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Israel intensifica guerra contra palestinos
Por Jean Shaoul
5 Noviembre 2003
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el autor
El régimen de Ariel Sharon en Israelmuy seguro
de sí mismo porque cuenta con el apoyo incondicional de
Washingtonha intensificado sus ataques militares contra
los civiles palestinos que viven en la Franja de Gaza y en Transjordania.
Las acciones de Israel, que ha ocupado ambas regiones ilegalmente
desde 1967, muestran su desprecio hacia las diversas convenciones
internacionales sobre los derechos humanos; la Asamblea General
de la Organización de las Naciones Unidas; y las restricciones
impuestas por el "Mapa del Camino" hacia paz para el
Oriente Medio negociado por Estados Unidos.
Pero lejos de desmantelar la "cerca de seguridad"
que ha erigido en Transjordania, el gobierno de Sharon ha jurado
seguir construyéndola. Y también ha anunciado que
seguirá la expansión de las colonias sionistas.
Como siempre, la prensa mundial apenas reportóy
mucho menos condenóestas noticias.
El 20 de octubre, el ejército israelí lanzó
una serie de bombardeos aéreos contra la Franja de Gaza
que resultaron en la muerte de por lo menos 11 personas. Otras
100, en su mayoría civil, sufrieron heridas. Buques de
guerra que portan helicópteros pusieron en sus miras a
un vehículo manejado por un miembro de HAMAS y a un edificio
que, según Israel, era una planta de HAMAS para fabricar
armas.
Los bombardeos aéreos fueron una reacción a ataques
insignificantes que los palestinos habían lanzado contra
un pueblo israelí próximo de la Franja de Gaza.
Tuvieron lugar a los pocos días de Israel llevar a cabo
el peor ataque en tres años contra las vidas, hogares y
tierras de los palestinos en el campamento de Rafah, ubicado en
la Franja.
El 27 de octubre, el periódico Guardian publicó
un artículo del corresponsal, Chris McGreal, que dejó
bien claro que el ataque contra Farah había sido tan violento
y destructivo que la ONU lo catalogó de castigo "desproporcionado".
McGreal explica que, durante las dos últimas semanas,
las Fuerzas para la Defensa de Israel (FDI) habían montado
lo que se ha llegado a conocer como la "Acción Canal
de Raíces", cuyo objetivo se supone es descubrir y
destruir docenas de túneles que, sostiene Israel, se usan
para transportar armas, inclusive cohetes teledirigidos, a grupos
terroristas.
La operación, que incluye 65 tanques de guerra, vehículos
blindados y tractores niveladores, dejó muertos a 18 palestinos,
inclusive tres niños y más de 120 heridos. McGreal
escribe: "Sólo se descubrieron tres túneles.
No encontraron armas. Pero en el proceso, los militares destruyeron
o arrasaron con cohetes a casi 200 hogares y dejaron a casi 1,700
personas en las calles. El ejército luego afirmó
que nada de eso había sucedido, que sólo diez hogares
habían sido aplastados. Luego reenvió los tractores
para enterrar toda evidencia que los hogares habían existido".
McGreal nota que los palestinos han dejado muertos a tres soldados
y un colonizador en Rafah desde el comienzo de la Intifada, pero
que la FDI ha acabado con las vidas de 280 palestinos.
La represalia israelí y las bajas fueron tan desproporcionadas
al daño causado por las armas primitivas de los palestinos
que hasta miembros de la coalición derechista de Sharon
presentaron objeciones al suceso, pero no renunciaron del gobierno.
La BBC reportó que el Ministro del Interior israelí,
Avraham Poraz, del Partido Shinui, había expresado que
"No deberíamos llevar a cabo estas matanzas en masa
para pegarle a dos o tres terroristas". Otro miembro del
gabinete y militante del mismo partido, Yosef Paritsky, quien
es ministro de la infraestructura, le instó a Israel que
se disculpara y compensara a las víctimas. Dijo: "No
estamos en guerra contra la población palestina".
Pero Paritsky se engaña sí mismo con este tipo
de comentario. Es miembro de un gobierno que ha estado en guerra
continua contra los palestinos; guerra que incluye asesinatos
políticos, las matanzas de civiles, los castigos colectivos,
la destrucción de hogares y deportaciones. Toques de queda
y bloqueos de carreteras han hecho casi imposible que la gente
pueda viajar a sus empleos, escuelas y hospitales, y han llevado
a la mayoría de la población al borde de la inanición.
"¿Se puede concebir que uno de nuestros simpatizantes
haya decidido que toda la sociedad palestina es el blanco [de
nuestros ataques]?" escribe Alex Fishman en el Yediot Aharonot.
El Doctor Shamuel Bar, asesor militar israelí, evidentemente
piensa que ese es el caso. Le ha declarado al periódico
Jerusalem Post que los ataques aéreos tenían el
fin de crear "un infierno en vivo" para los palestinos
y fomentar la rebelión contra los luchadores islámicos.
Sin embargo, las acciones de Israel, lejos de lograr que los palestinos
se pusieran en contra del Movimiento de Resistencia Islámica,
sólo han tenido un resultado: la influencia de HAMAS ha
aumentado un 60% desde que comenzara la Intifada tres años
atrás.
Las críticas han sido tan recias que ejército
ha tomado la rara acción de presentarle al público
una videocinta. Ésta presuntamente muestra que los militares
israelíes no lanzaron ningún cohete contra la poblada
zona, sino contra un carro guiado por un "grupo de terroristas"
que iban por una tranquila carretera. El carro explotó,
y dos miembros que iban dentro murieron quemados. También
murió un hombre que iba cerca en otro carro. Pero la cinta
no explica por qué semejante asesinato político
causó la muerte de tantos circunstantes.
El Primer Ministro Ariel Sharon ha rechazado la petición
del Primer Ministro palestino, Ahmed Qurei, para un cese de fuego,
el cual le pondría fin no sólo a los ataques perpetrados
por los palestinos, sino también a las redadas israelíes.
Más bien ha exigido que la Autoridad Palestina, cuya infraestructura
ha sido totalmente destruida por el ejército israelí,
desarme y desbande a los militantes con tal de prevenir todo ataque
contra Israel. Las exigencias de Sharon para que se cumpla este
castigo, aún cuando fuera posible, resultaría en
nada menos que una guerra civil.
El 22 de octubre, el ejército israelí mató
a balazos a tres palestinos "sospechosos" de ser militantes.
Uno fue muerto en Qalqilya y los otros dos en incidentes diferentes
en Hebrón, pueblo palestino donde existe una colonia sionista
de 400 personas que ha provocado a los habitantes de la población
incontables veces. 1,500 tropas israelíes la protegen.
Hubo otro incidente cuyo objetivo aparentemente fue provocar
a los palestinos a tomar otras medidas terroristas y luego usar
estas acciones como excusa para desterrarlos forzosamente de los
territorios ocupados. Tropas israelíes mataron a balazos
a un anciano palestino cerca de Elei Sinaí, colonia en
el norte de la Franja de Gaza.
El ejército primero trató de explicar que trataba
de entrar a la colonia, pero luego un vocero del ejército
admitió que conocía al anciano y que éste
en realidad no presentaba ningún peligro. Horas después,
hombres palestinos armados mataron a tres soldados israelíesdos
hombres y una mujeren un ataque contra Netzarim, en la zona
central de la Franja. Las fuerzas de seguridad siguieron la pista
de los atracadores y pronto mataron a uno de ellos, Samir Fouda,
militante de HAMAS proveniente Jabaliya, campamento de refugiados
en Gaza.
Y en otra curiosa infracción de las leyes internacionales,
tropas israelíes llevaron a cabo una redada a dos hospitales
en Transjordania y arrestaron a dos personas sospechosas de ser
militantes palestinos. Durante la madrugada del 25 de julio, tropas
israelíes llegaron en sus jeeps, entraron alborotadamente
en el hospital anglicano de Nablus, derribando puertas a patadas
mientras iban de cuarto en cuarto hasta encontrar a Khaled Hamid,
miembro de HAMAS que recibía tratamientos médicos
en la unidad de cuidados intensivos del hospital. El Dr. Annan
Abdel Hak le dijo a la Prensa Asociada: "Le expliqué
a los soldados lo crítico de su condición, pero
de todos modos le quitaron todas las máquinas".
Según un vocero del ejército israelí,
Hamid había recibido serias heridas cuando una bomba que
llevaba explotó prematuramente.
El 21 de octubre, la Asamblea General de la ONU adoptó
una resolución condenando la cerca que Israel ha construido
alrededor de grandes zonas de Transjordania, violando a grandes
porciones del territorio palestino, aislando a los palestinos
a vivir en condiciones aún más escuálidas
y efectivamente formando una nueva frontera entre Israel y Transjordania.
Al norte de Jerusalén, la cerca incluirá a miles
de palestinos que no tienen permiso para permanecer en la ciudad.
En el sur, separará a miles de palestinos de sus familias,
lugares de trabajo y escuelas. Otros serán completamente
separados de la ciudad, lo cual pondrá en peligro su ciudadanía
en Jerusalén y el derecho a tener acceso a ella. Por consiguiente,
la cerca es otra medida para hacer las vidas de los palestinos
tan imposible que muchos voluntariamente abandonarán a
Jerusalén y el lado israelí de la cerca, lo que
en realidad es, si hay que darle su verdadero nombre, una "limpieza
étnica".
La resolución exige que Israel "le ponga paro y
desbarate la cerca en el Territorio Ocupado de Palestina. También
deja claro que era "una barrera en contravención de
las disposiciones pertinentes a las leyes internacionales".
Pero las potencias europeas se han postrado ante la presión
de Estados Unidos y rehusado apoyar las exigencias árabes
que el caso sea referido al Tribunal Internacional de la Justicia
en La Haya para que haga un dictamen legal. Pero las resoluciones
de la Asamblea General de ninguna manera son semejantes a las
del Consejo de Seguridad. La ley no dicta que hay que cumplirlas.
La resolución fue adoptada por voto abrumador, pero
Estados Unidos se unió a Israel junto con Micronesia y
las Islas Marshall, pequeñísimas entidades nacionales
presuntamente independientes pero en realidad dominadas por EE.UU.
Washington ahora le ha dado la luz verde a Israel para que ésta
siga adelante no importa que a la población palestina haya
que desterrarla, que le embauquen sus tierras, y que todavía
siga siendo víctima de la guerra. Pero si Israel no obedece
la resolución en un mes, ésta muere, pues el secretario
general de la ONU, Kofi Annan, no ha presentado ninguna otra sugerencia
para acciones adicionales.
Aunque el Presidente Bush haya dicho anteriormente este año
que la cerca presentaba un "problema", ahora el gobierno
Republicano ha indicado que ningún crimen contra la humanidad
o cualquier infracción de las convenciones internacionales
es tan significante que no se puede aceptar.
Ariel Sharon, en su discurso a la primera sesión del
Knesset luego de su receso, se comprometió a completar
la cerca durante los próximos doce meses. Ehud Olmertm,
primer ministro alterno, reaccionó a la resolución
de la ONU por la radio: "Seguiremos construyendo la cerca
y seguiremos velando por la seguridad de los ciudadanos israelitas".
En otra acción cuyo objetivo es la consolidación
de la posición de Israel en Transjordania y provocar la
hostilidad de los palestinos, el ministro de la vivienda de Israel
pidió y aceptó ofertas formales de empresas privadas
para la construcción de 300 viviendas nuevas en Karnei
Shomron, colonia en el norte de Transjordania, y en Givat Ze'ev,
en el norte de Jerusalén. Esto sigue el anuncio, hecho
a principios de mes, que se iban a construir 600 viviendas nuevas
en colonias ubicadas en Transjordania. Según la organización
"Paz Ahora", más de 1,500 semejantes invitaciones
a semejantes ofertas han sido publicados este mismo año.
No solamente es ilícito, bajo las convenciones internacionales,
expropiar y construir sobre territorios ocupados, sino que se
supone que esta tierra ha de entregársele a los palestinos
para que establezcan su propio estado. Bush ha pedido que se congelen'
las colonias porque "no ayudan en nada", pero es evidente
que Israel piensa que esta objeción no es nada seria. Y
además, Washington ya tiene bastante preocupaciones con
Irak y las elecciones del 2004, lo cual Israel considera como
carta blanca para hacer lo que le plazca.
A las 2:30 a.m. del 26 de octubre, el régimen de Sharon
cometió otra atrocidad.
Tropas israelíes obligaron a más de 2,000 palestinos
residentes de Al-Zahara en Gaza a levantarse de sus camas y sacarlos
afuera para que presenciaran la destrucción, en una sola
enorme explosión, de tres edificios de 13 plantas cada
uno e innumerables apartamentos cercanos. La acción dejó
por lo menos a 1,000 personas sin hogar. Varios edificios estaban
siendo construidos bajo la supervisión de la Seguridad
Preventiva Palestina, fuerza de seguridad principal a cargo de
mantener a los militantes palestinos en línea.
Las autoridades israelíes sostienen que los militantes
usaban las torres de los edificios como puestos de observación.
Cierta fuente del gobierno, con años de servicio, declaró
que los planes para demoler los edificios se habían hecho
11 meses atrás, pero que se habían demorado para
permitirle a la AP a que encontrara la manera de evitar que los
militantes los usara.
Saeb Erekat, negociador principal de los palestinos, catalogó
a la demolición como "crimen de guerra" y dijo
que más de 140 apartamentos habían sido destruidos.
Terje Roed-Larsen, representante de la ONU, también expresó
que "deploraba enormemente" las demoliciones. "La
destrucción de la propiedad como medida punitiva es una
clara infracción de los reglamentos que rigen el derecho
internacional", puntualizó. "Estas acciones también
son contraproducentes para las muy reales preocupaciones de Israel
en cuanto a su seguridad, pues causan la ira y la desesperación
de los palestinos".
Luego esa misma mañana, tropas israelíes mataron
a balazos a un palestino cerca de la cuadra donde se ubica la
colonia de Gush Katif. Un hospital en la Ciudad de Gaza informó
que el joven, de diecisiete amos de edad, había muerto
de heridas sufridas durante la redada que tropas israelíes
habían llevado a cabo el miércoles pasado en Gaza.
También reportó que otro hombre había muerto
a causa de heridas sufridas en la ciudad de Nabus, ubicada en
Transjordania.
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