WSWS
: Español
¡Votar por el Partido Socialista por la Igualdad!
Declaración de Jerry White, candidato para la presidencia
de Estados Unidos
25 Febrero 2012
Utilice
esta versión para imprimir | Email
el autor
Para los comicios del 2012, el Partido Socialista por la
Igualdad (PSI) de los Estados Unidos postulará a Jerry
White y a Phyllis Scherrer como candidatos para la presidencia
y vice presidencia, respectivamente. White, de 52 años
de edad, es escritor para el World Socialist Web Site y fue candidato
presidencial del PSI en el 2008. La Sra. Scherrer, de 48 años
de edad, es maestra de escuela en la zona de la ciudad de Pittsburgh,
estado de Pennsylvania. La declaración de White que reproducimos
forma las bases de la campaña del PSI. Visite SEP
election site y participe en la campaña.
Me siento orgulloso de ser el candidato del Partido Socialista
por la Igualdad para la presidencia. Junto con mi compañera,
Phyllis Scherrer, candidata a la vice presidencia, dedicaré
mi campaña, en este año electoral tan importante,
a la defensa de los intereses de la clase trabajadora basándome
en un programa socialista.
En los Estados Unidos y a nivel mundial, el pueblo trabajador
se enfrenta a la peor crisis económica, social y política
desde los días más sombríos desde la Gran
Depresión y la Segunda Guerra Mundial durante las décadas
de los 1930 y 1940.
El último colapso del sistema capitalista fue horrible.
Causó un sufrimiento enorme, una pérdida de vidas
y la destrucción a niveles catastróficos. El desempleo
de las masas, la pobreza y el fascismo llevaron a la humanidad
al borde de la ruina completa. Cuando la crisis llegó a
su fin, la clase gobernanteatemorizada por el espectro de
la militancia de los trabajadores y las luchas revolucionarias
a través de todo el mundoafirmaron que habían
escarmentado, que el capitalismo sería reformado, y que
la pesadilla del pasado nunca se repetiría.
Pero el sistema capitalista otra vez se encuentra en una crisis
desesperada. En los Estados Unidos, millones se encuentran desempleados
y han perdido sus hogares. A decenas de millones se les reduce
el sueldo y se les elimina acceso a los servicios sociales más
elementales. A la juventud se la priva del derecho a una buena
educación a la vez que se cierran las escuelas y los maestros
son despedidos. Y los que logran asistir a la universidad asumen
deudas enormes y se dan, después de graduarse, con la sorpresa
que no pueden conseguir empleo. Millones de trabajadores de edad
avanzada han perdido sus pensiones y sido forzados a trabajar
hasta los 70 y 80 años de edad porque sus ahorros han sido
decimados. Miles de negocios pequeños y de tamaño
mediano han sido forzados a cerrar sus puertas porque los grandes
bancos se niegan a prestarles dinero.
Detrás de las cortinas de la crisis económica,
la clase gobernante en los Estados Unidos, codiciosa por obtener
mayores ganancias y mayor poder, usa su poderío militar
cada vez de manera más temeraria. Después de toda
una década de guerra tras guerra, ahora llega al borde
de una guerra mundial catastrófica.
Hay que ponerle paro a este descenso desastroso.
El programa del Partido Socialista por la Igualdad le ofrece
a la clase trabajadora el camino hacia delante. Phyllis Scherrer
y yo basamos nuestra campaña en varios principios fundamentales.
En primer lugar, insistimos en que el futuro sólo puede
salvarse con la unidad internacional de la clase trabajadora.
Los intereses de la clase trabajadora no pueden defenderse si
se basan en un programa nacional. Las empresas multinacionales
en todos los países, las cuales buscan mayores beneficios
por cielo y tierra en todo el mundo, oprimen al pueblo trabajador.
Los conglomerados financieros e industriales exigen que se reduzcan
los salarios y se eliminan los servicios sociales esenciales para
un buen nivel de vida. En Europa, los bancos internacionales ahora
transforman a Grecia en un país del tercer mundo; han reducido
sus niveles de vida hasta el 50 por ciento.
No importa cuáles sean sus nacionalidades, grupos étnicos,
religión o idiomas, los trabajadores y la juventud de todo
el mundo tienen los mismos intereses. Por lo tanto, la clase trabajadora
necesita una estrategia internacional. Los trabajadores del Oriente
Medio, Europa, África, Asia y América Latina son
aliados de los trabajadores estadounidenses en la lucha mundial
contra el capitalismo.
Segundo, luchamos por la igualdad social, la cual forma las
bases fundamentales del socialismo y una sociedad más humanitaria.
Luego de estancarse durante casi cuatro décadas, las normas
de vida de la clase trabajadora han caído en picada desde
el "crash" de Wall Street en el 2008. Pero para un pequeño
sector de la sociedadel 5% más ricola riqueza
ha subido hasta las nubes. En la sociedad de masas, que exige
la distribución racional de los recursos económicos
para asegurar un buen nivel de vida a millones de millones de
personas, no existe ninguna justificación para derrochar
cientos de millones de dólares anualmente para pagar los
salarios y las ventajas adicionales de los súper ricos.
El PSI insiste en que los buenos empleos con salarios adecuados,
la educación de buena calidad, la vivienda asequible, el
seguro médico universal, la jubilación digna y el
acceso a la cultura no son privilegios, sino derechos sociales
inalienables: la versión moderna de "vida, libertad
y la búsqueda de la felicidad". Los trabajadores no
tienen que suplicar por estos derechos; tienen que luchar por
ellos.
El capitalismo ha mostrado que no puede garantizar las necesidades
más básicas que la vida moderna exige. Ha fracasado
por completo y tiene que ser reemplazado por un sistema económico
más avanzado: el socialismo. Las necesidades de la clase
trabajadora tienen mayor prioridad que las ganancias empresariales.
Tercero, el PSI se opone al militarismo imperialista y a los
ataques contra los derechos democráticos, ambos bajo la
dirección del gobierno de Obama. Luego de las guerras en
Afganistán, Irak y Libia, la Casa Blanca ahora toca los
tambores de guerra para lanzar intervenciones militares contra
Siria e Irán, lo que a su vez presenta la posibilidad de
guerra contra Rusia y China. Los bancos y las empresas no dejarán
de levantar la última piedra con tal de expandir sus poderes
y sus ganancias. Bajo el falso pretexto de lanzar la "guerra
contra el terrorismo", el imperialismo ha aterrado al mundo
aún más. En nuestro país mismo, protecciones
constitucionales fundamentales, tales como el derecho a habeas
corpus, han sido pisoteadas.
Cuarto, el PSI se opone a que la clase trabajadora se subordine
a los Demócratas y Republicanos, los cuales funcionan como
instrumentos comprados y pagados por las grandes empresas. Abogar
por los Demócratas como si constituyeran un "partido
del pueblo" es un gran engaño. A pesar de la sarta
de insultos que los dos partidos se lanzan mutuamente, las diferencias
entre los dos son insignificantes.
En el 2008, millones votaron por Obama con las esperanzas de
ponerle fin a la política pro empresarial y militarista
de los Republicanos. Pero el Presidente Obama no sólo ha
continuado esa política derechista, sino que la ha expandido
al rescatar a los bancos y atacar a los trabajadores automotrices
y a los maestros de escuela, así como también a
otros sectores de la clase trabajadora. En este proceso, se ha
unido a los Republicanos para reducir los programas sociales y
declarando que tiene "derecho" a lanzar guerras dondequiera
son amenazados los intereses de Estados Unidos en el mundo. Los
años de la presidencia de Obama dejan bien claro el hecho
no puede haber ningún cambio a través del sistema
de dos partidos controlados por los intereses empresariales.
La campaña electoral del PSI le dará voz a todos
los que este sistema político ignora. No será una
campaña convencional, pues su objetivo es unir las luchas
de la clase trabajadora y organizarlas políticamente para
llevar a cabo la transformación revolucionaria de la sociedad.
La propiedad privada de los bancos, las industrias principales
y los recursos más importantes han de convertirse en propiedad
pública. La anarquía del mercado tiene que reemplazarse
con la planificación económica racional para satisfacer
las necesidades del pueblo bajo su propio control democrático.
Hay muchos que dicen que este plan no es realista. Pero ¿qué
puede ser menos realista que sostener un sistema que perpetúa
la riqueza de los pocos a costa de los demás?¿Es
más realista decirle a los trabajadores que acepten la
reducción de sus salarios en un 50 por ciento para quedarse
con sus empleos, o decirle a los ancianos que se las arreglen
por sí solos sin seguro médico, o decirle a los
jóvenes que dejen de prescindir de la educación?
El sistema capitalista se basa en la desigualdad. Le da prioridad
a las ganancias y a la riqueza privada por encima de todos los
intereses sociales.
El principio sobre el cual este país se fundó
es que "Todos los hombres son creados iguales". Se reanudó
en la Guerra Civil de hace 150 años; guerra cuya promesa
fue un "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo
que no perecerá de la faz de la tierra". Pero, ¿qué
tenemos hoy día? Una plutocracia de multimillonarios y
billionarios controlada por la empresarial: ¡un gobierno
de los ricos, por los ricos y para los ricos!
Los trabajadores por todo el país comienzan a darse
cuenta que es necesario hacer un cambio fundamental. Están
despertando y comenzando a darse cuenta que los viejos partidos
políticos y los sindicatos obreros no tienen nada que ofrecerles.
Por mucho tiempo los políticos capitalistas y la prensa
controlada por los intereses empresariales les han metido en la
cabeza a los trabajadores que deben tenerle miedo al socialismo.
Pero si llegan a comprender lo que el socialismo verdaderamente
significa, se darán cuenta que es la única manera
de luchar por el futuro.
Hay que establecer un nuevo movimiento socialista de la clase
trabajadora. Si usted está de acuerdo con nuestro programa,
le instamos que no sólo apoye nuestra campaña, sino
que participe en ella. Esta campaña es lucha suya. Establezca
en su lugar de trabajo, en su vecindario o en su escuela un comité
del PSI para las elecciones del 2012 y así promover nuestro
material electoral y engendrar apoyo para nuestra campaña.
Contribuya dinero a nuestro Fondo Electoral.
Durante las semanas y los meses venideros, Phyllis Scherrer
y yo trataremos de que nuestros nombres se incluyan en las listas
electorales en tantos estados como sea posible. Pero en muchos
estados, debido a leyes anti democráticas que efectivamente
le niegan el derecho a participar en las elecciones a los que
no tienen acceso a decenas de millones de dólares, organizaremos
una campaña para que los votantes escriban nuestros nombres
en las papeletas. Ayude en su propio estado a colocarnos en las
listas o lleve a cabo la campaña más eficaz posible
para que los votantes escriban nuestros nombres el día
de las elecciones.
El 2011 presenció el surgimiento de poderosos movimientos
sociales desde Egipto al estado de Wisconsin, inclusive manifestaciones
por todo el mundo en contra de Wall Street. Esto fue sólo
el comienzo. A través de toda su campaña, el PSI
luchará para unificar las luchas sociales de la clase trabajadora
en los Estados Unidos y a nivel internacional y ofrecer un programa
político que abogue por la igualdad, la paz y el socialismo.
Regresar a la parte superior de la página
Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved |