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Dos millones de trabajadores griegos en huelga contra medidas
de austeridad
Por nuestros reporteros en Atenas
2 Marzo 2010
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Dos millones de trabajadores griegos participaron en una huelga
general el miércoles 24 de febrero. Los eventos masivos
fueron convocados en respuesta a las medidas de austeridad impuestas
por el Movimiento Socialista Panhelénico del gobierno del
primer ministro, George Papandreou.
Elegido en octubre pasado, sobre la base de llamamientos populistas
para calmar la ira de la clase trabajadora contra las políticas
del anterior gobierno conservador, Papandreu cedió rápidamente
ante las demandas de la Unión Europea y los bancos internacionales
de imponer drásticos recortes en puestos de trabajo, salarios
y programas sociales, con el fin de evitar un incumplimiento de
pago en la creciente deuda pública del país.
La huelga refleja la abrumadora oposición popular al
programa de austeridad, que está siendo duramente criticado
por la Comisión Europea y los intereses financieros porque
las medidas no son lo suficientemente severas.
La gran movilización del pueblo griego prácticamente
paralizó al país.
Todos los vuelos desde y hacia Grecia con excepción
de los vuelos de emergencia fueron cancelados, cuando se
unieron a la huelga los controladores de tráfico aéreo,
lo que obligó el cierre del principal del aeropuerto del
país, el Aeropuerto Internacional de Atenas. El transporte
público quedó severamente limitado. El metro de
Atenas y servicios de autobús circularon sólo para
permitir a los huelguistas llegar a las manifestaciones en el
centro de la ciudad. Los trenes y los servicios de transbordadores
estuvieron virtualmente paralizados.
Cerraron escuelas y hospitales públicos, oficinas fiscales,
tribunales, oficinas y servicios gubernamentales. También
cerraron los principales lugares turísticos arqueológicos,
como la Acrópolis de Atenas.
La huelga fue acatada por los medios de difusión. Periodistas
miembros del Sindicato Nacional de Periodistas realizaron
un paro de 24 horas. Como resultado de esta acción, no
hubo informes de la huelga en la televisión nacional y
no se imprimirán periódicos el día siguiente.
La huelga tomó lugar dentro del marco de una creciente
resistencia de la clase trabajadora en toda Europa contra las
medidas de austeridad que los gobiernos quieren imponer en el
continente independientemente de si estos son socialdemócratas
o conservadores.
El día anterior, decenas de miles de trabajadores se
fueron a la huelga en toda España en protesta contra las
medidas del gobierno de recortar los beneficios de jubilación,
incluyendo el cambio de la edad legal de jubilación de
65 a 67. El gobierno del Partido Socialista de José Zapatero
también está tratando de introducir leyes que disminuirían
los derechos laborales de los trabajadores. Una encuesta reciente
en el periódico El País encontró que
el 84 por ciento estaban en contra de las reformas laborales del
gobierno.
Durante los últimos días también se realizaron
manifestaciones y huelgas en Portugal, Alemania, Francia e Italia.
El lunes, los pilotos de la aerolínea alemana Lufthansa
iniciaron una huelga de cuatro días en oposición
a los ataques a sus puestos y condiciones de trabajo, pero esta
abortó cuando intervino el sindicato.
Por su lado, los controladores aéreos franceses iniciaron
su propia huelga de cuatro días el martes para oponerse
a la racionalización del sistema de control aéreo
europeo. Los pilotos de Air France anunciaron irse a la huelga
el sábado en protesta contra medidas de racionalización
y pérdidas de empleo, mientras que en el Reino Unido, 12
mil personas de la tripulación de cabina de British Airways
votó cuatro a uno a favor de la huelga contra la pérdida
de empleos y otras medidas asociadas con la reestructuración.
En Checoslovaquia, los trabajadores del servicio de trenes
y autobuses anunciaron un paro de cinco horas el 1 de marzo en
oposición a los planes para eliminar beneficios, tales
como tarifas más baratas. En Portugal, los trabajadores
del sector público anunciaron irse a la huelga el 4 de
marzo contra la decisión del gobierno de congelar los salarios
y atacar los derechos de pensión.
Las masivas movilizaciones de ayer fueron la primera huelga
general desde la aplastante victoria electoral del gobierno del
Movimiento Socialista Panhelénico. Fueron llamadas por
las dos principales federaciones sindicales, La Confederación
General de Trabajadores de Grecia (CGTG) y la Confederación
de Empleados Públicos (CEP), que abarcan los sectores público
y privado, respectivamente. Juntas, las dos federaciones representan
aproximadamente la mitad de los cinco millones de trabajadores
griegos.
Si bien los trabajadores expresaron su oposición militante
a todos los intentos de hacerles pagar por la quiebra del estado
griego, los dirigentes sindicales indicaron que estaban dispuestos
a entablar conversaciones con Papandreu. Dejando en claro que
el objetivo de los sindicatos es presionar al gobierno para que
sólo haga cambios en lugar de repudiar el paquete, Giannis
Panagopoulos, jefe de CGTG, dijo a la prensa, Exigimos una
distribución equitativa de la carga de las políticas
de reducción del déficit.
Por su lado, Spyros Papaspyros, presidente de la CEP, dijo,
Nos reuniremos en las próximo dos semanas para decidir
nuestras acciones futuras.
El 16 de febrero, los ministros de finanzas de la Unión
Europea acordaron lo que viene a ser de-facto la suspensión
de los derechos de la población griega y poner el presupuesto
del país bajo el escrutinio de la UE. Esto a pesar de la
insistencia del gobierno de su intención de satisfacer
las demandas para reducir el déficit público del
12,7 por ciento del producto interno bruto a 3 por ciento en 2012,
a fin de cumplir con las regulaciones de la UE.
Papandreou se ha comprometido a garantizar que el déficit
se reduzca a 8,7 por ciento este año. Los recortes son
parte de una reducción de 2.5 millones de euros en el gasto
público, e incluye una congelación salarial en el
sector público, un corte de 20 por ciento de los bonos
de todos los empleados públicos, y un aumento de dos años
en el promedio de la edad de jubilación.
Otras medidas que se introducirán en breve incluyen
un aumento al actual 19 por ciento en impuesto al valor añadido
actual y un alza de los impuestos en los combustibles, alcohol
y tabaco. La UE también ha pedido que Atenas elimine uno
de los dos meses adicionales de salario que los trabajadores del
sector público reciben por encima de su sueldo normal de
12 meses.
En la víspera de la huelga, los mercados financieros
intensificaron su presión sobre el gobierno del Movimiento
Socialista Panhelénico para que tome medidas aún
más drásticas. La agencia calificadora, Fitch, rebajó
la calificación crediticia de los cuatro principales bancos
en Grecia, una medida que hará más difícil
para que el gobierno obtenga préstamos de bancos e inversionistas
internacionales y evitar el incumplimiento en el pago a su deuda.
Dos marchas de protesta se celebraron en la capital
una por el Frente Amplio de Trabajadores Militantes (FATM), afiliado
al Partido Comunista estalinista de Grecia (PCG), y la otro por
la federaciones CGTP y CEP y sus sindicatos afiliados.
Aproximadamente 40.000 trabajadores y jóvenes participaron
en las manifestaciones, con muchos trabajadores llevando carteles
hechos a mano y gritando consignas, como La crisis debe
pagarla la plutocracia, y Trabajo permanentes y estables
para todos.
Entre otras consignas estaban, ¿Dónde está
el dinero? y Billones de euros para el capitalismo,
pero nada para los trabajadores ¡Despertad!
Las banderas decían, Saquen las manos de nuestros
beneficios, El pueblo es más importantes que
los mercados y los bancos y ¡Basta Ya!
Cerca de la plaza Sintagma, un grupo de manifestantes fue atacado
por la policía antidisturbios con gas pimienta y gas lacrimógeno.
La policía alegó que la acción era para evitar
que algunos de los manifestantes entraran en la Universidad de
Atenas. La policía golpeó brutalmente a los manifestantes
con sus porras y realizó varios arrestos.
En Salónica, la segunda ciudad más grande de
Grecia, la policía informó que unas 7.000 personas
se reunieron para protestar. También se celebraron manifestaciones
en otras ciudades y pueblos.
Sin embargo, aún cuando las protestas estaban teniendo
lugar, el gobierno indicó que anunciaría nuevas
medidas de austeridad la próxima semana. El anuncio se
hizo después de una visita el martes por funcionarios de
la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario
Internacional. Anteriormente, el economista jefe del FMI, Olivier
Blanchard, advirtió que los países muy endeudados,
como Grecia se enfrentan a un período de ajuste presupuestario
extremadamente doloroso que podría durar hasta
20 años y que requiere de sacrificios.
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