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Alemania: Editora publica diatriba de Robert Service en contra
de León Trotsky
Por Wolfgang Weber
6 Agosto 2012
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el autor
A principios de julio, la Editorial Suhrkamp (Suhrkamp Verlag)
publicó la traducción alemana de la difamatoria
biografía de León Trotsky escrita por Robert Service.
Las circunstancias que rodean su publicación son un verdadero
escándalo que ha empañado la reputación de
la casa editora.
Catorce científicos alemanes, austriacos y suizos-historiadores
y políticos de gran prestigio-le escribieron una carta
el verano pasado a Suhrkamp urgiéndole que no publicara
el libro de Service; entre los firmantes estaban Hermann Weber,
decano en el campo de la investigación sobre el comunismo
y el estalinismo en la Universidad de Mannheim; el Dr. Oliver
Rathkolb, director del Instituto de Historia Contemporánea
de la Universidad de Viena; el Dr. Mario Kessler del Centro de
Historia Contemporánea de Potsdam; y el Dr. Heiko Haumann,
director del departamento de Historia de Europa del Este, de la
Universidad de Basilea.
El libro de Service, declararon estas personas de ciencia,
viola los principios básicos del trabajo académico.
En su mensaje, los expertos basaron sus objeciones en la prolija
crítica que aparece en In Defense of Leon Trotsky
por David del North (publicado en EE.UU. por Mehring Books en
el 2010). El análisis del North no sólo demuestra
que el libro de Service va cargado con toscos errores, también
da evidencia que Service ha tergiversado el contenido de documentos
históricos, que ha repetido mentiras antitrotskistas inventadas
por el régimen estalinista y desacreditadas desde hace
mucho tiempo, y que ha falsificado elementos claves de la vida
personal y política de Trotsky. Los investigadores inicialmente
enviaron su petición de manera privada con el fin de darle
tiempo a la casa editorial para que considerara sus objeciones
de manera objetiva, sin ningún tipo de presión pública.
Tras recibir la comunicación a fines de julio, 2011,
Suhrkamp pospuso el lanzamiento del libro, a pesar que éste
ya estaba listo para la imprenta. Esa extraordinaria decisión
demuestra la profunda preocupación que le causaron las
críticas. Anunció que ocurriría una cuidadosa
revisión de la obra . Pasados varios meses y sin haber
tenido ninguna comunicación con los historiadores escritores
de la carta de protesta, Suhrkamp le anuncio a la prensa su intención
de seguir adelante con el lanzamiento de la versión 'por
corregir' del libro de Service, casi sin cambios.
Finalmente, este julio, pasado ya un año, se publica
el libro. Efectivamente, a excepción de algunos retoques
cosméticos, la edición alemana básicamente
no difiere de la inglesa.
Sólo hemos podido identificar 15 correcciones o intentos
de corrección; rectificaciones que se han llevado a cabo
con tal dejadez-con tal ineptitud-que en algunos casos empeoran
el error original.
Entre las muchas afirmaciones falsas de Service está
la que sostiene que todos reconocían a Trotsky durante
su juventud por su nombre natal: Leiba Davidovich Bronstein. A
los 18 años de edad, Trotsky, según Service, cambia
su primer nombre-Leiba, un apelativo yiddish (idioma judío-alemán)-por
el equivalente ruso, Lev, con el fin de escapar de, y ocultar,
una identidad judía de la cual se avergonzaba. Ese supuesto
descubrimiento constituye la tesis central de Service: que la
muy celebrada autobiografía de Trotsky-Mi vida-es
un complicado engaño con el objetivo de ocultar los elementos
cruciales de la vida de este revolucionario. Para Service, el
descubrimiento del imaginado bochorno de Trotsky en torno a su
religión se convierte en el pretexto de una grosera obsesión
con la identidad judía de Trotsky.
Pero Service tiene el problema que North ya ha explicado que
era un cuento urdidor eso de la transformación de Leiba
en Lev. El joven Bronstein fue conocido toda su vida como Lev
(que era también el nombre de su abuelo), o por el diminutivo
ruso, Liova.
Sin embargo, la traducción que acaba de publicarse se
aferra a las falsificaciones de su autor. La evidencia de este
fraude descarado salta a la vista en el hecho de que la editorial
Suhrkamp, en su material promocional en su página de Internet,
admite explícitamente que Trotsky se llamaba Lev Davidovich
Bronstein.
La edición alemana retiene los juicios tendenciosos,
acusaciones infundadas y calumnias respecto a las posiciones de
Trotsky. Se han descubierto por lo menos 22 casos de fechas falsas
sin corregir, de confusiones de nombres, y de distorsiones de
los hechos históricos. Suhrkamp se abstuvo de rectificar
que, Service, en su observación sobre la revolución
en China de 1927, confunde los sucesos de Shanghai con el levantamiento
en Cantón seis meses después. Suhrkamp no se molestó
siquiera en corregir errores evidentes en relación con
acontecimientos germanos: tal como la interpretación desviada
de la revolución fallida de 1923 y del rol del Partido
Comunista en ella.
En algunos casos en que los editores de Suhrkamp tratan, a
medias, corregir los errores de Service; sólo logran empeorar
las cosas. Por ejemplo, la edición inglesa de este libro
menciona las actividades del agente provocador Yevno Azev dentro
del Partido Social Revolucionario (SR). Service embarra las cosas
al insistir que miembros del SR lo asesinaron en 1909. En verdad,
Azev nunca fue asesinado, y vivió hasta 1918. En esta edición
alemana, Suhrkamp cambia la fecha de la muerte de Azev; aunque
lo transforma, erróneamente, en miembro de otro partido,
el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.
Un aspecto especialmente pernicioso de esta traducción
al alemán es que no hubo ningún cambio en textos
que se prestan a interpretaciones antisemitas. Como indica la
carta de los 14 historiadores: tienen un "matiz que desconcierta"
esos pasajes con que Robert Service apuesta al los prejuicios
antijudíos. Ni siquiera se desprendieron los editores de
una caricatura antisemita de Trotsky, cosa que ya se había
eliminado tanto en la segunda edición inglesa (de bolsillo)
como en la edición francesa. Esa infame deformación
reaparece en el apéndice de esta edición germana
sin ninguna explicación histórica y sin citar su
fuente: un panfleto nazi titulado Die Totengräber Russlands
(Los enterradores de Rusia).
La cuestión aquí no es si Service es o no es
un antisemita. Nadie lo acusa de eso. Sin embargo, es un hecho
histórico bien conocido que la ascendencia judía
de Trotsky fue explotada al máximo por sus enemigos estalinistas
y fascistas; estrategia que incluía referirse al líder
ruso por su apellido (Bronstein) y, como se señaló
anteriormente, cambiando su nombre de Lev a Leiba. El objetivo
invariable ha consistido en apelar a prejuicios antijudíos.
No cabe duda que Service bien conocía esa circunstancia
histórica en momentos en que escribe la biografía
de este revolucionario. Naturalmente, es perfectamente legítimo
que un biógrafo discuta los orígenes religiosos
de Trotsky. Pero, ¿porqué se hace de eso un asunto
tan importante? Service lo dice todo cuando una y otra vez se
refiera al joven Trotsky con el nombre 'Leiba'.
El 28 de octubre de 2011, en una carta a Suhrkamp, el autor
de este comentario puso el dedo en la llaga. Dijo que Service
ha escrito "muchos pasajes de tal manera que pueden ser recibidos
con entusiasmo por círculos antisemitas de la extrema derecha,
en Alemania y también en Rusia. Sería muy lamentable,
por no decir fatal, si una casa editora académica respetada
con la autoridad e historia de Suhrkamp se prestara a maniobras
tan cínicas y obvias".
Ni Surhkamp ni Service parecen haberse dado por entendidos.
Así, en contra de su propia historia, ocurre que Suhrkamp
sí decide respaldar el libro-arriesgando la confianza de
escritores alemanes judíos quienes, habían sido
forzados al exilio durante el Tercer Reich. Después de
1945, muchos de ellos consideraron, con buenas razones, que esta
casa editorial, de perspectiva política progresiva, sostenía
altos principios.
A lo largo de muchas décadas Suhrkamp había establecido
una envidiable reputación como editora obras científicas
de alta calidad. Muchos admiraban su minucioso proceso de edición.
Por lo tanto, las preguntas que inevitablemente surgen son: ¿Por
qué aceptó Suhrkamp un trabajo tan inferior? y ¿Cómo
fue que decidió publicarlo a pesar de las objeciones de
muchos expertos destacados?
La descripción de innumerables errores en el libro de
Service parecen haber sorprendido a Suhrkamp. No cabe duda que
le preocupó la narración grosera de Service de los
antecedentes religiosos de Trotsky. Inicialmente, al parecer,
Suhrkamp, estaba dispuesta a sostener sus principios profesionales.
Retrasa la publicación del libro y consulta a expertos.
Sin embargo llega el momento en que la editora deja al lado todos
sus escrúpulos, viéndose en camisa de once varas:
sin duda una combinación de presiones económicas
y políticas. Service rechaza de plano colaborar con Suhrkamp
en la corrección de su obra; o se publicaba la obra sin
cambios, tal como fue escrita, o no se la publicaba.
Aunque en verdad su comportamiento es inexcusable; que haya
reanudado la publicación de este libro, significa que Suhrkamp
debe haber estado bajo una gran presión política.
Cualquiera sea la naturaleza de ésta o de donde haya venido,
al sucumbir a su fuerza Suhrkamp inflige un incalculable daño
a su propia reputación.
En cuanto a Service, la verdad es que cualquier académico
legítimo, ante tales evaluaciones devastadores de su trabajo,
se sentiría forzado a contrarrestar a sus críticos
con una respuesta detallada. Que no haya hecho nada revela que
no tiene ni prestigio, ni reputación intelectual que preservar-aun
en su autoestimación. Nunca ha sido otra cosa que un propagandista
anticomunista, y la intención de su obra nunca fue más
que una vil calumnia.
______________________________________________________
Los 14 firmantes son:
Dr. Bernhard Bayerlein (Centro de Historia Contemporánea
de Potsdam),
Prof. emerito. Dr. Helmut Dahmer (Universidad Técnica de
Darmstadt),
Prof. Dr. Heiko Haumann (Universidad de Basilea),
Dr. Ladislao Hedeler (Historiador y autor, Berlín),
Andrea Hurton (Historiadora y escritora, Viena),
Prof. Dr. Mario Kessler (Centro de Historia Contemporánea
de Potsdam),
Dr. Hartmut Mehringer (Instituto de Historia Contemporánea,
Berlín y Munich),
Prof. emerito. Dr. Oskar Negt (Universidad de Hannover),
Dr. Hans Schafranek (Historiador y escritor, Viena),
Prof. Dr. Oliver Rathkolb (Director del Instituto de Historia
Contemporánea de la Universidad de Viena),
Prof. Dr. Peter Steinbach (Universidad de Mannheim, director de
la Resistencia Alemana Centro Memorial en Berlín),
Dr. Reiner Tosstorff (Profesor de la Universidad de Maguncia),
Prof. emerito. Dr. Dr. hc. Hermann Weber (Universidad de Mannheim),
Dr. Rolf Wörsdörfer (Profesor de la Universidad Técnica
de Darmstadt).
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