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La caída de la vivienda golpea a España
Por Keith Lee
3 Mayo 2008
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el autor
Este artículo fue publicado en nuestro sitio en su
inglés original el 21 de abril, 2008.
La indicación más clara de las repercusiones
de la escasez de crédito a nivel mundial es la fuerte desaceleración
en el sector de la vivienda. La caída de la vivienda en
España es particularmente severa.
En la actualidad hay muy pocas zonas en el país donde
no se pueda ver edificios nuevos cubiertos de pancartas que muestran
los números de teléfono de personas desesperadas
por venderlas. En la capital, Madrid, los edificios están
plagados de carteles En Venta. Apenas pasa un día
sin que aparezcan historias en los medios de comunicación
de promotores abandonando edificios de apartamentos construidos
a medias y dejando a los compradores con la terrible perspectiva
de que nunca verán sus hogares acabados. Por primera vez
un creciente número de acreedores fallan sus pagos de hipoteca
y las cifras han doblado desde el año pasado.
Muchos de los primeros trabajadores que sienten las consecuencias
de la caída de la vivienda han sido los inmigrantes mal
pagados que acudieron en manadas a España desde el norte
de África, Europa oriental, y América Latina en
busca de trabajo durante el boom de la construcción. Pavel
Santa, un capataz de la construcción rumano que vino a
España con su esposa y trabaja para un comité de
gestión de una empresa inmobiliaria, recientemente tuvo
su tipo de interés hipotecario reajustado haciendo que
el pago mensual casi sume casi la totalidad de su sueldo mensual
de 1800 euros. Estoy al límite, dijo Santa
a bloomberg.com. Vivo peor que lo hacía en Rumanía.
El negocio en España del sector de la construcción
disminuyó un 8 por ciento en 2007, la mayor caída
registrada en la Unión Europea. El número de empresas
que se declararon en quiebra aumentó en un enorme 87 por
ciento en el último trimestre de 2007, en comparación
con el mismo período de 2006, y varias de las empresas
de la construcción de alto perfil han quebrado en los últimos
meses con el consiguiente despido de decenas de miles de trabajadores.
El grupo de comercio, G14, que habla por los constructores más
grandes de España, prevé que más de un millón
de empleos podrían perderse en la construcción residencial
y comercial. El desempleo ya es de casi el diez por ciento de
la población activa y se ha incrementado durante cinco
meses consecutivos.
El más reciente pronóstico del Fondo Monetario
Internacional sugiere que el crecimiento económico bajará
del 3,8 por ciento el año pasado al 1,8 por ciento este
añouna de las mayores caídas entre las naciones
desarrolladas, y que la inflación se elevará al
4 por ciento. El déficit por cuenta corriente del país
es el segund más alto en el mundo industrializado, después
de Estados Unidos, el 9,5 por ciento del PIB. La venta de 80 toneladas
de oro por el Banco de España el año pasado fue
ampliamente visto como un intento de financiar el déficit,
pero ahora significa que las reservas del banco son solamente
de 13 mil millones de euros, equivalente a 12 días de importaciones.
Con los tipos de interés en mínimos históricos
durante los últimos años, y la rentabilidad de las
inversiones en el mercado de valores en declive por el reventón
de la burbuja punto-com, grandes y pequeños inversionistas
vertieron dinero en el mercado inmobiliario hasta el punto de
que un número sin precedentes del 18,5 por ciento de la
economía española está relacionada con la
vivienda. Este mercado se vio impulsado por el crédito
barato, salarios bajos para los trabajadores inmigrantes en la
construcción, y en muchos casos, auténtico fraude
y corrupción.
Los precios de la vivienda en España están sobre
valorados y es seguro que caerán durante los próximos
tres años. En enero el número de casas vendidas
se redujo en un 27 por ciento en comparación con el año
anterior y el número de convenios de hipotecas se redujo
en 25 por ciento.
En el 2007, 32.000 agencias inmobiliarias-algo más del
40 por ciento del total de España- cerraron sus puertas
para siempre. Fernando Encinar, director de España del
portal inmobiliario en línea, idealista.com dijo al International
Herald Tribune, Tenemos que aceptar que esta no es una corrección
suave , si no una crisis total. Sólo podemos esperar que
sea fuerte y corta. Mikel Echavarren, director general de
Madrid de la empresa consultora Irea en bienes raíces agregó,
Hablar de una desaceleración me hace
reír. En primer lugar, se habló de un aterrizaje
suave. Después se trataba de una desaceleración.
Esos son términos engañosos. Estamos en una grave
crisis.
Muchos son los grupos inmobiliarios que son objeto de presión
para reducir el valor de los activos en sus libros. El Banco de
España ha pedido a los bancos que reserven más dinero
en contra de los préstamos concedidos a los constructores
y promotores inmobiliarios. Un número cada vez mayor de
los banqueros están haciendo públicos sus temores
de que en el actual clima financiero muchas hipotecas tomadas
en los últimos 10 años no serán restituidas.
Esto siembra el temor entre algunos de los bancos que dependen
del sector de la construcción, dijo Miguel Blesa,
el presidente de Caja Madrid, una de las mayores cajas de ahorros
en España.
La confianza de los consumidores se encuentra en mínimos
récord, con el índice official del Instituto de
Crédito para el mes de marzo de 74-muy por debajo de los
100 que separa el optimismo del pesimismo. España
es un verdadero desastre, dijo Marco Valli en el banco de
inversión UniCredit MIB. La recesión en la
vivienda se está extendiendo con gran rapidez a todos los
demás sectores, ayudado por el aumento de la inflación
que reduce el poder adquisitivo en un momento en el que la confianza
de los consumidores cae a causa del debilitamiento del mercado
de trabajo y las perspectivas económicas.
España tiene una de los mayores superávits presupuestarios
en el mundo industrializado y los ministros del gobierno y los
funcionarios han utilizado este hecho para decir que el país
está en mejores condiciones para capear la tormenta financiera.
El Primer Ministro José Luis Rodríguez Zapatero
del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
prometió durante la reciente campaña electoral,
Hemos ahorrado, hemos administrado bien nuestras finanzas
y tenemos un superávit mayor de lo esperado, de modo que
podemos estimular la economía y ayudar a las familias.
Los 20 mil millones de euros de superávit se reducirá
casi a la mitad este año, según previsiones oficiales
y caerá aún más el año próximo,
si el gobierno lleva a cabo sus promesas electorales. Estas incluyen
una devolución de impuestos de 400 euros en los ingresos
anuales, la hipoteca de socorro, un aumento de las pensiones más
bajas del 26 por ciento y un programa de obras públicas
destinado a la construcción de 150.000 viviendas asequibles
al año. El gobierno también ha prometido invertir
en los principales programas de fomento de carreteras y ferrocarril,
como el tren de alta velocidad entre Madrid y las regiones.
Aun así, de acuerdo con Antonio Argandoña, catedrático
de Economía de la Universidad de Navarra en la escuela
de negocios IESE como se informó en el Christian Science
Monitor, estas medidas sólo tendrán un efecto limitado.
La reducción de impuestos es una ayuda temporal,
solo ayudará por un trimestre. Y la ampliación de
los plazos de amortización de la hipoteca puede ayudar
a las familias que ya tienen préstamos, pero va a impedir
el acceso a nuevos créditos, ya que los bancos no van a
estar tan interesados.
El problema no radica tanto en las medidas mismas,si
no en la naturaleza de la crisis. Pueden crear más obras
públicas, pero eso lleva tiempo. Los gobiernos no tienen
las herramientas para poner fin a este tipo de declive. De hecho,
es probable que lo peor esté aún por venir. 2009
es el año en le que las malas noticias se extienden a otras
industrias. No vamos a tocar fondo hasta el año 2012,
concluye Argandoña.
Este tipo de pronunciamientos han sido seguidos por la demanda
al gobierno del Partido Socialista para empezar atacando anticuadas
prácticas de trabajo y la falta de flexibilidad
del mercado de trabajo en España, lo que muchos economistas
culpan por la baja productividad. En virtud de la actual legislación
española, por ejemplo, los trabajadores con contratos permanentes
están protegidos por altas indemnizaciones en comparación
con otros lugares de Europa.
Los ataques contra la clase obrera de España son un
campo de minas, en un país que ya está profundamente
polarizado y azotado por una creciente desigualdad social. El
informe España: Going Places revela que entre los
30 países de la OCDE, España es el único
donde el crecimiento de los salarios medios reales ha disminuido
desde 1995. Estos aumentaron 1,9 por ciento al año entre
1990 y 1995 y luego disminuyeron un 0,5 por ciento al año
en 1995-2000 y 0,3 por ciento en 2000-2005. Esto se debió
principalmente a la creación de un gran número de
puestos de trabajo a tiempo parcial y contratos temporales.
Durante el mismo período, la élite gobernante
ha aumentado masivamente su riqueza a costa de la clase trabajadora.
En otro informe reciente, España entra en el Club de
los Millonarios, se revela que España se ha sumado
al club selecto de 10 países con más
millonarios en términos de activos financieros líquidos.
Su número creció en un 5,7 por ciento en 2005, el
segundo ritmo más rápido en la Unión Europea,
con 148.600 personas.
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