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Se le niega fianza a Roman Polanski mientras la prensa sigue
con la histeria
Por Hiram Lee
9 Octubre 2009
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el autor
Este artículo apareció en nuestro sitio en
su inglés original el 7 de octubre, 2009.
El martes el Ministerio de Justicia de Suiza rechazó
la petición del director Roman Polanski para que lo pongan
en libertad. Polanski había sido arrestado el 26 de septiembre
justamente luego de llegar a Zürich para asistir a un festival
de cine. Ha permanecido encarcelado desde ese entonces en esperas
de que posiblemente sea extradito a los Estados Unidos.
Folco Galli, vocero del ministerio de justicia declaró
lo siguiente en cuanto al caso: En nuestra opinión
todavía existe gran riesgo de que (el director) se fugue.
Ponerlo en libertad bajo fianza o alguna otra medida no garantiza
que Polanski comparezca en cualquier diligencia que se lleve a
cabo. Los abogados de Polanski habían arguído
que a su cliente se le debería poner en libertad y permitirle
regresar a su hogar en Gstaad, Suiza, hasta que concluya el proceso
de extradición.
El abogado Herve Temine, hablando en nombre de Polanski, rechazó
la aseveración del ministerio que su cliente podría
escaparse del país y puntualizó que Polanski no
se iría de territorio suizo durante todas las diligencias
de extradición. Añadió que el director
respetaría todas las obligaciones que le puedan imponer
para garantizar que se ha comprometido a ello.
La opinión general entre los perito jurídicos
suizos es que casi es cierto que a Polanski se le obligará
permanecer en prisión durante meses mientras espera la
extradición. El gobierno de Estados Unidos tiene un límite
de hasta 60 días para presentar la petición formal
de extradición. De acuerdo al Ministerio de Justicia Suizo,
dicha petición todavía no se ha presentado.
Polanski fue arrestado en Zürich conforme a las exigencias
de Estados Unidos que el director sea detenido para la extradición
y responder a un crimen que cometió en Los Ángeles,
California, en 1977. Ese año Polanski se declaró
culpable del cargo que se le había imputado: relaciones
sexuales ilícitas con Samantha Geimer (en ese entonces
Samantha Gailey), modelo de 13 años de edad que había
fotografiado para la revista Vogue.
Las diligencias jurídicas que se extendieron hasta el
1978 fueron caracterizadas por la conducta ilícita e indebida
del juez que presidía sobre el caso, Laurence J. Rittenband
y por el sensacionalismo de la prensa, el cual el juez cortejaba
y alentaba.
La decisión de Polanski de fugarse de Estados Unidos
en febrero, 1978, antes de que el caso se resolviera, tomó
lugar cuando el juez rechazó las recomendaciones de dos
análisis psiquiátricos que revelaron que Polanski
no era un Delincuente Sexual con Traumas Psicológicas.
Los análisis recomendaron, pues, que al director se le
pusiera bajo libertad condicional.
Durante la trayectoria del caso de Polanski, el Juez Rittenband
trató de negarle su derecho a la apelación. También
trató de obligar al realizador de películas, quien
había nacido en Polonia, a que renunciara su derecho a
toda audiencia relacionada con su deportación que podría
resultar de sus problemas legales. En un momento verdaderamente
extraño, Rittenband, por motivo de guardar las apariencias
ante la prensa, también ordenó al fiscal y al abogado
criminalista que participaran en una farsa: debatirían
ante el tribunal las consecuencias del caso que ya habían
sido predeterminadas en el despacho del juez.
La intensa histeria de la prensa alrededor del caso de Polanski
en 1978 ha comenzado de nuevo con su arresto en Suiza. Otra vez
la maquinaria de la prensa capitalista ha reunido todos sus recursos
para distraer y desorientar a las masas. Comentarios profundamente
reaccionarios acerca de Polanski se pueden encontrar en todas
las publicaciones de la prensa, inclusive en sus ediciones del
Internet, así también como en todos los noticieros
televisados por los canales de cable.
Cokie Roberts, corresponsal y comentarista, lanzó uno
de los ataques más salvajes. Durante un programa de conversaciones
de mesa redonda titulado, Esta semana, televisado el domingo por
la cadena nacional de televisión, ABC-TV, dijo que En
lo que a mí da, sáquenlo y mátenlo a balazos.
La prensa por lo regular pinta al director como un rico miembro
del jet set que hace alardes de su libertad y continúa
viviendo en el lujo mientras escapa las consecuencias de sus crímenes
anteriores.
El vigor y el ingenio con los cuales se persigue a Polanski
palidecen cuando se les compara al arresto y enjuiciamiento de
aquellos representantes del imperialismo yanqui culpables de la
tortura, la matanza de masas y otros tantos crímenes. La
prensa ignora o esconde las cuestiones sociales de mayor importancia
y urgencia mientras promueve con histeria el caso del director
elitista, cuyo encarcelamiento no le traerá
ningún beneficio a nadie en el mundo.
A medida que el caso de Polanski avanza y la prensa continúa
su agresión desorientadora contra el director, es importante
mantener una buena facultad crítica y estar consciente
de las cuestiones clasistas que motivan todo el escándalo.
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