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Quién es quién en el gabinete de Obama
Tercera parte: La seguridad nacional y la política
exterior
Por Patrick Martin
18 Febrero 2009
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el autor
21 de Enero del 2009
Esta es la tercera parte en una serie de perfiles de los
nominados más importantes al gabinete y a los puestos de
la Casa Blanca de Barack Obama. La primera parte, "Quién
es quién en el gabinete de Obama: Política de la
Economía y del Presupuesto", se publicó en
inglés el 19 de Enero. La segunda parte se publicó
originalmente el 20 de enero. Todas aparecieron primero en su
inglés original.
Es en los campos de la seguridad nacional y de la política
exterior en los cuales la continuidad entre los gobiernos de Bush
y Obama es más evidente. Hace ya mucho tiempo que el antiguo
candidato "anti-guerra" de finales del 2007 y comienzos
del 2008 se transformó en el patriótico jefe supremo
de las fuerzas armadas que gravemente ha jurado emplear la violencia
militar contra todos los que obstaculicen los intereses geo políticos
del imperialismo estadounidense.
Obama se juramentó el martes sólo horas después
que una tregua temporalmente acabara con la matanza respaldada
por los EE.UU. de palestinos inocentes en la Franja de
Gaza; baño de sangre apoyado fervorosamente tanto por la
comitiva de Obama que se especializa en la política exterior
como la comitiva de Bush que ahora deja las riendas del poder.
Robert Gates, Secretario de Defensa
George W. Bush lo seleccionó a Gates por primera vez
en Noviembre, 2006. Ahora Obama lo retiene en su puesto. Es la
primera vez que un jefe del Pentágono se queda en su puesto
cuando el control de la Casa Blanca se transfiere de uno de los
dos partidos reinantes al otro. Gates, ex-director de la CIA y
funcionario de carrera de la maquinaria de espionaje militar simboliza
el carácter militarista del gobierno Dem?ócrata
que entra
Los partidarios más acérrimos de la agresión
estadounidense contra Iraq han alabado la selección de
Gates. Entre éstos se encuentran el contrincante de Obama
en la últimas elecciones presidenciales, el Senador John
McCain, y su compinche derechista Republicano, el Senador Lindsey
Graham. "La selección de Gates es una buena manera
de comunicar que no van a retirarse de Iraq de modo que se pongan
en riesgo el progreso que se ha logrado", expresó
Graham la semana pasada al New York Times.
Este progreso no tiene nada que ver con el bienestar del pueblo
Iraquí, que ha sufrido más de un millón de
muertos; incontables heridos de manera física y psicológica;
5 millones de personas desplazadas dentro del propio país;
y la explosión de la violencia sectaria alentada por la
completa destrucción de la sociedad iraquí que la
invasión de los Estados Unidos ha causado.
El "progreso" relacionado con Gates quién
llevó a cabo la orden de Bush para intensificar la guerra
en Iraq con el aumento de 30,000 tropas estadounidenses adicionales
fue otras miles de muertes estadounidenses, incontables
miles de muertes de iraquíes y un aumento dramático
en el tonelaje de bombas. El control de Estados Unidos sobre el
conquistado país ha sido estabilizado temporalmente por
medio de la puesta en práctica de una estrategia de "divide
y gobierna", que consiste en armar a tribus sunistas en la
provincia de Anbar y partes de Baghdad; a milicias kurdas en el
norte; y al gobierno central dominado por los chíitas,
todo lo cual le abre camino a la explosión de una guerra
civil aún más sangrienta, o a un conflicto regional
que atraiga a las naciones vecinas.
Además de Gates, Obama ha retenido todos los oficiales
militares claves responsables por los dos últimos años
de guerra en Iraq y Afganistán: el Almirante Michael Mullen,
presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor;, quién
probablemente sea nombrado de nuevo para cumplir dos años
más cuando su primer plazo de dos años termine en
septiembre; el general David Petraeus, ex-jefe del comando Iraquí
y ahora director del Comando Central, con jurisdicción
sobre ambas guerras; y el General Raymond Odierno, comandante
de campo en Iraq.
Hillary Clinton, Ministro de Relaciones Exteriores
Es significativo que Obama haya seleccionado a su principal
rival en la campaña del Partido Demócrata por la
nominación a la presidencia para que desempeñe el
puesto más importante referente a la política exterior.
Durante dicha campaña, Clinton sistemáticamente
atacó a Obama desde la derecha en cuanto a la política
exterior se refiere, táctica que sólo sirvió
a Obama para re establecer su popularidad entre las filas de los
votantes Demócratas, quienes abrumadoramente se oponían
a la guerra que la Senadora Clinton había autorizado con
su voto a favor.
Luego de toda una serie de derrotas durante las elecciones
de primera ronda en febrero, Clinton comenzó a ganarle
terreno a Obama cuando se hizo pasar como luchadora por la clase
trabajadora. (Lo cual, dado su propio status de multimillonaria
en la clase gobernante, fue una hipocresía). Pero Obama
no la escogió para una puesto en el que ese talento para
la demagogia populista podría emplearse, digamos como directora
de la sanidad pública o de iniciativas acerca de la economía
política. En vez de eso, la escogió como líder
del Ministerio de Estado.
Igual que la retención de Gates, la selección
de Clinton fue una señal que Obama se estaba dirigiendo
hacia la derecha en cuanto a la política exterior se refiere.
Significó también que él no cumpliría
los deseos de los votantes opuestos a la guerrea, sino el mandato
de la aristocracia empresarial estadounidense, la cual considera
que una política militarista extranjera es la clave para
repeler a sus rivales internacionales, tales como China, Rusia
y la Unión Europea.
Durante la audiencia para su confirmación, Clinton reiteró
su apoyó a la política exterior tradicional y a
los remedios de costumbre del imperialismo estadounidense: fuerzas
militares fuertes, el uso de alianzas e instituciones como las
Naciones Unidas para promover los intereses estadounidenses, y
un apoyo completo a la violencia Israelí en contra de los
palestinos.
James Jones, Consejero de Seguridad Nacional
General jubilado de los Infantes de la Marina de Guerra, Jones
fue comandante supremo de las fuerzas de la OTÁN bajo el
gobierno de Bush y fue asesor no solo de McCain (amigos por largo
tiempo) durante la campaña electoral de éste, sino
también de Obama. Jones, de 64 años, sirvió
por 40 años con los Infantes de la Marina, comenzando como
comandante de pelotón en Vietnam.
Después de jubilarse de los Infantes de la Marina en
el 2007, Jones fue nombrado por Bush como enviado especial sobre
la seguridad en el Oriente Medio y también presidió
sobre un grupo establecido por el Congreso, la Comisión
Independiente Sobre las Fuerzas de Seguridad en Irak, que se dedicó
a asesorar la preparación de las tropas Iraquíes
(y, por extensión, las posibilidades de retirar las fuerzas
militares estadounidenses a la vez que se mantendría el
gobierno títere en Bagdad apoyado por los EE.UU.).
Durante su breve retiro, Jones pronto se aprovechó de
su pericia en el Oriente Medio y presidió sobre el Instituto
para la Energía del Siglo XXI [Institute for 21st Century
Energy], brazo de la Cámara de Comercio de los EE.UU.
cuyo objetivo es promover el acceso de los Estados Unidos a los
recursos petrolíferos. También llegó a ser
director de Boeing Corp., entre las empresas contratistas mayores
del Pentágono, y de la gigante empresa petrolera Chevron.
Sirvió en la junta directiva de ambas hasta que Obama lo
nombró al puesto de la Casa Blanca.
A Jones se le identifica más bien con la propuesta de
Obama para expandir enormemente la intervención militar
de los EE.UU. en Afganistán, el cual Obama ha declarado
que es (imitando la descripción de Bush de Iraq) el "frente
principal de la guerra contra el terrorismo". Jones retendrá
la mayor parte del personal del Consejo de Seguridad Nacional
reunida por la Casa Blanca de Bush, incluyendo al Teniente General
Douglas Lute, quién coordina la política tanto para
Irak como para Afganistán.
Susan Rice, embajadora ante las Naciones Unidas
Ex asistente ministro de estado para asuntos africanos en el
gobierno de Clinton, Rice (ningún parentesco con la jefa
del Ministerio de Relaciones Exteriores que ahora sale) es la
heredera de una familia negra burguesa de Washington, D.C. Su
padre, Emmett, es profesor de economía en la Universidad
de Cornell y ex gobernador del Banco Federal de Reservas. Se graduó
de la Universidad de Stanford y fue becada de Rhodes.
Ahora con 44 años, Rice ha pasado casi toda su carrera
como asesora de asuntos de política exterior a presidentes
y candidatos Demócratas, primero cuando trabajó
para la campaña presidencial de Michael Dukakis en 1988.
Durante el primer gobierno de Bush, trabajó para la empresa
consultora McKinsey & Co. antes de unirse al gobierno
de Clinton como integrante del personal del Consejo de Seguridad
Nacional.
Después de dejar el gobierno de Clinton, Rice trabajó
para Intellibridge Inc., empresa consultora dirigida por
Anthony Lake, ex asesor de seguridad nacional de Clinton, que
fue adquirida por Eurasia Inc., empresa especialista en
asesorar a las grandes corporaciones en la Cuenca del Caspio,
región rica en petróleo. Se unió al Brookings
Institution en el 2003, fue asesora en la campaña de
Kerry en el 2004, y finalmente se unió a la campaña
presidencial de Obama en el 2007.
Rice estaba en cargo de la política de los Estados Unidos
hacia África durante 1988, cuando bombardeos idénticos
llovieron sobre las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania,
y Clinton ordenó un ataque retaliatorio por medio de cohetes
teledirigidos que destruyeron una fábrica farmacéutica
en Sudán. Ha abogado por una política intervencionista
mucho más agresiva en África, particularmente en
relación a Darfur y Zimbawe, que la que el gobierno de
Bush llevó a cabo.
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