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WSWS : Español

Sindicatos ayudan atacar a obreros del pan

Por Alejandro López and Paul Mitchell
31 Octubre 2013

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Este artículo apareció originalmente en inglés el 26 de octubre del 2013

Sindicatos españoles se alistan para traicionar a los trabajadores en momentos que éstos que encaran enormes despidos y recortes de sueldo en la mayor panadería de España, Panrico.

La compañía produce pan, pasteles y buñuelos en fábricas en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), Zaragoza, Valladolid, Paracuellos del Jarama (Madrid), y Puente Genil (Córdoba), así como en las Islas Canarias y Portugal. Los trabajadores de la fábrica de Barcelona, la más grande de la empresa, están en huelga desde el 13 de octubre.

En una reunión con los sindicatos el miércoles 22, Panrico presentó un documento que repetía los planes anunciados a principios de este año, de despedir a 1,914 de sus 4,000 empleados y tijeretear sueldos en un 30 por ciento para el 2016.

La gerencia indicó que la empresa no tenía la menor intención de reabrir su fábrica de Murcia, que se incendió este verano, o de cumplir con su compromiso de transferir a Puente Genil algunos de los empleados de su planta de Sevilla, cerrada desde el 2012. Demanda que acabe la huelga de Barcelona para poder dialogar con el comité de despidos, según las normas del Expediente de Regulación del Empleo (ERE).

Fundada en 1961, Panrico rápidamente se convierte en una de las panaderías líderes en España. Cuando es adquirida por la compañía británica de capital privado buitre Apax Partners en el 2005 ya tenía ventas que ascendían a 580 millones de dólares, 22 plantas, incluyendo una en Beijing, y 7,000 trabajadores.

La compañía Apax Partners se dedicó a lo que es típico para empresas buitres de capital privado: desplumar la empresa, aumentar sin piedad la productividad y barrer con divisiones menos lucrativas, y después atacar otras compañías. Golpeada para colmo con el colapso del consumo, consecuencia de la crisis económica global, Panrico se convirtió en un fracaso por endeudamiento y productos fallidos.

En el 2012, un año después que otro buitre, Oaktree Capital Management, se apoderó de Panrico, la empresa amenazaba con cerrar la fábrica de Barcelona si sus trabajadores no aceptaban tijeretazos de supuestos sueldos excesivos. La empresa, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la Unión General de Trabajadores de España (UGT) y el gobierno regional catalán juntos acordaron un recorte del 25 por ciento.

La UGT canta victoria y le pide a Panrico reconocer que los trabajadores ponían de su parte para mantener garantizar la viabilidad y los empleos Santa Perpetua.

La Comisión de Obreros (CCOO), aliada al Partido Comunista Español (PCE), cuyos miembros de la línea de producción rechazaron el plan, organizó una huelga inútil de un día y pregonó la ilusión que el Tribunal Laboral iniciaría un nuevo proceso de mediación.

Para mejor presionar a los trabajadores, Panrico dejó de pagar sueldos en septiembre. Los trabajadores de todas las empresas Panrico reaccionaron votando unánimemente por una huelga programada para el 13 de octubre, hasta que se les pagaran sus salarios. El CCOO declaró que la huelga tenía el único objeto de obtener el pago de la nómina de septiembre, y la UGT dijo que era sólo una forma de presionar a la empresa sin dañar la imagen de la empresa, ya suficiente maltratada tras el nombramiento de un nuevo director.

Los sindicatos aplazan la huelga el 10 de octubre después de acordar con Panrico que los salarios de septiembre se pagarían en cuatro cuotas. Sin embargo una asamblea de la mayoría de los 345 trabajadores de la fábrica de Barcelona rechaza el pacto y vota a favor de una huelga indefinida a menos que el sueldo de septiembre fuese pagado de inmediato.

Javier Cobo, quien ha trabajado durante 28 años en la fábrica de Barcelona y gana €1,300 al mes, dijo a El País: "Son ellos los que han cargado la empresa con inversiones millonarias que han resultado fallidas y nosotros tenemos que pagar las consecuencias".

Criticó el hecho de que Barcelona es la única fábrica en huelga, diciendo "Si la huelga fuera general en todas las plantas, tendríamos mucho más fuerza".

El 13 de octubre, día de la huelga, 200 piqueteros le impidieron entrada a empleados de la administración. La policía regional catalana, los Mossos d' Esquadra, les entraron a golpes, hiriendo a varios.

Panrico respondió con el chantaje de que la huelga arriesgaba el pago de todos los sueldos.

Los mismos sindicatos colaboraron e instigaron el intento de dividir a los trabajadores por parte de la empresa. Las CCOO de la fábrica de Madrid, se echó atrás de su promesa de unirse a la huelga el 18 de octubre so pretexto de que nuevas negociaciones estaban a punto de comenzar. El gobierno catalán volvió a intervenir para "mediar" entre la empresa y los trabajadores con el supuesto propósito de defender empleos y la red industrial de la región. Trataba así de lograr apoyos financieros. Panrico ha instado a otros gobiernos de la región a hacer lo mismo.

Cómplices de la conspiración de empresa, gobiernos regionales y sindicatos contra los trabajadores de Panrico están los partidos seudoizquierdistas. Esther Vivas, líder de la Izquierda Anticapitalista (IA), que escribe en el diario digital Público, le echa la culpa a las empresas buitre y absuelve a los sindicatos de toda responsabilidad.

El Militante, de la Corriente Marxista Internacional fundada por Ted Grant, toma la misma posición. Ambos recomiendas que esos mismos sindicatos que han acordado tijeretazos, despidos y que aíslan las batallas de los obreros trabajadores deben organizar manifestaciones en su apoyo, ayudar a prolongar la huelga y a hacer todo lo posible para vencer al plan de despidos de la gerencia a través del ERE.

Añaden que la huelga debe poner presión sobre la Generalitat (gobierno catalán) y el gobierno español para impedir el proyecto buitre de destruir la empresa.

¡Es que El Militante demanda de trabajadores que confíen en el mismo Estado que envía a la policía para reprimir su huelga!

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