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Epidemia de la gripe porcina agrava la crisis social de México
Por Bill Van Auken
7 Mayo 2009
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el autor
Este artículo apareció en nuestro sitio el
30 de abril, 2009, en su inglés original.
A medida que el pánico acerca de la pandémica
de la gripe porcina se extendía por todo el mundo, en México,
donde el virus se detectó por primera vez, el gobierno
declaró el martes que las muertes causadas por la enfermedad
habían llegado a 159. Agregó, además, que
la cantidad total de contagiados había llegado a 2,498.
De esos casos, 1311 permanecen hospitalizados.
El miércoles, el Ministro de la Salud, José Ángel
Córdova, anunció que se había confirmado
que las muertes causadas por la nueva cepa de gripe porcina eran
siete y que la cantidad de de víctimas que habían
sobrevivido llegaba a 49.
El miércoles, el Secretario de la Salud de México,
José Ángel Córdova, anunció que la
cantidad de muertes en las que se había confirmado la cepa
de la gripe porcina se había quedado en siete. La cantidad
de casos confirmados en que las víctimas sobrevivieron
ha sido 59.
Aunque la cantidad las fatalidades que se han confirmado debido
a la gripe porcina representaba una disminución de las
estadísticas que previamente se habían anunciado,
para la población mexicana esto no fue ninguna consolación,
pues la cantidad general de desapariciones continuó aumentando.
Las medidas que se tomaron para combatir la epidemia condujeron
a la parálisis económica y a una situación
bien difícil para el pueblo.
La epidemia de gripe se ha centrado en la Ciudad de México,
la cual, con una población de 22 millones de habitantes,
es la zona metropolitana mayor del Hemisferio Occidental.
El gobierno mexicano ha cerrado las escuelas en todos los 32
estados del país, lo que ha dejado a 34 millones de estudiantes,
desde las guarderías hasta los universitarios, fuera de
sus aulas hasta el 6 de mayo.
Se supone que ahora que a los abastecedores se les han agotado
los cubrebocas quirúrgicas, las cuales una gran cantidad
de gente viste por las calles de la ciudad.
Esta crisis de la salud ahora le extrae a la economía
del país un precio terrible. México, debido a sus
íntimas relaciones con Estados Unidos, ya era el país
de Latinoamérica que mayormente había sido afectado
por el derrumbe económico mundial. En reacción a
la demanda que tanto ha caído en Estados Unidos, las fábricas
maquiladoras cerca de la frontera han despedido a una enorme cantidad
de trabajadores. Mientras tanto, dos fuentes principales de ingresos
- el petróleo y los envíos de dinero que casi 13
millones de inmigrantes mexicanos envían al país
desde Estados Unidos - han disminuido precipitadamente.
Otra fuente tercera, el turismo, había sufrido una baja
significante antes de la epidemia, pero ahora ha quedado casi
destruida, pues Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y
otros países ahora abogan para que sus ciudadanos no viajen
a México. En Europa, el gobierno de Francia le ha pedido
a la UE que prohíba los vuelos al país. Sólo
en viajes de grupos ya ha habido 2,500 cancelaciones. En la Ciudad
de México, un 90% de las recámaras hoteleras están
desocupadas.
Casi un 25% de la actividad económica de México
ha cesado repentinamente, pues las autoridades de la capital han
clausurado casi todos los lugares donde la gente se junta: restaurantes,
bares, clubes nocturnos y atléticos, teatros de cine y
gimnasios. La ciudad, por su parte, constituye una tercera parte
de toda la actividad económica de la nación.
Los funcionarios municipales calculan que la epidemia le cuesta
a los negocios $85 millones al día en ingresos perdidos.
Los que más han sufrido son las 450,000 personas que
trabajan en los restaurantes y los bares, 70% de quienes han quedado
cesantes y no tienen ingresos.
Según los cálculos iniciales, esta emergencia
de la salud pública podría disminuir la expansión
de la economía en un 1%. La semana pasada, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) predijo que el país sufriría
una contracción en la economía de 3.7% como resultado
de la crisis mundial que se extiende. El miércoles, el
Banco México declaró que tal vez se contraiga en
un 4.8% este año, y esto sin que se incluya el impacto
de la presente crisis de la salud.
Banamex, sucursal del Citibank mexicano, ha calculado que durante
la primera semana desde que se declarara el estado de emergencia,
el consumo privado en México había sufrido una baja
de $3.300.000.000, o sea, 3 billones.
El gobierno no ha decretado ningún paro a la actividad
económica, pero varias empresas multinacionales aparentemente
han desobedecido las medidas legales muy limitadas que se han
tomado para proteger a los trabajadores mexicanos de la expansión
de la gripe, inclusive protecciones para mujeres embarazadas o
que todavía le dan el pecho a sus crías. Las oficinas
locales de secretario de trabajo de la Ciudad de México
anunció el miércoles que iba a entablar pleito contra
una empresa de ropa basada en Estados Unidos a causa de las condiciones
que rigen su planta en Endomex, en las afueras de la capital.
El departamento también anunció la cancelación
de 13 marchas en celebración del 1ro. de mayo el viernes.
Se esperaba la participación de aproximadamente 120,000
trabajadores.
En tanto, han surgido varias interrogativas acerca de los orígenes
de esta nueva cepa de la gripe porcina - ahora designada con el
nombre de Virus H¹ N¹ — y la manera en que el gobierno
mexicano ha reaccionado a ella.
Las autoridades de salud del gobierno mexicano han identificado
que la primera víctima de la nueva gripe porcina fue Edgar
Hernández, de cinco años de edad. Vive en La Gloria,
en el oriente de la Costa del Golfo en el estado de Veracruz.
La Gloria forma parte de la municipalidad de Perote, donde
el mes pasado brotó una epidemia de gripe e infecciones
respiratorias que afectaron a por lo menos 16,000 personas de
una población total de 3,000. Las autoridades municipales
la pidieron ayuda al ministerio de salud de México. El
pueblo fue acordonado y brigadas de trabajadores de la salud pública
fueron enviados para exterminar enjambres de moscas que habían
infestado al pueblo.
Perote contiene a Granjas Carroll, una de las mayores empresas
porcícolas del país. El 50% de la entidad le pertenece
a la empresa estadounidense, Smithfield Foods, cuyas oficinas
centrales se ubican en el estado de Virginia. Produce anualmente
casi un millón de cerdos.
En los Estados Unidos, esta empresa fue demandada en los tribunales
y multada varias veces debido a sus actividades. Luego que sus
lagunas de excremento porcino se desbordaran y contaminaran a
los ríos y riachuelos en el estado de North Carolina, la
empresa llegó a un acuerdo debido a la demanda que se la
había entablado para proteger al medio ambiente: le pagó
al estado $50 millones.
Los residentes de Perote se habían manifestado por mucho
tiempo en contra de esta granja de producción de cerdos
- con sus lagunas a cielo abierto de deshechos fecales porcinos
y substancias químicas tóxicas - porque ésta
estaba destruyendo el ambiente local y dañando la salud,
pero de nada valieron las protestas. Funcionarios locales y nacionales
defendieron a la empresa a la misma vez que amenazaban con enjuiciar
a los manifestantes.
Como comentara un editorial del periódico diario mexicano,
La Jornada, a principios de mes: “Por contaminar con
sus desechos, en Estados Unidos multaron a la poderosa empresa
Smithfield, principal accionista de Carroll. Aquí, en cambio,
se le permite todo ... Además, anota cómo las autoridades
locales persiguen a quienes luchan por el medio ambiente y la
salud”.
Pero aún después que estallara la epidemia, agentes
de la Agencia Federal de Investigaciones de México llegaron
a Perote para arrestar a uno de los manifestantes, la campesina
Guadalupe Serrano-Gaspar. Por otra parte, la empresa formalmente
ha acusado a otros de difamarla y les ha entablado pleito en los
tribunales.
Smithfield Foods, Inc., mayor productor porcícola
del mundo, emitió una declaración el domingo por
medio de la cual sostiene que no descubrió ninguna evidencia
de gripe porcina entre los animales o trabajadores en empresa
agrícola mexicana. La empresa puntualizó que “no
tenía ninguna razón para creer que el virus de alguna
manera tenía una conexión con sus operaciones en
México”.
La legislatura del estado de Veracruz, sin embargo, ha lanzado
su propia investigación de la Granja Carroll y exigido
que la empresa entregue documentos internos. Marco Antonio Núñez-López,
presidente del comité sobre el medio ambiente de esa institución,
describió a las granjas porcícolas como “zonas
calientes” potenciales para el contagio.
Las críticas contra la manera en que el gobierno mexicano
ha manejado la epidemia aumentan. La revista Proceso planteó
toda una serie de preguntas en su tomo del mes corriente. Indica
que si desde el 2 de abril, las autoridades en las oficinas de
la Secretaría de Salud habían confirmado el primer
caso de gripe porcina en un niño de cuatro años
en la comunidad Perote en el estado de Veracruz, ¿por qué
no tomaron las medidas adecuadas?
El director de la Asociación Mexicana de Epidemiología,
Oswaldo Medina, le dijo al diario mexicano Reforma que
el sistema de salud del país estaba mal preparado para
controlar el brote de la gripe. Puntualizó que si a la
enfermedad se le identifica tarde, la reacción también
se retrasa y las enfermedades no pueden controlarse.
Por otro lado, la Prensa Asociada reporta que el gobierno
ni siquiera le ha ofrecido tratamiento a las familias de aquellos
que han muerto de la enfermedad. El Señor Córdova
declaró el lunes que su departamento no tenía los
recursos adecuados para semejantes visitas. Agregó que
no se le había dado medicinas a todos [aquellos sufriendo
de los síntomas de la enfermedad] porque todavía
no tenía suficiente personal.
Mientras la Organización Mundial de la Salud y otras
agencias internacionales han rehusado comentar acerca de la reacción
del gobierno mexicano, el director del departamento de la salud
en Brasil, Agenor Álvarez, lanzó una crítica
abierta, declarando el lunes que él creía que había
habido un retraso y que en casos semejantes las notificaciones
no deberían postergarse.
No obstante, la cuestión más crítica que
se ha planteado es la que se refiere a la misma índole
de la sociedad mexicana, dominada por la desigualdad social, la
pobreza y la explotación. ¿Por qué ha sido
México el único país cuyos ciudadanos han
muerto, por lo menos hasta ahora, como consecuencia de la gripe
porcina?
Cuando un periodista le hizo esta pregunta al Secretario Córdova,
éste respondió que la razón era que los pacientes
seguían llegando tarde. Es decir, los que sufren de los
síntomas no se aparecen en los hospitales hasta que la
enfermedad ha durado bastante y ya padecen de la enfermedad en
lo extremo, con pulmonía severa que ya no puede ponerse
marcha atrás con medicinas anti virales.
Pero, claro, esto plantea la siguiente pregunta: ¿por
qué no buscan tratamiento médico más temprano?
La respuesta es que la enorme mayoría de la población
es pobre y no puede pagarle ni a médicos, ni por medicinas.
Por otra parte, planes de austeridad económica sucesivos
han socavado significantemente el sistema de salud pública
del país.
En otras palabras, los trabajadores mexicanos ahora pagan con
sus vidas por un sistema que sistemáticamente ha trasladado
la riqueza de la sociedad de las masas del pueblo a la criolla
clase gobernante y a sus socios empresariales y financieros cuyas
bases centrales se encuentran principalmente en Estados Unidos.
Felipe Calderón, presidente del país y perteneciente
al derechista PAN, está siendo criticado más y más
por la manera en que ha reaccionado para hacerle frente a la epidemia.
Tal como notara la agencia de noticias Reuters, “A Calderón
no se le visto en público desde el sábado”
y “no se ha dirigido a la nación directamente por
televisión”. El diario mexicano, El Universal,
publicó una caricatura el miércoles en que México
era un barco que se hundía y que contenía la leyenda,
“¿Dónde está el capitán?”
Varios sectores de la prensa han hecho notar que la caída
del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó
al país por siete décadas hasta ser derrotado en
las elecciones del 2007, tiene sus raíces, por lo menos
en parte, en la horrible reacción de ese partido al terremoto
de 1985, en el que 10,000 personas perdieron la vida en la misma
Ciudad de México.
La reacción del gobierno de Calderón al brote
de la epidemia de la gripe, la cual ha complicado un severa crisis
económica que acelera, ha planteado profundas dudas en
cuanto a la política y puede que éstas bien contribuyan
a una intensificación de las luchas sociales en México.
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