passos Coelho, después que llegara
al poder en el 2011, que dos "terribles años"
de austeridad conducirían al crecimiento económico,
han fracasado espectacularmente. Portugal sigue estancado en la
mayor recesión desde los setenta y entró a su tercer
año de contracción en el 2013. Portugal es el país
más pobre de Europa Occidental.
La deuda pública constituyó el 123.6 por ciento
del PBI en 2012, excediendo así 200 mil millones
por primera vez. La deuda global de Portugal (que comprende la
gubernamental, la familiar, y la deuda no financiera) alcanzó
el 438.6 por ciento del PBI en el 2012, uno de los porcentajes
más altos del mundo. La economía se contrajo en
un 6.4 por ciento el año pasado, mayor que el esperado
objetivo de 5 por ciento. Se espera que se contraiga en un 2.3
por ciento este año.
A pesar de los severos recortes y los incrementos de impuestos
sin precedentes, Passos Coelho declaró que el objetivo
del déficit de presupuesto del país tendrá
que ser relajado de nuevo el próximo año por tercera
vez si la economía no mejora. Los objetivos fueron reducidos
a un 5.5 por ciento del producto bruto interno este año
del 6.4 por ciento del año pasado y tendrá que ser
reducido al 4 por ciento en el 2014.
Passos Coelho declaró: "Si hay necesidad, el gobierno
no dudará en pedir una revisión de los objetivos
y puede que tenga que hacerse de acorde a la perspectiva macroeconómica".
La organización de empresarios de Portugal emitió
una declaración con el mismo objetivo.
El pobre panorama fiscal y de crecimiento de Portugal también
ha conducido a la especulación de que el país, junto
con Irlanda, necesitará más dinero después
que el préstamo de rescate en vigor se venza. El rendimiento
de los bonos de 10 años del país han aumentado por
más del 1 por ciento en el mes pasado.
"Una baja tasa de endeudamiento se logrará sola
y probablemente a través de un nuevo acuerdo de préstamo",
declaró Ciaran O'Hagan, principal analista de Societe
Generale SA. El rendimiento del mercado hoy, que incluso disminuyó
precipitadamente el año pasado, es simplemente demasiado
grande para prevenir que el peso de la deuda de Portugal e Irlanda
continúe en espiral hacia arriba, puesto que la expansión
económica, si es que existe, no mucha
Abebe Aemro Selassie, jefe de la misión del Fondo
Monetario Internacional a Portugal, declaró a comienzos
de este mes que una recesión más profunda y un desempleo
más alto de lo inesperado están "exacerbando
las tensiones sociales y políticas y que, a su vez, probando
la resolución del gobierno para continuar con las políticas
y reformas de ajuste". Exigió que la fragmentación
y las altas tasas de interés en préstamos "del
mercado en Portugal sean abordadas inmediatamente.
Aemro Selassie declaró que el país puede ser
el primero en hacer uso del mecanismo de Compras Monetarias Directas,
creado el año pasado para permitir al Banco Central Europeo
comprar deudas secundarias de mercado (acciones y participaciones)
junto con la deuda soberana (gubernamental) para mejorar el acceso
al crédito para los negocios de tamaño pequeño
o mediano.
El secretario de estado para las finanzas Manuel Rodrigues
ya ha declarado que "estamos trabajando para asegurar que
seamos elegibles para este programa". También afirmó
que "Es importante comunicar con lo que estamos lidiando.
Hemos estado conduciendo una revolución silenciosa en términos
de reformas estructurales y ahora tenemos resultados para mostrar".
Esta "revolución silenciosa" se ha convertido
en un desastre social para la clase trabajadora. Los salvaguardias
constitucionales básicos y los procesos democráticos
han sido profanados a instancias de la troika (la Comisión
Europea, el FMI y el Banco Central Europeo), para así rebajar
los estándares de vida hacia los que había en los
treinta. La tasa de desempleo escalará a 18.2 por ciento
en el 2013 y a 18.5 por ciento en el 2014 del 15.7 por ciento
que había a finales del año pasado.
Los salarios han sido reducidos y el costo de la comida, la
atención médica y el transporte han aumentado al
mismo tiempo que el gasto público a los servicios y al
estado del bienestar social ha sido recortado. El gobierno le
ha facilitado a las empresas el despido de trabajadores y ha limitado
la negociación colectiva, recortado pensiones, rebajado
los beneficios de desempleo y suspendido cuatro días feriados
nacionales. Éste desea reducir aún más los
salarios del sector público e incrementará las horas
de trabajo de 35 a 40 este año.
La lucha política para desarrollar una oposición
socialista a los socialdemócratas está siendo bloqueada
por los sindicatos y los grupos de la pseudo-izquierda, tales
como el Bloque de Izquierda (BE), el cual está compuesto
de ex-estalinistas, maoístas y pablistas. En las elecciones
del 2009, el BE obtuvo 16 diputados en la Asamblea de la República,
que comprende 230 puestos. Perdió la mitad de sus puestos
en el 2011, después de apoyar al gobierno socialista cuando
éste impuso su programa de austeridad.
Ni los sindicatos ni los partidos de pseudo-izquierda del parlamento,
el PCP y el BE, ofrecen alguna alternativa. Promueven prácticamente
políticas idénticas cuyo objetivo es renegociar
las reducciones sociales de la troika por medio de la elección
de un "Gobierno de la Izquierda" (BE) o de "La
Izquierda y la Izquierda Patriota" con el PCP estalinista.