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El ingreso nacional Australiano disminuye a medida que se
intensifica la recesión mundial
Por Mike Head
20 Diciembre 2012
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el autor
Este artículo apareció en inglés el 8
de diciembre del 2012
El ingreso nacional de Australia cayó un 0,4 por ciento
en el tercer trimestre de este año -otro indicador de la
intensificación de la crisis que está afectando
a la mayor parte de la economía- agravado por una caída
en los precios de las materias primas mineras. Fue el primer revés
desde principios de 2009, en las etapas iniciales de la desintegración
económica global, y sólo la segunda caída
desde la última recesión , en 1991.
Las cifras a la baja en Australia sirven de advertencia para
aquellos países que reclaman inmunidad ante la crisis mundial,
como Chile y Perú, que, al igual que Australia en años
pasados, vienen gastando miles de millones de dólares
en minería, construcción y consumo, pensando que
las exportaciones mineras son ilimitadas. Tarde o temprano, estos
países se verán en las mismas condiciones que Australia.
De allí la importancia de seguir en detalle los desarrollos
de Australia.
Como en América Latina, a pesar de las afirmaciones
del gobierno laborista que la economía australiana está
singularmente protegida de la crisis internacional, los últimos
datos reflejan el recrudecimiento de crisis por todo el mundo,
impulsado por la contracción de Europa, un Japón
en recesión y señales de estancamiento en los EE.UU.
En Australia, el producto interno bruto (PIB), que mide la
cantidad de bienes y servicios que la economía produce
anualmente, creció en forma anémica: 0,5 por ciento
en los tres meses finalizados el 30 de septiembre, lo que representa
una tasa anual del 2 por ciento, muy por debajo de las expectativas
del gobierno de un crecimiento del 3 por ciento.
El poder adquisitivo de lo que la economía produce,
cayó un 0,4 por ciento, cosa que golpea principalmente
a la clase trabajadora. Esa caída, se debe principalmente
a la caída de precios de las principales exportaciones
de Australia, mineral de hierro y carbón. Según
el Tesorero Wayne Swan, la caída de ingresos resulta de
una "brutal" caída de los términos de
exportaciones e importaciones.
El ex economista del Tesoro Geoff Carmody dijo al Australian
Financial Review que las cifras confirman una economía
en recesión durante los primeros nueve meses de 2012, basada
en los ingresos netos por persona, que han caído un 1,8
por ciento en el año hasta 30 de septiembre.
Estos resultados marcan el final de un auge efímero
en 2010-11, relacionado a las medidas de estímulo del gobierno
laborista para rescatar a los bancos y las grandes empresas, y,
más aún, al gasto masivo llevado a cabo por el régimen
chino para evitar una crisis en su economía. Crecimiento
del PIB nominal ha caído a un ritmo anual de 1,9 por ciento.
Durante un corto tiempo, hace dos años, el PIB crecía
en un 10,3 por ciento, porque los precios de los productos básicos
se dispararon, en gran parte como resultado de los enormes pero
insostenible programas chinos de estímulo.
Los últimos datos económicos muestran que la
producción industrial cayó por noveno mes consecutivo;
en la actividad de construcción la contracción ya
lleva 20 meses consecutivos. Además, el déficit
comercial de octubre se expandió un 47 por ciento a Au$
2,088 mil millones, el peor resultado desde 2008. Fue el décimo
déficit mensual consecutivo del comercio exterior, subrayando
el impacto de la caída en los precios de mercancías
de exportación.
Destacados economistas advierten que lo peor está por
venir, confirmando que la inversión minera cayó
en Au$ 6 mil millones en los últimos tres meses. Para que
el gobierno cumpla su promesa de tener un superávit de
Au$1,1 mil millones para 2012-13, el crecimiento del PIB tendría
que recuperarse hasta el 0,8 por ciento por trimestre durante
los próximos nueve meses. "Ninguno de nosotros cree
que el gobierno va a cumplir esta fantasía de superávit",
dijo el economista de JP Morgan Stephen Walters al Australian
Financial Review.
Un informe del comité ejecutivo de economistas australianos
dijo recientemente que los ingresos del gobierno se verán
afectados por la reducción de ingresos impositivos de las
empresas, lo que resultará en un déficit presupuestario
de Au$ 8 mil millones. Por otra parte, la crisis se profundizará
en 2013-14. Se espera que el crecimiento de la inversión
empresarial, sobre todo en la minería, previamente un motor
clave de la expansión del PIB, y se espera una reducción
de 16 por ciento este año, 9,3 por ciento el próximo
año y luego cerca de cero (0,7 por ciento) en 2014.
En un hecho aparentemente contradictorio, las cifras oficiales
de desempleo cayeron del 5,4 por ciento al 5,2 por ciento el mes
pasado, un resultado que el ministro que la Ley de Relaciones
Laborales aclamó como "una buena noticia para la Navidad
de los trabajadores australianos". Sin embargo, la caída
fue de un aumento de 18.000 en el número de puestos a tiempo
parcial, comparado con una caída de 4.200 en empleos de
tiempo completo.
Aun así, la tasa de desempleo habría subido,
de no haber sido por las personas que decidieron abandonar la
fuerza de trabajo. El número de anuncios de empleo cayó
17 por ciento el año pasado, por ende, nunca ha sido más
difícil encontrar un trabajo. Que la tasa de desempleo
entre las adolescentes de entre 15 y 19 años, haya caído
del 16 por ciento al 13 por ciento indica que muchos abandonaron
la búsqueda de trabajo.
La "tasa de participación" oficial, el porcentaje
de la población en edad de trabajar ya sea trabajando o
buscando empleo, ha estado cayendo desde hace dos años.
Este último porcentaje cayó del 65,3 por ciento
en septiembre al 65,1 por ciento el mes pasado. Esto indica que
muchos de los trabajadores despedidos han abandonado la fuerza
de trabajo. Decenas de miles de empleos se han destruido en el
último año, tanto en la industria básica
y en todo el sector público federal y estatal.
El aluvión de despidos sigue ocurriendo. Esta semana
se destruyeron puestos de empleo en Optas (900 empleos), General
Motors (170 empleos), Westpac (ningún número especificado)
y otras empresas. A través de la industria minera resaltan
los despidos anunciados por Santos (100 empleos), Longyer Boart
(300 empleos) y Boral (90 empleos). La Asociación de Carbón
australiano dijo que más de 7.500 puestos de trabajo se
han perdido en la industria del carbón este año.
La decisión de esta semana por el Banco de la Reserva
de Australia de reducir las tasas de interés oficiales
en 0,25 puntos porcentuales, hasta el 3 por ciento-el nivel de
"emergencia" alcanzado en 2009- al igual que las seis
reducciones de tasas anteriores (el año pasado) no podrá
compensar procesos que ocurren a nivel mundial que los últimos.
El impacto de las reducciones de tasas de interés está
siendo pagado con miles de millones de dólares en tijeretazos
de gastos públicos federales y estatales, el gobierno de
Gillard imponiendo medidas de austeridad por doquier. Frente a
importantes reducciones de ingresos, los estados también
están bajo intensa presión de las agencias de calificación
crediticia para recortar aun más. El primer ministro de
Victoria, Ted Baillieu, dijo que todos los estados encaran severas
dificultades, con un déficit operativo total anual de entre
Au$ 8 millones y Au$ 9 mil millones.
Esta semana, el gobierno laborista comenzó a retroceder
de su promesa de crear un superávit presupuestario para
el año fiscal 2012-13. La primer ministro Julia Gillard
admitió ayer que hay fuerzas actuando contra el crecimiento.
Afirmó que el gobierno "sigue decidido a entregar
el excedente", pero dijo que esto era posible porque la actualización
de la cifras económicas de octubre habían mostrado
"una tendencia de crecimiento". Los resultados de esta
semana del PIB están muy por debajo de la supuesta tasa
normal del 3 por ciento.
Debido a la caída en las ganancias, las secciones de
las élites financieras y empresariales están presionando
para que el gobierno abandone su promesa de superávit.
"Los recortes de gastos están haciendo más
difícil la tarea del Banco de la Reserva de mantener un
crecimiento y probablemente eso significa que un nuevo recorte
de la tasa de interés será necesario", dijo
esta semana Bill Evans, el economista en jefe de Westpac Bank
de Australia. Sin embargo, otras voces, como el Australian
Financial Review, insisten en que gobierno mantenga su promesa
de hacer frente al "déficit estructural" producido
por prestaciones sociales.
Sobre todo, las grandes empresas están presionando para
que el gobierno laborista reduzca los salarios de los trabajadores
junto con sus condiciones de vida con el fin de reducir los costos
laborales, que enmiende las leyes de relaciones laborales para
reprimir aún más la acción industrial y recorte
impuestos a las empresas, a fin de que las empresas con sede en
Australia puedan competir con sus rivales internacionales. Un
editorial del Australian Financial Review.declaró:
"El gobierno federal ahora debe llevar a cabo un asalto armado
contra el despilfarro, tomar en serio una genuina reforma fiscal
y retroceder en la reregulación del mercado laboral que
está frenando la productividad".
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