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Un homenaje a Dave Hyland
Por David North
19 Febrero 2014
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el autor
Este artículo apareció originalmente en inglés
el 23 de enero del 2014
Estamos publicando aquí el tributo a Dave Hyland, ex
secretario nacional del Partido Socialista por la Igualdad de
la Gran Bretaña, a cargo de David North, presidente nacional
del Partido Socialista por la Igualdad de los EE.UU. y el presidente
del Consejo Editorial Internacional de la World Socialist Web
Site, en una reunión conmemorativa celebrada el 18 de enero
en honor del camarada Hyland. David Hyland falleció el
8 de diciembre del 2013.
La muerte de David el 8 de diciembre no llegó de sorpresa.
Había estado gravemente enfermo, con artritis reumatoide
muy agresiva, por más de 20 años. Pero a pesar de
la gravedad de su enfermedad, Dave había manifestado poderes
de resistencia que parecían desafiar la explicación
científica. Su fuerza de voluntad, su deseo de vivir y
de participar en la vida tan plenamente como le era posible, era
ejercida como una fuerza física real.
Hace cuatro años, Dave cayó en la inconsciencia,
y los médicos le dijeron a su familia que era poco probable
que viviera más de unos pocos días. Pero recobró
el conocimiento, y a pesar de enormes limitaciones físicas,
reanudó una vida activa política e intelectual.
Hasta hace muy poco todavía era posible esperar que
Dave estuviera con nosotros por algún tiempo más.
Pero en noviembre, se hizo evidente que la enfermedad de Dave
ya no podría continuar siendo evadida. Él aceptó
este hecho con dignidad, rechazando lo que él creía
que serían esfuerzos infructuosos para prolongar su vida.
Me dijeron que en una ocasión, en medio de las circunstancias
físicas más difíciles, le dijo a su hija
Julie, "La vida es bella".
Dave había soportado las penurias de su enfermedad sin
dejar rastro de autocompasión. Conservó su optimismo,
y su amor por la vida. Para muchos, la experiencia de la enfermedad
prolongada, el peso de las dificultades físicas y el dolor,
llevan a la resignación, la separación intelectual
y retraimiento emocional. Pero este no fue el caso con Dave.
En noviembre, Dave y yo hablamos, ambos sabiendo que sería
la última vez. Podría parecer extraño, pero
la discusión no fue para nada sombría. David permaneció
intensamente involucrado con el mundo, apasionado en su compromiso
político con la causa del socialismo internacional, e interesado
en todo lo que estaba ocurriendo.
Dave me dijo que no tenía remordimientos sobre el plato
principal de su vida. Su decisión de unirse al movimiento
trotskista en la década de 1970 fluía necesariamente
de las conclusiones políticas que él perfiló,
como obrero con conciencia de clase, desde las grandes luchas
de la época. Él consideró que su decisión
de 1985 de fundar su oposición al oportunismo nacional
del Partido Revolucionario de Trabajadores en la historia, integridad
y el programa del Comité Internacional como la más
importante de su vida. A medida que vida de él llegaba
a su fin, Dave expresaba su orgullo por el desarrollo de la página
de Internet, la World Socialist Web Site, y de su confianza en
el futuro del movimiento al que él había hecho una
contribución tan imperecedera.
Cada uno de los oradores se ha referido a los acontecimientos
de 1985. El próximo año se cumplirán 30 años
desde que esa lucha se llevó a cabo. Para aquellos de nosotros
que participamos en ella, parece como si fuera ayer. Pero las
fotografías que se muestran en la exposición nos
dicen lo contrario. En aquel entonces estábamos aún
jóvenes. Pero a pesar de que hayan pasado tres décadas,
los acontecimientos de 1985 siguen incrustados tan vívidamente
en nuestras mentes que parece como si recién hubieran ocurrido.
Eso es porque todavía existe una poderosa conexión
entre esos acontecimientos y nuestras vidas de hoy.
A David le hubiera gustado llegar a los setenta u ochenta años.
Pero no a todo el mundo se le concede esa longevidad. Sin embargo,
más importante que la longevidad es lo que hacemos con
los años que se nos conceden. La verdadera medida del éxito
de la vida es conservar hasta el final de nuestras vidas las mejores
cualidades de nuestra juventud, y entender la lógica interna
de las experiencias por las que hemos pasado.
Dave era capaz de entender el curso de su vida como capítulos
interconectados de una narrativa histórica más amplia.
Era una vida que se guiaba por la integridad socialista a la que
él se adhirió durante muchas décadas. Su
vida tenía sentido y podría ser entendida en relación
a los grandes acontecimientos históricos de su tiempo.
Todos vivimos en medio de fuerzas objetivas de poder monumental.
Cuando uno se hace mayor, adquiere un mejor sentido de la medida
en que el curso de nuestras vidas ha sido determinado por fuerzas
fuera de nuestro control directo e inmediato. Pero nosotros no
somos como hojas al viento. Cada uno de nosotros debe decidir
cómo responder a las grandes fuerzas objetivas de la historia.
Las fotografías y documentos en la exposición
ilustran los principios que conectaron un período de su
vida con otro. No hay destino más triste que llegar al
final de nuestra vida, sin ser capaces de identificar algún
propósito central que guiara nuestras accionesa ser
incapaces de responder a la pregunta : "¿De qué
se trató todo esto?" O peor aún, cuando se
nos pregunta acerca del pasado, y respondamos: "No me acuerdo".
Las personas que no recuerdan por lo general no quieren recordar,
porque se han ido demasiado lejos de los ideales que los inspiraron
en su juventud.
David sabía de qué se había tratado su
vida. Recordó y quería recordar las experiencias
por las que había pasado. Esa es la clave a la calma y
la ecuanimidad con la que David se enfrentó a la etapa
final de su vida. Creo que anticipaba que una reunión como
ésta se llevaría a cabo, y que la estimación
de su vida sería objetiva y justa.
No hay duda de que Dave será recordado como una figura
importante en la historia de la clase obrera británica
e internacional.
David nació en las postrimerías de la Segunda
Guerra Mundial, un período que fue testigo del resurgimiento
de la militancia obrera. Al igual que tantos cientos de miles
de trabajadores británicos que llegaron a su mayoría
de edad en la década de los 1960s, Dave creía que
había llegado el momento de vengar la derrota de la huelga
general de 1926 y las indignidades de los "Hambrientos de
los 30s". De su padre tuvo una conexión directa a
ese período de lucha social. En 1945, la clase obrera británica
había puesto al Partido Laborista en el poder, con la esperanza
de que esto llevaría a una Inglaterra socialista. Pero
en el cuarto de siglo que siguió, ya sea dentro o fuera
del poder, el Partido Laborista y el Congreso de Sindicatos (TUC),
ayudado por el Partido Comunista estalinista, dediccaron la mayor
parte de sus energías, no a la lucha contra los odiados
Tories, sino a su restricción oponiéndose
y traicionando las luchas de la clase obrera.
Posiblemente es difícil de enternder para la junventud
de hoy, que ha experimentado sólo contratiempos y que nunca
ha visto el poder de la clase obrera, el optimismo y la determinación
que existía en la Gran Bretaña durante la década
de los 1960s y principios de los 1970s. Se transmitá en
cierta medida en la música de los tiempos. Hubo desprecio
por el viejo sistema y la determinación de poner fin a
la misma. Y era evidente que existía una fuerza que podría
llevarlo a cabo.
La victoria de 1970 del Partido Conservador en las elecciones
nacionales sentó las bases para una ola de luchas de la
clase obrera. El nuevo gobierno estaba decidido a emplear su nueva
ley de relaciones laborales para reprimir las huelgas, pero los
trabajadores británicos se negaron a aceptar la legitimidad
de las leyes que se veían nada más como el ejercicio
de los intereses de la clase gobernante. Entre 1970 y 1974, las
luchas de la clase obrera británica trajeron, como nunca
antes, más cerca la revolución socialista desde
la huelga general de 1926.
En 1973-1974, los mineros en su segunda huelga nacional
contra la política del gobierno de Edward Heath alcanzaron
lo que sus abuelos no habían logrardo. La huelga obligó
a Heath a llamar una elección general. La cuestión
central, declaró el asediado primer ministro, era "¿Quién
gobernará a la Gran Bretaña?" Se le dio la
respuesta. "No va a ser usted". Heath perdió
la elección. Por primera vez en la historia, la clase obrera
británica había obtenido, mediante el ejercicio
de su poder industrial, la renuncia y la derrota de un gobierno
conservador.
La derrota de los conservadores no resolvió el problema
estratégico de la revolución socialista en la Gran
Bretaña. Por el contrario, la clase obrera se enfrentaba
ahora al nuevo gobierno laborista, aliado con la burocracia sindical;
un enemigo implacable decidido a emplear toda la experiencia y
habilidad que había adquirido a lo largo de décadas
de traición política para frenar, desorientar, paralizar,
desmoralizar y desarmar al movimiento de masas que se habían
llevado a la Gran Bretaña al borde de la revolución
socialista. En otras palabras, entre 1974 y 1979, los gobiernos
laboristas de los primeros ministros Wilson y Callaghaninstigados
por el TUC y sus cómplices en el Partido Comunista Británicohicieron
lo posible para preparar el terreno político para el triunfo
del thatcherismo y todos los desastres políticos posteriores
que acontecieron a la clase obrera.
Sin embargo, hubo una corriente política en la clase
obrera británica que se había desarrollado durante
los 20 años que precedieron al gran movimiento huelguístico
de 1973 a 1974 sobre la base de una lucha contra el Partido Laborista,
la burocracia sindical, el estalinismo y diversas formas de radicalismo
de la clase media principalmente, las tendencias capitalistas
pablistas y estatales. Estoy hablando, por supuesto, de la Liga
Socialista de los Trabajadores (Socialist Labor League, SLL),
la sección británica del Comité Internacional
de la Cuarta Internacional (CICI), liderada por Gerry Healy.
En los 20 años transcurridos entre 1953 y 1973, el movimiento
trotskista en la Gran Bretaña había experimentado
un crecimiento extraordinario.
Estas ganancias inicialmente surgieron sobre la base de los
principios que se defiendieron en la lucha de 1953 contra en la
tendencia revisionista de la Cuarta Internacional dirigida por
Michel Pablo y Ernst Mandel. La cuestión esencial en esta
lucha fue el papel insustituible de la Cuarta Internacional en
el desarrollo de la conciencia marxista en la clase obrera y la
victoria de la revolución socialista mundial. El Comité
Internacional, formado en el otoño de 1953, rechazó
las pretensiones de los pablistas que el socialismo podía
ser realizado bajo la dirección estalinista, las organizaciones
demócratas sociales, nacionalistas burgueses o varios otros
tipos de organizaciones radicales pequeñoburguesas, socialmente
y políticamente heterogéneas.
Healy había jugado un papel importante en la lucha de
1953. Colaborando estrechamente con James P. Cannon, el líder
del Partido Socialista de los Trabajadores en los Estados Unidos,
Healy derrotó la tendencia pablista dentro de la organización
británica, que en realidad exigía el fin de la existencia
independiente de un partido trotskista y su disolución
en el Partido Comunista. Esa fue la línea pablista. El
Partido Comunista, alegó entonces, representaría
las aspiraciones revolucionarias de la clase obrera y no había
necesidad de una organización trotskista independiente.
La lucha sin cuartel contra el liquidacionismo pablista sentó
las bases para el posterior desarrollo del movimiento trotskista
en la Gran Bretaña. La defensa del análisis trotskista
del estalinismo la insistencia en el papel inalterablemente
contrarrevolucionario de la burocracia del Kremlin y todos los
partidos nacionales comunistas, prepararon a los trotskistas británicos
para las oportunidades políticas que surgieron a raíz
del "discurso secreto" de Kruschev de febrero de 1956,
en el que Stalin fue expuesto como un asesino, y de la supresión
soviética brutal de la Revolución Húngara
de octubre de ese mismo año.
Estos eventos, que lanzaron a la burocracia soviética
y al movimiento estalinista internacional en una crisis profunda,
reivindicaron la postura adoptada en 1953 por los trotskistas
británicos bajo el liderazgo de Healy. Por otra parte,
su claridad sobre la naturaleza del estalinismola ausencia
de ilusiones, asiduamente promovidas por los pablistas, en el
potencial supuestamente revolucionario del régimen que
ocupaba el Kremlinayudó a los trotskistas a intervenir
en la crisis del Partido Comunista británico. Ganaron un
número de reclutas de la organización estalinista
que jugarían un papel importante en el desarrollo posterior
del movimiento trotskista.
A pesar de inmensos problemas proscripciones por el Partido
Laborista, los ataques de los estalinistas, la falta crónica
de recursos financieros la influencia del movimiento trotskista
crecía en forma sostenida a finales de 1950. Hay que destacar
que durante este fructífero período de crecimiento,
los trotskistas británicos estaban jugando un papel importante
en la continua lucha teórica y política contra el
pablismo dentro de la Cuarta Internacional. De hecho, fue durante
este período que los trotskistas británicos comenzaron
a desarrollar sus críticas a lo que consideraban, con razón,
la deriva por el Partido Socialista de los Trabajadores de EE.
UU. (Socialist Workers Party, SWP) hacia la reconciliación
con los pablistas.
Para 1957, Healy se daba cuenta de la retirad del SWP de los
principios trotskistas que había defendido en 1953. El
SWP se vio envuelto en una campaña de "reagrupamiento"
en los Estados Unidos que marcó una nueva orientación
oportunista hacia el entorno de la izquierda de la la clase media
radical. En contraste con las vacilaciones oportunistas del SWP,
los trotskistas británicos estaban desarrollando la lucha
contra el estalinismo y la democracia social. Desde finales de
la década de 1940, los trotskistas británicos habían
llevado a cabo el trabajo dentro del Partido Laborista. El propósito
de este trabajo no hubiera sido convertir al Partido Laborista
en una organización socialista una tarea imposible
sino exponer el papel traidor de la democracia social, y sobre
esta base, ganar los mejores elementos dentro del Partido Laborista
con el programa y perspectiva de la Cuarta Internacional.
A medida que la influencia de los trotskistas crecá
a fines de los 1950, el Partido Laborista recurrió a la
caza de brujas y a las expulsiones. Healy no podía ser
intimidado. En 1959, los trotskistas formaron la SLL para perseguir
la lucha contra el laborismo. Es significativo que en los Estados
Unidos, el SWP se opuso a esta ruptura organizativa necesaria,
ignorando el hecho de que la alternativa era la rendición
política completa a la disciplina y la autoridad del Partido
Laborista. Cannon, ahora un oportunista profundo, acusó
a Gerry Healy de haber emprendido un "atracón de ultra
izquierda".
Refutando las afirmaciones de Cannon que la vida fuera de los
recintos del Partido Laborista era imposible, la SLL construyó
una formidable oposición a la burocracia demócrata
social dentro de la Juventud Socialista (Young Socialists, YS),
en ese momento el movimiento juvenil del Partido Laborista. A
principios de la década de 1960, se había ganado
el liderazgo de la YS. Cuando el Partido Laborista tomó
represalias con las expulsiones, el YS se reconstituyó
como el movimiento juvenil de la SLL.
Entre 1961 y 1963, la SLL se opuso a las maniobras del SWP,
entonces dirigido por Joseph Hansen, hacia una reunificación
entre Comité Internacional y la organización internacional
de los pablistas. El pretexto político para justificar
la reunificación fue el derrocamiento del régimen
de Batista en Cuba por las fuerzas guerrilleras dirigidas por
Castro (quien, vale la pena recordar, contaba al principio con
el apoyo de los Estados Unidos). La victoria de Castro, decía
el SWP, demostraba que una revolución socialista podría
ser llevada a la victoria y un estado obrero establecido bajo
el liderazgo de un movimiento político que no era ni marxista
ni trotskista, ni siquiera explícitamente socialista y
sin base la clase obrera.
Por lo tanto, el objetivo de la reunificación fue la
disolución de la Cuarta Internacional en el pantano político
reaccionario de la política de la clase media izquierdista.
Los esfuerzos para construir un movimiento socialista internacional
de la clase obrera, sobre la base de la teoría marxista
y guiada políticamente por el patrimonio de la lucha de
Trotsky contra la traición de la Revolución de Octubre,
iban a ser abandonados. De ahora en adelante confiarían
que el destino de la revolución socialista estaría
a cargo a una gran variedad de los nacionalistas burgueses y organizaciones
radicales pequeño burgueses aliados con o dependientes
de ellos, y de una forma u otra, de la burocracia soviética.
La oposición de la SLL y los trotskistas franceses en
el PCI (que se convirtieron más tarde en la OCI) a la reunificación
sin principios del SWP con los pablistas impidió la liquidación
de la Cuarta Internacional. Por otra parte, la lucha de la SLL
resultó la expansión de la labor del Comité
Internacional, con la formación de la Liga Obrera en los
Estados Unidos (Workers League, WL), la Liga Comunista Revolucionaria,
en Sri Lanka, y, más tarde, a principios de 1970, la Bund
Sozialistischer Arbeiter en Alemania y la SLL australiana.
La SLL creció bastante en los años que siguieron
a su rechazo a la reunificación pablista del SWP. Este
crecimiento, como explicaremos, no estuvo exento de contradicciones
políticas. Sin embargo, no hubo duda de que la SLL proponía
un programa revolucionario internacionalista que atrajo a abnegadas
secciones políticamente más conscientes de la clase
obrera en la Gran Bretaña, especialmente bajo condiciones
del recrudecimiento de la lucha de clases que siguió a
los acontecimientos de mayo y de junio de 1968 en Francia; sobre
todo, el regreso de los conservadores al poder en junio de 1970.
En ese contexto entra Dave Hyland a la política revolucionaria.
Dave Hyland fue uno de los trabajadores que fueron atraídos
por la Liga Socialista del Trabajo. Me escribió una carta
en octubre del 2005 en la que recordó las condiciones en
que se incorporó a la SLL:
"Yo era un trabajador de 25 años de edad, en la
planta de Kodak en Wealdstone y envuelto en una lucha contra los
estalinistas en la fábrica y ddntro del sindicato de películas
ACTT cuando leí Workers Press por primera. Me disgustaban
los estalinistas intensamente, tanto por su duplicidad como por
su condescendencia hacia los trabajadores, pero no los entendía
políticamente. La primera copia de la Workers Press que
compré llevaba un artículo central sobre el papel
histórico del estalinismo en el Medio Oriente. Fue como
quitarme una venda de los ojos. El artículo explicaba el
papel político contrarrevolucionario del estalinismo y
me aclaró que la lucha en su contra sólo podía
llevarse a cabo como parte de un movimiento internacional".
[Carta a David North, 9 de octubre del 2005]
David se unió en medio de la intensificación
de la lucha de clases en la Gran Bretaña. En 1972, una
huelga virtual general estalló cuando el gobierno de Heath
encarceló a cinco trabajadores de los muelles que habían
desafiado las disposiciones contra los piquetes de la nueva ley
de relaciones laborales. El gobierno se vio obligado a liberar
a los trabajadores. Ese mismo año, una huelga nacional
de mineros de carbón obligó otro retiro del gobierno.
David se mantuvo hasta el final de su vida inmensamente orgulloso
y agradecido por la educación política que había
recibido dentro de la SLL. Se mostró especialmente agradecido
por la labor de un sector de artistas e intelectuales que se habían
unido al partido. En el 2010, tras la muerte de Corin Redgrave,
Dave escribió una carta a la World Socialist Web Site:
"Me uní al precursor del WRP casi al mismo tiempo
que Corin [Redgrave] a principios de 1970. Yo no lo conocía
muy bien, pero por unos años tuve una relación política
cercana con otros dos artistas /intelectuales dentro de la direcciónel
director Roy Battersby y el guionista Roger Smith. Este fue el
resultado de nuestra membrecía tanto de la SLL/WRP y el
sindicato ACTT.
"Yo trabajaba en la fábrica de Kodak en Harrow
y junto con los camaradas locales comenzamos la construcción
de una rama del partido. Roy y Roger se lanzaron a este trabajo
con mucho entusiasmo. Recuerdo que Roy hizo una serie de conferencias
públicas sobre las "Dialéctica de la Naturaleza"
y Roger dio un número de clases sobre el "Socialismo:
utópico y científico", mientras que ambos a
veces vendían su periódico en las puertas de la
fábrica. Eran muy buenos para explicar ideas complejas
y hacerlas más fáciles de entender. Estas conferencias
y clases fueron muy importantes, ya que iban más allá
de la discusión de los problemas inmediatos en la fábrica
y el sindicato para tratar las cuestiones de teoría, historia
y ciencia.
"Estas actividades fueron populares entre los miembros,
así como las cuestiones relacionadas con avances internacionales
importantes en Chile, Irlanda y Portugal. El interior de la fábrica
era como una olla a presión. La dirección de la
burocracia y el sindicato se unían para tratar de victimizar
a los trotskistas. La mayoría de los trabajadores, mientras
que simpatizaban con nosotros, no veían la necesidad real
de un partido revolucionario cuando parecía que podían
hacer caer a los gobiernos simplemente a través de su fuerza
sindical". [Carta a la World Socialist Web Site, 16 de abril
del 2010]
El período comprendido entre 1970 y 1974 vio un enorme
crecimiento en la Liga Socialista del Trabajo. Este no era el
momento ni el lugar para llevar a cabo una revisión exhaustiva
de todos los problemas políticos que se habían desarrollado
dentro de la SLL en el periodo antecedente, pero hay algunos puntos
que realmente necesitaban hacerse notar para entender la crisis
que posteriormente evolucionó fuera entendida.
Siempre es peligroso para un movimiento, cuando experimenta
un rápido crecimiento, no tomar una actitud crítica
ante ese crecimiento y adaptarse a la conciencia que prevalece
en el movimiento de masas. La conciencia del movimiento de masas
en la Gran Bretaña seguía siendo predominantemente
sindicalista la idea de que, a través de la victoria
del Partido Laborista y de la derrota de los conservadores, se
podrían resolver los principales problemas de la clase
trabajadora.
Como Gerry Healy no había otro igual en el movimiento
obrero británico: ni como organizador, ni como orador,
ni como estratega político. Durante décadas condujo
con integridad una lucha política contra toda forma de
oportunismo. Su personaje político, forjado furante esas
décadas, ejemplificaba una inquebrantable devoción
y dedicación a la causa de la revolución socialista
que era inmensamente atractiva para Dave Hyland.
Healy poseía la capacidad, en sus mejores momentos,
de proyectar su inmensa confianza en la fuerza de la clase obrera.
Esa habilidad encontró su expresión consumada durante
el auge, de 1970 a 1974. El escuchar a Gerry Healy hablar durante
ese período era una experiencia inspiradora e inolvidable.
El colapso del gobierno conservador en febrero de 1974 reivindicó
la confianza de Healy.
Healy había subestimado los enormes problemas que surgirían
después de la derrota de los conservadores. Durante el
período del gran auge, mientras que la SLL fue creciendo
muy rápidamente, Healy solía decir que, "si
la clase obrera puede vencer al maestro Tory, más lo puede
hacer contra sus siervos". Pero como bine nos enseñan
innumerables series de la televisión británica,
el mayordomo es, no con poca frecuencia más hábil
y decidido en el cuidado de los intereses de la familia que el
"Milord" y la "Milady" que contratan sus servicios.
En 1974, los mayordomos políticos del Partido Laborista,
con su larga tradición de la traición reformista,
entendieron muy bien que su tarea principal era mantener el movimiento
obrero de masas bajo control. Estaban decididos a explotar todas
las formas de confusión política en la clase obrera,
la resaca de ilusiones en el Partido Laborista, para dar tiempo
a la clase dominante a tomar su venganza por las humillantes derrotas
de la década de 1970. Y eso es exactamente lo que pasó.
Mientras que el gobierno laborista traicionaba las esperanzas
del movimiento de masas, la clase dominante preparaba a Margaret
Thatcher para el poder.
A pesar de los impresionantes conquistas de la SLL durante
el movimiento antitory no estaba, en definitiva, políticamente
preparado para los retos que acompañaron el regreso del
gobierno laborista. Se habían desarrollado dentro de la
SLL, junto a sus éxitos prácticos, contradicciones
políticas importantes durante el período anterior.
Estas contradicciones tuvierno raices tando en circunstancias
objetivas y como en los errores subjetivos de la dirección.
En las consecuencias que siguieron después de la ruptura
con el SWP, la lucha contra la liquidación pablista llegó
a considerarse cada vez más como una cuestión en
gran parte de organización, más que de teórica
y política que requerían una atención constante.
El crecimiento práctico del movimiento en la Gran Bretaña
la expansión de su influencia entre los jóvenes
y en los sindicatos, la ampliación de sus recursos materiales
era visto como la respuesta fundamental y decisiva para el problema
planteado por el estalinismo, la democracia social, el pablismo
y diversas formas de oportunismo.
El problema de la revolución social llegó a ser
visto cada vez más en un lugar de marco nacional. Las oportunidades
inmediatas dentro de la Gran Bretaña eran evaluadas fuera
del amplio contexto histórico e internacional de la revolución
socialista. Esto creó la ilusión de que las ganancias
tácticas en la Gran Bretaña resolverían de
alguna manera los problemas que existían en las relaciones
de fuerzas internacionales. El Comité Internacional era
sólo para acompañar y ofrecer un poco de ayuda auxiliar
a las actividades de la SLL en crecimiento en la Gran Bretaña.
La lucha internacional contra el revisionismo pablista, al
nivel de las perspectivas teóricas y políticas,
llegó a ser vista como una distracción de los problemas
apremiantes de la construcción del partido británico.
Inevitablemente, el enfoque en los problemas nacionales asumió
la forma de una adaptación a la conciencia política
limitada que dominó el movimiento de masas antitory. La
expresión más grave de esta adaptación fue
la transformación de la SLL en el Partido Revolucionario
de los Trabajadores (Workers Revolutionary Party, WRP), en noviembre
de 1973, sobre la base de una perspectiva predominantemente nacional.
Las secciones del Comité Internacional no participaron
en las discusiones que establecieron al WRP, y ni siquiera se
les pidió participar en las deliberaciones del congreso
fundacional.
Las concepciones y actitudes que he mencionado no surgieron
de repente. De hecho, es posible encontrar en varios documentos
y artículos producidos por la SLL durante el periodo del
levantamiento declaraciones totalmente ortodoxas anticonservadoras
sobre la cuestión del internacionalismo revolucionario
y la lucha contra el pablismo. Pero un estudio más cuidadoso
de la evolución de la SLL que el CICI realizó
a raíz de la escisión que siguió en 1985-86
comprobó que se desarrolla un vuelco hacia el oportunismo
nacional a finales de los 1960s y cobró fuerza a principios
de la década de los 1970s.
El Comité Internacional, en una serie de documentos,
ha llamado la atención hacia el carácter abrupto
y el carácter políticamente confuso de la división
en 1971 con la OCI, la sección francesa del CICI. Las cuestiones
esenciales de la perspectiva política que subyace al conflicto
entre la SLL y la OCI casi no se habían discutido. La evasión
de estas cuestiones significaba que los problemas críticos
de la estrategia revolucionaria internacional que surgieran de
los grandes acontecimientos de mayo y junio de 1968 en Francia
ni fueron analizados o incorporados al programa del Comité
Internacional.
Por otra parte, en la medida en que las tendencias oportunistas
evidenciadas por la OCI fueron vistas simplemente como la expresión
de los problemas de la organización francesa, la SLL falló
en investigar cómo algunos problemas similares se manifestaban
dentro de la organización británica.
Hubo otro elemento de conflicto con la organización
francesa cuyo significado la SLL no reconoció. Casi desde
el final de la Segunda Guerra Mundial, los intelectuales franceses
habían estado a la vanguardia de la lucha contra el marxismo.
Aunque desacreditado en Alemania debido a su infame colaboración
con los nazis, Heidegger encontró innumerables acólitos
en Francia. El existencialismo se convirtió en el furor
de la intelectualidad francesa.
En las consecuencias de los trastornos de mayo y junio de 1968,
aterrorizados por el fantasma de la revolución socialista,
amplios sectores de la intelectualidad francesa y la juventud
estudiantil cortaron toda conexión que habían mantenido
previamente con el marxismo. En el entorno posterior a 1968 de
reacción intelectual, incluso Sartre fue visto como demasiado
conciliador con el marxismo. Una nueva generación de irracionalistas
teóricos pasó a primer plano. La edad de Lyotard
y Foucault había comenzado.
Habiendo roto con la OCI, el SLL era en gran parte inconsciente
de estos desarrollos y sus consecuencias de largo alcance para
el trabajo teórico y político del partido revolucionario.
Pero incluso antes de que la importancia de las cuestiones
teóricas emergiera con claridad, las consecuencias políticas
de la manipulación irresponsable de las diferencias con
la OCI se hicieron sentir en el WRP.
En octubre de 1974, Alan Thornett, el principal líder
sindicalista eso es todo lo que realmente era, el principal
líder sindicalista del WRP, anuncia diferencias en
una reunión de la Comisión Política. Las
posiciones de Thornett, que expresaban ilusiones en el nuevo gobierno
laborista, habían sido escritas por la OCI. Políticamente
desleal y deshonesto, Thornett no reveló nunca que había
estado colaborando con una organización rival.
No le tomó más de cinco minutos a Healy para
darse cuenta de que Thornett no era el autor de las posiciones
que estaba presentando al comité político del WRP.
Entendió que los argumentos de Thornett reflejaban las
posiciones políticas de la OCI, que para entonces se había
aliado con el Partido Socialista de Mitterrand. El hecho de que
ahora Thornett estaba avanzando las posiciones de la OCI en el
liderazgo surgió de la negligencia de la lucha contra la
OCI.
El conflicto con Thornett le proporcionó al WRP la oportunidad
tardía de aclarar las diferencias con la OCI. Pero una
vez más, la respuesta de Healy no era perseguir las cuestiones
políticas, sino proceder rápidamente a un ajuste
de cuentas organizacional con Thornett. El resultado fue que entre
octubre y diciembre de 1974, el Partido Revolucionario de Trabajadores
perdió varios cientos de miembros, incluyendo una sección
sustancial de su base en los sindicatos.
Es evidencia de la fuerza política de Dave Hyland que
él no lo sigue a Thornett. No se sorprendió de la
provincial perspectiva sindicalista de Thornett. Fue repelido
por la duplicidad de éste, su indiferencia a las tradiciones
del movimiento trotskista, y su punto de vista oportunista. David
permaneció leal al partido pero la crisis dentro del WRP
se profundizó. Con el Partido Laborista en el poder, muchos
de los reclutas ganados durante el movimiento antitory abandonaron
el partido, y esto aumentó las presiones organizacionales.
Healy trató de encontrar una manera de salir de esta crisis
mediante la formación de todo tipo de relaciones sin escrúpulos
con los movimientos nacionales burgueses y los gobiernos en el
Medio Oriente.
La degeneración oportunista de la WRP creó conflicto
con la Liga Obrera en el Comité Internacional.
Entre octubre de 1982 y febrero de 1984, la WL presentó
una crítica detallada de las concepciones teóricas
y el programa político del WRP. Sin embargo, estimamos
en ese entonces que hubiera sido un grave error político
de la Liga Obrera romper con el WRP sin discusión de las
diferencias dentro del Comité Internacional. Nos dimos
cuenta de que las posiciones políticas de la Liga Obrera
apenas se conocían, y mucho menos se entendían,
dentro del movimiento internacional.
En particular, la situación dentro de la propia WRP
nos preocupaba mucho. A pesar de mis diferencias políticas
con los dirigentes del WRP, yo tenía un gran respeto por
ese partido. Yo sabía de su historia, sus décadas
de lucha. Sabía que sus cuadros trabajaban muy duro, a
menudo 12, 15 y hasta 18 horas por día. Estaba convencido
de que había miembros del partido que estaban dedicados
al trotskismo y darían la bienvenida a una discusión,
si tuvieran la oportunidad, acerca de los temas críticos
del programa internacional. No podía creer que no hubiera
preocupación dentro de la organización acerca de
la deriva oportunista cada vez más evidente. Pero, ¿cómo
podía uno alcanzar a los miembros del partido?
Yo no tenía prácticamente ningún contacto
con los miembros comunes y corrientes. Hablé en reuniones
públicas. Estuve en las plataformas en Londres para la
conmemoración ocasional del aniversario de la Prensa del
WRP, o el aniversario del asesinato de Trotsky. Pero mi contacto
con los miembros del partido, sobre todo fuera de Londres, simpre
fue mínimo. Y el WRP se ocupó de que siguiera siendo
así.
La situación cambió de repente a finales del
verano de 1985. En la noche del 3 de septiembre de 1985, un día
que nunca olvidaré, recibí una llamada de Michael
Banda, secretario general del WRP, me pidió, crípticamente,
que "reanudara la alianza" Se refería a un acuerdo
anterior, que se remontaba a octubre de 1982, cuando Banda prometió
que apoyaría mis esfuerzos para iniciar un debate sobre
las concepciones teóricas y políticas falsas del
WRP. En ese entonces, en cuestión de semanas Banda había
roto su compromiso, después de haber llegado a un acuerdo
totalmente oportunista con Healy.
Al día siguiente le informé a la Comisión
Política de la Liga de Trabajadores de la llamada de Banda.
Acordamos unánimemente que la Liga de Trabajadores no entraría
en una alianza con ningún líder del WRP. Nos dimos
cuenta que la dirección del Partido Revolucionario de Trabajadores
se comportaba de una manera totalmente oportunista. Pensaron que
podrían explotar y utilizar al Comité Internacional
para regular sus propias disputas faccionales. Sin embargo, el
Comité Internacional, en lo que se refería la WL,
no iba a tolerar la subordinación de las necesidades del
movimiento mundial a los intereses de las facciones de los líderes
del WRP.
A medias de septiembre de 1985, Larry Porter y yo volamos a
Inglaterra para averiguar lo que realmente estaba ocurriendo dentro
de la organización. Simplemente habían anunciado
que Healy dimitía debido a mala salud y vejez. Les puedo
asegurar que no creímos esa explicación. Pero entendimos
que esta crisis, cualquiera que fuera su causa inmediata, era
el resultado de la desorientación política y el
retroceso oportunista de los dirigentes.
Cuando me reuní con Banda, se hizo evidente que él
no tenía ninguna explicación política de
la crisis en el WRP. Le recordé las críticas políticas
que se habían hecho en 1982 y 1984. Buscó entre
sus archivos desorganizados y descubrió una copia de mi
informe de febrero de 1984.
Banda admitió que estaba en lo correcto. Quería
discutir los temas conmigo y me pidió si lo acompañaba
a Yorkshire, donde tenía previsto reunirse con un compañero
que había jugado un papel importante en la huelga de los
mineros recientemente concluida. El camarada que planeaba visitar
era Dave Hyland en Rotherham.
Yo conocía a Dave Hyland sólo de nombre. Yo nunca
había hablado con él. El viaje en coche de tres
horas hacia Rotherham resultó ser la más importante
de todas mis muchas excursiones en la autopistas británicas.
Después de llegar Banda a la casa de Dave, hubo una discusión
bastante desenfocada sobre temas relacionados con el trabajo entre
los mineros. Fue una discusión inconexa y mi atención
se centró más en el extraordinario perro que estaba
jugando en la cocina de Hyland. Aparte de bromas sin importancia,
Dave y yo no hablamos.
Pero cuando nos íbamos, para mi sorpresa, Banda de repente
sacó de su bolsillo una copia del informe que yo le había
dado al Comité Internacional en febrero de 1984. Se lo
dio a Dave Hyland y luego nos fuimos.
En el 2005, Dave me escribió:
"Cuando leí su [crítica de] Estudios de
Dialéctica en 1985, y otros documentos que describen la
discusión que había tenido lugar en la Liga Obrera
desde 1982, fue un gran descubrimiento. El enfoque en las cuestiones
históricas y teóricas, así como la política
en general era totalmente diferente a la que existía en
ese momento en el WRP, donde todo partía de la percepción
sensorial inmediata e iniciativas concretas, en oposición
a una perspectiva histórica marxista y el método
científico. Es por eso que le llamé hace 20 años,
y los acontecimientos posteriores han demostrado que esa llamada
había sido la decisión política más
importante de mi vida".
Recuerdo esa llamada telefónica muy bien. Yo estaba
en Alemania con Uli Rippert. El 9 de octubre por la tarde, llamé
a Detroit para reportarme y ver cómo iban las cosas, y
me dijeron que habían recibido una llamada de un miembro
del WRP en la Gran Bretaña. El nombre de ese miembro era
Dave Hyland y que había pedido hablar conmigo. Encantado
de recibir esta noticia, se la conté a Uli y le dije: "Finalmente
ha sucedido. Una sección del partido británico se
está poniendo en contacto con el Comité Internacional
y quiere hablar con nosotros acerca de las cuestiones políticas".
No puedo exagerar lo crítico e importante que eso era.
Hasta ese momento, estábamos aún en el exterior
mirando hacia adentro Era como si fuéramos intrusos políticos
de una organización a la que no teníamos acceso.
Pero ahora había alguien que quería hablar con nosotros
acerca de la crisis dentro del WRP y que estaba interesado en
los documentos que habíamos escrito.
Varios días más tarde, me puse en contacto con
Dave Hyland después de llegar a la Gran Bretaña.
Nos conocimos por primera vez en la mañana del 12 de octubre
de 1985. Y, créanlo o no, la primera reunión se
llevó a cabo en la casa de Cliff Slaughter. Pero ni David
ni yo nos sentimos especialmente bienvenidos. "Huéspedes
no invitados", fue como Slaughter se refirió a nosotros.
Dave y yo fuimos a un bar cercano para una discusión.
Después de hablar de la crisis dentro del WRP, Dave
expresó su opinión creo que más para
retarme que para expresar su propia posición que
nunca había habido un movimiento trotskista en la Gran
Bretaña. Esta fue la frase que Banda estaba promoviendo.
Pasé cerca de tres horas revisando toda la historia de
la lucha del Comité Internacional desde su fundación
en 1953. Dave escuchó intensamente, a veces me pedía
que ampliara en uno u otro punto. Al final de mi crítica,
Dave cambió de posición. O tal vez sería
más correcto decir que las dudas que aún tenía
ahora habían sido clarificadas. Estuvo de acuerdo en que
la lucha en el WRP tenía que ser librada sobre la base
de un programa y una perspectiva internacional y sobre la base
de la continuidad del movimiento trotskista en contra del crecimiento
del pablismo en el Comité Internacional.
Dave me advirtió que tuviera cuidado con todas las facciones
involucradas en la lucha dentro del Partido Revolucionario de
los Trabajadores. Estuve de acuerdo con su evaluación.
Los temas centrales no eran los asuntos de facciones que dividían
a Healy, Banda y Slaughter, sino las cuestiones históricas
y políticas que subyacían a la crisis del WRP.
A partir de entonces, Dave luchó para desarrollar el
debate dentro del WRP sobre una base internacional. A diferencia
de todas las otras seudo oposiciones dentro del WRP, Dave Hyland
insistió en que la organización británica
tenía que aceptar la autoridad política del Comité
Internacional.
Banda y Slaughter trataron de echarle la culpa de todo lo que
había ido mal en el WRP a Healy. Ellos eran, o al menos
eso intentaron convencer a todo mundo, las víctimas indefensas
y desamparadas de un megalómano político. No había
nada que pudieran hacer. Por supuesto, nosotros sabíamos
lo contrario. No habíamos olvidado que fue el propio Slaughter
que había presentado una resolución en un congreso
del WRP para otorgarle a Healy una autoridad supra constitucional
e indisputable. Por otra parte, tanto él como Banda, como
yo bien sabía, había colaborado con Healy para suprimir
las críticas a la línea política del WRP
y las concepciones teóricas.
En noviembre de 1985, el Comité Central del WRP aceptó
una resolución que estipulaba que ser miembro de la organización
requiería la aceptación de la autoridad política
del CICI. Inmediatamente trataron de derrocar y anular esta decisión.
Y atacaron a Dave Hyland con cizaña, porque había
liderado una facción minoritaria en el Comité Central
del WRP. En realidad, su facción "minoritaria"
representaba una mayoría de los miembros del WRP, si la
membresía en verdad estaba abierta sólo para aquellos
que aceptaban la autoridad del movimiento internacional.
La dirigencia del WRP empujaba la línea de "degeneración
equivalente ", como si el Comité Internacional fuera
responsable de las prácticas oportunistas de su organización.
Mientras tanto, en noviembre de 1985, un informe provisional
fue preparado por un Comité de Control Internacional que
había sido establecido por el CICI. Este informe provisional
documentaba los acuerdos financieros sin ninguna integridad que
la dirigencia del WRP había hecho con varios movimientos
nacionales burgueses y los gobiernos burgueses en el Medio Oriente.
El informe fue presentado en una reunión del CICI, el
16 de diciembre de 1985. El párrafo clave en la resolución
aprobada por el Comité Internacional declaraba:
"El informe provisional de la Comisión Internacional
de Control ha revelado que el WRP ha llevado a cabo una traición
histórica del CICI y la clase obrera. Con el fin de defender
su integridad, el CICI, por lo tanto suspende al WRP como la sección
británica".
Esa fue la resolución más importante jamás
presentada en una reunión del Comité Internacional.
El Comité Internacional estaba afirmando su autoridad sobre
el WRP. Declaraba que el oportunismo político se vería
severamente castigado, y que sólo aquellas organizaciones
que aceptaran la autoridad del CICI y sus principios trotskistas
podrían ser miembros.
Había cuatro delegados presentes en representación
de la sección británica en ese momento: Cliff Slaughter,
Tom Kemp, Simon Pirani y Dave Hyland. David Hyland fue el único
delegado que votó a favor de esta resolución, que
estaba de acuerdo de que sólo sobre la base de la aceptación
de esa resolución, y de trabajar para superar el legado
oportunista del WRP, podría el WRP regresar al camino del
trotskismo.
Slaughter, Kemp y Pirani se opusieron. Kemp se comportó
de una manera provocativa y repugnante, así como también
Slaughter. Pirani, como era su costumbre en esa época,
fingió perplejidad.
La aprobación de esa resolución marcó
la derrota decisiva del oportunismo dentro de la Cuarta Internacional.
Por fin, concluía la guerra civil dentro de la Cuarta Internacional,
que había comenzado en 1953. Los trotskistas ortodoxos
del Comité Internacional finalmente recuperaron el control
de la organización internacional fundada por Trotsky en
1938.
Ahora bien, si se quieren entender las consecuencias políticas
de esa reunión, sólo tiene uno que tener en cuenta
la evolución posterior de los delegados que representaban
al Partido Revolucionario de Trabajadores.
Para cuando esa reunión tomó lugar, Cliff Slaughter
ya había estado tratando de organizar un reagrupamiento
con los estalinistas y los pablistas. A finales de noviembre,
en una reunión en el Friends Hall' de Londres para
públicamente discutir la crisis del WRP en presencia de
todas las tendencias podridas antitrotskistaa de la Gran Bretaña
Slaughter le dió la mano ese infame "experto"
antitrotskista del Partido Comunista británico, Monty Johnstone.
En los años que siguieron después de la división,
Slaughter rechazaría el marxismo, el leninismo y el trotskismo.
Ha denunciado explícitamente la lucha por la conciencia
marxista en la clase obrera y se ha reorientado a sí mismo
políticamente hacia el anarquismo. La facción del
WRP que dirigió estuvo activa en la guerra de Estados Unidos
y de la OTAN en los Balcanes, bajo el pretexto de los derechos
humanos.
Tom Kemp, en el tiempo de esa reunión, ya era parte
del comité de redacción de la publicación
estalinista Science and Society y nadie en el viejo WRP parece
haberse opuesto a esto; pronto abandonó todo contacto con
el movimiento trotskista.
En cuanto a Simon Pirani, más tarde escribió
un libro sobre la clase obrera soviética en la década
de los 1920s que desestima la importancia de la Oposición
de Izquierda y tenía un carácter claramente anti
Bolchevique. Ha desarrollado una carrera como un experto en la
industria petrolera internacional, y trabaja con el Instituto
Oxford para Estudios Energéticos. Entre sus trabajos más
recientes está un artículo titulado "Política
de Energía Rusa", publicado por el Centro de Estudios
de Seguridad. Les sugiero a ustedes sacar sus propias conclusiones.
Después de la reunión celebrada en diciembre
de 1985, los acontecimientos procedieron rápidamente. El
WRP comenzó a instigar una ruptura con el Comité
Internacional. Repudió la autoridad del CICI.
En febrero de 1986, la facción de Slaughter llamó
a la policía para impedir que los miembros de la minoría
liderada por Hyland entraran en la sala donde el congreso del
partido iba a comenzar. Slaughter fue escoltado dentro del congreso
por una falange de policías. La minoría liderada
por Hyland no se desorientó en lo más mínimo.
De inmediato se constituyó como el Partido Comunista Internacional,
el representante legítimo del Comité Internacional
y la continuidad histórica del trotskismo en la Gran Bretaña.
En cuanto a la facción de Slaughter, ésta se
rompió rápidamente y se disolvió. ¡No
hay un sólo miembro de esa organización que se mantenga
activo en la política socialista revolucionaria!
Este fue un tiempo muy difícil para David Hyland y su
familia. Pero las acciones de Dave fueron guiadas por integridad
política. Se negó a dejarse llevar por consideraciones
subjetivas. Después de haber adoptado una línea
política basada en la integridad, no podía salirse
de ella. Y él inspiró a los mejores elementos dentro
del WRP para apoyar al Comité Internacional, incluyendo
a su hija Julie y a su hijo, Tony.
El 9 de octubre del 2005, le escribí una carta a Dave
con motivo del 20 aniversario de la llamada que hizo pidiendo
discusiones. Escribí:
"Fue exactamente hace 20 años esta semana que usted
hizo una llamada transatlántica a las oficinas de la Liga
Obrera, y pidió un debate acerca de las cuestiones que
se habían planteado en mi crítica Estudios de dialéctica
de Healy y de las políticas del Comité Internacional
bajo la dirección del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Esta acción decisiva y de integridad marcó un punto
de inflexión en la crisis política dentro del WRP
y cambió radicalmente la relación de fuerzas en
el seno del Comité Internacional entre el oportunismo y
el trotskismo ortodoxo.
"Por primera vez, como resultado de tu determinación
para descubrir las raíces teóricas, históricas
y políticas reales de la crisis que había estallado
en la sección británica en el verano de 1985, el
agarre de la dirección nacional oportunista sobre el WRP
se enfrentó a un importante y significativo desafío.
En profunda distinción de diversas tendencias de oposición
que habían surgido de vez en cuando en el interior de la
organización británica, reconociste que la lucha
contra los dirigentes de facciones de Healy, Banda y Slaughter
sólo podía llevarse a cabo bajo la disciplina política
del Comité Internacional y sobre la base de las lecciones
estratégicas de la larga lucha de la Cuarta Internacional
contra el estalinismo y las múltiples formas de revisionismo
pablista.
"En los debates que tuvieron lugar en los días
que siguieron a tu llamada, llegamos rápidamente a un acuerdo
sobre la causa principal de la crisis dentro del WRP, es decir,
su alejamiento y repudio de los principios que subyacen a la publicación
de la Carta Abierta de 1953 y la lucha en contra de la reunificación
de 1963 del SWP y del Secretariado Internacional pablista.
"Su firme rechazo del intento de Banda y Slaughter de
denigrar la historia del Comité Internacional con su teoría
repugnante e interesada de la igualdad de la degeneración
nos permitió ganar los mejores elementos dentro de la sección
británica a la bandera de internacionalismo. Esto contribuyó
en una enorme medida a la victoria decisiva de la Comisión
Internacional sobre todas las facciones oportunistas nacionales
del antiguo Partido Revolucionario de los Trabajadores.
"En esta difícil lucha, usted basó su trabajo
político en la historia de la Cuarta Internacional en su
totalidad como el partido mundial de la revolución socialista,
la cual, hay que subrayar, incluía todo lo que era positivo
en el trabajo anterior del movimiento trotskista británico.
Ahora es posible mirar hacia atrás los acontecimientos
que tuvieron lugar hace 20 años en el Comité Internacional
y reconocer que las luchas de aquel otoño sentaron las
bases programáticas para la renovación de la Cuarta
Internacional.
"La lucha contra el oportunismo nacionalista del WRP prepara
al CICI para afrontar el reto histórico que supone la desaparición
de la Unión Soviética y los profundos cambios en
la naturaleza y la estructura del capitalismo global.
"El impacto combinado de estos desarrollos terminó
para siempre la viabilidad de las luchas obreras y las organizaciones
que procedían de una perspectiva nacional en vez de una
perspectiva internacional. De la decisión que usted tomó
en 1985 para luchar sobre la base del internacionalismo, hizo
un aporte de inmensa y perdurable importancia a la formación
del Comité Internacional y su sección en la Gran
Bretaña. Por esto, yo y todos tus muchos compañeros
de todo el mundo le debemos una deuda inolvidable de gratitud.
"Con un fuerte abrazo".
El compañero Dave nunca será olvidado. Su obra
sigue viva en nuestro movimiento internacional. Será recordado
por sus compañeros y seguirá siendo un ejemplo inspirador
de la paciencia e integridad revolucionaria para las generaciones
venideras.
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