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Rachel Corrie: víctima de la política israelí
y la complicidad de los Estados Unidos
Por Henry Michaels
25 Marzo 2003
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el autor
Mientras más se aclaran las circunstancias en que Rachel
Corrie, estudiante estadounidense de 23 años de edad, fue
asesinada por un tractor nivelador militar israelí el 16
de Marzo, más evidencia hay que el gobierno israelí
es política y legalmente culpable y que el gobierno de
Bush es cómplice político en su muerte.
Corrie era una joven extraordinaria. Fue intencionalmente atropellada
por tratar de prevenir la demolición de hogares palestinos
en Rafah, pueblo de refugiados en el sur de la franja de Gaza.
Ha sido víctima de la violencia del gobierno de Sharon
en la franja; violencia que sigue expandiéndose a la par
de las preparaciones de Bush para invadir a Irak. No sólo
está Israel llevando a cabo la masacre de palestinos con
el permiso tácito del gobierno de los Estados Unidos, sino
que el consulado estadounidense en Tel Aviv explícitamente
ha rehusado responder a exigencias para la protección de
ciudadanos estadounidenses y otros voluntarios internacionales
que tratan de ponerle paro a la destrucción de hogares
y a la matanza de civiles inocentes.
La evidencia lleva a dos conclusiones ineludibles. Primera:
la muerte de Rachel Corrie fue un acto premeditado aprobado por
ámbitos importantes del régimen israelí.
Fue la culminación de un ciclo de enfrentamientos durante
los últimos meses contra los escudos humanos
del Movimiento de Solidaridad Internacional (MSI). Segunda: el
gobierno de los Estados Unidos es cómplice, pues ha rechazado
repetidas peticiones para que intervenga en defensa de los voluntarios.
Testigos oculares han refutado las aseveraciones de los militares
israelitas que la muerte de Corrie fue un accidente, consecuencia
de sus propias acciones. Sus compañeros voluntarios han
confirmado que ella le era muy visible al soldado israelí
que dos veces la atropelló con su tractor nivelador, importado
de los Estados Unidos.
Vestía una chaqueta fluorescente color naranja
y era imposible ser mejor visible, expresó Greg Schnabel
a los periodistas. El tractor se le acercó, pero
ella no le cedió paso y entonces empujó una pila
de tierra debajo de sus pies. Ella trató de quedarse encima
de la pila. En ese momento fue levantada a un nivel desde el cual
lo más probable podía ver los ojos del chofer.
Basándose en los informes de Schnabel y otros seis activistas
que estaban con Corrie, el coordinador de la prensa de MSI declaró:
El ejército israelí deshonra su memoria
cuando insiste que la muerte de Rachel fue accidental al correr
delante del tractor. Testigos oculares al homicidio insisten que
eso es completamente mentira. Rachel estaba sentada en el sendero
por el que el tractor iba a medida que avanzaba hacia ella. Cuando
el tractor rehusó detenerse o echarse a un lado, ella subió
a una pila de tierra y escombros amontonada para ver directamente
al chofer, quien seguía avanzando. Ella vestía un
jacket fluorescente.
El tractor continuó avanzando de tal manera que
la jaló debajo de la pila de tierra y los escombros. Después
de [Rachel] desaparecer de la vista, el chofer siguió avanzando
hasta que el tractor quedó completamente encima de ella.
Al chofer no levantar la hoja del tractor, la aplastó.
El chofer puso al tractor en reversa y los otros siete activistas
de MSI particpantes en la acción corrieron a desenterrarla.
Es inconcebible que un soldado israelí cometiera semejante
crimen sin debate previo y sin el permiso de funcionarios, militares
y civiles en los niveles más altos del gobierno. Aunque
el ejército israelí y unidades paramilitares de
colonizadores han causado la muerte de 2,181 palestinos y herido
a otros 22,218 desde septiembre, 2000, esta es la primera vez
que un ciudadano estadounidense ha sido muerto.
El asesinato de Corrie no fue un suceso aislado. Un mes anterior,
14 de febrero, el MSI reportó un incidente en que varios
activistas casi fueron muertos luego del consulado de los Estados
Unidos rehusar intervenir. Ese día, rifles y ametralladoras
israelíes le dispararon a siete voluntarios (tres estadounidense,
tres británicos, y uno holandés) cuando éstos
se acercaron a los tractores niveladores.
Las oficinas de prensa de MSI enseguida hizo una llamada telefónica
de emergencia al consulado de los Estados Unidos para que le avisara
a los militares israelitas que tropas israelitas le habían
disparado a activistas internacionales de la paz y para pedir
restricciones, cosa que MSI por lo regular hace en igual situación.
La representante consular, Ingrid Barzel, rehusó ayudarlos.
Les dijo: No aceptamos ninguna responsabilidad por personas
que ignoran nuestras advertencias cuando viajan e ingresan ilegalmente
en la franja de Gaza. Cuando le presentaron la misma petición
al consulado británico, uno de los funcionarios prometió
llamarlos por teléfono luego, pero nunca lo hizo.
Poco después, un tractor entrampó a dos activistas
en el rincón de un edificio, pero un montón de escombros
le cerró el paso. Antes del tractor seguir avanzando, los
dos escaparon y se subieron a unos barriles, ubicados al lado
del edificio, para fotografiar y filmar la destrucción.
El tractor entonces comenzó a embestir los barriles.
La política israelí
La demolición de hogares es parte de la política
Pared para el Apartheid de Israel hacia los territorios
ocupados. Las comunidades palestinas están siendo apartadas
del mundo exterior con la cosntrucción de paredes enormes
que tienen torres desde las cuales francotiradores militares vigilan
todas sus actividades. La pared bajo construcción cerca
de Rafah se estira por toda la frontera de Gaza con Egipto. Para
darle a los francotiradores de las torres vistas sin obstrucción,
las fuerzas ocupadoras israelíes han decidido derribar
todas las casas a una distancia de 70 a 100 metros de la pared.
Rachel Corrie murió tratando de salvar el hogar del
Dr. Samir Nasrallah, quien no había participado en ninguna
actividad hostil y a quien no se le había imputado ningún
cargo. Su casa fue destruida porque, como las otras 600 que los
tractores niveladores han demolido, yacía dentro de la
franja de seguridad que Israel ha definido en sus
planes. Nasrallah no recibió ninguna compensación,
ni ninguna alternativa de vivienda. Tampoco tenía derecho
de recurrir a un tribunal.
A pesar de las aseveraciones del gobierno israelí, la
vasta mayoría de demoliciones no tienen que ver nada con
el terrorismo que se ha alegado. Según estadísticas
de la ONU, menos de 600 casas de las 10,000 que se han demolido
desde el comienzo de la ocupación en 1967 han tenido que
ver con personas sospechadas de amenazar la seguridad. Esta política,
puesta en práctica para dejar a familias enteras sin hogar,
traumatizadas y empobrecidas, es ilegal porque el derecho internacional
le prohíbe a las potencias ocupadoras destruir hogares.
Durante febrero, la cantidad de palestinosen su mayoría
civilesque las fuerzas israelíes mataron durante
un sólo mes batió el récord. De acuerdo al
Ministerio Palestino de la Salud, las agresiones israelíes
causaron la muerte a 82 palestinos, 50 en la franja de Gaza y
32 en Cisjordania. Dejaron heridos a otros 616.
Sólo dos días después de la muerte de
Corrie, tropas israelíes mataron a 11 palestinos, inclusive
a un infante y a un niño de trece años de edad,
en redadas dentro de la franja de Gaza. En una de las redadas,
aproximadamente 30 vehículos blindados, en conjunto con
con tractores niveladores y la infantería, avanzaron varios
centros de metros dentro de Nusserai, campamento de refugio justamente
al sur de la Ciudad de Gaza.
Desde su reelección en enero, Ariel Sharon, primer ministro
de Israel, ha intensificado las matanzas, sobretodo en Gaza, donde
los militares israelíes han cometido barbaridades con armas
sin paralelo. Repetidamente se han hecho incursiones profundas
en los campamentos de refugio para atacarlos desde adentro. Parece
que desde el abril del año pasado Sharon ha estado preparando
la invasión total de la franja de Gaza con tal de reconquistar
a Cisjordania.
La continua resistencia palestina en Gaza es un obstáculo
al complot de Sharon para reducir a los palestinos a pequeños
bantustanes, desligados del mundo al estilo apartheid, rodeados
por cientos de colonia israelíes. Con el gobierno de Bush
listo para invadir a Irak, Sharon evidentemente ha decidido que
ha llegado el tiempo propicio para ocupar a Gaza de nuevo, aún
cuando provoque más bombas-suicidas, lo cual su gobierno
puede usar de pretexto para llevar a cabo acciones peores.
La complicidad de los Estados Unidos
Rachel Corrie fue a Palestina, en parte, porque apasionadamente
se oponía a la guerra de los Estados Unidos contra Irak
y sabía que la agresión israelí probablemente
se intensificaría con el ataque de los Estados Unidos.
En una de las últimas notas que le enviara a su familia
por correo electrónico, escribió el 7 de febrero:
Desde aquí he tenido problemas tratando de conseguir
noticias acerca del mundo exterior, pero oigo que la intensificación
de la guerra contra Irak es inevitable. Aquí hay muchas
inquietudes acerca de la nueva ocupación de Gaza'.
Hasta cierto punto, Gaza es ocupada una y otra vez todos los días,
pero creo que el miedo es que los tanques van a entrar por todas
las calles y se van a quedar aquí, en vez de entrar sólo
por ciertas calles y entonces salirse, luego de varias horas o
días, para vigilar y disparar desde las afueras de las
comunidades. Si la gente no piensa acerca de las consecuencias
que esta guerra va a tener para el pueblo de toda la región,
entonces espero que empiecen a hacerlo.
La gente se fija en la prensa, y de nuevo me dijeron
hoy que han habido grandes manifestaciones en los Estados Unidos
y problemas para el gobierno en el RU [Reino Unido]'. Así
pues, gracias por darme la libertad de no sentirme como una Polyana
total cuando le digo a la gente [de aquí] que mucha gente
en los Estados Unidos no apoya la política de nuestro gobierno,
y que los ejemplos mundiales nos están enseñando
a resistir.
Su mensaje también expresó parte del horror y
la compasión que ocasionaron sus acctividades:
He estado en Palestina por dos semanas y una hora, y
todavía son pocas las palabras con que puedo describir
lo que veo. Me es dificilísimo pensar en lo aquí
sucede cuando me siento a escribirle a los Estados Unidos...que
es algo parecido a un portal al lujo. No se si muchos de los niños
de aquí han vivido sin hoyos de balas de tanques en sus
paredes y las torres de un ejército ocupador que los vigila
constantemente desde los cercanos horizontes.
Amnistía Internacional se ha unido a los amigos y colegas
de Corrie para exigir una investigación independiente de
su muerte. Luego de encogerse los hombros después que Rachel
muriera, el Ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados
Unidos cínicamente le ha pedido al gobierno israelí
que conduzca una investigación, pero ha rehusado condenar
el incidente. De la misma manera, los militares israelíes
han prometido una investigación, pero han declarado por
adelanto que la muerte de Corrie no fue intencional.
Toda investigación que las autoridades militares o civiles
de Israel conduzcan serán un engaño, compinche de
las confabulaciones del gobierno de Bush. Y una investigación
por parte de las Naciones Unidas tampoco sería mejor, como
lo reveló el año pasado cuando canceló la
investigación de la masacre del campamento de refugio Jenín.
Todos los crímenes perpetrados por el gobierno israelí
han sido exonerados con la asistencia de los Estados Unidos.
Aministía Internacional y otras organizaciones internacionales,
israelíes y palestinas que defienden los derechos humanos
repetidamente han reportado la manera en que Israel usa la fuerza
mortífera sin considerar las vidas de los civiles: ataques
indiscriminados contra los civiles; ejecuciones extrajudiciales;
y la destrucción inmerecida de la propiedad con tractores
niveladores y otros equipos, lo que resulta en la muerte de circunstantes
inocentes. El Informe sobre la Práctica de los Derechos
Humanos de los Países, publicado en el 2002 por el
propio Ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos
ha confirmado muchas de estas infracciones y expresado que gran
cantidad de los helicópteros, aviones de guerra, cohetes
anti tanque y flechettes que los Estados Unidos provee se usan
como armas para abusar de los derechos humanos.
Las atrocidades del gobierno de Sharon continúan porque
cuentan con el respaldo, explícito o tácito, de
la Casa Blanca. Sólo un tribunal internacional, totalmente
independiente de Washington y de otros gobiernos, puede sacar
a la luz la verdad acerca de la muerte de Rachel Corrie y del
récord del gobierno israelí como perpetrador de
crímenes de guerra.
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