WSWS
: Español
Prisiones secretas de la CIA organizadas desde Alemania
Por Jan Peters
19 Septiembre 2009
Utilice
esta versión para imprimir | Email
el autor
Este artículo apareció en nuestro sitio en
su inglés original el 1septiembre, 2009
Un informe del New York Times del 13 de agosto confirma
que la CIA planificó y organizó prisiones secretas
desde la ciudad alemana de Frankfurt/Main. Por lo menos tres prisiones
secretas fueron administradas por la oficina local de la CIA en
Frankfurt desde 2003.
Esas prisiones ilegales pertenecían a la red mundial
de "sitios ocultos" a los que la CIA transfirió
a muchos de sus prisioneros en su "guerra contra el terror."
Hubo por lo menos ocho prisiones secretas semejantes mantenidas
por la CIA fuera de EE.UU. Las prisiones dirigidas desde Frankfurt
incluían dos que estaban ubicadas respectivamente en la
capital rumana Bucarest y en un sitio remoto en Marruecos. Se
afirma que una tercera estuvo en la ciudad polaca de Kiejkuty,
cerca del aeropuerto Szymany. Una cuarta prisión estaba
ubicada en Lituania.
Las prisiones secretas fueron utilizadas para extorsionar información
de prisioneros mediante métodos de tortura que no hubieran
sido posibles en EE.UU. El director de la oficina de la CIA en
Frankfurt en esos días,
Kyle D. Foggo, dijo al Times que esas medidas fueron
organizadas desde Frankfurt porque "eran demasiado delicadas
como para ser manejadas desde la central."
En septiembre de 2006, el presidente de EE.UU. de entonces,
George W. Bush, admitió por primera vez la existencia de
prisiones secretas. Esas prisiones de tortura fueron utilizadas
para someter sistemáticamente a los considerados como sospechosos
de terrorismo a privación del sueño, asfixias simuladas
y golpizas para obtener información o extorsionar confesiones.
La CIA arrestó a "potenciales asesinos en masa"
en los "campos de batalla del mundo" y los encarceló
en sitios secretos donde los sospechosos fueron sometidos a "métodos
de interrogación duros, necesarios y efectivos," como
afirmara Bush.
Las prisiones secretas tuvieron que ser establecidas fuera
de EE.UU., porque contravenían la ley existente en EE.UU.
El hecho de que los métodos de tortura empleados por la
CIA también violaban el derecho internacional fue obviamente
algo indiferente para el gobierno de EE.UU. así como para
las autoridades alemanas y europeas.
Cada una de esas prisiones fue planeada para acomodar a seis
prisioneros y fueron construidas de modo idéntico a fin
de confundir a los prisioneros respecto a su ubicación
exacta. Las prisiones estaban completamente aisladas y diseñadas
de manera de impedir heridas que pusieran en peligro la vida durante
los interrogatorios. Los pisos estaban cubiertos de material anti-resbaladizo,
con muros de madera contrachapada para amortiguar el impacto cuando
los prisioneros chocaban con ellos.
Según el New York Times, el "centro de suministro
de soñolientos" de la CIA en Frankfurt entró
en acción después de los ataques del 11 de septiembre
de 2001. El presupuesto de esa oficina recibió siete millones
de dólares adicionales del gobierno de Bush. Más
adelante ese presupuesto expandido fue triplicado.
Frankfurt se convirtió en la base de suministro más
importante del servicio secreto de EE.UU. en Europa. Además,
la ciudad se desarrolló hasta ser una importante base logística
para las operaciones de EE.UU. en Iraq y Afganistán, desde
la cual se organizaron vuelos de suministro para actividades de
la CIA sobre una base virtualmente diaria.
Foggo, quien fue director de la oficina de la CIA en Frankfurt,
era bien conocido por su pericia organizativa. Trabajó
más de 20 años para la CIA antes de declararse culpable
de acusaciones de corrupción en 2008 y de recibir una sentencia
de siete años en prisión. Previamente, a fines de
2004, fue nombrado tercer responsable de la CIA por su importancia,
después de ser enviado a Frankfurt. En los años
ochenta trabajó para la CIA en Honduras. En aquel entonces,
EE.UU. realizaba una sucia guerra por encargo contra Nicaragua,
organizada en Honduras por la CIA por cuenta del gobierno estadounidense
bajo el presidente Ronald Reagan.
El papel del gobierno alemán
Ni la oficina de la cancillería alemana, ni el ministerio
del interior, o el de exteriores, o el Servicio Federal de Inteligencia
alemán (BND), han comentado sobre el artículo del
New York Times. Su silencio debe ser considerado como una
admisión de que las agencias gubernamentales estaban informadas
sobre lo que hacía la CIA.
Ante las preguntas de los medios, oficiales de la policía
han declarado que no sabían nada de las actividades de
agentes de la CIA en Alemania. Era asunto de los estadounidenses,
afirmaron. "Incluso si hubiésemos oído algo,"
dijo un alto funcionario a Süddeutsche Zeitung, "en
todo caso no hubiera cambiado nada."
Ya en noviembre de 2005, el Washington Post y Human
Rights Watch habían sacado a la luz las prisiones ilegales
dirigidas por la CIA, y su práctica criminal de secuestrar
a presuntos terroristas. Después de esas primeras denuncias
el secretario general del Consejo de Europa abrió una investigación
preliminar. Era dirigida por el ex fiscal público suizo
Dick Marty, presidente de la Comisión de Derechos Humanos
del Consejo de Europa. Como fiscal especial, Marty realizó
investigaciones sobre las prisiones secretas de la CIA desde 2005
hasta 2007.
En junio de 2006 Marty presentó un informe inicial.
Señaló que no podía probar definitivamente
la existencia de las prisiones secretas, pero presentó
evidencia sustancial que indicaba el uso de semejantes instalaciones
por los servicios secretos de EE.UU. Marty continuó sus
investigaciones y preparó un segundo informe. Descubrió
una estrecha cooperación entre servicios secretos europeos
y la CIA, pero se enfrentó a un muro de silencio y a la
denegación por parte de los gobiernos europeos.
El segundo informe de Marty de 2007 criticó en particular
a los gobiernos alemán e italiano por suprimir sistemáticamente
la verdad sobre las prisiones. En Milán, las principales
agencias políticas cerraron la investigación en
el mismo año contra 26 agentes de la CIA que habían
secuestrado abiertamente al imam egipcio Obu Omar en Italia en
febrero de 2003 y lo transportaron a una prisión de tortura
egipcia.
Marty dijo recientemente al Frankfurter Rundschau que había
sido difícil desvelar toda la verdad sobre los presuntos
terroristas secuestrados durante este período. En general,
los gobiernos europeos habían "hecho pocos esfuerzos"
por aclarar lo sucedido, dijo.
Entre 2005 y junio de 2009, un comité parlamentario
de investigación alemán investigó los métodos
utilizados por la CIA y su colaboración con el BND. La
lista de tópicos a ser examinados era larga. Incluía,
aparte del sistema de prisiones secretas y de los vuelos secretos
de la CIA sobre Alemania, la participación de agentes del
BND en la guerra de Iraq, el conocimiento de las fuentes de inteligencia
alemanas de secuestros por la CIA de sospechosos alemanes de terrorismo,
y el monitoreo de periodistas por el BND.
Finalmente resultó que el comité de investigación
sirvió para blanquear a los servicios de inteligencia y
al gobierno alemán. En su informe final del 19 de junio,
el comité concluyó que el gobierno del Partido Socialdemócrata
y de los Verdes de la época no sabía ni del transporte
secreto de pasaportes ni de la existencia de prisiones secretas.
El comité de investigación no expresó ningún
interés por el hecho de que una investigación establecida
por el parlamento europeo ya había descubierto algún
tiempo antes que entre 2001 y 2005 aviones de transporte de la
CIA habían aterrizado en no menos de 336 ocasiones en aeropuertos
alemanes. Es totalmente irreal esperar que el gobierno y sus servicios
de inteligencia no hayan tenido conocimiento de semejantes vuelos.
El informe final del comité del Bundestag [parlamento
alemán] sirvió sobre todo para cubrir las huellas
del actual ministro de exteriores alemán y candidato del
SPD a canciller, Frank-Walter Steinmeier. Durante el período
en el poder del gobierno SPD-Verde (1998-2005) Steinmeier fue
jefe de la Cancillería Federal alemana y personalmente
responsable por los servicios secretos. A fines de 2002, Steinmeier
fue quien impidió que el ciudadano turco, quien vivía
en la ciudad alemana de Bremen, entrara a la república
federal. Acusado de ser terrorista, Kurnaz estaba detenido en
el centro de detención de Guantánamo de EE.UU. Las
autoridades de EE.UU. habían ofrecido liberar a Kurnaz
en 2002 por falta de evidencia. Debido a la negativa de Steinmeier
de readmitir Kurnaz a Alemania, sin embargo, tuvo que permanecer
otros cuatro años en Guantánamo.
Steinmeier negó toda responsabilidad por la suerte de
Kurnaz ante el comité de investigación. También
lo absolvieron de toda responsabilidad en el caso de Khaled el-Masri.
El-Masri es un ciudadano libanés residente en Alemania
quien fue secuestrado en 2004 por el servicio secreto de EE.UU.
en Macedonia y transportado a Afganistán - supuestamente
sin conocimiento del gobierno alemán.
Los antecedentes muestran claramente que no se puede esperar
ningún informe sobre su verdadero papel de las autoridades
oficiales. El alcance de la complicidad del gobierno alemán
en las actividades criminales y los métodos de tortura
de la CIA sólo será revelado por una investigación
independiente realizada por, y por cuenta de la clase trabajadora.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens
Regresar a la parte superior de la página
Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved |