EN
INGLES
Visite el sitio inglés
actualizado a diario
pulsando:
www.wsws.org
Análisis
Actuales
Sobre
el WSWS
Sobre
el CICI
|
|
WSWS
: Español
Estados Unidos se opone a plan de la Organización de
las Naciones Unidas para combatir la obesidad
Por Barry Mason
25 Febrero 2004
Utilice
esta versión para imprimir | Envíe
esta conexión por el email | Email
el autor
Este artículo se publicó por primera vez en
el inglés original el 9 de febrero, 2004.
La obesidad es una de las causas principales de las enfermedades
no contagiosas. En el mundo existen 300 millones de gente obesa,
y se considera que 750 millones, o sea, una sexta parte de la
población mundial, pesan más de lo normal. En mayo,
2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió
órdenes de hacer un estudio sobre la obesidad, la cual
se ha convertido en epidemia. La situación
es inquietante para los profesionales que cuidan la salud en todas
partes del mundo.
El estudio será presentado a la Asamblea de la salud
Mundial en mayo, 2004. Un borrador del informe, titulado Estrategia
Mundial de la OMS en cuanto a la dieta, la actividad física
y la salud fue publicado el noviembre pasado. Expertos internacionales
independientes sobre la dieta y los ejercicios físicos
contribuyeron al informe, el cual concluyó que en
la mayoría de los países está ocurriendo
un profundo cambio en el equilibrio de las causas principales
de la mortalidad y las enfermedades. En todos los países,
la evidencia actual indica que los factores determinantes de enfermedades
no contagiosas son en esencia los mismos. Estos incluyen consumos
desproporcionados de alimentos de alto nivel de densidad de energía
pobres en nutrientes, que son ricos en grasas, azúcares
y sal; niveles reducidos de actividad física...Específicamente
se encuentran las dietas no saludables, y actividad física
reducida entre niños y adolescentes. Para mayo del
2002 en la Organización Mundial de la Salud fue ordenado
preparar un informe sobre la casi epidemia de obesidad que está
preocupando a los encargados de salud alrededor del mundo. Mundialmente,
las enfermedades no contagiosas han aumentado rápidamente.
Puntualiza que para el año 2001, las enfermedades no
contagiosas constituían el 60 por ciento de los 56 millones
de muertes en el mundo entero y el 47 por ciento de las enfermedades
en general. Insiste en que, aparte del consumo de tabaco, entre
los factores principales que afectan el aumento en las enfermedades
no contagiosas se encuentran los altos niveles de colesterol
sanguíneo, el poco consumo de frutas y vegetales, la gordura
(y) la inactividad física.
El informe aboga por una reducción del contenido de
grasas en general, y para cambiar a grasas no-saturadas, reducción
del consumo de sal y azúcares refinados que se usan como
aditivos, y enfatizar el consumo de alternativas saludables como
frutas, vegetales, legumbres, granos enteros y semillas [nueces].
También aboga por una estrategia mundial para mejorar las
dietas y pide que la industria alimenticia emprenda
iniciativas para modificar el contenido de grasa, azúcar
y sal de los alimentos procesados y replantear la manera en que
hacen sus campañas publicitarias de modo que la salud pueda
mejorar en todo el mundo.
También aboga por una reducción general de la
grasa y un cambio a no saturadas; una reducción en el consumo
de sal y de azúcares refinadas usadas como aditivos; y
el consumo de alimentos más saludables y nutritivos, tales
como las frutas, los vegetales, las legumbres, los cereales no
refinados y las nueces.
Además, le pide a las fábricas de alimentos que
limiten los niveles de grasas saturadas y ácidos
transgrasados, de azúcares y de sal en los productos actuales
y hagan campañas publicitarias de mayor responsabilidad
en apoyo de dicha estrategia, sobretodo en cuanto a la promoción
y venta de alimentos de alto contenido de grasa saturada, azúcares
y sal, especialmente las dirigidas a los niños.
El informe, una vez aceptado, sólo servirá como
pauta asesora a las grandes empresas alimenticias, y sólo
hará recomendaciones para que éstas pongan en práctica
ciertas iniciativas. No tendrá ninguna autoridad
para imponerle a estas poderosas empresas la lógica de
sus conclusiones.
Pero la industria alimenticia no está dispuesta ni siquiera
a aceptar la más mínima crítica a sus actividades.
Tan pronto como se publicara el borrador del informe, la organización
Grocery Manufacturers of America [GMA: Industrias Alimenticias
de Estados Unidos], que representa a empresas tales como Birds
Eye, Coca-Cola, Del Monte y Heinz, le hizo cabildeo al gobierno
de Bush que actuara para defenderlos y atacara el contenido del
informe.
William Steiger, asistente especial del Ministerio de la Salud
y Servicios Humanos de Estados Unidos, le envió una carta
a la ONU en la que daba constancia de la oposición de Estados
Unidos. La carta puso en tela de juicio toda la base científica
del informe de la OMS. Negó que las empresas alimenticias
han creado las exigencias por alimentos nocivos, sobretodo por
medio de publicidad dirigida a los niños. Y también
se opuso a que se mencionaran concretamente los alimentos que
contienen niveles elevados de grasa, sal y azúcar.
Steiger escribió que el gobierno de Estados Unidos promueve
la idea que todos los alimentos forman parte de una dieta saludable
y balanceada, y apoya la capacidad del individuo para escoger
una dieta que conduce al balance de la energía, al control
del peso, y a la salud.
Criticó al informe de la OMS por no darle énfasis
a la responsabilidad de cada individuo en balancear su propia
dieta. Tal como comentara un vocero de la GMA, una de las
cosas que no apareció en el documento es que todo al fin
y al cabo depende de lo que el individuo opte por hacer. El problema
no se puede resolver por decreto del gobierno.
Organizaciones que representan a consumidores en todo el mundo
han criticado ferozmente a los esfuerzos del gobierno de Estados
Unidos por socavar el documento de la OMS. El año pasado
un informe sobre la dieta y la salud fue presentado a la OMS.
Éste puso en relieve como las empresas alimenticias habían
cínicamente tratado de engañar a los consumidores.
Un informe de la International Association of Consumer Food Organizations
[IAFCO: Asociación Internacional de Organizaciones para
el Consumo de Alimentos] publicó un estudio titulado, La
difusión de la mala salud, que contiene un capítulo
con el título de Como las empresas tergiversan a
la ciencia, en el que explica como las empresas alimenticias
se burlan de la evidencia que vincula a la dieta con la mala salud
y tratan de presentar sus productos de la mejor manera posible.
Explican que en 1978 Heinz, Coca-Cola, Pepsi, General Foods,
Kraft y Procter & Gamble formaron el International Life Sciences
Institute [ILSI: Instituto Internacional de las Ciencias de la
Vida]. Cita una publicación del ILSI que hizo una declaración
extraordinaria: al consumo del azúcar se le vincula
injustamente con la frecuencia de la obesidad y aboga para
que se conduzcan estudios sobre como la glucosa juega un papel
importante en facilitar los procesos cognitivos.
Durante las últimas décadas, los niveles de obesidad
han aumentado dramáticamente en Estados Unidos. En el libro
Fast Food Nation: What the All-American Meal is Doing to the World
[Nación de la comida rápida: lo que los alimentos
preparados de Estados Unidos cometen contra el mundo], Eric Schlosser
puntualiza que este aumento coincide con el aumento de restaurantes
de comida rápida. Según él, aproximadamente
la mitad de los adultos y un 25 por ciento de los niños
en Estados Unidos pesan más de lo normal o sufren de obesidad.
Existe un vínculo muy estrecho entre los restaurantes norteamericanos
de comida rápida que actualmente se extienden por todo
el mundo y el aumento de la obesidad. De acuerdo a Schlosser,
Esta epidemia de la obesidad, que se originara en Estados
Unidos hacia finales de la década del 70, ahora se ha extendido
al resto del mundo, y los alimentos rápidos representan
uno de sus productos vectoriales. Entre 1984 y 1993, la cantidad
de restaurantes de comida rápida en la Gran Bretaña
aumentó 100 por ciento, lo mismo que la tasa de obesidad
de las personas adultas.
La manera en que los alimentos rápidos se preparan hacen
evitar su consumo sea difícil. Schlosser señala
que una encuesta llevada a cabo por la Unión Europea (UE)
muestra que el 95 por ciento de todos los alimentos que aparecen
en los anuncios de la UE dirigidos a los niños eran elevados
en sal, grasa y azúcar. El año pasado, investigadores
de Estados Unidos llevaron a cabo unos estudios que mostraron
que ratas, al ingerir alimentos con elevados contenidos de sal,
azúcar y grasa se hicieron adictos a dichos alimentos,
manifestaron síntomas de abstinencia cuando se los quitaron.
La Doctora Ann Kelley, neuróloga en la facultad de medicina
de la Universidad del estado de Wisconsin, ha declarado que los
cambios en la química de los cerebros de las ratas alimentadas
con semejantes alimentos eran similares a los cambios asociados
con el uso prolongado de la morfina o la heroína.
Estadísticas presentadas en el Informe sobre el Estado
del Mundo de 2004, publicado por el World Watch Institute [WWI:
Instituto para la Vigilancia del Mundo], grupo ambientalista de
presión en Estados Unidos que aboga por el medio ambiente,
nos da una idea de como las grandes empresas alimenticias dominan
al mundo. En 2002, McDonald's sirvió a 46 millones de personas
cada día. Sus ingresos totales alcanzaron US$15 mil millones.
Los ingresos de Coca-Cola durante el mismo año llegaron
a US$16 mil millones.
En su Informe Anual, 2002 el Jefe de los Funcionarios Médicos
de la Gran Bretaña declaró que el aumento en los
niveles de obesidad de los niños era como una bomba
de tiempo en cuanto a la salud. La obesidad de los niños
que han cumplido los seis años ha aumentado 100 por ciento
durante los últimos diez años. Durante el mismo
período, la de los adolescentes de 15 años de edad
ha aumentado 300 por ciento.
Regresar a la parte superior de la página
Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved |