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: Español
¿Qué camino a seguir para "los indignados"
españoles?
Por Chris Marsden
27 Mayo 2011
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el autor
Las manifestaciones populares en España que comenzaron
el 15 de mayo son impulsadas por la furia de las masas contra
las medidas de austeridad impuestas por el Partido Socialista
Obrero Español (PSOE,) el partido gobernante. Estas medidas
ocurren en momentos en que el pueblo atraviesa enormes dificultades
con niveles de desempleo que llegan al 50 por ciento de los jóvenes
de18 a 25 años de edad, los que representan el núcleo
de los indignados.
Un rechazo a todos los grandes partidos, al PSOE por encima
de todos, caracterizan estas protestas, que también rechazan
a los sindicatos. Éstos no han hecho nada para contrarrestar
los ataques a los trabajadores y la juventud desde la huelga de
protesta simbólica del 29 de septiembre del año
pasado. Tampoco se ha beneficiado la estalinista Izquierda Unida
(IU) de la creciente ola de protestas sociales; cosa que se debe
a su larga historia de recortar los niveles de vida doquiera se
haya establecido como autoridad local o regional.
Los obreros han expresado simpatías considerables con
las protestas. Ellos también expresaron su alienación
política propia alejándose en masa del PSOE en las
elecciones regionales y locales del pasado domingo, con un balotaje
de más de un millón de votos nulos o en blanco.
Las manifestaciones españolas también inspiran
protestas de solidaridad en toda Europa -- en Italia, Francia,
Alemania, Gran Bretaña y Bélgica -- el Guardian
inglés escribe de una rebelión "liderada
por jóvenes ... que se extiende por el sur de Europa ...
unidos por un rechazo a los políticos de turno por y una
furia contra los cortes de presupuestos. "
El miércoles se hizo sentir en Grecia la réplica
más importante del terremoto político de España.
Cuando 15 mil se movilizaron en Atenas y 30.000 a en otras partes
de ese país para protestar contra las medidas de austeridad
dictadas por el gobierno del socialdemócrata PASOK, por
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por el Banco Central
Europeo (BCE). Frente al parlamento griego los manifestantes gritaban,
"Ladrones, ladrones", exigiendo que: "Es hora que
se vayan de aquellos que crearon la crisis".
Se le ha dado el nombre de "Revolución española"
al movimiento de protesta M-15. Pero, a falta de un programa claro,
de una perspectiva y de una dirección política,
este movimiento de masas resultará muy insuficiente para
derrotar a las élites gobernantes que están decididas
a que la clase trabajadora cargue con todo el peso de los rescates
bancarios de Europa y con los crecientes estragos de esta recesión
Cabe recordar que en marzo, 300.000 manifestantes, movilizados
por el sitio del Internet llamado"Geração
à Rasca" se manifestaron en once ciudades de todo
Portugal. Sin embargo, hoy este movimiento se ha evaporado, mientras
que todos los grandes partidos compiten entre sí para ganar
el 5 de junio las elecciones generales cada uno recomendando más
y más bárbaros recortes de gastos y aumentos de
impuestos a cambio del rescate financiero de € 78000000000
acordado por la Unión Europea y el FMI.
Ya se nota que muchos sienten que su protesta está trancada,
sin ninguna propuesta que no sea mantener la ocupación
por cuanto tiempo sea posible. Es más, se ha creado una
atmósfera que condena contra toda propuesta política
que vayan más allá de simples "más protestas"
en "más ciudades." Tales sugerencias son tachadas
de 'rapto del movimiento'
Las protestas M-15 responden a serie de campañas basadas
en Internet, que en conjunto sostienen que no existe "ninguna
dirección" y que el movimiento tiene una "estructura
horizontal". Al mismo tiempo, insisten en que ningún
otro grupo debe "dictar" su política a las protestas.
Sin embargo, aquí operan tendencias políticas
definidas. La Democracia Real Ya', que se inspira en los
varios movimientos contra la globalización favorecidos
por élites en por más de una década, aboga
por una serie de pequeñas reformas sociales y electorales,
pero sin combatir a los partidos y organizaciones responsables
de la situación ahora que enfrentan millones de trabajadores
y jóvenes. Otro grupo, "NoLesVotes", es la creación
de empresarios bien conocidos, entre ellos uno que participa en
redes sociales.
Dispuestos a imponer y hacer valer lo que equivale a una amnistía
para el PSOE y la burocracia sindical están grupos de la
ex izquierda que se autodenominan "revolucionarios"
y "socialistas". Glorifican todos el carácter
espontáneo del movimiento y su falta de perspectiva, sólo
con el fin de acogotar el espíritu crítico de los
trabajadores y la juventud.
Miguel Urban de la Izquierda Anticapitalista, afiliada
al Secretariado Unido, se refiera cierta "narrativa"
inconclusa, a un "discurso y la práctica" que
"hay que acompañar, que se construyen a lo largo del
camino."
En Lucha habla de la "energía enorme, el coraje
y la creatividad se muestra en las acampadas [las tiendas semipermanentes
que se erigen en las protestas] ... que se debe encauzar en la
gran fuerza material de la clase obrera", es decir, detrás
del aparato sindical, "algo que vimos, aunque de pasada,
durante la huelga general del 29 de septiembre".
La lealtad política del grupo de El Militante es
aún más transparente. Insiste en que el futuro del
movimiento de protesta M-15 está en aceptar la dirección
de los "dirigentes sindicales de CCOO y UGT", para que
"asuman su responsabilidad de dar una respuesta frente a
los ataques que esta sufriendo la clase trabajadora, la juventud,
los parados y los pensionistas"
Todos esos grupos sostienen que esta perspectiva ha sido reivindicado
por la primavera árabe, cuando precisamente lo contrario
es el caso.
En Egipto y Túnez, movimientos de protesta de mucha
más grande envergadura que las que ha barrido España
durante las últimas semanas logró tumbar dictadores,
pero dejaron intactos los regímenes dictatoriales. En lugar
de la verdadera transformación democrática anhelado
por las masas, los partidos de la burguesía han tomado
medidas para salvaguardar la riqueza de unos pocos privilegiados
mediante la represión cada vez más brutal de la
clase obrera. Todo esto se ha llevado a cabo con la complicidad
activa de los dirigentes sindicales que se prestan para integrar
comités de asesoramiento sobre la "reforma democrática"
al mismo tiempo que las bases son atacadas y las huelgas son declaradas
ilegales. Todos los males sociales que dieron origen al descontento
de las masas, el desempleo masivo y pobreza extrema, siguen en
pié.
Los trabajadores y jóvenes de España, Europa
y del mundo enfrentan los mismos problemas.
La clase obrera está involucrada en algo mucho más
grave que la lucha contra los políticos corruptos. Al fin
y al cabo, estos políticos bien remunerados son los sirvientes
de una clase capitalista y de un sistema que se basa en la explotación
cada vez más aguda de las masas obreras.
La crisis económica mundial que estalló en 2008
no ha sido resuelta. Se pone peor cada día. Los trabajadores
soportan ese peso todos los días; a la vez que se recompensa
a banqueros y especuladores son con millonarios bonos y aumentos
salariales. No se trata de aberraciones que puedan ser corregidas
con una reforma u otra. Demuestran que la característica
esencial del capitalismo identificado por Marx - "La acumulación
de riquezas en un polo es, por lo tanto y al mismo tiempo, la
acumulación de miseria, agonía de trabajo duro,
esclavitud, ignorancia, brutalidad y degradación mental,
en el polo opuesto". - ahora opera sin ningún tipo
de restricción democrática.
Preservar el nivel de vida y las necesidades sociales esenciales
de los trabajadores es incompatible con la existencia del sistema
de ganancias. Requiere de la transformación socialista
de la sociedad, ni más ni menos. Tanto en España
como en todo el mundo, la clase obrera se ve involucrada en una
lucha política contra el orden capitalista en su conjunto.
La orden del día es la lucha por un gobierno obrero que
tomará control de las alturas dominantes de la economía
para convertirlas en propiedad social, colocando a los bancos
y grandes empresas bajo el control democrático de los propios
trabajadores.
Esto exige la construcción de un nuevo partido político
y de una nueva dirección que luche por los intereses sociales
de la clase obrera y de una generación joven que no tiene
futuro en el sistema actual. Ese es el propósito del Comité
Internacional de la IV Internacional, de sus secciones europeas
y del World Socialist Web Site.
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