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Una mentira desenmascarada
Por Jerry White
22 Julio 2010
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el autor
Este artículo apareció en nuestro sitio en
su inglés original el 20 de julio, 2010.
Cuatro meses luego del Congreso de Estados Unidos adoptar como
ley la legislación que Obama había propuesto en
cuanto al seguro médicoelogiada por todos los ámbitos
liberales del país como la reforma social más progresista
desde la década de los 1960las insinuaciones reaccionarias
de la medida comienzan a mostrar su verdadera cara.
La piedra angular del plan, según sostenía la
Casa Blanca, era la extensión de cobertura a las decenas
de millones de estadounidenses sin seguro y controlar los costos
que le imposibilitaban a los ciudadanos comunes pagar por la atención
médica y el cuido de su salud. El presidente sostuvo que
la reducción de los costos y la puesta en práctica
de nuevas eficiencias no afectarían la calidad
de los servicios médicos. Además, los que ya estaban
asegurados podrían quedarse con sus doctores y los planes
médicos que ya tenían.
Como explicara anteriormente el World Socialist Web Site,
estas aseveraciones eran falsas. El verdadero propósito
de la legislación era reducir los costos de la atención
médica y el cuido de la salud que las empresas y el gobierno
de Estados Unidos cubrían. Los ahorros se obtendrían
al reducir la cobertura y el racionamiento de la atención
médica para millones de norteamericanos.
La clase gobernante consideró que la llamada reforma
de Obama le presentaba a las empresas la oportunidad de eliminar
los planes de seguro médico por los cuales pagaban, o por
lo menos restringir la capacidad de los trabajadores para escoger
sus tratamientos, médicos y hospitales.
El resultado, advirtió el WSWS, sería el establecimiento
de un sistema clasista por medio del cual a los trabajadores se
les ofrecería servicios médicos inferiores mientras
los ricos continuaban gozando de los mejores tratamientos médicos
que el dinero pudiera comprar.
Informes de prensa recientes han confirmado esta advertencia.
Una pieza del NewYork Times publicada el 18 de julio
bajo el título, Compañías de seguro
empujan planes que limitan la capacidad para escoger médicos,
reporta lo siguiente: A medida que el gobierno de Obama
comienza a poner en práctica la nueva ley nacional que
rige la atención básica a la salud, las empresas
de seguros mayores del país están promoviendo planes
de bajo costo basados en primas reducidas que obliga a sus participantes
una selección de médicos y hospitales mucho más
limitada que antes.
El artículo hace notar que las gigantes empresas de
seguros, tales como Aetna, Cigna, UnitedHealth Group y
WellPoint, ya han ofrecido sus propios planes basados en
redes restringidas a las empresas pequeñas
en Nueva York, San Diego, y Chicago. Añade que para
los negocios de todo tamaño estos planes representan un
polo de atracción para reducir sus costos.
Lo que el cambio significa, según el Times,
es que a los ciudadanos del país se les pedirá
que paguen precios más caros por el privilegio de escoger
o quedarse con sus propios médicos si éstos no están
en las listas de las nuevas redes. Esto podría caerle de
sorpresa a todos aquellos que recuerdan las veces que Obama y
otros funcionarios le aseguraron al pueblo que los consumidores
retendrían una variedad de alternativas en cuanto a la
atención médica.
Por ejemplo, en Nueva York, la restringida red
de su plan provee acceso a solamente la mitad de los médicos
y a dos tercios de los hospitales que su cobertura tradicional
ofrece. Por otra parte, en San Diego, 80,000 empleados del sistema
escolar público cubiertos por UnitedHealth han sido
puestos en un plan de diferentes niveles por medio del cual lo
que tienen que pagar de sus propios bolsillos depende de la calidad
y precio de los médicos que escojan.
De esa manera las empresas van a ahorrarse el 15%.
La capacidad para pagar es el problema más apremiante,
le declaró al periódico el Dr. Sam Ho, funcionario
médico principal de los planes de seguro médico
de UnitedHealth. El objetivo principal de la reforma
de Obama en cuanto a la atención médica de la fue,
desde un principio, reducir los costos en vez de mejorar la cobertura.
Este es un hecho del cual el New York Times y el resto de los
ámbitos liberales estaban muy conscientes y el cual muy
aplicadamente escondieron del público. Como señala
el artículo, los ejecutivos de Cigna ya sondeaban la opinión
de sus directores ejecutivos principales en cuanto a planes super
baratos mientras se preparaba el proyecto de ley.
Lo que esto logra es eliminar a los médicos tipo
Gucci', le declaró al periódico Peter
Skoda, supervisor de Haro Bicycle Corporation en la ciudad
de Vista en California. El Times nota con orgullo: Ante
la posibilidad de un aumento de 35% en sus pagos de seguro médico,
Haro cambió a un plan ofrecido por Aetna que le previene
a sus empleados consultar con médicos que trabajan para
dos grupos afiliados con el sistema de Scripps Howard en
San Diego. Si los empleados consultan con uno de los médicos
excluidos, son responsables por pagar toda la factura.
El Times nota que la última vez que cuando las
empresas y las compañías de seguro trataron de limitar
el acceso a los especialistas y hospitalescon el establecimiento
en la década de los 1990 de las Health Management Organizations
(Organizaciones para la Atención de la Salud), mejor
conocidas por sus siglas en inglés, HMOsprovocaron
la enorme reacción violenta del público. De ello
la razón por la cual Obama, con la ayuda del New York
Times y otros medios de prensa, trató de esconder del
pueblo el verdadero contenido de la reforma del cuido
de la salud.
Bajo las disposiciones del plan, las empresas no están
bajo ninguna obligación de ofrecer seguro médico,
para no decir mantener los niveles de cobertura en existencia.
Al contrario; la empresas que se queden con planes de seguro médico
que el gobierno considere muy costosos sufrirán un impuesto
punitivo. Además, a las empresas se les impondrá
una pequeña multamuy por debajo del costo de las
primas que seguirían pagandosi eliminan a empleados
de sus coberturas de seguro médico.
En el estado de Massachusettsdonde el gobierno promulgó
una revisión del sistema para la atención médicacientos
de empresas han optado por eliminar la cobertura que ofrecían
y obligar a sus trabajadores a integrarse al programa de la salud
subvencionado por el estado. De acuerdo a un artículo reciente
del Boston Globe, bajo condiciones de costos más
caros y la continua recesión de la economía, las
empresas dicen que ahora es mucho más barato pagar las
multas impuestas por el estadodebido a que ya no cubren
a sus empleadosa que pagar miles de dólares en primas
de seguro médico.
Una vez que el plan de Obama comience a lograr sus efectos
en total, incentivos económicos similares empezarán
a ponerse en práctica a nivel nacional.
Bajo la legislación, los trabajadores que han sido despojados
de los beneficios que las empresas paganjunto con los que
en momento no están aseguradosserán obligados
a comprar sus coberturas basadas en los llamados intercambios
de seguros administrados por los estados. Si no logran asegurarse
de esa manera, serán multados.
Según reporta el New York Times, las enormes
empresas de seguro, que van a aprovecharse de las ganancias extraordinarias
(e inesperadas) que aproximadamente 24 millones de asegurados
nuevos les van a traer, ahora apuestan que sus planes de seguro
médico baratos serán muy populares con los trabajadores
que no pueden pagar por coberturas de calidad. Creemos que
estos planes serán un gran exitazo durante los próximos
años venideros, declaró al periódico
Ken Goulet, vicepresidente ejecutivo de WellPoint, entre
las mayores compañías de seguros de la nación
El New York Times dirigió la campaña para
que se adoptara el plan de Obama. El 24 de marzo, el Times, en
un artículo titulado, Con el proyecto de ley sobre
la salud, Obama ataca a la desigualdad social, David Leonhardt
escribió que dicha legislación era el ataque
de mayor fuerza por parte del gobierno federal contra la desigualdad
económica desde que la desigualdad empezó a crecer
hace ya tres décadas. Según Leonhardt, esto
era parte de un esfuerzo intencional para ponerle fin a
lo que los historiadores han llamado la era de Reagan.
Esto fue una mentira obvia y sinvergüenza y los escritores
y editores bien pagados del Times bien que lo sabían. La
verdad es que el plan de Obama para destripar el cuido de la salud
del pueblo fue parte de un asunto que no había terminado:
la ofensiva, por parte de las empresas y de su gobierno, lanzada
durante la década de los 1980 en contra de la clase trabajadora.
También hubo un indicio de esta movida cuando el presidente
Demócrata atacó los beneficios de salud de los trabajadores
automotrices durante la declaración de quiebra forzada
y restructuración de General Motors y Chrysler el
año pasado.
This was a bald-faced lie, and the Times' well-paid
writers and editors knew it. In fact, Obama's plan to gut health
care was part of the unfinished business of the corporate-government
offensive against the working class launched in the 1980s. This
was also signaled by the Democratic president's attack on health
benefits for auto workers during last year's forced bankruptcy
and restructuring of General Motors and Chrysler.
El record del WSWS acerca de la reforma de Obama
en cuanto a la salud nos diferencia enormemente de todas aquellas
organizaciones pseudo izquierdistas y publicaciones liberales
de la clase media, tales como The Nation, que promovieron
semejante legislación anti obrera.
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