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¡Defender inmigrantes en Grecia!

Por Christoph Dreier
29 Agosto 2012

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Artículo publicado en inglés el 11 de agosto del 2012

Durante los días 4 y 5 de agosto, tomaron lugar en Atenas sucesos que no habían ocurrido desde la dictadura militar (1967-1974). Unos 4,500 agentes de la policía fueron movilizados para acorralar a miles de personas por el solo crimen de ser inmigrante-en base a su color de piel y rasgos generales.

Mas de 1,400 inmigrantes están internados en campos de concentración para ser deportados. Muchos fueron golpeados.

La razia policial fue la culminación de redadas y detenciones en masa dirigidos contra inmigrantes indocumentados llevadas a cabo durante pasadas semanas. La policía ha colaborado con miembros de Chrysi Avgi (Amanecer Dorado), que se identifican abiertamente con los nazis. La policía alienta a pandillas fascistas para amenazar, hostigar y atacar a los inmigrantes.

Los acontecimientos de Atenas ponen en sobre aviso a los obreros del mundo: la clase obrera entera pronto será el blanco de lo que comenzó como ataques contra las secciones mas oprimidas de los trabajadores. Movilizando las fuerzas más reaccionarias, las elites dirigentes señalan que están dispuestas a reprimir cualquier resistencia a sus medidas de austeridad.

La contrarrevolución social en Grecia ha entrado a una etapa mucho más avanzada que en cualquier otro país europeo. Durante los pasados tres años los salarios reales cayeron casi en un 60 por ciento; cientos de miles están parados, y el sistema de asistencia social yace en escombros. La taza de desempleo oficial aumentó en un año por mas de un tercio. Ha llegado al máximo histórico del 23,1 por ciento. El desempleo actual entre jóvenes es 55 por ciento.

A la medida que los planes de austeridad siguan socavando la economía, el colapso en ingresos fiscales resultará en nuevos déficits presupuestarios que sólo podrán resolverse mediante ataques cada vez más intensos contra obreros, pensionados y jóvenes. El sector público ahora se dispone a despedir 40,000 empleados más para cumplir los términos de los acuerdos de deuda con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Para gran parte de la población la situación simplemente es imposible. Sólo es cuestión de tiempo para que se desencadenen la ira popular e indignación. Los oficiales sindicales ya advierten de una explosión social. Bajo tales circunstancias, la cacería de inmigrantes, apoyada por la Comisión Europea, tiene como objeto fortalecer el aparato represor del estado y movilizar grupos fascistas para ser usados contra la clase obrera. El ministro del orden publico/defensa civil, Nikos Dendias, ha contratado a 1,500 policías más y los ha desplegado contra huelguistas, como en el caso de siderúrgica Halyvourgia Ellados.

Grecia, que por dos años sirvió como sitio de pruebas de destrucción de derechos sociales, se transforma hoy en un laboratorio de dictadura. Los recortes que los bancos decretan son enteramente antagónicos con la democracia.

La persecución de los inmigrantes también sirve para dividir a la clase obrera, táctica tanto vieja como vil. Usando a los inmigrantes como chivos expiatorios, la clase dirigente deliberadamente provoca xenofobias y racismos, con la intención de alejar la atención de su propia responsabilidad por la crisis económica y social.

En otro amago para descarrilar la atención popular lejos de los recortes del gobierno, el ministro Dendias sostiene que el problema de la inmigración supera el problema fiscal.

Trabajadores en Grecia y Europa deben oponerse a todos los que azuzan sentimientos antiinmigrantes y antirefugiados. Independientemente de procedencia o etnia, los obreros tienen en común los mismos intereses y encaran al mismo enemigo por todo el mundo-aristocracias financieras despiadadas y dispuestas a hacer todo lo necesario para proteger sus riquezas y privilegios.

Muchos de los refugiados griegos provienen de Irak, Afganistán, Siria y otros países que han sufrido destrucción militar, impulsados a la guerra civil por los mismos gobiernos culpables por las medidas de austeridad en Grecia. Gente que logró huir del infierno de la guerra ahora es perseguida en las calles de Atenas.

En muchos otros países europeos hoy en día ocurren similares campañas contra los inmigrantes y minorías étnicas. Éstas sirven de punto de partido para fortalecer el aparato estatal y la consolidar las fuerzas fascistas. El objetivo es reprimir la clase obrera entera. Combatiendo los ataques de la policía y de la derecha contra los refugiados, los obreros europeos también defienden sus propios derechos democráticos y ganancias sociales.

Grupos de la pseudo-izquierda como la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) son un gran obstáculo. Este segundo partido más grande en el parlamento no ha levantado ni un dedo para defender a los inmigrantes contra los ataques de la policía. Ha emitido unas cuantas palabras de poco significado en protesta, seguido por garantías de lealtad al estado. Una vez mas, SYRIZA expresa cobardía y oportunismo.

El día que siguió al ataque policial de trabajadores inmigrantes por las calles de Atenas, SYRIZA exigió un debate parlamentario sobre el aumento de fuerzas policiales y de como mejor pertrecharlas. Es así como este partido, basado en las secciones adineradas de la clase media, expresa su simpatía por las fuerzas de seguridad y su hostilidad, y temor instintivo, a la clase obrera.

La defensa de los trabajadores, sean inmigrantes o nativos, y la lucha contra las medidas de austeridad de la elite financiera requiere una perspectiva socialista que una a todos los obreros del mundo. Una nueva dirección revolucionaria de la clase obrera tiene que ser construida en Grecia y en todo Europa.