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Europa: Zona de austeridad
Por Chris Marsden
19 Julio 2012
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Los anuncios del primer ministro español Mariano Rajoy
de rebajas en el presupuesto fiscal y de impuestos adicionales
de 65 mil millones de euros confirman que la Unión Europea
(UE) no alterará su política de austeridad. Tampoco
lo harán puede los gobiernos que la integran.
El anuncio de Rajoy es una verdadera declaración de
guerra. Efectivamente, en el momento que el ministro dirigía
su mensaje al parlamento la policía antidisturbios atacaba
a mineros huelguistas amenazados con la perdida de sus trabajos
y a otros manifestantes, usando balas de caucho y porras.
El supuesto beneficio para España de esta nueva serie
de medidas, la tercera en seis meses, consistiría en obtener
un año adicional para alcanzar la meta de déficit
fiscal y un posible rescate financiero adicional de 100 mil millones
de euros, otra deuda más a saldar con más rebajas
encima de los 100 mil millones que han ido directamente a la banca.
La palabrería sobre "estrategias de crecimiento"
en Europa no es más que un óbolo de los trabajadores
hacia bancos y especuladores. Si se llegara a algún acuerdo
que permita extender las condiciones de pago, éste sólo
se haría para prevenir una quiebra inmediata. Sin duda
traería consigo nuevas demandas de severas rebajas, que
serían impuestas con más rapidez.
Hace menos de un mes, llegaron al poder en Francia y Grecia
partidos dizque opuestos a las medidas de austeridad. En Francia,
el gobierno del partido Socialista de Francois Hollande prometió
poner fin a la política de austeridad de Nicolás
Sarkozy.
En Grecia, Nueva Democracia y PASOK, los arquitectos del memorándum
firmado con la troika - la UE, el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Central Europeo - habían prometido renegociar
las condiciones de pago. Promesas hechas cuando encaraban un intenso
rechazo a la austeridad. El aplastante aumento de votos para SYRIZA,
la Coalición de la Izquierda Radical, refleja, en forma
deforme, esa oposición popular. SYRIZA salió segunda
en el balotaje griego.
En días recientes, el primer ministro francés
Jean-Marc Ayrault ha dejado en claro de que los presupuestos de
su gobierno tendrán la meta de resolver lo que él
ha denominado una crisis de deuda "abrumadora" y "sin
precedentes," reduciendo el déficit en 43 mil millones
de euros este año y el próximo. Importantes reducciones
de empleos y servicios del fisco están por venir, no obstante
la cínica cháchara, contra la austeridad, de Hollande.
En Grecia la etroika no le hizo caso a una petición
de alivio e insistió en que todos los objetivos sean ejecutados.
El gobierno de la coalición -- Nueva Democracia, PASOK
e Izquierda Democrática - cumplió puntualmente.
Grecia está ahora en el quinto año de su recesión.
Casi uno en cuatro de sus habitantes, y la mitad de sus jóvenes,
están sin trabajo. El salario mínimo ha sido recortado
en un 22 por ciento a tan sólo 600 euros al mes; por cada
nuevo trabajador contratado en el sector público se anuncian
al menos 5 despidos.
El primer ministro Antonis Samaras se ha comprometido a implementar
todas las medidas previamente acordadas, incluyendo la eliminación
de 150,000 trabajos de sector público y amplias privatizaciones.
La economía se encogerá un 6.9 por ciento adicional
este año.
Grecia ya ha recortado su déficit fiscal del 15.7 por
ciento de producto bruto interno (PBI) en el 2009 al 9.2 por ciento
en el 2011, aun teniendo en cuenta que la economía se encogía
11 por ciento. Debe lograr un superávit de 4.5 por ciento
por el 2014, lo que significa un recorte de por lo menos otros
15 por ciento bajo condiciones de una recesión continua.
Toda Europa ahora es una gigantesca zona de austeridad. No
acaba el dolor que se está infligiendo. Lo que existe en
Europa es una dictadura de facto de los bancos, de las grandes
empresas y de especuladores. Los edictos de la etroika y de los
gobiernos agentes de la oligarquía financiera mundial le
han cerrado la puerta a todas las salidas democráticas.
Sin embargo, la causa de que millones de trabajadores y jóvenes
estén ahora empantanados en la miseria social va mucho
más allá de las decisiones de la etroika: es el
catastrófico resultado de un capitalismo fracasado.
Por esa misma razón hoy día sufren en carne propia
esa misma suerte miles de millones de gente trabajadora en el
continente americano, en la China, India y a través del
mundo. La única solución posible es reemplazar el
capitalismo con el socialismo; sólo éste creará
las condiciones para la utilización racional de los abundantes
recursos mundiales para satisfacer las necesidades sociales esenciales:
trabajos, viviendas, educación y salud.
También son culpables de los ataques del gobierno contra
la población todas las tendencias pequeño-burguesas
y de pseudo-izquierda. Las últimas medidas de austeridad
las revelan por los que son: por jugar un rol decisivo para asegurar
que la extraordinaria oposición de obreros y jóvenes
no se convierta un movimiento revolucionario independiente contra
el capitalismo.
Sirve de ejemplo Francia donde el Nuevo Partido Anticapitalista
(NPA) en la primera vuelta electoral de la elección presidencial
se colocó en el bando del candidato del Frente de Izquierda,
el exministro del Partido Socialista, Jean-Luc Mélenchon:
notorio testaferro político del socialista Hollande. En
la segunda vuelta, el NPA promovía, sin condición
alguna, al mismo Hollande.
En Grecia, SYRIZA emerge por sobre la mayoría de grupos
de pseudo-izquierda. SYRIZA y su dirigente, Alexis Tsipras, obtuvieron
un apoyo impresionante a raíz su declarada oposición
al memorándum y programa de austeridad acordado con la
etroika.
SYRIZA ahora cuenta con el apoyo del 27 por ciento de los votantes.
Hace cuatro años sólo había obtenido 1 por
ciento de los votos. Se ha ganado el apoyo de una mayoría
de los votantes de menos de 50 años. La mayor parte de
los votos de SYRIZA vino de trabajadores en el sector público
y privado, de los desempleados, de estudiantes y de los residentes
de los municipios más pobres.
Sin embargo, SYRIZA empezó a desviar la oposición
en masa de la clase trabajadora y la juventud hacia el callejón
sin salida de pedir concesiones a la UE. Tsipras dio promesas
tranquilizadoras a la élite dirigente de que pagaría
las deudas de Grecia poniendo fin a la evasión de impuestos
y pidió en cambio nada más que por una extensión
del programa de pagos.
Critica a Nueva Democracia y PASOK por hacer un mal trato,
a la vez que apoya a las instituciones de la UE y defiende rotundamente
a los bancos europeos. Sus palabras no son para la clase obrera
griega; son para los sectores malcontentos de la burguesía;
se rehúsa combatir contra la clases dirigentes de Grecia
o de Europa. Le da la espalda al socialismo.
Después del balotaje SYRIZA emerge como oposición
responsable; reprende al gobierno por no hacer lo suficiente para
sacar ventaja de las dificultades que tiene la UE sin lograr para
Grecia el tipo de concesiones obtenidas por España. En
verdad éstas son modificaciones en la manera de pago, nada
mas; modificaciones que sólo benefician a la burguesía
griega y a la banca internacional.
Detrás de su fraseología socialista, el NPA,
SYRIZA y todas las otras organizaciones de igual calaña,
son partidos de la clase media adinerada. Que su objetivo sea
sostener la UE es un reflejo de que apoyan al capitalismo. Su
meta es una tajada más grande de la riqueza que es producida
por el sudor de la clase trabajadora.
Son una capa privilegiada que se aprovecha de la clase trabajadora;
celándola política e ideológicamente por
encargo de la burguesía. La defensa de la clase trabajadora
contra el ataque capitalista está inseparablemente mancornada
a la lucha política que tiene por objeto destruir la influencia
de todas las organizaciones pseudo-izquierdistas.
Los trabajadores y la juventud a través de Europa deben
rechazar a la quimera que es la reforma de la UE y adoptar por
completo una nueva perspectiva, que realmente abogue por los verdaderos
intereses de los obreros. Hay que crear partidos obreros nuevos
y genuinos; éstos deben poner en movimiento una contraofensiva
contra los partidos, gobiernos e instituciones de los grandes
capitalistas, incluyendo la UE.
La formación de gobiernos obreros y los Estados Socialistas
Unidos Europeos es el quehacer que impone la historia y el compromiso
del Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
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