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Bush en Fort Bragg: inculca el miedo basándose en las
mentiras y en la desesperación
Declaración del Comité de Redacción
6 Julio 2005
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el autor
Esta declaración fue publicada en nuestro sitio el
29 de junio, 2005. Apareció originalmente en inglés.
El discurso de Bush ante un público cautivo740
tropas en el Fuerte Bragg, estado de Carolina del Norteel
martes por la noche fue un espectáculo nauseante. No sólo
siguió con las mentiras que el país ya ha escuchado
muchas veces durante casi cuatro años. También se
basó en la reacción política y en la ignorancia.
La intención fue bien clara: atemorizar al pueblo y aplastar
la oposición popular a la guerra en Irak que aumenta cada
vez más.
El discurso, repleto de ideas contradictorias y carente de
lógica, afirmó una vez más que la invasión
y la ocupación de Irak, que no tuvieron ninguna provocación,
fueron la reacción de Estados Unidos a los ataques del
11 de septiembre, 2001, contra Nueva York y Washington, puesto
que Irak representaba la primera línea de defensa en la
"guerra mundial contra el terror."
¿Es necesario contestar estas acusaciones falsas otra
vez más? Esta es la misma lógica que el gobierno
trató de venderle al pueblo estadounidense antes
de la invasión, basada en informes de espionaje falsos
acerca de encuentros entre agentes iraquíes y Al Qaida;
informes descomprobados mucho antes que las tropas llegaran al
país.
Una vez más Bush recurre a que no olvidaremos las "lecciones
del 11 de septiembre." Pero, ¿cuáles son esas
lecciones? Ni un solo iraquí participó en el ataque
del 11 de septiembre . Y ningún vínculo entre los
organizadores de ese crimen y el régimen en Bagdad tampoco
se ha descubierto. La lección de ese día es que
el gobierno de Bush usó los secuestros y bombardeos, o
que por lo menos los permitió ocurrir, como pretexto para
poner en marcha planes muy antiguos para conquistar a Irak y apoderarse
a sus valiosos recursos petrolíferos.
Durante el discurso de media hora, Bush no se refirió
para nada, a la justificación principal que detonó
la invasión: la supuesta amenaza de las famosas "armas
para la destrucción en masa."
Bush ahora presenta a la guerra y a la ocupación continua
como si fueran una lucha por la libertad y la democracia. Pero
el discurso en sí, más que otra cosa, puso en relieve
la desintegración de los procesos democráticos en
el propio Estados Unidos.
Bush pronunció su discurso ante tropas que , por costumbres
disciplinarias, se vieron obligados a permanecer sentados y escuchar
sus mentiras y estupideces. Se dirigió a la nación
no desde la Oficina Oval en la Casa Blanca y como líder
democráticamente elegido, sino desde el Fuerte Bragg con
tal de proyectar la imagen de un Jefe de las Fuerzas Armadas agobiado
por el peso de la guerra. Este título ha pasado por cierta
transformación; ya no significa que los militares son controlados
por la vigilancia civil. Ahora quiere decir que éste es
el militarismo de una presidencia imperial que no tiene que obedecer
las leyes del país, ni prestarle oído a los deseos
del pueblo.
Los escritores del discurso han presumido que el pueblo estadounidense
está compuesto básicamente de tontos que pueden
ser eternamente manipulados. Para disuadir a la mayoría
de los estadounidenses que piensan que la guerra nunca debió
ser lanzada y que las tropas deberían comenzar su retiro,
Bush afirmó que durante el año pasado "hemos
progresado bastante."
La fecha en que se pronunciara el discurso coincide con el
primer aniversario de lo que llamó "la entrega de
la soberanía" a un régimen iraquí dirigido
por un ex agente de la CIA. Este no fue más que uno de
los numerosos "cambios" cuyo resultado fue que crear
mayor resistencia y aumentar las matanzas. Desde esa fecha, más
de 900 tropas estadounidenses han muerto, para no decir incontables
miles de civiles iraquíes.
La cantidad de ataques diarios y de tropas estadounidenses
muertas durante el mes pasado son casi el doble de lo que fueron
el año pasado. Para el pueblo iraquí, las condiciones
de vida son peores ahora en comparación al el año
pasado. La violencia es endémica. Las fuerzas de ocupación
estadounidenses y sus títeres iraquíes sólo
controlan una región un poco mayor que la muy fortificada
Zona Verde de Bagdad.
La electricidad que se puede generar es menor a la que se producía
hace un año. La gran mayoría del pueblo goza de
electricidad sólo entre seis y ocho ghoras al día.
Agua potable e instalaciones de salubridad no dan a basto, lo
cual resulta en la expansión de las enfermedades, sobretodo
entre los niños. Por lo menos un 40% de la población
no trabaja.
Pero esta terrible situación no es lo único que
abate a Irak. La ocupación extranjera es el otro factor,
cuya opresión la respalda la todopoderosa fuerza militar
que ha privado a los iraquíes de los derechos democráticos
más elementales, inclusive el derecho a la vida. Ningún
país pude gozar de la soberanía cuando lo ocupan
140,000 tropas, en este caso estadounidenses.
Estan son las condiciones que han engendrado la enorme resistencia
que las fuerzas militares estadounidenses han sido incapaces de
destruir.
Es ridículo que Bush se refiera a esta resistencia como
acto de "guerreros extranjeros" y "asesinos despiadados"
que han arrasado con Irak.. Las fuerzas miliares de Estados Unidos
ahora disponen de un enorme sistema de cárceles donde se
encuentran más de 10,000 "prisioneros por razones
de seguridad," como actualmente se les llama. Apenas varios
cientos de éstos estos son extranjeros de otros países.
En cuanto a los "guerreros extranjeros," Bush afirmó
que éstos provienen de "Arabia Saudita, Siria, Irán,
Egipto, Sudán, Yemen y Libia." Estos son países
cuyos pueblos comparten con los iraquíes un mismo idioma,
una cultura similar y una historia de luchas anti coloniales.
Si son "extranjeros," ¿qué se le debe
llamar a las tropas de Estados Unidos?
Al describir al enemigo que le ha hecho frente al ejército
de ocupación de Estados Unidos, Bush declaró lo
siguiente: "Llevan a cabo una campaña de asesinatos
y destrucción. Las vidas que están determinados
a acabar no tienen límite...hombres de odio ciego y armados
con armas mortíferas capaces de cometer cualquier atrocidad.
No respetan ni las leyes de guerra ni la moralidad."
Es como si Bush se hubiera referido a su propio gobierno, el
cual lanzó una guerra ilegal de agresión que ha
dejado a casi 100,000 iraquíes muertos. Ha lanzado bombas,
coheres teledirigidos y napalm contra blancos civiles. Ha reducido
a la ciudad de Faluyahcuya población era de 300,000
habitantesa escombros. A diario lleva redadas que terminan
en la muerte de civiles inocentes y la captura de otros.
Para justificar estos crímenes a base de una absurda
lógica maniqueaes decir, presentando a esta puerca
guerra colonialista del imperialismo estadounidense como si fuera
una lucha entre el "bien" y el "mal"Bush
recurre al miedo, a la ignorancia y a todo lo reaccionario en
Estados Unidos.
"Luchamos hoy porque los terroristas quieren atacar a
nuestro país y matar a nuestros ciudadanos, e Irak es donde
adoptan esta postura," dijo Bush. Pero si Irak es el país
donde el pueblo "adopta esta postura," es porque es
su país, y nunca aceptará la conquista.
Bush hizo la increíble declaración que la sangrienta
catástrofe en Irak está inspirando a los pueblos
del Oriente Medio. Más bien los acontecimientos en esa
región han provocado la repugnancia y la indignación
escandalosa.. Bush trató pintarse como progenitor de las
elecciones en los territorios palestinos y en el Líbano,
pero la realidad es que las elecciones en el primero han estado
tomando lugar por muchos años, y en el último por
décadas.
Pero es la desesperación lo que impulsa estas declaraciones
de progreso y promesas para "completar la misión."
Por lo regular, cuando Bush aparece por televisión, se
vale de soldados que lo rodean como extras en una película.
Esta vez, sin embargo, el público se mostró sombrío,
e interrumpió el discurso solamente una vez con un aplauso
muy callado; aplauso instado por uno de los publicitarios de la
Casa Blanca. No cabe duda que el entusiasmo de los militares ha
decaído enormemente, sobretodo después que el Ministro
de Defensa, Donald Rumsfeld, hiciera dos giras seguidas en Irak
y anunciara que la guerra continuaría por una docena de
años más.
El discurso concluyó haciéndole un llamado a
la juventud de Estados Unidos para que considere "la carrera
militar." Esto no fue más que propaganda para las
fuerzas miliares, cuyo reclutamiento a disminuído precipitosamente.
Para el Pentágono esto significa que los planes para crear
un ejército totalmente voluntario posiblemente terminen
en naufragio.
Al mismo tiempo, Bush aludió a la necesidad del "sacrificio"
sin dejar bien claro lo que eso significa. Sólo sugirió
que los norteamericanos vuelen la bandera el 4 de julio para mostrar
su apoyo a las tropas. Pero en ningún momento de su discuso
se refirió a los 1,750 soldados estadounidenses que han
muerto en Irak, o a que su gobierno ha gastado aproximadamente
$200.000.000.000 para financiar la guerra.
La insinuaciónbastante clara, por ciertofue
que las matanzas y las muertes y el dispalfarro de enormes cantidades
de dinero continuarán indefinidamente. Es como si el discurso
habría sido una advertencia: la clase gobernante de Estados
Unidos no va a aceptar otro Vietnam y no tiene ninguna intención
de permitir que la oposición popular a dicha política
le ponga fin a la guerra.
Esto no quiere decir que no hayan divisiones profundas en los
ámbitos políticos acerca de como esta guerra se
está conduciendo. Los Demócratas ahora han surgido
como la facción que exige acción más decisiva
y que ahora critica al gobierno por haber conducido la guerra
mal. Igual que los Republicanos, se han comprometido a "completar
la misión" en Irak; es decir, a subyugar al pueblo
de ese país por medio de la fuerza militar y así
asegurar la hegemonía de Estados Unidos sobre el Golfo
Pérsico, rico en recursos petrolíferos.
El vocero principal de los Demócratas en cuanto a la
política extranjera, el Senador Joe Biden, alabó
a Bush por dirigirse al pueblo estadounidense acerca de la guerra
en Irak. Declaró que "a menos que nos ganemos de nuevo
el apoyo [del pueblo], vamos a tener grandes problemas."
Advirtió varias veces que Estados Unidos no dispone de
suficientes soldados en la región, y sugirió que
habría que aumentar las fuerzas si la guerra iba a ganarse.
Aunque las cadenas de televisión y radio interrumpieron
sus franjas de horarios de mayor audiencia, muchos comentaristas
luego expresaron sus inquietudes, entre ellas que el presidente
había fracasado en ofrecer nuevos argumentos o una nueva
política para poner en reversa la falta de apoyo a la guerra.
Pero esta disminución no se debe a los fracasos del discurso.
Ahora el gobierno, quiéralo o no, se ve ante una realidad
objetiva en Irak en la los acontecimientos han refutado todo lo
que se afirmó o predijo.
Al concluir sus palabras, Bush declaró: "Cuando
se escriba la historia de esta época, la liberación
de Afganistán y la liberación de Irak serán
recordadas como piedras angulares en la historia de la libertad."
Al contrario: cuando se escriba la historia de estos eventos,
las intervenciones de Estados Unidos serán reconocidas
como los puntos de partida del resurgimiento de agresiones imperialistas
abiertas a un nivel no visto desde la caída del Tercer
Reich de Alemania.
El punto decisivo que la explosión del militarismo estadounidense
presenta es el siguiente: la necesidad de establecer un movimiento
político contra la guerra, independiente de los Demócratas
y los Republicanos y basado en el pueblo trabajador de Estados
Unidos. Este movimiento tiene que exigir que todas las tropas
estadounidenses sean retiradas incondicionalmente de Irak.. Tiene
que rechazar por completo el fraude de "la guerra contra
el terror" e insistir que todos los que confabularon para
lanzar la guerra en Irak sean declarados culpables de semejante
crimen y política.
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