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Carta y respuesta a la crítica de Marx basada en las
ideas de Sraffa
Por Nick Beams
15 Marzo 2003
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el autor
Estimado Camarada Nick Beams,
Soy partidario apasionado de la WSWS y el CICI
[Comité Internacional de la Cuarta Internacional]...La
razón principal por la cual me dirijo a ustedes: he descubierto
graves problemas con el análisis del CICI en cuanto a la
Economía Política Clásica. Por otra parte,
considero que la perspectiva del CICI es casi perfecta. Pero es
la Economía Política donde se encuentra su mayor
vulnerabilidad, pues, según opino, cualquier académico
que se especializa en la economía clásica o en la
que enfoca la plusvalía fácilmente podría
hacerles pasar una vergüenza.
Se que estos asuntos llevan muchos prejuicios (aunque son poca
la gente que en realidad comprende la estructura de los problemas
a que nos referimos), y que las pasiones atrinchadas guían
el razonamiento. Pero no obstante la conclusión final a
la que se llegue, hay una cosa que para mí no se puede
disputar en absoluto: no se puede ignorar a la ciencia y predicar
la validez eterna de la mecánica newtoniana si no nos importa,
o no nos atrevemos, a leer acerca de la relatividad de Einstein.
O, dicho de otra manera, no importa la manera en que el descubrimiento
de un sistema solar heliocéntrico o el hecho que
los humanos evolucionaron de los simios - haya herido los sentimientos,
pues el hecho es que resultaron en la victoria del razonamiento
humano y abrieron campo al progreso y el orgullo de la humanidad.
Y aquí, claro, planteo la crítica de Marx basada
en las ideas de Sraffa. Si existe algo pertinente y urgente en
el campo de la Economía Política que el CICI debe
considerar, es este nuevo e importante desarrollo que resuelve,
simple y definitivamente, varios de los problemas que Marx dejó
por resolver o a los cuales les presentó soluciones erróneas.
Permítame hacerle varias alusiones: " Todo
aquel que labora para elaborar un análisis materialista
de la sociedad capitalista debió haberla recibido con los
brazos abiertos, pero no fue así". "A la crítica
de Marx basada en las ideas de Sraffa no se le puede hacer frente
y rechazar de manera razonable por la simple verdad que es correcta.
Por consiguiente, aquellos que se han autodenominado defensores'
de Marx se basan en la evasión". "La reacción
adecuada de los marxistas a la crítica de Marx basada
en las ideas de Sraffa consiste, pues, no en evadirla u ofuscarla
sino en comprenderla, en absorberla y utilizarla para la formulación
de una teoría mejor de la economía capitalista".
Estas citas provienen de una fuente importante sobre el tema
escrito por Ian Steedman y publicado en 1977: Marx
luego Sraffa. Insisto en lo siguiente: es absolutamente
imprescindible que analicemos este libro de Steedman. Difiere
de El capital en que es corto y fácil
de comprender; lo reconoce todo el mundo científico; lo
citan las enciclopedias como referencia de importancia; y es ejemplo
inusual del análisis materialista marxista con lógica
impecable. He leído a la WSWS minuciosamente y he llegado
a la conclusión que probablemente nadie en el CICI conoce
el libro de Steedman. Por ejemplo, en el único artículo
de la WSWS que se refiere a Sraffa "Pregunta
sobre Marx y Keynes", publicado el 8 de agosto, 2001
solamente se encuentran las tres líneas que siguen:
"De la misma manera, Piero Sraffa estaba consciente de
las contradicciones en la teoría ortodoxa del capital.
Pero trató de desarrollar una teoría del valor basándose
en Ricardo, no en Marx".
La cuestión había sido: "...pero varios
de sus sucesores (Kalecki, Robinson, Sraffa) trataron de comprender
la economía marxista. Estoy curioso acerca de lo que la
WSWS opina acerca de la economía actual y el desarrollo
histórico de esa ciencia".
Así pues, el punto principal de mi correspondencia inicial
con ustedes es que se familiarizen con este libro y, si ya conocen
su contenido, analizar con ustedes la perspectiva del CICI en
cuanto a los temas ya mencionados.
Debo advertirles de nuevo que las conclusiones no deben dejar
llevarse por los prejuicios, porque creo que este asunto peligra
en empujar al CICI a la trampa de la "escuela de la falsificación".
La economía política se parece exactamente a la
arena movediza. Según mi opinión, economistas marxistas
entre otros han mostrado que a gran parte de El
Capital de Marx le falta consistencia, y para mí
lo más importante es que Marx (además de no haber
terminado su obra y escribirla de tal forma que no sólo
el proletariado no puede entenderla; la cantidad de gente que
la comprende puede contar en las manos, inclusive a todo el bloque
de Europa oriental donde se promulgaba. No es como si fuera la
mecánica cuántica para merecer tanta confusión.),
a pesar de su materialismo, postuló muchas cosas en Capital
que simplemente se basaban en el idealismo. Algunas
no iban más allá de 2 + 1 = 6. Mi atrevimiento surge
de que la ciencia ya le ha dado veracidad al tema, el cual se
ha convertido en hecho verídico. Todo es simplemente cuestión
de álgebra linear, y no le sugeriría a nadie que
se ponga a polemizar contra el álgebra linear. Pero si
el CICI tiene confianza en sí mismo y puede refutarlo,
seguramente se ganaría el Premio Nobel en Economía
y otro en Física por construir un modelo de moción
perpetua. En ese caso me agradaría admitir mi error y restaurar
la infabilidad de Marx.
He presentado mi razonamiento cortantemente porque es mi propósito
causar que presten atención y muestren precaución.
Nadie debería dudar mi devoción a la causa socialista.
¡Mi única esperanza de sobrevivir y darle significado
a mi existencia es a través de la Revolución Socialista
Mundial!
Debo mencionar que no conozco la política a que Steedman
se adhiere. Tal vez sea igual que la de otros académicos,
pero eso no tiene ninguna pertinencia. Deberíamos tratar
de penetrar el movimiento - que ya crece - para que la economía
resucite mediante el enfoque al valor, y persuadir a sus partidarios
a que se unan al CICI, ya que penosamente carecen de orientación
política.
Esto es sólo para establecer la comunicación
entre nosotros. Espero recibir vuestra respuesta inicial y que
habrán mayores oportunidades para el debate. Son mis mejores
deseos para ustedes. ¡Les agradezco toda la labor tan exitosa
que han llevado a cabo para el CICI y la Revolución Socialista
Mundial!
Atentamente,
Dejan Popov
* * *
Estimado DP,
La muy mencionada crítica al marxismo basada en Sraffa,
la cual uno identifica casi inmediatamente con el libro de Ian
Steedman, Marx luego de Sraffa, no representa
ningún esfuerzo para solucionar los problemas que Marx
dejó irresueltos o para corregir sus presuntos errores.
Lo que Steedman por lo menos aclara con esto es que rechaza por
completo el análisis del valor. Al hacer un resumen de
su obra, escribe: "En interés de desarrollar una teoría
materialista coherente del capitalismo, la lógica de Marx
en cuanto al valor - lo cual no fue aspecto periférico
a su obra - tiene que abandonarse".
En caso que nadie haya comprendido este punto, añade
más abajo en la misma página:
"No se puede enfatizar demasiado que el esfuerzo por presentar
una historia materialista de las sociedades capitalistas depende
del análisis que Marx le hizo a la importancia del valor,
pero solamente en este sentido negativo: que la continua
adherencia a este último obstruye el desarrollo de la primera.
(Ian Steedman, Marx luego de Sraffa, pág.
207)
Antes de examinar el valor, pues es en realidad el tema de
que hablamos, permítanme citar una observación que
Schumpeter hizo respecto al método de Marx. Schumpeter
no era marxista; no obstante estaba muy consciente del significado
histórico de Marx.
"Hay algo...de importancia primordial que logró
en cuanto a la metodología de la economía. Los economistas
siempre han laborado con la historia de la economía o han
usado las obras sobre la economía que otros han escrito.
Pero los hechos verídicos de la historia de la economía
se asignaban a otra esfera aparte. Participaban en la teoría
si se les permitía - solamente como ejemplos o quizás
para comprobar los resultados. Los mezclaban de manera mecánica.
Pero la mezcla de Marx es química; es decir, los introdujo
al razonamiento que produce resultados. Fue el primer economista
de primera catagoría en ver y enseñar sistemáticamente
como la teoría de la economía puede convertirse
en análisis histórico y como la narración
histórica puede convertirse en una historia razonada".
(Schumpeter, El capitalismo, el socialismo y la democracia,
pág. 44)
Nadie puede negar que Marx basó su análisis del
desarrollo histórico del capitalismo sobre la lógica
que surgió de su análisis del valor. Pero si se
desea seguir a Steedman y hacerle caso omiso al análisis
del valor entonces hay que explicar como fue posible que Marx,
a pesar de su método erróneo, pudo presentar un
análisis científico de la evolución del capitalismo.
Sugiero que es imposible estar de acuerdo con Steedman y a
la misma vez aceptar el análisis marxista del capitalismo
y de su evolución histórica. Si aceptamos a Steedman
tenemos que rechazar El capital. Usted
parece tomar ese rumbo cuando escribe que "economistas marxistas
entre otros han mostrado que a gran parte de El
Capital de Marx le falta consistencia" y que
fue escrito de tal manera que no se podía entender. Por
una parte, usted alaba a Steedman por su "simple álgebra
linear" a la vez que nos asegura que si puede ser refutada
usted admitirá su error y "restaurará la infalibilidad
de Marx".
En cuanto al problema de la dificultad, el mismo Marx explica
que el primer capítulo de El capital,
que contiene su análisis de la mercancía y el valor,
es difícil precisamente porque trataba de penetrar las
formas sociales que han desconcertado la mente humana por 2000
años. Marx escribió el borrador de este capítulo
varias veces para hacerlo lo más comprensible posible.
En cuanto a la cuestión de la "infalibilidad",
nadie - y mucho menos Marx ha creído en eso. Lo
único que él pedía era "un lector que
estuviera dispuesto a aprender algo nuevo y por lo tanto a pensar
por sí mismo".
Como de costumbre con muchos temas difíciles, es necesario
enfocar la cuestión del valor por medio del análisis
histórico.
Marx habría ciertamente expresado acuerdo con la observación
de Newton que si él podía ver más lejos que
sus contemporáneos era porque se paraba sobre los hombros
de gigantes. Marx estaba profundamente consciente que sus éxitos
se arraigaban en los de la economía política clásica,
la cual llegó a su apogeo en las obras de Smith y Ricardo.
Todos los economistas políticos clásicos, desde
William Petos en adelante, tuvieron que examinar la cuestión
del valor. No es que ellos hayan conscientemente emprendido una
investigación de la nueva sociedad que nacía. Les
importaban los temas prácticos, como, por ejemplo, la manera
de fortalecer el reino. Pero eso condujo a la cuestión
de la riqueza y como ésta se medía, y a la cuestión
del precio y lo que probablemente lo determinaba: el valor. El
desarrollo de la economía política como ciencia
fue el gran éxito de Smith.
Smith había sostenido que durante la etapa "primittiva
y tosca" de la sociedad, el precio de toda mercancía
era determinado por la mano de obra necesaria para producirla.
Sin embargo, tan pronto empezó a tratar de analizar una
sociedad en la que existía la propiedad privada
capital y tierra en manos privadassu teoría sobre
el valor se encontró frente a una muralla. De acuerdo,
Smith concluyó que el precio de toda mercancía era
determinado por la suma de salarios, ganancias (beneficios) y
renta; es decir por los ingresos de las tres grandes clases sociales:
los empleados asalariados, los capitalistas y los terratenientes.
Ricardo con razón rechazó como anti científica
la teoría de la "suma" de Smith. Trató
de mostrar que el valor de cierta mercancía era determinado
por la cantidad de mano de obra que contenía. Insistía
que toda mercancía tenía un valor innato que entonces
se repartía entre las diferentes clases y formaba la base
de sus ingresos, lo cual era un punto de vista contrario al de
Smith, quien sostenía que el valor era la suma de estos
ingresos.
Pero Ricardo se topó con otro problema: como reconciliar
su teoría del valor basada en la mano de obra con el hecho
observable que en la sociedad capitalista la tasa de ganancias
tendía a equilibrarse a través de todas las industrias.
Si los valores de la mano de obra determinaban directamente los
precios, las tasas de ganancias en las diferentes industrias variarían
de acuerdo a la cantidad de mano de obra usada o a cada vez que
el capital le daba rendimiento a las inversiones.
Parecía que solamente habían dos soluciones al
problema que Ricardo encontró. Una era abandonar la teoría
del valor basada en la mano de obra y regresar a la teoría
de la "suma" de Smith o, si ello no fuese satisfactorio,
abandonar por completo la búsqueda por la base objetiva
del valor y desarrollar en su lugar una teoría subjetiva
(la escuela marginalista durante la década de los 1870.)
La tercera alternativa era llevar a cabo un aálisis
totalmente nuevo de la teoría del valor para mostrar como
esa misma teoría era capaz de explicar las contradicciones
que parecía engendrar. Este fue el camino que Marx tomara
al tratar de desarrollar una teoría del valor que explicaba
las leyes de la moción de la sociedad capitalista.
No obstante, Marx reconoció que las categorías
en las que los economistas políticos clásicos habían
tratado de conducir sus análisis salarios, precio,
ganancias (beneficios), renta, etc. - simplemente no podían
adoptarse. Más bien estas categorías mismas tenían
que explicarse. "La verdad es que la economía política",
escribió al referirse a sus antecesores, "ha analizado
el valor y su magnitud, aunque de manera incompleta, y ha descubierto
el contenido que se ocultaba en estas formas. Pero nunca ni
una sola vez - se ha preguntado por qué este contenido
ha asumido cierta forma en particular; es decir, por qué
la mano de obra se expresa en el valor y por qué la medida
de la mano de obra, por su duración, se expresa en la magnitud
del valor del producto". ( El capital,
Volumen 1, págs.. 173-174)
Luego de muchas investigaciones, las cuales se resumieron en
La Grundrisse, Marx llegó a su
punto de partida para el análisis del capitalismo.: la
mercancía, o sea, la célula económica de
este modo de producción específico.
En uno de sus últimos escritos sobre la economía
, en que rechazaba la acusación que él partía
de los "conceptos" acerca del valor, Marx explicó
su método de la siguiente manera:
"En primer lugar, yo no procedo basándome en los
"conceptos" y, por consiguiente tampoco del "concepto
acerca del valor". Y por esa razón tampoco es mi deber
"dividirlo" de alguna manera. Yo parto de la forma social
más simple en la cual el producto de la mano de obra en
la sociedade contemporánea se manifiesta a sí mismo.
Esta forma es la mercancía'. Esto es lo que yo analizo
y sin duda alguna y ante nada la forma en que aparece.
Ahora me doy cuenta que, en su estado natural, es, por una parte,
una cosa con valor de uso y, por otra parte, lleva consigo
valor de cambio y es, en sí misma, desde este punto
de vista, un valor de cambio. Al analizar más profundamente
esto último, descubrí que el valor de cambio es
sólo una apariencia', el modo en que manifiesta independientemente
el valor que la mercancía porta. De ahí que entonces
enfoco el análisis de este valor". (Marx, Notas marginales
sobre Wagner, en Estudios de Valores de Marx,
pág. 214)
En sus análisis de la economía todos los teóricos
burgueses proceden con varias hipótesis simplistas, o abstracciones,
de las que construyen algún modelo. Bien, es cierto que
todo análisis científico de la economía capitalista
requiere "el poder de la abstracción". Pero lo
significante es la manera en que estas abstracciones se desarrollan.
Marx las deriva de una manera totalmente opuesta a la de los economistas
burgueses.
Marx no parte de suposiciones simplistas sino de la forma celular
de mayor simpleza la mercancía - de la sociedad
que quiere analizar. Al analizar el intercambio del maíz
y el hierro, lo cual se puede representar con la ecuación
de 1cuarto de maíz = a peso de hierro, Marx escribe: "¿Qué
nos indica esta ecuación?" Marx no parte de ninguna
hipótesis, sino del intercambio de los productos de la
mano de obra de la sociedad, y entonces procede a preguntarnos
el significado de la ecuación. El economista burgués
y Marx trabajan con las abstracciones. La diferencia es que Marx
deja bien claro que las abstracciones deben derivarse de, y no
imponérsele a, los procesos sociales reales.
Cuando Marx analiza el proceso social del intercambio y lo
que éste nos indica, Marx explica que, en primer lugar,
ambas mercancías (maíz y hierro) tienen algo en
común que no es la una ni la otra.
Tal como Marx entonces procede a mostrar, esta cosa en común
no puede ser una cualidad natural, porque tales cualidades nos
llaman la atención solamente que lleven consigo el valor
de uso de la mercancía. " Pero el intercambio
de mercancías es evidentemente un acto que se define por
la abstracción total que proviene del valor de uso".
(Énfasis nuestro)
Desde mi punto de vista, esta sección es importante
en lo extremo. Marx no dice, como lo hacen los economistas burgueses
cuando construyen sus modelos, que abstraemos de esto o aquello,
o que formamos esta u otra teoría. Más bien indica
que es el "acto" de intercambio que se abstrae del valor
de uso y, por lo tanto, de la mano de obra concreta que produjo
ese valor de uso en particular. Esto significa que el concepto
de la "mano de obra abstracta" no es una teoría
que de alguna manera le imponemos al mundo. Más bien es
el reflejo exacto, en la mente humana, de un proceso social objetivo.
Del análisis del valor viene el análisis del
dinero, el capital y la plusvalía. Basándose en
este análisis, Marx puede, en el Tomo 3, linear con el
problema que tanto había frustrado a Ricardo: que si la
ley del valor es correcta, entonces invalida el hecho evidente
- de las características más estables del capitalismo
- que cantidades iguales de capital producen ganancias en tasas
iguales.
Y aquí llegamos al "problema de transformación"
que establece el punto de partida para Steedman y demás
que antes y desde ese entonces quieren tirar a la
basura el análisis del valor de Marx.
En el Tomo 3 de El capital, Marx explica
que en la sociedad capitalista, en la que las mercancías
ya no son productos de individuos sino del capital, son los "precios
de la producción" no la ley del valor
que directamente rigen la relación entre los precios del
mercado ". Este es el precio que sería devuelto a
ese sector del capital que produjo esa mercancía específica;
es decir ganancias (beneficios) obtenidas a tasa media.
El movimiento del capital de una esfera de producción
a otra rige estos precios. Si el capital en cierta esfera puede
obtener ganancias (beneficios) mayores a la tasa media, el capital
de otras esferas, pues, cambia de lugar y se va donde las ganancias
son mayores; la producción aumenta y se tira al mercado
una cantidad mayor de la mercancía específica. El
precio entonces baja hasta que la tasa de ganancias baja a un
nivel medio. Conversamente, si las ganancias en cierta esfera
son menores al promedio, el capital, pues, se muda a otro lugar;
el precio del mercado aumenta hasta que alcanza un nivel lo suficientemente
alto para devolver una ganancia a tasa media.
Lo que Marx explica en el Tomo 32 es el proceso a través
del cual el capital ya no recibe plusvalía de acuerdo a
la plusvalía de la mano de obra que directamente extrae.
Más bien comparte de la masa total de la plusvalía
extraída por el capital en general de acuerdo a
su porción debida del capital total.
Pero, ¿qué papel juega la ley del valor? Podemos
obtener la respuesta si consideramos la tasa promedio de ganancias,
la cual se determinar por la proporción de toda la plusvalía
a la masa total del capital que se ha empleado para extraerla.
Esta tasa media de ganancias, por su parte, rige los precios de
la producción.
Con este análisis, Marx no sólo resolvió
el problema que había desconcertado a Ricardo ¿cómo
se podían aplicar a la vez la ley del valor y la igualación
de las tasas de ganancias? - sino que reveló la fuente
de los errores de los economistas burgueses y mostró que
dichos errores no eran consecuencias de sus fallas como seres
humanos; errores causados por las apariencias que la misma sociedad
capitalista produce.
Es imposible examinar todos los descubrimientos importantes
del análisis de Marx en el Tomo 3 del capital.
Permítame señalarle sólo un ejemplo: la idea
que la mano de obra no es la fuente del valor. Esta idea la engendra
la manera en que la sociedad capitalista funciona.
Cada sector del capital recibe su parte de las ganancias de
la plusvalía total que se extrae de la mano de obra viva,
con la condición que sus métodos de producción
sean iguales al promedio social. Sin embargo, si un sector del
capital se vuelve más productivo que el promedio social,
lo cual se refleja en la caída de los costes de producción,
recibirá ganancias por encima de la tasa media. Bajo condiciones
en que el aumento de la productividad se ha logrado por medio
de la disminución directa de la mano de obra que participa
en la producción, le parecerá al capitalista
y al economista burgués que forma sus teorías de
sus prejuicios - que muy lejos de la mano de obra ser la fuente
del valor, la verdadera fuente es la tecnología que le
permitió disminuir sus costes.
Con el análisis que Marx le hiciera al valor, sin embargo,
queda claro que el aumento de las ganancias para cada empresa
capitalista es consecuencia de su capacidad para reducir los costes
por debajo del promedio social, lo cual por cierto tiempo la capacita
por lo menos hasta que otras empresas se pongan a la par
para recibir una porción mayor de la plusvalía
disponible que de otra manera habría sido imposible.
Ya se ha usado mucha tinta, gran parte de ella malgastada,
con el llamado "problema de la transformación".
Se alega que el análisis de Marx en el Tomo 3 no es válido
porque, en el ejemplo numérico que da, Marx erró
porque fracasó en "transformar" en precios de
producción el valor de los ingresos y egresos en el proceso
de la producción.
En primer lugar, la exigencia para la simultaneidad no es válida.
Como ciertos escritores han señalado, los precios de la
producción surgen al final del proceso, en la lucha en
el mercado. No pueden al mismo tiempo determinar el coste de los
egresos que se usaron durante un período anterior, o sea,
al principio del proceso.
Una objeción mucho más fundamental, en mi opinión,
es que los críticos de Marx tratan de convertir el ejemplo
numérico que presentara en el Tomo 3 en cierto tipo de
modelo para los egresos/ingresos de una economía que ha
alcanzado su equilibrio, y en la cual el problema de la transformación
llega a resolverse en dos ecuaciones simultáneas, esto
es erróneo. Marx no construye un modelo de la economía
capitalista basándose en ésta haber alcanzado el
equilibrio. Leal al método que sigue durante todo el proceso,
Marx ha hecho abstracciones de otros procesos de la economía
capitalista para revelar las fuerzas que establecen la tasa media
de ganancias, y la manera en que la plusvalía se distribuye
entre los diferentes sectores del capital que la ha extraído.
Steedman comienza su libro con el problema de la transformación.
Sostiene que, aunque Marx había errado al no transformar
el precio de los egresos, esto no era su objeción principal.
Sostiene que "La objeción principal es que, aún
si los precios de los ingresos se transformaran, la solución'
de Marx no tiene consistencia". (Steedman op bit.,
pág 29)
Para Marx la tasa media de las ganancias se puede mostar con
la fórmula P/C+V, por medio de lo cual P representa la
plusvalía total, C es el valor del capital constante, y
V es el valor del capital variable. Pero si los precios divergen
de los valores, como han de hacerlo según el propio análisis
de Marx, entonces - como insiste Steedman - la tasa de ganancias
en dinero ha de diferenciarse de la tasa del valor de las ganancias.
Por lo general esto significa que P/C+V no es igual a la tasa
de ganancias.
Podemos deshacernos de esta objeción relativamente rápido.
Claro que en ningún momento la tasa de ganancias en dinero
de la economía en general no será igual al valor
de la tasa de ganancias en un momento dado. Pero esto no prueba
erróneo el análisis de Marx. No importa cuales sean
la tasa de ganancias en dinero y los precios del mercado, el hecho
es que las ganancias son una apariencia de la plusvalía,
distribuidas entre sectores diferentes del capital. (Los intereses
y las rentas también son apariencias de la plusvalía,
pero podemos omitirlos del análisis.)
La masa de la plusvalía representa una cantidad definida
de la plusvalía de la mano de obra que se ha extraído
durante el proceso de producción. Ello significa que la
tasa de ganancias en dinero tiene ciertos límites. Ha de
oscilar alrededor de cierto nivel determinado por la tasa media
de ganancias, tal como se ha determinado con el valor como base;
es decir, la mano de obra congelada.
Pero antes de estudiar el análisis de Steedman más
profundamente, debería notarse que, como otros tantos críticos,
él sostiene que "lo que Marx ha escrito acerca de
la tendencia de la tasa de ganancias a disminuir' aparentemente
sigue fascinando bastante, aunque ya se ha establecido muy bien
que de esos escritos no se puede llegar a ninguna conclusión
definida".
Pero lejos de ser insignificante, el análisis de Marx
de la tendencia de la tasa de ganancias a disminuir comprueba
que el carácter de la producción capitalista, desde
el punto de vista histórico, es limitado. Esto resulta
porque la tendencia surge no de la competencia, como lo postulara
Smith, ni de la productividad disminuida de la mano de obra, sobretodo
en la agricultura, como sostenía Ricardo, sino del aumento
en la productividad de esa mano de obra, que la evolución
del capitalismo fomenta. El capitalismo continuamente se esmera
por sobreponerse a la tendencia de la tasa de ganancias a disminuir
con el aumento de la productividad de la mano de obra. Pero no
importa la mitigación que esto cause - y no existe duda
que esto de vez en cuando pueda incrementar la tasa media de ganancias
durante ciertos período relativamente prolongados (las
épocas entre 1848 y 1873 y entre 1950 y 1973 vienen a la
mente) la tendencia no obstante surge de nuevo.
Marx explicó que el capital se esfuerza por desarrollar
la productividad social de la mano de obra y las fuerzas productivas.
Pero este esfuerzo entra en conflicto con su propia existencia
y su auto expansión por medio de la de la plusvalía.
"...El desarrollo incondicional de las fuerzas productivas
de la sociedad continuamente entra en conflicto con el objetivo
limitado, con la auto expansión del capital. Por esta razón,
el modo de producción capitalista es un medio histórico
para el desarrollo de las fuerzas materiales de producción
y la creación de un mercado mundial adecuado. Es a misma
vez un conflicto continuo entre esta misión histórica
y sus propias relaciones correspondientes de la producción
social" (Marx, El capital, Tomo 3,
edición Moscú, pág. 245)
Llegamos ahora a ese aspecto del análisis de Steedman
que tanto le fascina. Usted escribe que "todo es simplemente
cuestión de álgebra linear y no le sugeriría
a nadie que se ponga a polemizar contra el álgebra linear".
No tengo la menor intención de hacerlo. Estoy seguro que
la matemática de Steedman es perfectamente lógica.
Y también estoy igualmente seguro que el análisis
de derivados parciales que Paul A. Samuelson muestra en su Fundamentos
del análisis económico también
son perfectamente lógicos, como lo es también
de eso no tengo duda - el análisis matemático de
mil otros economistas burgueses, todos quienes "refutan"
el análisis de Marx sobre el valor.
Entonces, ¿por qué no deberíamos tirar
a la basura El capital y adoptar esta
o aquella teoría burguesa? Porque el punto no es como se
manipulan las ecuaciones simultáneas, los derivados parciales
o las matrices, sino lo que se supone que los símbolos
de las varias ecuaciones representan.
En su análisis, Steedman usa la categoría de
"mano de obra encarnada". A primera vista parece que
este concepto no difiere de la mano de obra abstracta de Marx.
Pero un análisis más minucioso muestra que este
no es el caso.
Como ya hemos visto al considerar el análisis de Marx
sobre el valor en el primer capítulo de El capital,
la categoría abstracta de la mano de obra no es una categoría
mental que nos da por crear; más bien es reflejo, en el
pensamiento, de un proceso social objetivo que surge del intercambio
real de mercancías. Esto significa que la mano de obra
abstracta y el valor son reales; que surgen de un proceso social.
Pero para Steedman no incumbe considerar ningún proceso
social. Insiste en los que denomina una "descripción
de las cantidades físicas de la economía".
( op cit., pág 45).
Por supuesto, como Steedman tiene que admitir, diferentes tipos
de mano de obra concreta participan en el proceso de producción.
La evolución de sus múltiples ecuaciones requiere
que esta mano de obra se reduzca a un tipo común: la mano
de obra encarnada. Pero para Steedman, esto es completamente un
proceso mental, concepto de su modelo. Para Marx, la reducción
de varios tipos de mano de obra concreta es una abstracción,
aunque real; es decir, que cierto proceso social objetivo la desempeña.
Steedman usa la categoría de la mano de obra encarnada
no como abstracción que refleja el proceso social, sino
como conveniencia intelectual que presume que la mano de obra
es homogénea cuando en realidad no lo es. Es decir, el
método de Steedman no difiere en nada del de los economistas
burgueses que construyen sus modelos económicos sobre varias
presunciones simplistas.
En conclusión, me gustaría señalar que
han pasado 25 años desde que el libro de Steedman se publicara,
con sus promesas de establecer una nueva base para el análisis
materialista del capital, libre de todos los errores y la falta
de consistencia que presuntamente plagaban a Marx. Pero, ¿qué
ha producido el último cuarto de siglo? No mucho. Esto
no se debe a las inadecuaciones o deficiencias de Steedman. Sale
del hecho que se metió en un callejón sin salida
a menos que le diera la espalda al análisis del valor que
Marx hiciera. Con todas sus complicaciones y dificultades, este
análisis nos brinda la única manera de resolver
las complejidades de la economía capitalista y darle a
la clase obrera una orientación política correcta.
Atentamente,
Nick Beams
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