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Reunión cumbre europea no encuentra soluciones

Por Nick Beams
29 Octubre 2011

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Este artículo apareció en nuestro sitio en su inglés original el 24 de octubre, 2011.

Los pocos hechos concretos que han surgido de la reunión cumbre de los dirigentes europeos celebrada en Bruselas el domingo pasado deja en claro que ninguno de los problemas fundamentales ha sido superado, lo cual pone en duda que se produzca un "plan final" en la próxima de esta semana.

Los tres problemas claves a los cuales la eurozona se enfrenta son: el rescate de Grecia y el peligro que corre el sistema global financiero si Grecia se declara insolvente; la recapitalización de los bancos europeos para que puedan recuperar las pérdidas que van a debido a la enorme cantidad de deudas soberanas griegas y de otros países que tienen en sus libros; y las medidas para estimular la eficacia del Fondo para la Estabilidad Financiera de Europa (FEFE) con tal de se puedan cubrir otras crisis, posiblemente en España e Italia.

Los tres temas han producido diferencias entre las principales potencias, sobre todo entre Francia y Alemania; diferencias muy evidentes a principios de la reunión cumbre.

Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, declaró que "Tenemos que encontrar una solución, una solución estructural entre hoy y el miércoles; una solución de gran ambición y definitiva. No nos queda otro remedio". Las palabras de la canciller alemana, Angele Merkel, fueron más tenues: "El miércoles no será el último paso que demos...Todavía nos quedan muchos pasos por dar".

Pero los dos mandatarios lograron ponerse de acuerdo acerca de una cuestión: había que intensificar las medidas de austeridad contra la clase trabajadora. ¿El blanco inmediato? Italia.

Merkel y Sarkozy le exigieron a Berlusconi que cumpliera los previos acuerdos que se habían establecido para imponer reducciones presupuestales y "reformas estructurales" en la economía italiana. La Comisión Europea declaró la semana pasada que estas medidas deberían catalogarse de "asunto urgente".

En cuanto a la cuestión fundamental de la deuda griega, un informe dirigido a la reunión muestra que el previo plan de rescate, que se había acordado apenas tres meses atrás, había sido un fracaso total. Bajo los términos del "paquete" del 21 de julio, los inversionistas privados habrían aceptado perder un 21 por ciento del valor de sus bonos a la vez que los países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ofrecían €109 mil millones adicionales en préstamos para rescatar a Grecia.

El impacto de las medidas de austeridad en cuanto a la economía griega ha sido tan grande que este plan—proclamado como una solución—ya se considera como muerta. Si el plan para que los bancos acepten una pérdida en un 21 por ciento queda vigente, éste necesitaría ahora una infusión de €252 mil millones adicionales. Por otra parte, si el compromiso original en cuanto a los préstamos se llevara a cabo, los bancos tendrían que aceptar un recorte de hasta casi un 60 por ciento del valor de la deuda.

Durante la reunión cumbre, el jefe del Tesoro de Italia, Vittorio Grilli, ser reunió con representantes del Instituto para las Finanzas Internacionales (IFI), consorcio de los bancos mundiales, para debatir hasta qué punto estaban dispuestos a aceptar las pérdidas. El director ejecutivo del IFI, Charles Dallara, quien anteriormente había criticado acérrimamente toda movida para aumentar un “recorte” al monto de deuda, declaró que los bandos "no estaban ni cerca de un acuerdo".

Si no se puede llegar a un acuerdo y el "recorte" se impone, la crisis financiera podría intensificarse si los seguros contra impago de la deuda (credit default swaps) griega (estimada en €80 mil millones) llegan a jugar un papel importante.

El único acuerdo sólido parece ser que los bancos europeos deberían fortalecer sus balances generales con tal de estimular la estabilidad financiera (medida crucial) a un 9 por ciento para el 2012 y no para el 2019, como antes se había dictado. Esto requerirá la recapitalización de los bancos con por lo menos €100 mil millones, cantidad financiada preponderantemente por fondos gubernamentales.

Aunque parece que hay un acuerdo entre los gobiernos europeos, los bancos principales, sobre todo en Alemania, se han opuesto al plan debido a que el precio de sus acciones ha caído. Han amenazado con reducir sus activos para cumplir con las reducciones necesarias. El efecto de semejante acción sería imponerle una severa contracción al crédito de las economías de la eurozona.

El problema clave de la reunión cumbre fue hasta qué punto la capacidad del FEFE debería expandirse parta organizar los rescates. Uno de los temas más debatidos fue la insistencia de los franceses en que el fondo debería obtener una licencia bancaria y ser respaldado por el Banco Central Europeo (BCE). Pero Alemania y el mismo BCE se han opuesto enérgicamente a ello.

Parece que Francia, ante esta alianza oposicionista, ha cedido. Pero la verdad es que ha habido cierta concesión a sus inquietudes en cuanto a los proyectos alemanes para que el FEFE asegure de un 20 a un 30 por ciento del valor de los fondos gubernamentales, pues Francia no cree que eso será suficiente.

De la reunión cumbre ha surgido una nueva propuesta que será debatida durante los días justamente antes de la reunión del miércoles.

Bajo el plan, los países de la eurozona establecerían un fidecomiso—es decir, una entidad financiera independiente—para comprar bonos italianos y españoles. Además de los países europeos, el fidecomiso estaría respaldado con dinero del FMI, China y Brasil. Un funcionario de alto nivel que participa en las negociaciones le dijo al Financial Times que el SPV podía establecerse junto con el plan de seguros para obtener mayor fuerza y flexibilidad.

En combinación, el fidecomiso y las medidas de seguro podrían proveer una cantidad adicional de €1 mil millones para contrarrestar la crisis crediticia. Pero fuera de la eurozona puede que haya oposición a esta propuesta. Tanto Estados Unidos como Inglaterra se han opuesto a que el FMI suministre fondos adicionales e insisten que los líderes de la eurozona son los que tienen que proveer los recursos financieros necesarios.

También hay inquietudes de que el fidecomiso pueda crear nuevas bases para la inestabilidad. El columnista Wolfgang Müchau, del Financial Times, ha atacado severamente al plan. En un comentario publicado hoy bajo el titular, "Europa se dirige a una catástrofe", advierte que existe una probabilidad bastante alta que el euro deje de existir en su forma presente. Esto no se debe a que los dirigentes de la eurozona han fracasado en llegar a un acuerdo, sino a las consecuencias del acuerdo al cual se dirigían.

Las maniobras en cuanto al FEFE, sigue Müchau, eran atractivas "por las mismas razones que las hipotecas de alto riesgo una vez parecían atractivas a los prestatarios. Estas maniobras podrían desempeñar cierta función económica, pero "en estos casos simplemente esconden la falta de dinero". La propuesta para convertir al FEFE en una empresa aseguradora de la deuda (es decir, que asegure activos específicos, en este caso los bonos soberanos) hace recordar el papel que jugaron estas aseguradoras durante el periodo justamente antes de estallar la crisis financiera de 2007-2008. Habían asegurado "productos crediticios tóxicos", lo que terminó en la "intensificación de la crisis".

Según Münchau, asegurar los bonos gubernamentales hasta cierto porcentaje acordado pareció una "buena idea" hasta que se analizaron los detalles. El valor de los bonos asegurados dependía, en parte, de la evaluación crediticia del FEFE, el cual, a la vez, dependía de la evaluación crediticia de sus garantes; es decir, de los gobiernos de la eurozona. En caso de que Francia perdiera su clasificación crediticia AAA—algo bastante probable—el valor de los bonos sufriría una caída, lo cual reduciría el valor del seguro y la "estructura eventualmente se desplomaría".

Münchau concluye con dos observaciones: que "la probabilidad de que ocurra un accidente catastrófico es mayor, no menor", y que "las consecuencias principales de las maniobras será la intensificación de esa probabilidad".

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