Sindicato español se hace pasar por Robin Hood
Por Alejandro López
23 Agosto 2012
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Este artículo apareció en nuestro sitio en
su inglés original el 18 de agosto, 2012.
La semana pasada, 200 miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores
(SAT) entraron a un supermercado de Écija, en la provincia
de Sevilla al sur de España, y llenaron nueve carros de
compra con alimentos de primera necesidad, entre ellos aceite,
azúcar, arroz, leche, pasta, galletas y legumbres. Luego
de salir de las instalaciones, donaron los alimentos a 26 familias
en La Corrala Utopia (Sevilla) y a bancos de alimentos en tres
pueblos de la provincia de Cádiz.
Otra acción similar tomó lugar en Arcos de la Frontera
(Cádiz), donde otros 200 miembros trataron de llevarse
20 carros llenos de comida. La Guardia Civil los detuvo y, tras
cuatro horas de negociación, Pedro Romero-alcalde de Espera
y miembro de SAT- y representantes del supermercado acordaron
donar 12 carros llenos de alimentos.
Juán Manuel Sánchez Gordillo, líder sindicalista
en función de alcalde de Marinaleda y diputado del parlamento
regional andaluz, declaró que estaba satisfecho con la
atención que la prensa le había prestado a la "expropiación
simbólica de alimentos" y expresó esperanzas
de que su hazaña despierte a las élites a que hay
gente sufriendo tiempos difíciles.
Al próximo día, Sánchez Gordillo se trasladó
a Las Turquillas, propiedad de las fuerzas armadas que dos semanas
atrás habían sido ocupadas por campesinos sin tierra
que pertenecen al SAT. Ahí el dirigente sindical exigió
que distribuyera la tierra.
La Guardia Civil entonces arrestó a siete miembros de
SAT por presuntamente haber participado en el saqueo de los supermercados.
A Gordillo se le ha citado para que comparezca ante un juez.
Con millones de trabajadores en graves aprietos, las protestas
le han ganado al SAT una gran simpatía. Pero éstas
no son más que un truco publicitario llevado a cabo por
fuerzas que no sólo han fracasado en hacerle un verdadero
frente a los feroces ataques contra los niveles de vida de los
trabajadores, sino que más bien han conspirado para imponerlos.
Sánchez Gordillo es militante de Izquierda Unida (IU),
integrada a una coalición en el gobierno regional de Andalusía
que ahora impone recortes sin precedente valorados en €2.500.000.000.
El líder sindicalista también representa a IU como
diputado en el parlamento.
Gordillo votó contra estos recortes al mismo tiempo
que su partido apoyó estas medidas con entusiasmo, y amenazó
con renunciar, lo que todavía no ha sucedido. Anteriormente
se había opuesto a un pacto de coalición entre el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y IU, amenazando
con abandonar su puesto parlamentario si se llegaba a un acuerdo.
Al darle a IU una fachada izquierdista, Gordillo juega un papel
político importante dentro de la organización. El
New York Times nota que "Durante una hora de en televisión
todos los sábados, el alcalde habla de política
o recita su propia poesía con su típico pañuelo
palestino alrededor del cuello. Ha reunido a los residentes para
que apoyen a toda una plétora de causas, desde la resistencia
a alimentos genéticamente modificados, hasta el apoyo a
la lucha del pueblo Saharauis por la auto determinación
en el Sahara occidental.
"El Sr. Sánchez se compara a sí mismo a
otro comunista barbado mucho más famoso y puntualiza que
ha sido encarcelado siete veces y sobrevivido dos atentados por
parte de un agitador fascista y de un policía enfurecido".
Como alcalde del pequeño pueblo de Marinaleda, promovió
la ocupación de las tierras de los grandes terratenientes
y ha desarrollado un sistema para construir casas que individuos
pueden alquilar por €15 mensuales si las construyen ellos
mismos. Los medios de prensa locales han catalogado estos proyectos
como si fueran un "oasis comunista", pero en realidad
estos dependen de cuantiosas subvenciones del gobierno regional
y central. Los materiales para cada casa le cuestan al gobierno
regional aproximadamente €20,000. El estado le ha brindado
su generosidad al proyecto sólo porque lo considera como
útil distracción para desviar una verdadera movilización
de la clase trabajadora en contra de la campaña para imponer
medidas de austeridad.
Las medidas que el gobierno del Partido Popular y previamente
del PSOE le han dado duros golpes a la región de Andalusía,
donde un cuarto de millón de personas se encuentra desempleado,
o sea, un 34 por ciento de la población. En regiones rurales,
esta cifra llega al 40 por ciento.
Hay más de tres millones de pobres, y un 40 por ciento
de las familias viven por debajo del umbral de la pobreza. Aproximadamente
200,000 familias han sido desalojadas a la fuerza por no haber
pagado sus hipotecas, 300,000 familias están malnutridas,
según Cáritas, organización Católica.
En toda España hay 1.7 millones de hogares en que todos
los miembros de familia está desempleado.
Tan drástica es la situación que en Girona, Catalonia,
que el ayuntamiento ha puesto bajo candado los cajones de comida
para prevenir que la gente la busque y broten peleas debido a
que la gente luche para tener acceso a los últimos cajones
de comida caducada. Estas escenas se han hecho evidentes en toda
España.
En las regiones de Cataluña, Valencia y Madrid, los
gobiernos le van a cobrar a los padres una cuota diaria de hasta
€3 para enviar a sus hijos a la escuela con almuerzos ya
empacados. Anteriormente, las familias de bajos recursos habían
dependido de subsidios para pagar por la comida en las escuelas,
pero estos han sido eliminados. Se supone que la cuota sirve para
pagar "el costo del uso del salón de almuerzos y la
supervisión".
Durante la misma semana que se anunciaron estas medidas, Bloomberg
anunció que Amancio Ortega, dueño de la tienda de
ropas, ZARA, se ha convertido en el tercer hombre más rico
de la tierra con una fortuna valorada en €38.000.000.000
(US$47.000.000.000), la cual ha aumentado este año en un
32 por ciento. Esto equivale al promedio salario anual promedio
de más de 2 millones de españoles.
Gordillo se especializa en protestas radicales en el mismo
momento que los sindicatos no hacen absolutamente nada oponerse
al gobierno. La última acción de CCOO y la UGT fue
reunirse con el Rey Juan Carlos para charlar acerca de la crisis
económica y convocar un referéndum sobre los recortes.
Si ese es el caso, parece que el Robin Hood ya se ha reunido con
el Rey John para forjar un pacto.
El jueves, Gordillo inició una marcha desde Jodar, pueblo
con la mayor tasa de desempleo en Andalusía, para "persuadir"
a otros alcaldes locales de no pagar las deudas, acabar con los
paros, cesar los desalojos e ignorar las exigencias del gobierno
central en cuanto a los recortes presupuestales.
La pseudo-izquierda ha apoyado las acciones de Gordillo y SAT.
Después de permanecer totalmente mudos acerca de la reciente
traición de la huelga de los mineros por parte de los sindicatos,
están listos para seguir haciendo lo suyo.
The actions of Gordillo and SAT have been supported by the
pseudo left. After their total silence on the recent betrayal
of the miners' strike by the unions, they are now onto their next
business.
Le advertimos a los trabajadores que Gordillo es otra se esas
figures cuyo papel consiste en conducir el descontento social
y político a callejones sin salida, de los cuales ya ha
habido suficientes. Sólo se necesita recordar a José
Bové, dirigente de un sindicato de granjeros y de ATTAC,
cuyas varias manifestaciones le aseguraron un escaño en
el Parlamento Europeo en el 2009 como representante del Partido
Verde/Ecología Europea. Su última acción
fue presentar un informe acerca de la promoción de productos
agrícolas, con énfasis en productos de calidad para
los consumidores acomodados.
Estos tiempos no requieren la ayuda de un Robin Hood, sino
un partido de y para la clase trabajadora que funcione independientemente
de los sindicatos y abogue por la toma del poder. Lo que hoy se
requiere es la expropiación de los dueños de los
supermercados y los latifundistas como parte de la reorganización
socialista de toda la economía, no la redistribución
de varios carritos llenos de alimentos.
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