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Informe de Nick Beams al Congreso de Fundación del Partido Socialista por la Igualdad (Australia)

Parte 2

Por Nick Beams
8 Marzo 2010

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A continuación publicamos la segunda y ultima parte del discurso de apertura pronunciado por Nick Beams, secretario nacional del Partido Socialista por la Igualdad (Australia), al congreso de fundación del PSI, celebrado en Sídney en enero 21-25 (ver: "Igualdad de Partido Socialista (Australia) celebra Congreso de Fundación"). La primera parte se publicó el 2 de marzo.

14. Voy a referirme ahora a la crisis económica y financiera mundial que estalló en el 2007-2008 y que surgió de la globalización de la producción y las finanzas en los últimos 25 años. El rasgo más significativo de esta crisis es que se desarrolló a partir de los mismos mecanismos y procesos que fueron establecidos para superar la crisis de rentabilidad que sacudió al capitalismo mundial a finales de 1960 y principios de 1970.

15. La crisis de 2007-2008 puso fin a todo un régimen de la acumulación de capital que había surgido durante los 20-25 años anteriores, sobre la base del financiamiento, principalmente por Gran Bretaña y los EE.UU., y la explotación de mano de obra barata en China, India y Asia en general. En los últimos nueve meses, más o menos, la crisis financiera ha sido contenida con la mayor inyección de fondos estatales al sistema financiero que ha visto la historia. Pero no se ha superado ninguno de los problemas de fondo. De hecho, están siendo exacerbados.

16. Según un análisis preparado por el Banco de Inglaterra, la intervención en apoyo de los bancos en los EE.UU., el Reino Unido y la zona euro fue de $ 14 billones, o casi un cuarto del producto bruto interno (PBI) colectivo de estos países. Como notan los autores del informe, esta acción “eclipsa cualquier intervención estatal anterior del sistema bancario”.

17. Lejos de resolver la crisis, la intervención resultó en el aumento aún más grotesco del parasitismo financiero que dio origen a la crisis en primer lugar. Tomemos la situación en los Estados Unidos. Como resultado de las acciones del Tesoro y del Banco de Reserva Federal, de suministrar cantidades ilimitadas de dinero a interés casi nulo, los principales bancos han podido incrementar sus ganancias. Escribiendo en el Financial Times del 12 de enero, Robert Reich señaló: “Ha pasado más de un año desde que se desató el caos en Wall Street y, notablemente, casi nada se ha hecho para prevenir que ocurra otra vez. De hecho, si cierran los ojos podrían estar de vuelta en el caos de 2007. Los grandes bancos siguen haciendo apuestas irresponsables, fabricando nuevos derivados y acumulando deuda. Los banqueros tienen acceso a dinero casi tan barato como en 2007, cortesía de la Reserva Federal, de manera que sus ganancias y los bonos a repartirse entre ellos son tan espléndidos como en el apogeo del “boom”. Los cinco mayores bancos se han beneficiado con la eliminación de algunos de sus competidores y saben que serán rescatados de nuevo en el futuro. Como lo puso Simon Johnson, ex economista principal del Fondo Monetario Internacional: “Goldman Sachs se ha convertido en el mayor fondo de inversión en el mundo y cuenta con la garantía del gobierno de EE.UU.” Según la nueva legislación que se encuentra en el Congreso, el Banco de Reserva Federal tendría autoridad para prestar a los bancos hasta $ 4.000 millones — el doble de lo que se inyectó en los mercados financieros el año pasado. Los bancos no están haciendo dinero como resultado de cierta reactivación en la economía de Estados Unidos. Desde el comienzo de la recesión, más de siete millones de trabajadores estadounidenses han perdido sus puestos de trabajo. En la última década se han reducido la cifras de empleos netos y del promedio de los salarios reales.

18. Uno de los rasgos más significativos de la crisis global ha sido la incapacidad de los bancos centrales de conseguir una recuperación mediante la reducción de las tasas de interés. Esa fue la política utilizada en la serie de crisis financieras que se dieron desde que la bolsa de valores se desbarrancara en octubre de 1987. El recorte de los tipos de interés logró superar la crisis de los bonos mexicanos, la crisis financiera asiática y el colapso de la burbuja tecnológica. Pero en 2007-2008 esta política falló. Desde marzo de 2009, con la tasa oficial de los fondos federales en o cerca de cero, la Reserva Federal viene aplicando una política conocida como de “flexibilidad cuantitativa”. Esta política consiste en la inyección masiva de liquidez en el sistema financiero mediante la compra de deuda pública por el banco central. Se estima que tanto como dos billón dólar han sido bombeados al sistema financiero por medio de esta política. ¿Cómo se está usando este dinero? La respuesta breve es que la compra de deuda pública, a través de una serie de operaciones financieras en las que los grandes bancos ganan cientos de millones de dólares en comisiones, ha conducido a una gigantesca creación de dinero y deuda.

19. El déficit fiscal en los EE.UU. ascendió a casi 12 por ciento del PBI en el 2009. Se requiere 1,5 billones de dólares de nueva deuda para financiarlo. Los chinos compraron cerca de $ 100 mil millones y los inversores extranjeros en conjunto alrededor del 20 por ciento del total. El saldo fue comprado por el banco central. Bonos del Tesoro de EE.UU. son emitidos para financiar la deuda pública. Pero en lugar de ser comprados por el capital extranjero, es el Banco de Reserva Federal el que compra cada vez más, y lo hace emitiendo dólares o, para decirlo con más exactitud, creando enormes cantidades de dinero adicional por vía electrónica. Este proceso es intrínsecamente insostenible. En realidad, el sistema financiero se ha mantenido a flote gracias a la creación de una nueva burbuja financiera — esta vez en la deuda pública.

20. El régimen de acumulación que se desarrolló durante las últimas dos décadas tenía dos características centrales: el dominio de la economía de EE.UU. por el sector financiero y el crecimiento de la economía china. La respuesta a la crisis del gobierno chino fue un paquete de estímulo de 570 mil millones dólares. Este gasto, junto con la expansión del crédito bancario, ha creado una colosal burbuja de inversión de capital en China. Según la mayoría de estimados, casi el 90 por ciento del crecimiento del PBI en los primeros siete meses del 2009 fue el resultado de las inversiones en activos fijos financiados por la expansión de la deuda y el gasto público. Los préstamos bancarios aumentaron en más de 1,35 billones de dólares. Pero esto lleva a la acumulación de explosivas contradicciones en la economía china. Una indicación de las contradicciones se ve en las estadísticas de importación y exportación. Mientras que las exportaciones aumentaron un 17,8 por ciento en los últimos 12 meses, las importaciones aumentaron un 56 por ciento. Esto demuestra que la economía china se está sosteniendo con el boom de un enorme auge en la inversión y crecimiento masivo de su infraestructura interna. Como nota un comentario reciente en el Financial Times, la inversión en activos comprende actualmente el 50 por ciento del PBI — esto se compara con un 30 por ciento en Japón en los años de su expansión económica. Esto no puede continuar indefinidamente. El Financial Times explicó: “Así como nunca ha habido una burbuja que no halla estallado, nunca ha habido un boom de inversiones que no fuera seguido por una caída. Si la proporción de inversión respecto al PBI en China cayese a los niveles de Japón en la década de 1960 — no es una idea absurda, ya que China estaba a esos niveles hace diez años — el resultado sería catastrófico. El país asiático se enfrentaría a una depresión y a la madre de todas las crisis bancarias. Una reacción de dominó afectaría a los exportadores de mercancías y otras economías emergentes. El impacto deflacionario de exceso de capacidad se sentiría en todas partes, lo que podría poner en riesgo al sistema de comercio mundial. Otro estudio advirtió que “la próxima desaceleración en China tiene el potencial de trastornar el mercado mundial, tal como lo hizo la caída del mercado de hipotecas de alto riesgo y el fin del boom de vivienda en EE.UU.”.

21. Este análisis tiene una importancia especial para Australia. En cierto modo, el capitalismo australiano fue aislado del primer impacto de la crisis financiera mundial. Esto dio lugar a un resurgimiento de la “excepcionalidad australiana”. Se alegó que la sólida regulación de los bancos — un modelo para el resto del mundo — amortiguó el impacto de la crisis financiera. Pero es un hecho que éste fue determinado por la combinación de los procesos mundiales que caracterizan el capitalismo de Australia. No fueron las regulaciones las que protegieron a los bancos, sino el hecho de que en lugar de suministrar dinero a los mercados financieros de Estados Unidos, fueron tomando dinero prestado del extranjero para invertir en el mercado australiano de vivienda. Y la economía australiana, como una de las principales exportadoras a China, se benefició directamente del enorme paquete de estímulo del gobierno chino. Pero esta dependencia significa que un descenso significativo, por no hablar de una crisis, en la economía china repercutiría con una fuerza explosiva en Australia.

22. En nuestro análisis hemos dejado en claro que la crisis es la forma mediante la cual se está llevando a cabo una vasta reestructuración del capitalismo; una reestructuración que se basa en el empobrecimiento de la clase obrera. La clase dominante no puede vivir bajo el orden antiguo y la clase obrera no puede vivir bajo el orden económico, social y político que se está preparando. Es decir, se están creando las condiciones objetivas para la revolución social.

23. El proceso de reestructuración capitalista ya está en marcha. El rescate de los bancos ha llevado a un aumento sin precedentes de la deuda pública, que ahora debe ser pagada por la clase obrera. Desde el 2007, el déficit presupuestario del gobierno en los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico ha aumentado en un 7 por ciento del PBI y ahora ascienden a más de 8 por ciento. Una cantidad equivalente al 8 por ciento del PBI se añade a la deuda pública cada año. Al momento, la deuda total de los estados ya se ha incrementado en un 25 por ciento a más del 100 por ciento del PBI.

24. Las consecuencias de estas deudas masivas son deletreadas muy claramente por los portavoces de la burguesía financiera. George Magnus, el consejero de economía de alto rango en el banco de inversiones UBS, por ejemplo, escribe sobre “el dolor ocasionado por la restricción fiscal”. La crisis es tan grave que el temor de incumplimiento de la deuda soberana ha regresado a los países afluentes”. Esto es, tan grande es el crecimiento de la deuda que los gobiernos de los principales países capitalistas podrían quedar insolventes. Magnus no tiene ninguna duda acerca de quién debe pagar, insistiendo que frases como “que paguen los ricos” no resuelven el problema. En un informe sobre la reducción del endeudamiento mundial publicado la semana pasada, el Instituto McKinsey anticipa un clima sombrío de austeridad para el próximo decenio. Escribiendo sobre la situación en Gran Bretaña, Martin Wolf, comentarista económico del Financial Times, señaló que el Reino Unido era mucho más pobre de lo que pensaba y dijo que “la lucha por la distribución de las pérdidas va a ser brutal”. Las implicaciones políticas de esta lucha son ahora objeto de debate en los círculos gobernantes. En un artículo reciente sobre el crecimiento del estado y de la imperiosa necesidad de reducirlo, la columnista del Financial Times, Gillian Tett señaló: “Lo que es cada vez más claro es que los números duros no dicen toda la historia. Lo que será igualmente crucial en los próximos años no es la magnitud de la deuda, pero si los gobiernos tendrán la capacidad de implementar un plan racional para cortarla — y distribuir el dolor — sin desatar (como mejor escenario) la inestabilidad política, o (en el peor) una revolución en todo su sentido.”

25. La primera fase de la crisis económica ha pasado. Pero no hay retorno al statu quo ante. Más bien, por delante quedan nuevas conmociones económicas y, sobre todo, el estallido de la revolución social y los conflictos de clase y sociales. El último período de conflictos revolucionarios, a partir de 1968 hasta 1975, terminó cuando los líderes de la clase obrera en un país tras otro, como Australia, impidieron que el movimiento obrero se orientase hacia la lucha por el poder político. Por consiguiente, la burguesía fue capaz de estabilizar sus gobiernos y luego lanzar una ofensiva contra la clase obrera. Luego se llevó a cabo una amplia reestructuración de la economía mundial en un esfuerzo por resolver las contradicciones económicas que pusieron fin al “boom” de la posguerra. Ahora esa reestructuración ha llevado las contradicciones del sistema capitalista mundial a una nueva cumbre, planteando nuevamente a la clase obrera internacional la lucha por el poder político. En el momento actual surge la siguiente pregunta: ¿Cuál es la relación entre la clase obrera y las organizaciones que bloquearon la lucha por el poder en el último período de levantamientos revolucionarios? ¿Cuál ha sido el impacto de la globalización en la política del movimiento de los trabajadores?

26. Los últimos 25 años se definen a menudo como un período difícil desde el punto de vista del desarrollo del movimiento socialista. Pero tal caracterización se queda en el nivel de la apariencia inmediata. Ha habido grandes dificultades y problemas, de eso no hay duda. Pero es necesario profundizar más para revelar los procesos esenciales. De esta manera, se hace evidente que las dificultades eran la expresión inicial de procesos más profundos — la decadencia y desintegración de las viejas organizaciones que dominaron a la clase obrera a lo largo de todo el siglo XX. Es cierto que nuestro movimiento pudo haber gozado de mayor apoyo en el pasado, pero me atrevería a sugerir que el apoyo a nuestra tendencia entre los trabajadores más conscientes provenía de los que vieron nuestro partido como el componente más izquierdista dentro del movimiento de los trabajadores. Ese movimiento ya no existe y su colapso creó problemas. Sin embargo, en el análisis final, su decaimiento fue condición necesaria, aunque dolorosa, porque el movimiento los trabajadores de mayor edad, dominado por los reformistas y los aparatos estalinistas, era el medio por el cual la clase obrera estaba subordinada a la burguesía. Por lo tanto, nuestra tarea no es nada menos que la reconstrucción del movimiento socialista de la clase obrera. La desintegración de los aparatos más viejos es una condición necesaria para la realización de esta tarea.

27. Hemos tomado nota de que la victoria de los trotskistas sobre los oportunistas en el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) en los 1980 reflejaba un cambio en el equilibrio de fuerzas políticas. No se trataba simplemente que nuestros argumentos fueran correctos y los de ellos falsos. Eso por supuesto es absolutamente cierto. Sin embargo, la Carta Abierta de 1953 también fue absolutamente correcta y así como también los documentos de los trotskistas británicos en contra de la reunificación del SWP en 1963. Pero en esas luchas no fuimos capaces de derrotar a los oportunistas. La victoria de los trotskistas en la ruptura de 1985-86 y el fortalecimiento de nuestra tendencia en los siguientes 25 años es una expresión del cambio en la relación entre el CICI y la clase obrera. Inicialmente, este cambio en la relación se expresó en el colapso de las viejas organizaciones obrera y no se reflejó inmediatamente en un crecimiento de nuestro movimiento. Pero este período ha llegado a su fin y la fundación de nuestros partidos, en base a la clarificación de nuestra historia, programa y principios, señala el inicio de uno nuevo. No se trata simplemente de que hayamos sido capaces de formular con claridad nuestro programa y aclarar las cuestiones pendientes. El hecho de que somos capaces de hacer esto tiene en sí mismo un significado objetivo. El búho de la sabiduría vuela al anochecer, es decir, cuando un periodo termina y uno nuevo comienza.

28. El cambio en la relación de nuestro movimiento y la clase obrera es el resultado, en definitiva, de grandes cambios en la base económica de la sociedad durante el pasado cuarto de siglo. Las viejas organizaciones del movimiento obrero se basaron en un programa nacional reformista y, en la medida en que dicho programa era viable, fueron capaces de subordinar la clase obrera al orden capitalista. Pero la globalización de la producción ha hecho obsoleto este programa. Los sindicatos y los partidos socialdemócratas y laborales operan como agentes de la clase capitalista para la represión de la clase obrera. Comenzamos a profundizar nuestro análisis de este proceso a raíz del colapso de la Unión Soviética. Este evento planteaba la pregunta: ¿Si la burocracia del movimiento laboral más grande del mundo se ha desintegrado, ¿cuáles son las consecuencias para todas los demás? Nuestra evaluación produjo un clamor de indignación dentro de la llamada ”izquierda” de cómo el Partido Socialista por la Igualdad renunciaba a los sindicatos y qué crimen estaban cometiendo contra la clase obrera, el socialismo y todo lo que es sagrado, al negarse a llamar por un voto para el Partido Laborista australiano en las elecciones. Nuestro análisis ha sido completamente vindicado. Lenin dijo una vez que el valor de todas las crisis es que se despoja de las características superficiales de un fenómeno dado y revela sus características esenciales. La crisis en los EE.UU., por citar sólo un ejemplo, ciertamente ha puesto de manifiesto el carácter esencial del sindicato norteamericano United Auto Workers, cuando frena a la clase obrera y ocupa su lugar en el directorio de las empresas de automóviles.

29. Más importante, el último cuarto de siglo ha dejado en claro el papel fundamental de todas las tendencias pablistas y sus vástagos, y la importancia histórica de la fundación de la CICI en 1953 y su lucha implacable contra el oportunismo en el período siguiente. Todas las que en un momento fueron tendencias de “izquierda” están ahora tratando de organizar un reagrupamiento dentro del marco de la política oficial burguesa. En algunos casos, especialmente Brasil e Italia, ya lo han hecho. Esta perspectiva se explica más claramente en los documentos del XVI Congreso Mundial de los pablistas a celebrarse el próximo mes. Al mismo tiempo, el año pasado, la sección pablista en Francia, la LCR, se disolvió en el partido anti-capitalista, el NPA. Ahora bien, esta perspectiva está siendo desarrollada de manera más general.

30. Tan pronto como uno empieza a leer sus documentos queda impresionado por su descarada visión nacionalista. En el pasado había que descubrir la perspectiva esencialmente nacionalista de pablismo mediante la eliminación de una capa de frases aparentemente ortodoxa. Ahora lo proclaman abiertamente. En un documento titulado “Nuestras Internacional”, escriben: “uno puede construir organizaciones que pueden luchar por la revolución socialista sólo sentando raíces en el contexto nacional y en base a las mejores tradiciones de todas las corrientes del movimiento de los trabajadores en cada localidad.” Y en la siguiente frase: “También significa participar en, y aprender de las principales experiencias revolucionarias de este siglo: “Castrismo, maoísmo, sandinismo, populismo revolucionario, teología de la liberación, y otros.”

31. Ellos presentan su perspectiva para la reorganización y reconstrucción de un movimiento obrero anti-capitalista a través de la construcción de un amplio movimiento de partidos anti-capitalistas. Qué tan amplio es delineado tanto por el papel desempeñado por las diferentes secciones del movimiento pablista, como por las perspectivas presentadas en el documento principal del congreso. “El objetivo común, a través de caminos diferentes, es la construcción de un amplio movimiento de partidos anti-capitalistas. No es una cuestión de asumir las viejas fórmulas de reagrupamiento o corrientes revolucionarias solamente. El objetivo es reunir a fuerzas más allá de las exclusivamente revolucionarias”, afirma.

32. En el curso de este proceso, escriben, el tema de una nueva internacional será planteada, pero no será la Cuarta Internacional, que no tiene la legitimidad para presentarse como la nueva Internacional que se necesita. ¿Cómo se construirá esta internacional? “Actuamos y vamos a seguir actuando”, el documento explica, “de manera que no se plantee en términos de opciones ideológicas o históricas, que puedan dar lugar a divisiones y escisiones”. Entonces, ¿quién va a participar? Esta nueva Internacional deben reunir las corrientes de diversos orígenes: “Trotskistas de diferentes tipos, libertarios, sindicalistas revolucionarios, nacionalistas revolucionarios, reformistas de izquierda”. El documento insiste en que la Cuarta Internacional debe “desempeñar el papel de facilitador” de convergencias en la perspectiva de nuevas agrupaciones internacionales.

33. El significado político es muy claro. Como señala el documento pablista, a partir de 1992, es decir, tras el colapso de la Unión Soviética, se procedió con el tríptico “nuevo período, nuevo programa, nuevo partido”. El período pasado ha sido testigo de la decadencia, desintegración y colapso de todos los partidos y organizaciones en los que la burguesía se apoyaba directamente para impedir que la clase obrera tomase el camino de la lucha por el poder político. Nuevos mecanismos deben ser construidos y este es el programa de los pablistas. Cuando Cliff Slaughter era marxista, indicó que en el próximo período de luchas revolucionarias, la burguesía se basará directamente en las organizaciones revisionistas que habían roto con la Cuarta Internacional. Esa predicción está en juego hoy.

34. Los documentos presentados aquí para su aprobación son la base sobre la cual vamos a construir nuestro movimiento internacional, el CICI, como el partido mundial de la revolución socialista, creando, en palabras de Trotsky, "una sola organización proletaria internacional de acción revolucionaria, teniendo un solo centro y una sola orientación política mundial”. Estos documentos proporcionan la base para la construcción del Partido Socialista por la Igualdad en Australia y el establecimiento de nuevas secciones de nuestro movimiento internacional. Sientan las bases, el marco, el andamiaje para la construcción de nuestro movimiento en las luchas que están desarrollándose actualmente. Les presento el documento para su adopción por el congreso de fundación.

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