EN
INGLES
Visite el sitio inglés
actualizado a diario
pulsando:
www.wsws.org
Análisis
Actuales
Sobre
el WSWS
Sobre
el CICI
|
|
WSWS
: Español
Maduro de Venezuela dirige campaña derechista como
antesala a la austeridad
Por Alexander Fangmann
15 Abril 2013
Utilice
esta versión para imprimir | Email
el autor
Este artículo apareció en nuestro sitio en
el inglés original el 2 de abril, 2013.
Con las elecciones presidenciales programadas para el 14 de Abril,
después de la muerte del presidente Hugo Chávez
el 5 de Marzo, el ex vice presidente y ahora presidente provisional
Nicolás Maduro-escogido personalmente por Chávez-
parece estar muy por encima del candidato adversario, el gobernador
del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien compitiera contra
Chávez en octubre.
Maduro principalmente ha basado su campaña en presentarse
como sucesor escogido de Chávez que continuará poniendo
en práctica la política de éste. Ha llegado
al punto de describir a su equipo de campaña como "hijo"
de Chávez. Cada vez más su campaña da vueltas
hacia la derecha, aprovechándose de la muerte de Chávez
para hacer exhortaciones reaccionarias tanto al ejército
como a la Iglesia Católica con tal de aumentar el apoyo
al movimiento chavista dentro de estos estratos derechistas.
Ex activista de la Liga Socialista (maoísta), Maduro
posteriormente se convirtió en conductor de autobuses en
Caracas en los años 90. Durante esa época, se convirtió
en líder del sindicato de conductores de autobuses y entró
a la Asamblea Nacional en 1998 como miembro fundador del vehículo
electoral de Chávez: el Movimiento para una Quinta República,
que posteriormente iniciara el Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) de Chávez.
En el 2005 fue nombrado ministro de relaciones exteriores, puesto
que mantuvo hasta Octubre del 2012, cuando fue nombrado vice presidente.
La esposa de Maduro es Cilia Flores, la fiscal general venezolana,
quién sirviera como abogado principal en la defensa de
Chávez luego del abortivo golpe del ex paracaidista en
1992.
Aunque nunca fue miembro del ejército, Maduro ha laborado
cuidadosamente para asociarse con éste, vistiéndose
en atuendos cuasi militares en fotos oficiales y apareciendo en
campaña conduciendo vehículos del ejército.
Mantener lazos con el ejército es crucial para Maduro.
Chávez, ex teniente coronel, dependía enormente
en el ejército: colocó a oficiales en su gabinete,
por todo el gobierno y en la cúpula de algunas de las mayores
empresas estatizadas,, tal como la Corporación Venezolana
Guayana, gran conglomerado minero.
Oficiales militares dirigen 11 de los 23 estados gubernamentales
de Venezuela y casi un cuarto de los ministerios. Se considera
que Diosdado Cabello, cabecilla de la Asamblea Nacional, y ex
oficial que participó en el golpe dirigido por Chávez
de 1992, es uno de los principales rivales de Maduro dentro del
movimiento chavista. Aunque el Ministro de Defensa, Diego Mollero,
salió a favor de Maduro, infringiendo así la constitución
venezolana, no cabe duda que a ciertos sectores importantes del
ejército les gustaría deshacerse del mínimo
nivel de supervisión que tienen obre el control de empresas
estatizadas.
Un tema importante de la campaña de Maduro ha sido su esfuerzo
de establecer un culto a Chávez mezclado con mensajes religiosos.
En un mitin en Caracas, Maduro declaró: "El presidente
Chávez está en el cielo". Y añadió
que "No tengo ninguna duda de que si algún hombre
que ha pasado por esta Tierra hizo los méritos suficientes
para que el Cristo Redentor le diera un puesto a su lado, éste
fue nuestro redentor libertador del siglo XXI, el comandante Hugo
Chávez".
Los llamamientos de maduro a la religión son una propuesta
a la Iglesia Católica, la cual juega un papel reaccionario
en Latino América. Después del cardenal argentino
Jorge Mario Bergoglio ser seleccionado como papa, Maduro declaró:
"Sabemos que nuestro comandante ascendió a esas alturas
y se encuentra cara a cara con Cristo. Algo debe haber influenciado
(a Cristo) para que surja un papa sudamericano".
En realidad, a Bergoglio lo han descrito en Argentina como líder
de la derecha política y está implicado en crímenes
perpetrados por la junta militar argentina, la cual "desapareció"
o asesinó a 30,000 trabajadores, estudiantes e intelectuales.
Los llamamientos de Maduro al ejército y a la iglesia indican
el carácter reaccionario de la política que ahora
prepara contra la clase trabajadora mientras la burguesía
venezolana apuntala su riqueza. Aunque se presenta como sucesor
de Chávez, a Maduro ampliamente se le considera como un
pragmatista que reducirá el gasto público a los
programas sociales y la ayuda extranjera extraída de los
ingresos petrolíferos de Venezuela.
Maduro se enfrenta a llamamientos para incrementar la capacidad
de la producción petrolífera de Venezuela, la cual
ha caído en un promedio de 2 por ciento al año durante
los últimos cuatro años, de acuerdo a Fitch, la
agencia de solvencia crediticia.. Se espera ampliamente que Maduro
haga realidad propuestas a las compañías petrolíferas
internacionales para que inviertan en la producción.
El 8 de Febrero, el gobierno anunció que iba a devaluar
la moneda nacional, el bolívar, en un 32 por ciento. Como
Venezuela gana dólares por medio de sus ventas petrolíferas
internacionales, al devaluar el bolívar el gobierno venezolano
efectivamente se dio a sí mismo más bolívares
por dólar. Al mismo tiempo, la devaluación ciertamente
afectará el poder adquisitivo de la gran mayoría
de la población, la cual ya siente altos niveles de inflación,
mitigados sólo por los controles de precio de algunas necesidades
básicas.
La devaluación tenía dos objetivos: aliviar las
presiones presupuestales y adelantar las exportaciones no petrolíferas
del país, las cuales han caído al 5 por ciento de
las exportaciones totales. Hace ocho años el nivel de éstas
había sido un 19 por ciento.
Al debilitar el valor del bolívar, el gobierno espera estimular
la industria nacional y socavar las importaciones baratas que
entran de otros país, particularmente Brasil. También
sirve como barrera a la fuga del capital, lo que hace más
caro la conversión de ingresos nacionales a dólares.
Justo antes de que el gobierno anunciara la devaluación
de la moneda, Maduro señaló que ya se planificaban
reducciones y preparaciones para la austeridad. Declaró:
"Tenemos que aprender a hacer mucho con poco, más
con menos" y "necesitamos anular la cultura en el que
históricamente, debido al petróleo, hemos hecho
poco con mucho".
El mismo Maduro es buen ejemplo del estrato social que algunos
llaman la boliburguesía: nuevo sector de la clase gobernante
en Venezuela que debe su existencia a la llamada Revolución
Bolivariana de Chávez.
Ellos han lucrado con los contratos gubernamentales y la especulación
financiera por medio de su participación en el régimen
de Chávez. Habiéndose enriquecido a sí mismo,
este estrato no tiene ningún interés en abandonar
la riqueza que ha acumulado en las últimas décadas
y y ahora trabaja duro para apuntalar sus propios intereses. Este
estrato se mostrará violentamente hostil a todo desafío
de la clase trabajadora.
Regresar a la parte superior de la página
Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved |