EN INGLES
Visite el sitio inglés
actualizado a diario
pulsando:
www.wsws.org

Análisis Actuales
Sobre el WSWS
Sobre el CICI

 

WSWS : Español

Ataque del primer ministro británico Cameron contra los inmigrantes

Por Robert Stevens
02 Diciembre 2013

Utilice esta versión para imprimir | Email el autor

Este artículo de perspectiva política apareció originalmente en inglés el 30 de noviembre del 2013

El ataque del primer ministro británico, David Cameron, esta semana contra los inmigrantes búlgaros y rumanos es sólo el último agresión antiinmigrante para contaminar el ambiente político en la Gran Bretaña y Europa.

Cameron anunció medidas contra los inmigrantes en el Reino Unido las cuales, según él, fueron dirigidas en contra del los "turistas que se aprovechan de beneficios". Bajo las nuevas reglas, los inmigrantes no tendrán derechos a subsidios por motivo de desempleo. Las nuevas medidas permitirían la deportación de inmigrantes si se encuentran mendigando o durmiendo a la intemperie.

La intervención del primer ministro llegó cuando estaban a punto de expirar las normas de la Unión Europea (UE), que restringían a los obreros inmigrantes búlgaros y rumanos en el Reino Unido. Similares restricciones están por vencerse en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, Malta, España y los Países Bajos.

El fin de las restricciones de la UE ha desatado una histérica campaña de prensa en el Reino Unido, con serias advertencias de que la Gran Bretaña está a punto de ser invadida por los europeos del este. Los comentarios de prensa se han concentrado que los programas sociales de en la Gran Bretaña aunque ínfimos siguen siendo el doble del salario medio en Bulgaria.

El mismo día que anunció las nuevas medidas antiinmigrantes, Cameron publicó una columna en el Financial Times titulada "La libre circulación [de gente] en Europa tiene que ser menos libre". El artículo sigue: "Es hora de un nuevo acuerdo que reconozca que la libre circulación es un principio central de la UE, pero que debe ser controlada. Tenemos que hacer lo mismo con los programas de previsiòn social. Por ejemplo, la libre circulación no debe incluir exportar beneficios para los niños".

Las declaraciones de Cameron evocaron una leve reprimenda del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, quien dijo que le había dicho a Cameron que "la libre circulación es un principio fundamental del tratado que debe ser respetada."

Viniendo de una figura de este tipo, esta es una impresionante hipocresía. Hay muy poco de sustancia que separa el enfoque de Cameron acerca de la inmigración de la de cualquier otro líder europeo de importancia.

La propuesta de Cameron de prohibir que los inmigrantes reciban beneficios hasta que no hayan sido residentes en el Reino Unido por tres meses ya ha sido implementada en los Países Bajos. La nueva coalición Demócrata Cristiana/Sociodemócrata que gobierna en Alemania se ha comprometido a una ofensiva contra los inmigrantes por reclamaciones injustas de prestaciones de seguro social. El gobierno del Partido Socialista Francés propone controles represivos contra los trabajadores inmigrantes transfronterizos temporales.

Ya hay un sinnúmero de restricciones en toda Europa contra los obreros inmigrantes. Ya que se supone que la Unión Europea es una zona de comercio libre, la libre circulación de trabajadores es protegida por los tratados de la UE. Es un beneficio para las grandes empresas que requieren mano de obra calificada especializada y mano de obra barata.

Es por ello que el enfoque de Cameron concierne la restricción del acceso a programas de derechos sociales y prestaciones, más que al derecho de residencia. Citando esto, el viceprimer ministro Nick Clegg, el líder del socio de coalición del Partido Conservador, el Partido Liberal Demócrata, insistió en que las propuestas del gobierno acuerdan con la legislación existene de la Unión Europea.

Todos los grupos políticos se han solidarizado con los alarmismos de Cameron. En la derecha, la retórica antiinmigrante es un festín de carne cruda para el Partido por la Independencia del Reino Unido (United Kingdom Independence Party) y tendencias similares en toda Europa. Pero la unanimidad de todos los sectores de la elite gobernante en convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios de las consecuencias de las medidas europeas de austeridad que destruyen los servicios sociales, en conducir a millones de personas a la pobreza, se deja notar con mayor claridad en la línea del Partido Laborista Británico.

Los líderes políticos laboristas han escogido flanquear al gobierno. Su tactica es apelar a, y azusar, sentimientos antiinmigrantes. Un ex ministro del Trabajo, Jack Straw, dijo que la decisión del Partido Laborista en el 2004 de no imponer restricciones a los inmigrantes de Europa del Este había sido un error espectacular.

Otro ex Ministro del Trabajo, David Blunkett, hace poco urgió cambiar el comportamiento y la cultura de la comunidad Roma en el Reino Unido para evitar una reacción violenta en contra de ellos.

David Goodhart, fundador de la revista pro laborista, Prospect, y director del instituto de investigación Demos, ahora declara sin fundamento, que 1.5 millones de inmigrantes han entrado en el mercado laboral del Reino Unido, una cifra 50 por ciento mayor que la que maneja Cameron. Se ha propuesto que el Reino Unido sólo acepte inmigrantes de los países donde el ingreso per cápita sea el 75 por ciento del promedio de la UE (una propuesta que excluiría a inmigrantes de Grecia, Polonia, Portugal, Lituania, Letonia y, por supuesto, de Bulgaria y Rumania).

Para no ser menos, una ministra paralela, la laborista Yvette Cooper respondió al ataque de Cameron, declarando que el primer ministro sólo se estaba poniéndo al día su partido, que ella que había hecho las mismas propuestas de hace ocho meses en el parlamento.

La línea política oficial se está desplazando más hacia la derecha. Eso no se debe a que la derecha sea eco de la voz popular, sino que la derecha le abre un camino que los principales partidos políticos están más que dispuestos a seguir.

El más importante impulso de la inmigración y la migración dentro de la UE (sobre todo desde el sur y el este de Europa) es el devastador deterioro de las condiciones sociales. La UE ha desempeñado un papel decisivo en este proceso, a través de la imposición de medidas de austeridad y a través de varios movimientos por los principales gobiernos y empresas europeas para reducir los sueldos y para destripar las prestaciones sociales.

Maria Damanaki, representante griega para Europa, dijo a principios de este año: "La estrategia de la Comisión Europea en los pasados año y medio o dos ha sido la de reducir los costos laborales en todos los países europeos con el fin de mejorar la competitividad de las empresas europeas relativo a sus rivales del Este de Europa y Asia".

Damanaki es una figura líder y diputada parlamentaria para el PASOK, el partido socialdemócrata griego, partido que ha desempeñado un papel fundamental en la imposición de los demandas de los acreedores bancarios de Grecia en los últimos cuatro años.

Como resultado de años de brutal austeridad, los ingresos de los trabajadores de Europa del Este han sido rebajados al nivel de sueldos de hambre. Bulgaria es el país más pobre de la UE, con un salario promedio mensual de unos 350 €.

Pero esto no es un fenómeno puramente del oriente europeo. El resultado de los ataques implacables contra los trabajadores británicos desde la crisis financiera mundial de 2008, tanto por el gobierno laborista como por la actual coalición, han sido el colapso más prolongado de los niveles de vida que en cualquier otro periodo desde 1870.

En el corazón de la agitación antiinmigrante hay un acuerdo calculado por las clases dominantes para utilizar diferencias nacionales, raciales, étnicas y religiosas para dividir a la clase obrera y apartar de sí la saña social. En cambio, el Partido Socialista por la Igualdad defiende el derecho de los trabajadores a vivir y trabajar donde les plazca. Por consiguiente defiende el derecho a su libre circulación tanto en el continente europeo como en todo el mundo. Lo que más requiere la defensa de los derechos de los trabajadores de cualquier país es su solidaridad y unidad en la lucha con todos los obreros del mundo.

La UE no es ningún instrumento para la defensa de los derechos democráticos y sociales de ningún obrero, nativo o inmigrante. Existe únicamente para facilitar las grandes demandas empresariales de mejor obtener ganancias a costa de los salarios, empleos y medios de vida de los trabajadores. La defensa de las condiciones de vida de los trabajadores y de sus derechos sociales requiere poner en marcha un gran movimiento proletario a través de toda Europa, en contra de la Unión Europea, para el derrocamiento del capitalismo y el para el establecimiento de gobiernos obreros que integren los Estados Unidos Socialistas de Europa.

Regresar a la parte superior de la página



Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved