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Los musulmanes no 'odian nuestras libertades'. Odian
nuestra política
Informe del Pentágono revela las mentiras del gobierno
de Bush
Por Joseph Kay y Barry Grey
31 Diciembre 2004
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La versión original en inglés de este artículo
apareció por primera vez en nuestro sitio el 10 de diciembre,
2004.
Un informe publicado el mes pasado por el Destacamento Special
sobre Comunicación Estratégica del Consejo Científico
de Defensa asevera que la oposición en el Oriente Medio
a la ocupación estadounidense de Irak y a la política
extranjera de Estados Unidos en general es enorme. El informe,
publicado por una junta asesora integrante del Ministerio de Defensa
de Estados Unidos, admite con toda franqueza que la gran mayoría
de pueblos árabes y musulmanes no consideran que Estados
Unidos representa un bastión de la democracia y la liberta.
Más bien lo cren causa principal de la represión
y la tiranía.
El gobierno de Bush repetidamente ha hecho alusiones a la guerra
por la libertad. Justamente el martes pasado el Presidente
Bush declaró que el pueblo iraquí terminará
apoyando a Estados Unidos porque los pueblos libres nunca
escogen ser esclavos. Pero Bush, el Ministro de Defensa
Donald Rumsfeld, el Vicepresidente Dick Cheney y el resto de la
pandilla bélica en Washington bien saben que las masas
iraquíes, junto con los otros pueblos del mundo musulmán,
consideran a Washington como la causa principal de su esclavitud.
Y esto es ciertamente lo que su informe, publicado por la Consejo
Científico de Defensa (CCD), puntualiza. Éste lleva
el sello del Pentágono en su portada y apareció
en uno de los sitios del Ministerio de Defensa de Estados Unidos
en la malla mundial.
El informe declara sin rondeos que una preponderante mayoría
de los pueblos árabes y musulmanes se oponen a la ocupación
de Irak por Estados Unidos. Revela, además, que esta oposición,
tal como Bush y la prensa norteamericana por lo regular afirman,
no expresa ninguna oposición a la democracia, sino todo
lo contario. Según el informe, los pueblos árabes
y musulmanes no odian nuestras libertades'. Odian
nuestra política.
La mayoría de los integrantes del CCD del Destacamento
Especial sobre Comunicación Estratégica fueron académicos
universitarios y antiguos elementos del personal de las fuerzas
armadas. La preparación del informe fue una de la misiones
claves del Estudio de Verano de 2004 del Consejo Científico
de Defensa sobre la Transición hacia y desde las Hostilidades.
creado por Paul Wolfowitz, Ministro Asistente del Ministerio de
Defensa. En la carta que escribió para establecer la Task
Force, Wolfowitz declaró lo siguiente: No parece
que nuestras expediciones militares en Afganistán e Irak
serán las últimas en nuestra guerra mundial contra
el terrorismo El objetivo del Comité fue dirigirse
a toda una serie de cuestiones de importancia primordial a las
futuras intervenciones militares de Estados Unidos en el extranjero.
Aunque el informe ya había sido completado para el 23
de septiembre, no apareció en público hasta fines
de noviembre; es decir, después de las elecciones presidenciales
del país. Pero aún después de ver la luz
del día, la prensa estadounidense y todos los ámbitos
políticos lo han ignorado. (Ver: La prensa estadounidense
ignora informe acusador del Pentágono.)
El Destacamento Special sobre Comunicación Estratégica
ha concluído que una crisis de credibilidad ha abatido
los intereses del gobierno y de las fuerzas militares de Estados
Unidos. Según sus revelaciones, el gobierno de Estados
Unidos los pueblos del mundo, sobretodo en el Oriente Medio, universalmente
odian al gobierno de Estados Unidos, a quien no se le puede creer
nada de lo que dice. Sus acciones por lo regular se basan en burdos
intereses nacionales, no en los nobles ideales de la democracia
y la libertad. La guerra en Irak sólo ha servido para intensificar
dicha hostilidad.
El informe hace notar que las poblaciones de oposición
más asérrima al gobierno de Estados Unidos son aquellos
bajo las dictaduras de Egipto, Arabia Saudita, Pakistán,
Jordano y los estados del Golfo. El informe continúa: Estados
Unidos se encuentra en una situación torpe y potencialmente
peligrosaen que funciona como antigua columna de apoyo y
socio íntimo de estos regímenes autocráticos.
Sin elapoyo de Estados Unidos estos regímenes no podrían
seguir existiendo.
Las sociedades musulmanes no han expresado ningún
deseo para que Estados Unidos las libere, pero sí han mostrado
pasión por ser liberadas de las tiranías títeres
que Estados Unidos tanto fomenta y defiende.
Es decir, en vez de querer ser liberadas por Estados Unidos,
desean liberarse de Estados Unidos y de los regímenes despóticos
que éste proteje.
Además del apoyo que Estados Unidos le brinda a las
dictaduras de la región, los autores del informe ofrecen
otras razones que fomentan el profundo odio popular contra Washington:
La inmensa mayoría expresa su oposición a
lo que consideran el apoyo absoluto que le brinda a Israel en
contra de los derechos palestinos. Cada vez que la diplomacia
pública de Estados Unidos se refiere a la introducción
de la democracia en las sociedades musulmanas, la gente sólo
ve una hipocresía cuyo fin es proteger sus intereses.
El informe continúa: Según opinan los musulmanes,
la ocupación estadounidense de Afganistán e Irak
no ha conducido a ninguna democracia sino a un caos y sufrimiento
peores. Por otra parte, las acciones de Estados Unidos parecen
basarse en razones nefastas, intencionalmente manipuladas para
mejor servir los intereses nacionales de Estados Unidos a expensas
de la verdadera auto determinación islámica.
El informe cita una encuesta de Zogby que muestra que la inmensa
mayoría de la población de los países árabes
se opone a la política de Estados Unidos. En abril del
2002, 15% de la población de Egipto opinaba favorablemente
de Estados Unidos, pero para junio del 2004 esa cifra había
bajado al el 2%. Durante el 2002, la cifra a favor en Arabia Saudita
disminuyó del 12 al 4%. En Jordano bajó del 35 al
15%, y en Marruecos, disminuyó del 38% al 11%.
En los países que participaron en la encuesta de Zogby
el apoyo a la guerra en Irak casi no existe: Marruecos, 1%; Arabia
Saudita, 1%; Jordano, 2%; El Líbano, 4%; y los Emirados
Unidos Árabes, 4%.
Esta enorme oposición a la política estadounidense
en países cuyos gobiernos son aliados íntimos de
Estados Unidos pone en relieve un hecho incontrovertible: el enorme
precipicio social que existe entre las pequeñas clases
gobernantes de esos países y sus poblaciones en general.
Si más bien las clases gobernantes de estos países
apoyan al gobierno de Estados Unidos es porque Washington los
protege de sus propias clases obreras.
Si aceptamos la propaganda incesante del gobierno de Estados
Unidos y la prensa norteamericana fomentan, entonces nos vemos
obligados a llegar a esta conclusion: que cientos de millones
de habitants en el oriente Medio y en el Asia Central están
abolutamente equivocados. De una manera u otra, estos pueblos
se han quedado con la impresión errónea que la guerra
en Irak la política extranjera de Estados Unidos son antitéticas
a sus aspiraciones sociales y democráticas.
Por supuesto, estos pueblos no se han equivocado; son los que
más directamente han sido afectados por la política
de Estados Unidos. Más bien, el gobierno de Estados Unidos
y la oposición fantasma del Partido Demócrata, junto
con la gran mayoría del profesorado y la misma prensa,
consciente y sistemáticamente le mienten a los pueblos
de Estados Unidos y del resto del mundo. Así justifican
una política militarista basada en el saqueo y en el encubrimiento
de los fines imperialistas fundamentals de esa política.
De paso debemos mencionar que el informe del CCD admite que
la llamada Guerra contra el terrorismo es un concepto
politico-ideológico ideado luego del 11 de septiembre con
el fin de manipular la opinion pública y generar apoyo
para otras guerras de agresión.
El informe se refiere a los ataques del 11 de septiembre como
catalistas en la creación de una nueva manera de
pensar acerca de la seguridad nacional. La Guerra Mundial contra
el Terrorismo reemplazó a la Guerra Fría como meta
narración de la Guerra Fría. Los gobiernos, la prensa
y los públicos usan el ambiente creado por el terrorismo
para propósitos cognitivos, comunicativos y de asesoramiento.
Para los dirigentes políticos, funciona para relacionar
acontecimientos cuyos vínculos no existen; para identificar
prioridades, amigos, enemigos, víctimas y a quien culpar;
y para darle coherencia a mensajes simplistas. Para los periodistas
y las personas que se interesan en las noticias, la definición
que el terrorismo ahora abarca parece darle sentido a los diversos
informes acerca de la seguridad nacional...Definiciones de este
tipo simplifican y ayudan a comunicar el significado de eventos
complejos.
Una de las conclusiones más obvias del informe de la
CCD es que, muy lejos de disminuir la amenaza de ataques terroristas
contra Estados Unidos, la enorme oposición a la política
extranjera del país ha empeorado el peligro. El informe
nota que las invasiones de Afganistán e Irak han elevado
la estatura de los fundamentalistas islámicos en toda la
región. Declara lo siguiente: La intervención
directa de Estados Unidos en el mundo musulmán paradójicamente
ha elevado la estatura de, y el apoyo a, los islamitas radicales.
A la misma vez, el apoyo a Estados Unidos en varias sociedades
árabes ha disminuído a cifras mínimas.
Esto confirma, directamente de la boca del dragón, la
prognosis que la World Socialist Web Site hiciera inmediatamente
luego de los ataques del 11 de septiembre, 2001. En una declaración
publicada el 12 de septiembre del mismo, expresó lo siguiente:
Es la política de Estados Unidos, impulsada por los
intereses económicos y estratégicos de su clase
gobernante, que echo las bases para la pesadilla que sucedi` el
Martes pasado [11 de septiembre]. Las acciones que ahora el gobierno
de Bush ahora contemplacon la amenaza del presidente deno
hacer ninguna distinción entre los terroristas que
perpetraron estos actos y aquellos que aquellos que los protegenestablecen
las bases para mayors catastrophes. (Ver: Las causas
del ataque terrorista en Nueva York y Washington)
Antes de la invasión de Irak, la WSWS hizo esta observación:
El gobierno de Bush ha puesto en movimiento procesos que
tendrán el impacto más estremecedor; impacto que
afectará no solo al Oriente Medio, sino a todos los rincones
del mundo. La guerra incitará la opinion pública
e inevitablemente resultará en represalias violentas no
sólo contra los soldados de Estados Unidos, sino contra
su propia población civil en el país y en el extranjero.
(Ver: En la víspera de la Guerra contra Irak: las
dificultades políticas del 2003)
Si tomamos en cuenta la enorme crisis que azota a la política
extranjera de Estados Unidos y que el propio CCD ha revelado,
las recomendaciones son ridículas. Pero esto debería
sorprender. El Consejo es instrumento intrínseco de la
política imperialista de Estados Unidos.
El Destacamento Especial aconseja al presidente que forme varios
paneles, puestos gubernamentales y otros comités de asesoría
para coordinar la diplomacia pública, los asuntos
públicos, las actividades de índole psycológica,
y las operaciones militares de comunicación abierta.
Es decir, el Consejo aboga por una propaganda más eficaz
y de mayor alcance.
Aunque medidas de esta índole pueden afectar, aunque
de manera limitada, la opinión pública en Estados
Unidos, és casi cierto que éstas no van a afectar
de ninguna manera la creciente oposición en el Oriente
Medio, sobretodo en Irak. La resistencia iraquí a la ocupación
estadounidense no es consecuencia de ninguna equivocación
o del fracaso del imperialismo en explicarse a sí mismo.
El gobierno de Estados Unidos se ha explicado a sí mismo
bastante bien ante el pueblo iraquí: ha bombardeado sus
ciudades y masacrado a sus civiles; insatalado un régimen
títere con métodos dictatoriales; y transformado
a ciudades com Faluya en campos de concentración. Una Guerra
de ocupación tipo colonial inevitable e inalterablemente
requiere niveles de violencia y repression peores.
Por último vale la pena enfatizar la reacción
de la Casa Blanca al informe del CCD: le ha pedido al Ministro
de Defensa Rumsfeld, de los principales ideólogos de la
debacle de la política extranjera que el Destacamento describe,
que siga en su puesto durante el segundo plazo del gobierno de
Bush.
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