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Perspectiva Política
Grecia: La seudo-izquierda y los sindicatos
Por Ulrich Rippert
27 Marzo 2010
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Grecia es actualmente un punto central de la crisis política
y económica internacional. Es donde la élite financiera
europea e internacional está probando sus métodos
para imponer ataques sin precedentes contra la clase trabajadora
no sólo en Grecia, sino en todo el mundo.
Los trabajadores y los jóvenes en Grecia han comenzado
a luchar contra las medidas de austeridad dirigidas a reducir
los beneficios sociales, que fueron logrados a través de
décadas de lucha, y los estándares de vida de la
clase trabajadora. Esto está forzando a todas las tendencias
políticas a revelar las fuerzas sociales que ellas objetivamente
representan.
Los eventos en Grecia sacan a la luz los temas políticos
que tienen significancia más allá de Atenas y Tesalónica.
Las acciones y programas, en particular, de los grupos políticos
pequeñoburgueses que se presentan a sí mismos como
"izquierdistas" revelan su rol crítico al prestar
su ayuda para bloquear un movimiento independiente de la clase
trabajadora y, por lo tanto, preservando el orden burgués.
¿Qué es lo que caracteriza la actual situación
política en Grecia?
El gobierno socialdemócrata PASOK está actuando
en nombre del capital financiero internacional al imponer recortes
draconianos para hacer que la clase trabajadora pague por la bancarrota
del estado, como el resultado de su rescate financiero de los
bancos, y por la crisis global del sistema capitalista.
PASOK, a su vez, cuenta con los sindicatos, con los cuales
ha tenido una larga asociación, para que dividan, disipen
y exhausten la resistencia de los trabajadores, limitándola
a infructuosas protestas. Mientras que los líderes sindicales
critican los recortes económicos en mítines de protestas,
ellos apoyan al gobierno y dedican sus esfuerzos en estabilizar
al sistema capitalista. Esto significa, en práctica, crear
las condiciones para que PASOK imponga los recortes exigidos por
los bancos.
En condiciones en las que la traición de los sindicatos
es cada vez más aparente y confrontan cada vez más
críticas por parte de los trabajadores, la burocracia sindical,
a su vez, cuenta con los grupos seudo-izquierditas. Su rol es
prevenir una rebelión de los trabajadores contra la camisa
de fuerza organizacional y política del aparato sindical.
Organizaciones políticas como SYRIZA, que se llama a
sí misma "Coalición de la Izquierda Radical",
y Antarsya, que fue establecida la primavera pasada como una "Cooperación
de la Izquierda Anti-Capitalista para la Revolución",
insisten que ninguna lucha contra las medidas de austeridad es
posible o legítima a menos de que sea encabezada por los
sindicatos.
Ellos ignoran el hecho de que los liderazgos de las dos principales
federaciones sindicales, GSEE en el sector privado y ADEDY en
el sector público, están compuestas en gran parte
de miembros de PASOK y de que ambas organizaciones están
aliadas al mismo partido que está llevando a cabo los ataques
contra la clase trabajadora.
La demanda central de SYRIZA y Antarsya radica en la "unidad
de la izquierda" para el apoyo de la acción sindical
de GSEE y ADEDY. Este programa de "unidad" detrás
de los sindicatos es una traición a los intereses de la
clase trabajadora. Su propósito es mantener la autoridad
de las organizaciones derechistas que están trabajando
para la derrota de los trabajadores.
La verdadera unidad de la clase trabajadora puede ser establecida
bajo la base de una rebelión en contra de los sindicatos
y el establecimiento de nuevos y democráticos órganos
de lucha basados en una perspectiva socialista, en la lucha para
movilizar al pueblo trabajador para derribar al gobierno de PASOK
y así reemplazarlo por un gobierno de los trabajadores.
No hay nada accidental sobre la orientación de estos
falsos "izquierdistas". No surge de los impulsos de
líderes individuales. La alineación de organizaciones
pequeño burguesas ex izquierdistas con los aparatos de
los sindicatos es un fenómeno político universal.
Puede ser visto en cada continente y en cada país: los
ex radicales en los EE.UU., el nuevo Partido Anti-Capitalista
en Francia, el Partido de la Izquierda en Alemania, el Partido
Socialista de los Trabajadores en Gran Bretaña, Refundación
Comunista en Italia, etc., etc.
Dondequiera que sea, estos grupos argumentan que los sindicatos,
los cuales han cooperado abiertamente por décadas con los
empleadores y sus respectivos gobiernos, y, como el resultado
de sus traiciones, han perdido a muchos de sus miembros, son los
legítimos representantes de la clase obrera.
Esto no es el resultado de un malentendido político.
La identificación de los ex izquierdistas con la burocracia
sindical y su ascenso personal hacia los escalones más
altos del aparato sindical representa un importante mecanismo
para la integración de estas fuerzas hacia el marco de
las políticas burguesas.
Ellos justifican el apoyo por los partidos social demócratas
arguyendo que ellos tienen vínculos cercanos con los sindicatos.
En cambio, si ellos promueven el establecimiento de nuevos partidos,
ellos valoran su éxito si es que han ganado el apoyo de
una sección importante de la burocracia sindical.
Muchas de estas fuerzas fueron integradas profundamente dentro
del estado benefactor (con sus programas sociales), el cual en
décadas pasadas permitió a un completo estrato alrededor
de la burocracia sindical a disfrutar una vida completamente placentera
y privilegiada. Ellos consideraban al estado benefactor como una
fuerza del orden, y eran visceralmente hostiles hacia cualquier
movimiento independiente de la clase trabajadora.
Hoy, ellos se sienten amenazados por las consecuencias políticas
y sociales de la crisis económicasobretodo, por la
intensificación de la lucha de clasesy se aferran
a los sindicatos aún más firmemente. Esencialmente,
estos grupos políticos son un componente de estratos pequeños
burgueses a los cuales la actual crisis está empujando
hacia la derecha y que ven a los sindicatos como un bastión
contra la revolución social.
Esto es lo que yace detrás del apresurado movimiento
hacia la derecha de organizaciones como SYRIZA y Antarsya en Grecia
y a sus contrapartes en otros países.
No es coincidencia que el actual presidente del Partido de
la Izquierda en Alemania y líder de la izquierda europea
en el parlamento de la UE, Lothar Bisky, declarase pocos dias
antes de la huelga general de un día, "La población
general tiene que participar con la reducción de deuda,
pero con moderación".
Esto no deja nada a la imaginación. En la conferencia
de SYRIZA en Atenas al final de Febrero, Bisky habló por
ambas organizaciones cuando él enfatizó su cooperación
cercana.
Bisky confirma lo que el Comité Internacional de la
Cuarta Internacional expresó en su declaración del
17 de marzo sobre la crisis de la deuda en Europa: una exitosa
lucha contra las medidas de austeridad en Grecia y en cada país
requiere una ruptura radical con los sindicatos y sus defensores
entre los ex izquierdistas.
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