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Encuestas muestran el colapso del apoyo a los partidos, los
sindicatos y la monarquía en España
Por Alejandro López
8 Mayo 2013
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De acuerdo con las últimas encuestas, los principales
pilares de la democracia española posfranquista -los partidos
políticos, los sindicatos y la monarquía- han obtenido
un declive masivo de apoyo.
A pesar de los mejores esfuerzos del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE), el Partido Popular (PP), el Partido Comunista
(PCE) y todos aquellos que impusieron el "pacto de olvido"
y la "transición pacífica" a la democracia,
la desintegración de los acuerdos de la etapa posfranquista
está a la orden del día. Esto sólo puede
significar que las inmensas luchas sociales se encuentran en el
horizonte y que empequeñecerán todo lo que se ha
visto hasta ahora.
El sistema bipartidista de facto que incluye tanto al actual
gobernante, el PP, y el principal partido de la oposición,
el PSOE, se está colapsando. Su porcentaje unido de apoyo
cayó desde 84 por ciento en las elecciones del 2008 a 73
por ciento en el 2011. En Enero del 2013, antes de la erupción
del reciente escándalo de corrupción que enredaba
al PP, al PSOE y otros partidos, cayó hasta 65 por ciento.
En los últimos tres meses, su voto combinado ha disminuido
hasta llegar a la mitad del electorado.
De acuerdo a la empresa encuestadora Simple Lógica,
el PP obtendría 31.2 por ciento de los votos si las elecciones
fuesen hoy. Pero el PSOE no se ha beneficiado de la creciente
impopularidad del gobierno, y en vez de esto, el apoyo del PSOE
es incluso más bajo: 21.5 por ciento.
La tasa de aprobación para el actual primer ministro
del PP Mariano Rajoy es 18.2 por ciento, mientras que el líder
del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es un desastroso 10.9
por ciento.
La encuesta muestra que tan sólo 48 por ciento del electorado
votaría por algún partido en unas elecciones generales.
Otra reciente encuesta por Metroscopia del diario El País
va incluso más allá, indicando que el apoyo por
los dos partidos es tan sólo 47 por ciento.
En ambas encuestas, Izquierda Unida (IU) y UPyD (un nuevo partido
formado en el País Vasco en el 2007 que se opone al separatismo
y apoya un Estado unitario español) duplicarían
sus resultados en 14-16 por ciento para IU y el 11 hasta el 14
por ciento para UPyD.
Esta caída masiva de apoyo a los dos partidos tradicionales
refleja la ira popular contra las medidas de austeridad y el masivo
empobrecimiento que ha causado. Ambos partidos han impuesto paquetes
de austeridad draconianos uno tras otro que incluían recortes
en la salud, la educación y los servicios sociales así
como incremento en los impuestos y las tasas a los servicios públicos.
IU, aun duplicando sus resultados, no ha podido ser capaz de
capitalizar la enorme caída del PSOE. Entre los votantes
de IU, de acuerdo con Simple Lógica, 38 por ciento desaprueba
del líder del IU Cayo Lara. Esto refleja la amplia opinión
de que el partido es un compañero menor servil y sin principios
del PSOE y una parte integral del establishment político.
En los gobiernos regionales de Andalucía el IU está
en una coalición con el PSOE y está ayudando a imponer
1.500 millones en recortes e incrementos en los impuestos
valorados en 1.200 millones.
Las últimas encuestas muestran una reducción
considerable en el apoyo a los sindicatos. Los más importantes,
Comisiones Obreras (CCOO), dirigida por el PCE, y la Unión
General de Trabajadores (UGT), fueron pilares centrales de la
transición a la democracia. Ellos ayudaron a desviar las
demandas de los trabajadores de un consciente ajuste de cuentas
con el fascismo hacia el apoyo por una democracia burguesa basada
en la colaboración con los empresarios y ex fascistas,
muchos de los cuales encontraron un nuevo hogar en el PP.
Los sindicatos fueron capaces de extraer concesiones durante
la transición a cambio de desmovilizar el movimiento de
masas contra el franquismo. Este período ya ha pasado.
Ahora forman parte integral del estado, confabulando en el desempleo
masivo, los recortes salariales y las nuevas reglas que hacen
más fácil y más barato despedir a los trabajadores.
En tan sólo dos años, el gobierno del PP y su predecesor
del PSOE acordaron tres "reformas" laborales con los
sindicatos, los cuales han reducido considerablemente los costos
laborales.
Esto ha conducido al descontento masivo con los sindicatos.
Como respuesta a la pregunta: "¿Cómo calificarías
cada una de las siguientes plataformas u organizaciones sociales?"
de la votación de Observatorio, los sindicatos recibieron
una clasificación de 5 por ciento como "muy buenas",
13 por ciento como "buenas", 24 por ciento como "satisfactorias",
19 por ciento como "malas" y 34 por ciento como "muy
malas".
De acuerdo con las propias cifras de la UGT, en los dos últimos
años la organización ha perdido 40,651 miembros
del millón que tenían. CCOO terminaron el 2012 con
5 por ciento miembros menos (60,309) comparado con la cima del
2009 (1,203,309). Por primera vez, CCOO mantuvieron su congreso
anual en sus propias oficinas en vez de la sala de conferencias
palaciega y recortó el número de delegados. El sindicato
también ha despedido a 150 miembros de su personal.
Las encuestadoras muestran que hay un récord de bajo
apoyo por la monarquía, la cual está engullida en
escándalos de corrupción. El odio general por la
existencia del privilegio mientras las masas de la población
sufren enormes privaciones fue aumentado el año pasado
como resultado de las revelaciones de que el Rey Juan Carlos no
se había roto su cadera mientras trabajaba en su oficina,
como fue originalmente dicho, sino durante una cacería
de elefantes en un safari africano de lujo y en secreto. Su hija
y yerno confrontan acusaciones de fraude y desvío de fondos
de una fundación de caridad en la que estuvieron involucrados.
La monarquía representa otro pilar de la transición.
En 1969, Franco nominó al entonces príncipe Juan
Carlos como su heredero y supervisó su entrenamiento de
cerca. Cuando el dictador murió en 1975, el PSOE y el PCE
ayudaron resucitar a la desacredita monarquía. Después
del intento de golpe militar en 1981, el mito de que Juan Carlos
había intervenido personalmente fue cultivado por los medios,
los libros escolares, los sindicatos y un número de historiadores
y los principales partidos políticos.
En los últimos tres meses, las encuestas de Metroscopia
muestran que la popularidad del rey cayó de un 21 puntos
positivos a 11 puntos negativos (entre aquellos de 18 y 34 años
el dato es de 41 puntos negativos). Su puesto quedó por
debajo de otras 27 instituciones sociales, incluyendo a los inspectores
de impuestos. Semejante caída rápida de apoyo ha
causado que las encuestas oficiales por el Centro de Investigaciones
Sociológicas -que es públicamente financiado- acabará
de incluir la monarquía en sus encuestas en el 2011 cuando
por primera vez la popularidad de la monarquía cayó
5 puntos, alcanzando 4.89 de 10.
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