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Trabajadores de la salud pública se enfrentan a la policía antidisturbios en el Perú

Por César Uco
5 Marzo 2014

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Empleados del sector salud en Perú bloquearon el viernes pasado la Av. Javier Prado, principal arteria de Lima que une los lados este y oeste de la ciudad, enfrentándose con la policía antidisturbios en el marco de una huelga nacional de 48 horas convocada el día anterior. La manifestación fue organizada frente al Hotel Westin, donde la Ministro de Salud, Midora de Habich, estaba participando en un evento internacional.

La Federación Médica del Perú llamó a la huelga en protesta contra el incumplimiento por parte del Ministerio de Salud de pagar las bonificaciones acordadas al final de una huelga anterior.

El presidente de la Federación Médica del Perú Jesús Bonilla informó que la huelga contó con el apoyo de 24 federaciones regionales y los 45 cuerpos médicos de Lima, así como el respaldo de la Federación de Enfermeras y la Unión de Trabajadores de Química y Farmacéutica. Si no se cumplen las demandas de los médicos, advirtió, un paro nacional indefinido será llamado.

Los dos hospitales en el puerto norteño de Chimbote permanecieron cerrados después del segundo día de la huelga.

En la ciudad de Chiclayo en la costa norte el personal médico organizó un paro de una hora. Se informó que la acción fue respaldada por los pacientes que se quejaban de que con frecuencia no pueden obtener la atención necesaria debido a la falta de medicamentos o equipos médicos.

En el Hospital Santa Gema de Yurimaguas, ubicado en la Amazonía, el personal médico se declaró en huelga, pero aseguró la atención sólo de los casos de emergencia.

Durante los últimos dos años, los trabajadores peruanos en el sector público han estado llevando a cabo marchas y huelgas en todo el país contra el gobierno del presidente Ollanta Humala. Elegido en 2011 sobre la base de promesas de reducir la drástica desigualdad social del Perú, tan pronto como Humala asumió el cargo acomodó sus políticas a las exigencias de los inversionistas extranjeros quienes exigen mayores márgenes de ganancia y una reducción en el gasto público.

Perú tiene uno de los salarios más bajos de América Latina. El salario mínimo mensual es de sólo 750 soles, equivalentes a US$ 268.

César Palomino, el decano del Colegio Médico del Perú, se quejó de que el presidente Humala recientemente duplicó el salario de sus ministros a 30,000 soles al mes (más de US$ 10,000). "No es justo que un médico reciba 60 soles (US$ 22) por guardia [por lo menos 8 horas]", dijo. Palomino agregó que los médicos del Ministerio de Salud ganan US$ 1,000 por mes, y están que entre los peor pagados en América Latina. Ellos están exigiendo un aumento de sueldo equivalente entre US$ 2,500 dólares EE.UU. y US$ 3,500 dólares, de acuerdo a experiencia.

Otros sectores que se encuentran en huelga o amenazado con irse a la huelga contra los salarios de pobreza y las duras condiciones de trabajo son los maestros, los empleados del Poder Judicial y la Policía Nacional.

Desde el momento en que la dirección del sindicato se comprometió a colaborar con la reforma propuesta por el gobierno para el sector de la salud, la lucha de los trabajadores de la salud se ha estrellado contra una pared de ladrillos. El propósito de la "reforma" es privatizar los hospitales y maximizar la explotación de los trabajadores. Durante las huelgas en los últimos dos años, el Ministerio de Salud del Perú ha estado reemplazando a los huelguistas con personal “amarillos”, proporcionados por agencias de empleo; la famosa “tercerización” del empleo.

La Federación Nacional de Trabajadores de la Seguridad Social emitió un folleto titulado "La reforma de la atención de salud es la privatización", llamando el programa del gobierno "una extensión del modelo neoliberal impuesto en la década de 1990 que ha fracasado tan mal en diferentes países."

La semana pasada, Humala se encontraba de visita oficial a Israel, para promover inversiones en el Perú. Él sabe que su éxito en atraer capital multinacional depende del control y represión de la agitación social. Como prueba de su lealtad al capital, en el pasado declaró ilegal la huelga de los médicos y maestros.

Propulsado por las exportaciones mineras a China, según el Banco Mundial, el PIB de Perú creció a un sorprendente ritmo de 53 por ciento en siete años entre 2007 y 2013.

En un informe reciente, el Banco Mundial señaló: "El Perú es una de las economías de mejor desempeño en América Latina y la nueva Alianza Estratégica de Países, entre el Perú y el Banco Mundial se centra en apoyar las prioridades nacionales, mejorar la equidad mediante servicios sociales, infraestructura y competitividad”.

En otras palabras, existen amplios recursos para satisfacer las demandas de los trabajadores de la salud, así como todos los otros empleados del sector público. Pero el sello de aprobación económica no está diseñado con este propósito, sino más bien para apoyar la agenda de Humala de satisfacer a los inversionistas extranjeros, cuya única preocupación es saquear los recursos naturales del Perú y explotar su mal pagada fuerza de trabajo.

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