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Hallan actas secretas de la dictadura militar Argentina
Por César Uco
06 Diciembre 2013
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el autor
Este artículo se publicó en inglés
el 23 de noviembre del 2013
El 1ro de noviembre el ministro de defensa de la Argentina,
Agustín Rossi, anunció el hallazgo de 1,500 archivos
conteniendo 280 actas con información sobre la brutal junta
militar que gobernó el país durante seis años.
El ministro de defensa declaró a la prensa que "Encontramos
seis carpetas originales de las actas de las juntas militares,
todas las actas secretas desde marzo de 1976 hasta el 1983".
Según el ministro, los documentos secretos se encontraron
en el subsuelo del edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea
Argentina. Incluían "trece actas originales donde
se realiza un seguimiento exhaustivo de la empresa Papel Prensa"
(la compañía de papel imprenta más grande
del país) que la dictadura apropió a la fuerza.
Entre los documentos importantes que han salido a la luz están
los planes que indican que los militares intentaban retener el
poder hasta el año 2000 (algo que manifiesta el Plan de
Acción del jefe de planificación, el general Díaz
Bessone). Describen las dos partes del plan de gobierno de la
junta: la fundacional, que continuaría hasta los años
90, y la segunda, o nueva república, que continuaría
por lo menos hasta el 2000.
También se encontraron cuatro listas negras de la dictadura
clasificando a gente en función de sus presuntas actividades
marxistas. La dictadura señalaba a estas personas como
"personas prohibidas".
La primera lista negra es del 6 de abril de 1979 y contiene a
285 personas calificadas bajo la categoría Fórmula
4 (los que, en la opinión de los militares, tenían
antecedentes ideológicos marxistas). El ministro de defensa
recalcó que aunque no se prohibía darle trabajo
a esa gente, en la práctica ocurría lo contrario:
ningún medio de comunicación privado se hubiese
animado a contratar a alguien clasificado como de la lista Fórmula
4.
La calificación Fórmula 3 juntaba a los que de acuerdo
con la dictadura tenían antecedentes ideológicos
marxistas que no eran suficientemente fuertes como para impedir
su nombramiento, promoción, otorgamiento de beca, etc.
La Fórmula 2 incluía nombres de personas cuyos antecedentes
no permitían calificarlos negativamente desde el punto
de vista de la ideología marxista.
Finalmente, Fórmula 1 agrupaba a aquellos sospechosos de
ser enemigos de la dictadura sin tener antecedentes marxistas.
Sin bien los únicos proscritos de trabajar en un organismo
público eran los que se encontraban en la Fórmula
4, bajo el régimen de brutal represión (que incluía
perseguir, detener, torturar y matar que dictadura considerase
sus enemigos) no cabe duda que las cuatro "formulas"
de la dictadura ejercían un alto grado de intimidación
sobre los sectores público y privado para no contratar
a las personas nombradas en cualquiera de ellas.
Entre los 285 nombres de la primera versión de la Fórmula
4 había militantes sindicales, periodistas, locutores,
abogados, profesores y un gran número de personas afiliadas
a las artes, como músicos, pintores, actores, poetas y
escultores.
Uno de los nombres en el grupo de la Fórmula 4, (aquellos
asociados con la ideología marxista) era Julio Cortazar,
el escritor de Rayuela, Bestiario y otros cuentos. Cortazar
es considerado uno de los autores más innovadores y originales
de su tiempo, con gran influencia literaria y humana sobre toda
una generación de escritores latinoamericanos.
También aparecen en la lista artistas que dedicaron su
obra a cantar la realidad del pueblo trabajador de Argentina y
América Latina. Un ejemplo es Mercedes Sosa, llamada la
"Voz de América" y fundadora del Movimiento Nueva
Canción.
Otro extraordinario representante de la música autóctona
latinoamericana es el famoso cantautor y escritor Atahualpa Yupanqui.
La lista Fórmula 4 también incluía personas
de otros países como el cantautor catalán Joan Manuel
Serrat y el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Entre los periodistas estaba Jacobo Timerman. Fundador del diario
de Buenos Aires La Opinión. Timerman fue secuestrado
por la dictadura en 1977. Fue puesto en libertad tres años
después tras una fuerte campaña internacional. Es
autor de Preso sin nombre, celda sin número, obra
en que relata sus padecimientos en los centros clandestinos de
detención de la junta.
En septiembre de 1982, habiendo sido derrotada la Argentina en
la Guerra de Las Malvinas, la dictadura lanza su última
Fórmula 4 con 46 nombres. La misma junta, ya desprestigiada,
debilitada internamente y consumida por sus propios actos de represión,
interpreta esa última lista como parte de la transición
hacia un régimen democrático.
Acabada la tiranía, los militares negaron la existencia
de las actas secretas. El último militar en el poder, el
ex general Reynaldo Bignone habría ordenado su destrucción
antes de entregarle el gobierno a Raúl Alfonsín
en 1983.
Las crónicas relacionadas a la empresa Papel Prensa son
la revelación más explosiva. Fundada en 1969 bajo
la dictadura del general Juan Carlo Onganía, esta empresa
pretendía monopolizar la producción de celulosa
y papel.
A partir de 1973 Papel Prensa queda en manos de David Graiver,
quien muere en agosto de 1976 en un sospechoso accidente aéreo
en México. En los días siguientes, los diarios bonaerenses
El Clarín, La Nación y las revistas
Fuentes y Somos, acusaron a Graiver de haber estado ligado
al grupo guerrillero Montonero.
Bajo la presión de la recién instalada junta militar
presidida por el general Jorge Rafael Videla, y en una venta de
dudosa legalidad Papel Prensa pasa a ser propiedad conjunta de
Clarín, La Nación y La Razón
(otro diario de Buenos Aires), teniendo también como socio
al gobierno.
A partir del mes de marzo de 1977, los familiares y miembros del
grupo Graiver son detenidos ilegalmente. Un mes después
el editor de La Opinión, Jacobo Timerman también
es arrestado, supuestamente por tener conexiones con el grupo
Graiver. Todos ellos son llevados a un centro secreto de detención
y tortura. El padre, el hermano y la viuda de Graiver, Lidia,
son torturados y amenazados con ser ejecutados para obligarlos
a vender sus intereses en Papel Prensa.
Además de la conexión empresarial, Timerman compartía
con los Graivers el ser judío. La dictadura fascista, rabiosamente
antisemita, torturó al editor del periódico acusándolo
de ser parte de una conspiración sionista.
Controlando el suministro de papel, dictadura militar logra controlar
los medios escritos de difusión. Papel Prensa Sociedad
Anónima mantuvo un monopolio sobre la producción
de papel. La alternativa, importación de papel chileno,
era el 40 por ciento más cara. Desde sus inicios el objetivo
de los militares es asegurar que nada fuera publicado que revelara
los crímenes de la junta o que diera lugar a la resistencia
popular.
El problema sigue aun candente. En abril de 2011 la Unidad Fiscal
Federal de La Plata calificó como "crimen de lesa
humanidad a los hechos que rodearon la transferencia de acciones
de la empresa Papel Prensa entre 1976 y 1977".
"El silencio de los diarios La Nación, Clarín
y La Razón sobre lo que pasaba bajo la dictadura quedo
compensado con el negocio de Papel Prensa", atestiguó
ante la corte el año pasado Héctor Timerman, hijo
de fallecido periodista y actual ministro de relaciones exteriores
de Argentina. "Secuestraron a mi padre y le entregaron Papel
Prensa a los directores de esos diarios".
En la actualidad, el caso va tomando más importancia en
el proceso de entre el gobierno de la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner y las principales empresas de medios de comunicación,
en particular la del grupo Clarín, que además del
diario que lleva ese nombre controla alrededor de 200 licencias
de radio y televisión. El grupo se opone vehementemente
a las disposiciones antimonopolistas de la Ley de Medios Audiovisuales,
introducida por el gobierno para reemplazar los estatutos impuestos
bajo la dictadura; argumenta que las amenaza a su monopolio constituye
un ataque a la "libertad de prensa". La Unidad de Información
Financiera de Argentina, una agencia reguladora, se presentó
ante un tribunal argentino a mediados de noviembre para obtener
una orden de restricción en contra de cualquier transferencia
de los bienes de Papel Prensa. El pleito cita el peligro al "orden
económico y financiero" del país, que puede
causar el monopolio de papel de periódico y pidió
participar en pleitos existentes, dado que la transferencia ilegal
de la empresa a los propietarios de los principales grupos de
medios de comunicación puede haber violado las leyes contra
el lavado de bienes financieros.
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