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Las nominaciones para los Premios de la Academia: al fin ciertas
realidades comienzan a penetrar
Por David Walsh
6 Febrero 2006
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el autor
Este artículo se publicó en nuestro sitio
en su inglés original el 1ro. de febrero, 2006.
Luego de anunciar las nominaciones para los Premios de la Academia
el 31 de enero, un comentarista notó que "la gran
mayoría de la películas que buscan el premio mayor
provienen de fuera del sistema de los grandes estudios y todas
están saturadas de mensajes sociales"; otro observó
que "películas alternativas de bajo presupuesto dominaron"
las nominaciones. Tomando en cuenta que el concepto que utiliza
Hollywood para definir "bajo presupuesto" y "alternativa"
puede ser un poco fuera de lo normal, esto no es del todo malo,
¿verdad?
Brokeback Mountain, Capote, Crash, Good
Night, and Good Luck, y Munich representan un grupo
de cintas más serio, a pesar de sus limitaciones, que cualquier
otro grupo de películas nominadas como las mejores en años
recientes. Brokeback Mountain, del director Ang Lee, ha
sido filmada con un verdadero sentido de protesta (en contra de
la represión sexual y social), Good Night, and Good
Luck, siente una ira genuine por el estado actual del periodismo
estadounidense. Munich, de Steven Spielberg, muestra una
profunda repulsión hacia la brutalidad del estado de Israel
y la política de Estados Unidos}. Capote, dirigida
por Bennett Miller, ha sido lograda con éxito, pero parece
no captar los temas más fundamentales de la novela de Truman
Capote, In Cold Blood [A sangre fría]. Y
Crash, dirigida por Paul Haggis, es un análisis
generalmente confuso de las relaciones sociales y raciales en
Estados Unidos. Los directores de las cinco películas han
sido nominados en la categoría de Mejor Director.
En contraste, entre los años 2000 y el 2004, de un total
de 25 películas nominadas como las mejores, tan solo Gosford
Park (2001) y El pianista (2002) parecen haber tenido
algo de valor.
Quizás por alguna razón arbitraria, las nominadas
como mejor Actris este año (Judi Dench en Mrs. Henderson
Presents, Felicity Huffman en Transamerica, Keira Knightley en
Pride andPrejudice, Charlize Theron en North Country, and Reese
Witherspoon en Walk the Line dieron actuaciones más débiles
o aparecieron en películas de menor importancia que sus
contrapartes masculinos (Phillip Seymour Hoffman en Capote, Terrence
Howard en Hustle & Flow, Heath Ledger en Brokeback Mountain,
Joaquín Phoenix en Walk the Line, y David Strathairn in
Good Night, and Good Luck).
En la categoría de mejor actriz secundaria, Rachel Weisz
(The Constant Gardener) y Michelle Williams (Brokeback
Mountain) son muy merecedoras de sus nominaciones, como lo
son también George Clooney por Syriana y Jake Gyllenhall
por Brokeback Mountain.
Good Night, and Good Luck, de George Clooney, recibió
seis nominaciones; Munich, de Spielberg, colectó
un total de cinco; The Constant Gardener, basada en la
novela de John Le Carré acerca de los planes malévolos
de las grandes empresas farmacéuticas, recibió cuatro
nominaciones; y Syriana (dirigida por Stephen Gaghan),
una crítica acérrima de la política de Estados
Unidos en el Medio Oriente, recibió dos (mejor actor secundario
y mejor guión original).
Joyeux Noel (dirigida por Christian Carion) de Francia,
una cinta algo amateur pero sin embargo bastante conmovedora acerca
de la fraternización de tropas enemigas durante la Primera
Guerra Mundial, fue una de las nominadas como mejor película
extranjera, junto con la cinta de palestino Hany Abu-Assad acerca
de dos posibles bombas-suicidas: Paradise Now.
El proceso por medio del cual la realidad social se abre paso
a través del sistema de los estudios cinematográficos
estadounidenses es extremadamente complejo y enrevesado, y con
muchos obstáculos bloqueando el camino. Factores como lass
fortunas, el aislamiento y el ensismamiento entran en juego. No
obstante, ciertas realidades están haciéndose sentir.
La repugnancia hacia los crímenes del gobierno de Bush
y la cobardía e impotencia del Partido Demócrata
están energizando y hasta radicalizando a sectores liberales
y de izquierda en la industria cinematográfica. No hay
razón para dudar la sinceridad de la oposición,
aún cuando uno reconoce y critica sus limitaciones.
Cierta polarización está ocurriendo en el cine
de los Estados Unidos. En un extremo se encuentra la renovada
crítica social. Kenneth Rogoff , ex economista en jefe
del Fondo Monetario Internacional y profesor de economía
en la Universidad de Harvard, recientemente encontró tiempo
para divagar acerca de como las grandes empresas han surgido como
los "villanos favoritos de Hollywood". Refiriéndose
a The Constant Gardener en particular, Rogoff comenta que
"En este momento y cada vez más las empresas multinacionales
están siendo pintadas como las súper villanas de
nuestro mundo globalizado. A pesar de todas sus promociones subliminales
y la sutil colocación de sus productos, las empresas están
siendo vapuleadas hasta quedar como lo más vil de nuestra
cultura popular ". Alarmado, Rogoff también mostró
cierta consternación ante el hecho que "los esbozos
caricaturescos de Hollywood de las malévolas empresas multinacionales
puedan algún día apoderarse de la conciencia general,
lo que podría llevar a rebeliones políticas que
rompan el contrato social de hoy día".
Bueno, la idea no parece mal.
Al otro extremo, uno se encuentra con películas que
son más estrepitosas, triviales y sosas que nunca antes.
En el 2005, los ingresos internos de Hollywood solo llegaron a
$8.945 billones, o sea, una baja de 5.2% en comparación
al 2004, siendo la primera vez desde 2001 que el total cayó
por debajo de los $9 billones. Y si se toma en cuenta que el precio
de los boletos ha aumentado, la situación es aún
más negra, pues la asistencia ha disminuido un 7.1% desde
el 2004. En el 2005, los cines en Estados Unidos vendieron 1.41
billones de boletos, la cifra más baja desde 1997.
Star Wars: Episode IIIRevenge of the Sith, la
irracional película de George Lucas, logró recibir
apenas una nominación: por maquillaje, mientras que King
Kong, dirigida por Peter Jackson (Lord of the Rings)
a un costo de $200 millones, recibió un puñado de
nominaciones técnicas. Paul Giamatti, actor de mucho talento,
fue nominado como mejor actor secundario por Cinderella Man,
dirigida por Ron Howard, película que, cuando más,
es nauseante. Por otra parte, Russell Crowe fue afortunadamente
ignorado en su papel estelar en la misma cinta. La mediocre Batman
Begins, de Christopher Nolan, fue nominada por su cinematografía.
A veces se culpa a las ventas de los DVD por la caída
en la taquilla de los cines, pero la revista Variety reporta
que ya para mediados del año 2005, los ingresos por ventas
de las vídeo caseros sólo habían aumentado
un 2.54% en comparación con el aumento de 15% en 2004.
Los estudios de cine de Estados Unidos definitivamente se merecen
sus dificultades. En vez de considerar seriamente como podrían
mejorar sus películas, los ejecutivos de los estudios se
preocupan principalmente en como expandir sus mediocres productos
por el globo terráqueo, en mercados tales como Rusia y
China, y en como arrasar con las restricciones a esos productos
donde éstas existan, como en Corea del Sur (la cual recientemente
hizo un acuerdo para disminuir en un 50% la cantidad de días
que los teatros de cine tienen que consagrarle a películas
criollas).
La ceremonia para los premios Oscar tendrá lugar este
año el 5 de marzo en el Teatro Kodak, en Hollywood, California.
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