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Conferencia urgente sobre la crisis económica y las
guerras
La lucha por la alternativa socialista
Por Junta Editorial
24 Marzo 2010
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el autor
El World Socialist Web Site, el Partido Socialista por
la Igualdad y los Estudiantes Internacionales por la Igualdad
Social llevarán a cabo una urgente conferencia nacional
sobre la crisis social y la guerra. Dicha reunión tendrá
lugar del 17 al 18 de abril, 2010, en la ciudad de Ann Arbor,
estado de Michigan. Le instamos a todos nuestros lectores y partidarios
que hoy mismo se inscriban[http://www.socialequality.com/conference/registration]
y hagan planes para asistir.
Año y medio luego del comienzo de la crisis económica
mundial, todas las esperanzas de encontrar una restauración
pacífica del equilibrio capitalista se han estrellado contra
la pared.
Una pequeña capa social de la población domina
la economía mundial y todas las instituciones políticas
oficiales; capa empeñada en resolver la crisis con un objetivo:
proteger sus intereses. Las medidas que la clase capitalista ha
puesto en práctica, sin embargo, sólo han alentado
la crisis y al mismo tiempo intensifican los antagonismos entre
las clases sociales en todos los países.
Los mercados mundiales son un desaliño debido a las
enormes deudas que las naciones han acumulado para rescatar a
sus sistemas económicos. Grecia, España y Portugal
ahora planean presupuestos basados en la austeridad, cuyo objetivo
es echar la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora.
Pero estas naciones no se quedan atrás; también
galopan otras con sus propias crisis crediticias: Francia, Inglaterra
y, la más importante, Estados Unidos.
Ante la decadencia económica a largo plazo de Estados
Unidos, la clase empresarial y bancaria de ese país ha
determinado que sólo puede mantener su posición
con una drástica reducción de los niveles de vida
de la clase obrera norteamericana e internacional; la represión;
y desatando la agresión militarista a niveles no vista
desde la Segunda Guerra Mundial.
El año pasado ha dejado atolondrados a millones de personas
en Estados Unidos y a nivel e internacional que se habían
esperanzado con la elección de Barack Obama para ponerle
fin a la política del odiado gobierno de Bush. Pero Obama,
con un cinismo desenfrenado, ha seguido una política sumamente
derechista: ha rescatado a los bancos; emprendido nuevas guerras;
y a lanzado ataques contra la educación pública,
la atención médica y el programa de Seguridad Social.
Amplios sectores de la clase trabajadora comienzan a darse
cuenta de que lo que les espera no es un declive económico
pasajero o la política de un individuo o partido, sino
el fracaso total del sistema capitalista. La clase trabajadora
tiene que imponer su propia solución a la crisis, pero
sólo puede hacerlo si revitaliza el movimiento socialista
internacional dedicado a transformar la economía mundial
para satisfacer las necesidades sociales, no las ganancias privadas
de las empresas y los bancos.
La lucha por la alternativa socialista
No sólo son las condiciones de vida grave en lo extremo
para la mayoría de la población de Estados Unidos,
sino que van empeorando. Unas 15 millones de personaso sea,
casi el 10% de la población trabajadoraahora se encuentra
oficialmente en las filas de los desempleados. Más de 4.2
millones de empleos fueron eliminados durante el año pasado.
La verdadera tasa de desempleo, que no incluye a los que se han
dado por vencido en encontrar trabajo y a los que involuntariamente
trabajan solo jornadas parciales, es casi el doble de los niveles
oficiales anunciados por el gobierno federal.
En algunas regiones, el desempleo ha alcanzado niveles de depresión.
En la ciudad de Detroit, estado de Michigan, donde en otra época
el ingreso medio era entre los más altos de la nación,
más de la mitad de la población trabajadora ha quedado
desempleada. Seis millones de personas en el país no reciben
ingreso alguno; sólo subsisten porque se les ha suministrado
estampillas de comida.
A través de todo el país, estados y ciudades
enteras van declarándose en quiebra, escuelas y fábricas
cierran sus puertas, y el precio de las matrículas universitarias
sigue subiendo. Los salarios y los servicios sociales están
siendo eliminados a una velocidad inaudita. A pesar de un rescate
valorado en varios trillones de dólares para proteger a
la élite financiera, los bancos ahora le niegan préstamos
a individuos y a pequeñas empresas.
El valor neto de la vivienda estadounidense declinó
en un 13% durante la última década, lo que representa
la peor caída desde la Segunda Guerra Mundial. El "sueño
norteamericano"--de uno llegar a ser dueño de su propia
casase está convirtiendo en una pesadilla. Casi tres
millones de ejecuciones hipotecarias tomaron lugar en 2009, y
millones de familias adicionales serán despojadas de sus
hogares en el 2010.
La crisis económica ha sido explotada para aumentar
la desigualdad social y garantizarle una riqueza aún mayor
a los sectores más adinerados. Gracias tanto a la política
de Bush como a la de Obama, las empresas principales de Wall
Street le ofrecieron a sus jefes ejecutivos más de
$145.000.000.000 (billones) en bonos que han batido el récord.
Las guerras
A medida que países capitalistas buscan la manera de
obligar a sus competidores a convertirse en mulos de carga, la
crisis económica acelera el colapso del sistema de estados-naciones.
La explosión violenta del imperialismo estadounidense durante
la última década, inclusive la proclamación
de la doctrina de la guerra preventiva, sigue su curso. Constituye
el factor más desestabilizador de la política mundial.
Estados Unidos se acerca al décimo aniversario de la
llamada "guerra contra el terrorismo". La interminable
serie de guerras, cuyo objetivo ha sido establecer la hegemonía
de Estados Unidos sobre el Oriente Medio y Asia Central. Estas
guerras han sido un desastre para los pueblos que las bombas estadounidenses
han convertido en blancos. Más de un millón de iraquíes
y afganos han perecido junto con miles de tropas norteamericanas
y de coalición.
La ocupación de Irak sigue bajo el gobierno de Obama.
La guerra en Afganistán, exacerbada por el despliegue de
decenas de miles de tropas adicionales, ahora entra en su fase
más sangrienta. Durante el año pasado, los ataques
de Estados Unidos contra Pakistán con cohetes teledirigidos
y aviones no tripulados (bajo control remoto) han aumentado precipitadamente
durante todo el año pasado.
Y ahora Yemen se une a la lista de países que han de
ser bombardeados o invadidos. Estados Unidos amenaza con toda
una nueva serie de sanciones contra Irán, lo que recuerda
una similitud espeluznante al período justamente antes
a la guerra contra Irak. El Año Nuevo comenzó con
la intensificación de las tensiones entre Estados Unidos
y China, inclusive con amenazas debido a las revaloraciones monetarias,
las restricciones comerciales y el aumento de la ayuda militar
que Estados Unidos le ofrece a Taiwán.
La economía mundial no puede equilibrarse de nuevo por
medio de la vía pacífica bajo las restricciones
que impone el sistema de estados-naciones. Sin un movimiento socialista
de la clase trabajadora internacional, el mundo inexorablemente
se dirige hacia una nueva guerra mundial. Las consecuencias para
la humanidad son catastróficas.
El gobierno de Obama
El pueblo de Estados Unidos ha atravesado por unas experiencias
amargas con el gobierno de Obama. Éste fue elegido como
candidato de la "esperanza" y el "cambio",
pero resultó un impostor; se ha revelado a sí mismo
como defensor comprometido de los intereses de la élite
bancaria. El enorme rescate de los bancos tiene su precio: la
austeridad fiscal y las reducciones presupuestales para frenar
la triplicación del déficit de Estados Unido. Obama
ha establecido un comité para estudiar este déficit
cuyo propósito principal será atacar los programas
de Medicare [programa federal de asistencia médica a personas
mayores de 65 años], Medicaid [programa estatal de asistencia
médica a personas de bajos recursos], y del Seguro Social.
La "reforma" del sistema de la atención a la
salud que Obama ofreció ha comprobado ser una cínica
intriga para reducir los programas del gobierno y los beneficios
de salud para millones de estadounidenses.
Ante la peor crisis social desde la Gran Depresión,
Obama no ha ofrecido nada para aliviar la situación desesperante
del pueblo trabajador. Las medidas del gobierno para "estimular"
la economíaque principalmente consisten en reducir
las rentas internas de las empresasse arraigan en rechazar
el primer paso necesario para resolver la crisis del desempleo:
un programa federal de empleo. Obama ha rehusado rescatar a los
estados, a los cuales ha obligado a reducir catastróficamente
los gastos para la educación y otros servicios sociales.
Obama fue elegido en gran parte debido a la hostilidad popular
contra la guerra, pero en realidad este presidente ha aumentado
la cantidad de tropas estadounidenses en el extranjero. Los mismos
generales y funcionarios importantes que dirigían las guerras
de Bush todavía permanecen en sus puestos.
Pero el apoyo popular a Obama se ha desinflado a velocidad
asombrosa. Un año luego de su inauguración, los
Demócratas perdieron un encaño clave en el Senado
al sufrir un revés en el estado de Massachusetts, que por
largo tiempo habían controlado. La derrota se debió
principalmente a un colapso en el voto Demócrata, a pesar
de las súplicas del presidente mismo.
¿Cuál ha sido la reacción del gobierno
a la erosión del apoyo popular? Virarse de manera aún
más decisiva hacia la derecha y rogarle a los Republicanos
que se unan a él para lanzar un ataque bipartito contra
los intereses de la vasta mayoría de la población.
Obama ha laborado implacablemente para rehabilitar a un partido
que el electorado repudió hace poco más de un año.
Un programa socialista para la clase trabajadora
Es inevitable que se forme una oposición contra las
condiciones que millones de personas han sido obligadas a sufrir.
Hay un enorme abismo creciente entre la clase trabajadora y las
instituciones en existencia. Éste abarca a los sindicatos
obreros, que se han transformado en apéndices de las empresas
y del gobierno para lanzar al pueblo trabajador a la pobreza.
El Partido Socialista por la Igualdad apoya todo esfuerzo en
dirección a nuevas formas independientes de luchas populares.
No obstante, la cuestión decisiva es el establecimiento
de un movimiento político independiente de la clase trabajadora.
Las luchas de los trabajadores sólo pueden aniquilar la
causa fundamental de la crisisel capitalismosi se
basa en un programa socialista.
Los componentes principales de este programa incluyen:
1. La unidad internacional de la clase trabajadora.
El alcance internacional de la crisis pone en relieve la unidad
objetiva de los intereses de los trabajadores de todo el mundo.
La integración global de la economía mundial ofrece
las bases de un enorme desarrollo de las condiciones de vida de
la humanidad. Sin embargo, dentro de las restricciones del capitalismo,
esta economía sólo resulta en ataques contra los
trabajadores por doquier y en conflictos crecientes causados por
la rivalidad entre las naciones-estados. Para luchar contra esta
agresión, los trabajadores deben rechazar todo nacionalismo
y chauvinismo y unificarse en base de una lucha común contra
el capitalismo mundial.
2. La independencia política de la clase trabajadora.
El gobierno de Obama ha dejado bien claro que la clase trabajadora
no puede defender sus intereses si se queda atrapada dentro de
los límites de un sistema político dominado por
los partidos de las grandes empresas y los bancos. El pueblo trabajador
tiene que romper con el Partido Demócrata y el sistema
bipartito y establecer su propio partido de masas para luchar
por un gobierno de los trabajadores.
3. Por un programa urgente de obras públicas. Hay
que rechazar con desprecio las aseveraciones de que no hay dinero
para empleos, la educación, la atención médica
y otros servicios sociales mientras a los bancos y a las fuerzas
militares se les regala trillones de dólares. Un programa
urgente de obras públicas es necesario para ofrecerle a
toda persona capaz de trabajar buenos empleos con buenos salarios.
Se debe usar millones de dólares para reconstruir las escuelas,
asegurar la vivienda a precios razonables y resucitar la infraestructura
básica social. Se debe repartir trillones de dólares
para garantizar la educación escolar gratis y de buena
calidad desde el kindergarten hasta las carreras universitarias,
y para ofrecer a todo el pueblo una atención médica
de primera y un buen plan de pensiones a los jubilados.
4. La nacionalización de los bancos y las empresas
principales. El obstáculo principal a toda solución
racional e igualitaria a la crisis es el control estrangulador
que la clase empresarial y bancaria ejerce sobre la economía.
Todos los bancos y empresas principales deben ser transformadas
en entidades públicas controladas democráticamente
por el pueblo.
5. La redistribución de la riqueza. Las necesidades
de una sociedad de masas no pueden satisfacerse dentro del marco
de un sistema económico en que toda decisión se
basa en un dilema fundamental: ¿Qué impacto tendrá
esta satisfacción sobre los bolsillos de los ricos? La
solución a la crisis en base de los intereses de la clase
trabajadora requiere la expropiación de los bienes de los
riquísimos y la utilización de esos recursos para
satisfacer las urgentes necesidades que se presentan en Estados
Unidos y a nivel internacional.
6. Ponerle fin al militarismo y a las guerras. Las guerras
imperialistas son la expresión externa de los intereses
de la clase dirigente empresarial y bancaria. Es imposible que
los trabajadores estadounidenses defiendan sus propios intereses
sin sublevarse en defensa de los pueblos trabajadores que las
fuerzas militares de Estados Unidos han convertido en blancos.
Todas las tropas estadounidenses deben ser retiradas de Irak,
Afganistán, Pakistán y de todos los lugares donde
se estacionan. La maquinaria de guerra de Estados Unidos se debe
desmantelar, e indemnizaciones completas deben pagarse a las sociedades
devastadas por las bombas norteamericanas.
7. La defensa de los derechos democráticos. La
democracia es incompatible con los enormes niveles de desigualdad
social interna y las guerras imperialistas en el extranjero. Para
llevar a cabo su política impopular, la clase gobernante
de Estados Unidos recurrirá a la represión abierta
cada vez más. Solo la acción independiente de la
clase trabajadora puede ponerle fin a la tortura, a los secuestros,
a los asesinatos y arrestos indefinidos, al levantamiento de estructuras
policíacas del estado y a la expansión del espionaje
interno. La defensa de los derechos democráticos requiere
la expansión de la democracia con tal de incluir el control
popular de las enormes fuerzas económicas que determinan
las vidas de millones.
La crisis a la cual los trabajadores se enfrentan internacionalmente
sólo puede resolverse por medio de una transformación
radical de la sociedad mundial y el establecimiento de una economía
organizada en base de la razón y la democracia.
El socialismo surge de la necesidad objetiva y corresponde
a los intereses sociales de la clase trabajadora. Pero el éxito
de la revolución socialista requiere el establecimiento
de una dirigencia política. Sin un movimiento internacional
político unido de la clase trabajadora, todas las luchas
por separado quedarán aisladas y eventualmente sufrirán
la derrota.
El Partido Socialista por la Igualdad es el partido de vanguardia
para el reestablecimiento del movimiento socialista internacional
de la clase trabajadora.
A todos nuestros lectores que buscan como luchar, que la crisis
económica y la experiencia del gobierno de Obama han obligado
a llegar a ciertas conclusiones y quienes comprenden que es necesario
unificar a la clase trabajadora en base de un programa socialista,
le decimos: ¡asistan a la urgente conferencia en abril,
desarrollen y únanse al Partido Socialista por la Igualdad,
y luchen por el socialismo!
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