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La Tragedia Minera de Virginia del Oeste
Los mineros fueron condenados por la conspiración entre
los reguladores y las compañías de carbón
Por Barry Grey
29 Abril 2010
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A raíz de la explosión a inicios de abril en
la mina Upper Big Branch en el sur de Virginia del Oeste, una
gran cantidad de evidencia ha surgido de las indiscriminatorias
violaciones de seguridad por parte del propietaria Massey, el
gigante de las minas de carbon.
Los hechos muestran también que los reguladores federales,
conscientes de los peligros mortales en la mina, no hicieron nada
para obligar a la compañía a que cumpla las con
reglas de seguridad y que proteja a los mineros de las inevitables
consecuencias de la malintencionada indiferencia de la compañía
por los elementales estándares de seguridad.
Veintinueve mineros murieron en la masiva explosión
que hizo pedazos la mina en la tarde del 5 de abril. El desastre
en la mina de Montcoal, en Virginia del Oeste es el accidente
minero más terrible en cuatro décadas.
La compañía de energía Massey, la productora
de carbón más grande en el centro de la región
Appalachia, ha sido conocida por su despiadada búsqueda
de ganancias a cualquier costo. Su gerente ejecutivo, Don Blankenship,
un republicano de derecha y multimillonario, hizo su nombre en
la industria del carbón al dirigir las operaciones antisindicales
contra la huelga de mineros en 1984-85, en la que era entonces
conocido como AT Masey.
Blankenship empleó un ejército de paramilitares
mercenarios, helicópteros y aviones transportadores de
personal armado contra los mineros, los cuales tuvieron que enfrentar
por su cuenta la campaña de terror de la compañía,
las órdenes judiciales contra los piquetes masivos y las
escoltas policiales para los rompehuelgas, todo esto debido a
la traición del liderazgo del sindicato de minerosunited
Mine Workers of America, UMWAquién se rehusó
a expandir la huelga.
La derrota de la huelga de AT Massey fue un hito en el colapso
del UMWA y la destrucción de los logros obtenidos por los
mineros a través de generaciones de enconadas luchas.
Blankenship abiertamente realiza una campaña contra
las regulaciones de minas y las desafía con impunidad,
junto con el resto de la industria de carbón. Las agencias
del gobierno encargadas de supervisar e imponer las leyes de seguridad
en práctica real obstaculizan las leyes a favor de las
compañías.
Toda la industria del carbón es un ejercicio cínico
donde los reguladores cumplen con las formalidadescitando
violaciones y entregando multassabiendo de anticipado que
las multas no serán pagadas y que no se tomará ninguna
decisión seria para evitar los riesgos de seguridad. El
objetivo común, tanto de los empleadores como de los reguladores,
es subordinar la seguridad, la salud y las mismas vidas de los
mineros a la maximización de ganancias corporativas.
Para citar algunos hechos:
La mina Upper Big Branch recibió más de 600 violaciones
de seguridad en los últimos 18 meses, incluyendo 124 sólo
en este año. Muchas de las citaciones fueron por ventilación
inadecuada del explosivo gas metano y las concentraciones ilegales
de polvo de carbón: las dos causas de las explosiones en
la mina. (Registros federales muestran que cerca a dos millones
de pies cúbicos de gas metano entraban a la mina Upper
Big Branch cada 24 horas).
Una prueba en marzo mostró que el sistema de ventilación
circulaba menos de la mitad del volumen de aire necesario para
mantener los niveles de polvo de carbón combustible y metano
dentro de un margen de seguridad.
Como declaró Pat McGinley, profesor de derecho de la
West Virginia University y experto en la industria del carbón:
"Cuando el sistema de ventilación de una mina no está
funcionando adecuadamente o hay una acumulación inaceptable
de polvo de carbón incluso por una hora, las vidas de los
mineros son puestas en riesgo".
Es casi seguro que la explosión del 5 de Abril en la
mina Upper Big Branch -a la cual, muchos rescatistas han llamado
la explosión más grande que han visto- fue el resultado
de una acumulación masiva de gas metano, compuesto por
altos niveles de polvo de carbón.
No hubo señales de advertencia para predecir que un
desastre era inminente. Los reguladores federales de la Administración
de Seguridad y Salud Minera (Mine Safety and Health Administration,
MSHA) habían ordenado más de 60 veces en los últimos
16 meses que temporalmente cesen operaciones en la mina o a partes
de ésta.
En el 2008, la mina fue citada por 458 violaciones, 50 de ellas
fueron enumeradas como "fallos injustificables de acatar",
una designación de negligencia flagrante o malintencionada.
De acuerdo a información publicada por el MSHA el 8
de abril en su sitio web, el pasado diciembre la agencia citó
al operador de la mina por obligar a los obreros a "trabajar
y viajar en agua oscura y sucia" tan alta como cuatro pies
de altura. MSHA dijo que esta condición "presenta
peligros relacionados como el de tropezar y caer en el agua...
lo que podría resultar en ahogo".
Al mes siguiente, MSHA acusó a la mina de "conducta
agravada" por haber fallado en corregir un "peligro
conocido" en la forma de "materiales combustibles"
que se habían acumulado debajo del rodillo de una cinta
transportadora localizada en la mina.
En marzo, MSHA citó al operador por permitir que el
"barro y desperdicios" tan profundo como 10 pulgadas
se acumulase en la mina. La agencia reportó que el operador
"no hizo ningún esfuerzo aparente" para remover
las acumulaciones cuando la agencia llevó a cabo otra inspección
nueve días después.
El jueves, un oficial del MSHA declaró que la mina Upper
Big Branch tenía más de 11 veces la tasa nacional
para la violación de seguridad más seria. Sin embargo,
a pesar de todo esto, MSHA se ha rehusado citar a la mina por
"patrón de violaciones", una designación
que, bajo el régimen del Acta de los Mineros del 2006,
permitiría a los reguladores federales imponer un régimen
de aplicación más duro, lo cual incluye potencialmente
el cierre de la mina.
En una carta a un operador de la mina en diciembre de 2007,
MSHA declaró que la mina había sido citada por serias
violaciones en una tasa casi el doble del promedio nacional en
los últimos dos años. La carta advertía de
que la mina podría ser citada por un patrón de violaciones.
Pero de acuerdo a un reporte en el New York Times, "seis
meses después, la agencia de seguridad anunció que
la mina Upper Big Branch, y otras 19 que habían sido advertidas
ese diciembre, implementado planes para arreglar sus problemas,
y por ello recibieron violaciones menores. Todas ellas escaparon
el descuido añadido... Después de que las violaciones
se hundieron, ellas se duplicaron al año siguiente".
En una carta del 25 de marzo del 2008 informando que no había
encontrado ningún patrón de violaciones en la mina
Upper Big Branch, MSHA escribió, "felicitaciones en
sus logros".
Hace seis meses, MSHA una vez más inspeccionó
la mina por un patrón potencial de violaciones, pero concluyó
que la compañía no mostraba tal patrón.
Los funcionarios del MSHA dicen que la agencia en realidad
nunca usó su autoridad legal para buscar órdenes
o mandatos de corte federal contra las minas mostrando un patrón
de violaciones que pusiera en peligro la vida de los mineros.
En cualquier caso, los poderes de ejecución de MSHA
bajo las leyes federales mineras son mínimos. Las compañías
mineras que saben que violan los estándares de seguridad
-como los límites de polvo o las reglas de estabilidad
del techo- sólo pueden ser acusadas de delitos menores.
Más aún, como USA Today reportó
el 9 de abril, los operadores de las minas de carbón rutinariamente
evaden pagar incluso las multas menores impuestas por MSHA por
mayores violaciones. El periódico reportó, en la
base de su propio análisis de los registros federales,
que las compañías de carbón han pagado sólo
el 7 por ciento de las multas recibidas en los últimos
3 años.
Massey y las otras compañías grandes simplemente
apelan a las multas mayores y refutan las citaciones de violaciones,
creando un atraso masivo y eficientemente escapando a la sanción.
La mina Upper Big Branch, por ejemplo, ha pagado sólo una
multa mayor, que cuesta $10,750 desde el 2007. Ha apelado o es
delincuente en 21 multas mayores que suman $505,000.
Sobre todo, las compañías mineras estadounidenses
han pagado sólo $8 millones de los $113 millones en multas
mayores desde abril de 2007, cuando las multas fueron incrementadas
bajo la Acta de los Mineros del 2006.
Por tales medios, el gobierno federal, bajo administraciones
demócratas y republicanas, ha permitido a Massey y los
otros gigantes del carbón a incrementar la producción
y las ganancias mediante la intensificación de la explotación
de un encogido grupo de mineros. Las heridas, las enfermedades
como el pulmón negro y las muertes violentas en explosiones
de minas son consideradas como parte del proceso de producción.
Desde 1978, la producción de carbón se ha duplicado
mientras que el número de mineros se ha reducido a la mitad,
de 220,000 a 110,000. En las minas subterráneas, la producción
ha incrementado al 56 por ciento mientras que el número
de trabajadores se ha reducido al 60 por ciento.
Massey Energy hizó ganancias de $104 millones en el
2009, el doble de sus ganancias del año anterior, a pesar
de un declive en la demanda por carbón. Esto fue logrado
bajo la base de un manejo de recorte de gastos, lo que incluyó
700 despidos, reducciones de salarios y beneficios, incremento
de producción, horas extras obligatorias y ahorros de la
evasión de las leyes de salud y seguridad. El mismo Blankenship
obtuvo $24 millones en el 2007 y un estimado $28 millones en el
2008.
Dando un discurso desde el Jardín Rosa de la Casa Blanca
el viernes, el Presidente Obama habló sobre la tragedia
minera de Virginia del Oeste. Mientras que realizó un show
de simpatía por las desconsoladas familias y por la comunidad
minera, él deliberadamente evadió cualquier crítica
de Massey Energy. Al contrario, atribuyó a la compañía
una preocupación por el bienestar de los mineros que es
totalmente injustificable, declarando: "Pero su gobierno
y sus empleadores saben qué le deben a estas familias que
hacen todo lo posible para asegurar su seguridad cuando hay que
trabajar cada día".
Obama entonces citó pasajes de una carta escrita por
uno de los mineros difuntos en la explosión a su enamorada
e hija antes de que dejara la mina el lunes por la mañana.
"Si algo me pasa a mí", el minero de 25 años
escribió "te estaré mirando desde el cielo
a todos ustedes".
El presidente mantuvo su silencio en lo que tal carta revela
sobre las condiciones bajo las cuales los mineros son obligados
a trabajar y lo obvio que fue para los propietarios de la mina
y los reguladores, así como para los trabajadores, el saber
de que la mina era un barril de pólvora.
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