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Entrevista con desertor iraquí desmiente las mentiras
de la Casa Blanca
Por Peter Symonds
10 Marzo 2003
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el autor
Hace una semana que la revista estadounidense Newsweek
publicó un pequeño artículo que efectivamente
destruye una de las acusaciones principales del gobierno de Bush
contra Bagdad: que Irak ha fracasado en dar información
acerca de la gran acumulación de armas para la destrucción
en masa (ADM) que presuntamente se fabricó a principios
de la década del 90.
Los inspectores de la ONU han viajado por todo Irak por más
de dos meses y no han encontrado nada. El resultado es que las
acusaciones sin prueba que los Estados Unidos ha hecho acerca
de las armas ocultas se han convertido en pretexto mayor para
lanzar la guerra. Washington ha reaccionado con desprecio a todos
los esfuerzos de Bagdad por cumplir con la resolución 1441,
pintándolos de ser "demasiado poco y muy tardíos"
y atacando a Irak, "cuya costumbre es mentir y engañar".
La única evidencia que los Estados Unidos ha ofrecido para
comprobar la existencia de almacenes repletos de armas químicas,
biológicas y de otra índole ha sido el testimonio
- hasta ahora no revelado - de varios desertores iraquíes.
Pero lo que el artículo en Newsweek al
cual la revista le dio poca importancia - reveló que el
gobierno de Bush ha mentido descaradamente acerca de la evidencia
presentada por su testigo principal: Hussein Kamel, yerno de Saddam
Hussein, quien dirigiera la comisión industrial militar
de Irak y los programas de armas del país. Kamel se fugó
a Jordaniao en 1995, donde fue entrevistado extensivamente por
la CIA, el espionaje británico e inspectores de armas de
UNSCOM. Kamel reveló detalles acerca de los experimentos
y la producción de armas de Irak. Fue asesinado a su regreso
a Irak en 1996.
Kamel entregó información bastante extensa acerca
de los programas iraquíes que fomentaban las investigaciones
químicas, biológicas y sobre cohetes teledirigidos
durante la década del 80. Es decir, antes de la guerra
del Golfo Pérsico en 1991. Una carta de UNSCOM al Consejo
de Seguridad de la ONU trató de explicar el significado
de las entrevistas al declarar que toda su labor "debe dividirse
en dos partes, separadas por los acontecimientos que ocurrieron
luego del teniente general Hussein Kamel partir de Irak".
Sin embargo, lo que Newsweek reveló es que Kamel
le había informado a sus entrevistadores que "luego
de la Guerra del Golfo, Irak destruyó todos sus almacenes
de armas químicas y biológicas, además de
los cohetes teledirigidos que pudieran llevarlas". Lo único
que quedó fueron los detalles de los experimentos e investigaciones
científicas: planos, discos para computadoras, microfichas
y moldes para las cabezas de los cohetes teledirigidos. En otras
palabras, las revelaciones de Kamel son exactamente lo contrario
a lo que el gobierno de Bush alega.
La revista sostiene que la información de Kamel fueron
"calladas" en esa época para que los inspectores
de la ONU consiguieran subrepticiamente que Hussein
les diera mayor información. Pero aún si ese fuera
el caso, la supresión continua de esta información,
más de ocho años después, no es ni más
ni menos que un engaño. Washington todavía sigue
citando a Kamel como "prueba" que Irak no ha destruido
sus almacenes de armas.
Durante un discurso el octubre pasado, el presidente Bush pronunció:
"En 1995, luego de varios años de engaño por
parte del régimen iraquí, el jefe de las industrias
militares iraquíes desertó. Fue entonces que el
régimen se vio obligado a admitir que había producido
más de 30,000 litros de ántrax y otras substancias
biológicas mortíferas. Esto representa un almacenamiento
enorme de armas biológicas que nunca se han reportado y
que son capaces de matar a millones".
Colin Powell, ministro de Relaciones Exteriores, en el discurso
que pronunciara el mes pasado ante el Consejo de Seguridad de
la ONU para presentar el caso pro bélico, aseveró
lo siguiente: "Llevó años para que Irak admitiera
que había producido cuatro toneladas de una mortífera
substancia que ataca el sistema nervioso, VX. Una sola gota de
VX sobre la piel mata en segundos. Cuatro toneladas. Esta revelación
sólo vio la luz del día luego que inspectores recibieron
documentación que resultó después que Hussein
Kamel, yerno de Saddam Hussein ya fallecido, desertara".
Como era de predecirse, Washington y Londres reaccionaron a
la revelación de Newsweek negándola y con
más mentiras. Su representante, Bill Harlow, se quejó
que la revista no había consultado con la CIA antes de
lanzar la edición y burdamente declaró: "Es
incorrecta, falsa, errónea y mentira". Cierta fuente
del gobierno británico le informó a Reuters: "Hemos
analizado todo de nuevo y él [Kamel] no dijo eso. Dijo
lo contrario, que el programa de armas para la destrucción
en masa todavía estaba vivito y coleando".
Pero sólo pocos días después, una copia
taquigráfica completa de la entrevista entre Kamel y los
funcionarios de UNSCOM en 1995 que formara la base del
artículo de Newsweek - apareció en el internet
http://www.casi.org.uk/info/unscom950822.pdf. La publicó
un profesor de de la Universidad de Cambridge, Gen Rangwala, quien
anteriormente había revelado que la "ficha de espionage"
que el primer ministro británico, Tony Blair, había
promovido, había sido plagio de una tesis estudiantil anticuada.
La copia taquigráfica, marcada "delicada",
completamente corroboró el artículo original. Durante
la conversación acerca de los programas de armas Irak,
que durara tres horas, Kamel metódicamente contestó
las preguntas Rolf Ekeus, ex presidente de la UNSCOM, de Nikita
Smidovich, inspector de antigüedad de UNSCOM, y del profesor
Mauricio Zifferero, director asistente de la Agencia Internacional
sobre la Energía Atómica (AIEA).
Una copia taquigráfica reveladora
El siguiente intercambio tomó lugar cuando se le preguntó
a Kamel acerca de varias armas biológicas:
Kamel: Sí, pero no recuerdo todos los términos
médicos. Sin embargo, el foco principal era el ántrax
y se hicieron muchos estudios.
Smidovich: ¿Se destruyeron las substancias y las armas?
Kamel: No quedó nada.
Smidovich: ¿Y eso sucedió antes o después
que las inspecciones comenzaran?
Kamel: Después de las visitas de los inspectores. Ustedes
juegan un papel muy importante en Irak con esto. No deberían
menospreciar sus esfuerzos. Son muy efectivos en Irak.
Kamel dio detalles acera de las investigaciones científicas
de Irak en cuanto al enrriquecimiento del uranio, pero señaló
que "en cuanto a la esfera nuclear, las armas no existen".
Durante el transcurso de la conversación, el mismo Sr.
Zifferero declaró:
"Expedientes originales iraquíes indican que el
programa había terminado en enero, 1991, debido a los bombardeos
de la coalición".
Siguió a explicar que todos los 819 cohetes teledirigidos
de largo alcance, junto con nueve de los 11 lanzadores,
todos comprados de la Unión Soviética habían
sido destruidos.
Kamel fue interrogado intensamente acerca del programa de armas
químicas de Irak. Cuando se le preguntó acerca de
VX, substancia a la cual Powell se había referido, explicó
que Irak la había "colocado en bombas durante los
últimos días de la guerra entre Irak e Irán,
pero no se usaron y el programa se eliminó".
Kamel también dejó bien claro que los Estados
Unidos había participado activamente en el programa de
armas químicas de Irak durante la década del 80,
cuando Washington respaldaba a Irak en su guerra contra Irán.
"Varios de los elementos químicos provinieron de los
Estados Unidos a Irak", dijo. Luego de la guerra entre los
dos países, las fábricas usadas para crear armas
químicas fueron convertidas a la producción de medicinas,
pesticidas e insecticidas.
Aclaró que Irak no había producido armas biológicas
durante la Guerra del Golfo, 1990-1991, debido a que temía
grandes represalias por parte de los Estados Unidos. "Dimos
órdenes que no se fabricaran armas químicas. No
recuerdo que se resumiera [la] producción de armas químicas
después de la Guerra del Golfo. Quizás la producción
haya sido mínima y sin importancia. Pero nunca se decidió
usar armas químicas porque se temía la represalia.
Se dieron cuenta que si las armas químicas llegaban a usarse,
la represalia sería nuclear".
Concluyó sus declaraciones de manera enfática:
"Ordené la destrucción de todas las armas químicas.
Todo lo tuviera que ver con armas biológicas, químicas
y cohetes teledirigidos nucleares fue destruido".
La copia taquigráfica concluyentemente refuta las acusaciones
que Newsweek simplemente erró. Además, muestra
que Bush, Powell y otros funcionarios de la Casa Blanca insistentemente
han mentido acerca de lo que la deserción de Kamel revelara.
Lograron, con la complicidad de los inspectores de armas de la
ONU, que sus comentarios permanecieran secretos.
La prensa servil ha ignorado el tema casi por completo. El
artículo de Newsweek la semana pasada sólo
contó con seis párrafos enterrados en la sección
"Periscopio". La poca cobertura periodista que desde
ese entonces ha aparecido se ha dedicado a menospreciar el significado
de las declaraciones de Kamel y a atacar su honradez.
Por ejemplo, el periódico Guardián, basado
en Londres, describió la copia taquigráfica de la
interrogación como "inconclusa y a menudo insinuante"
sin citar ninguna sección o explicar su razonamiento. Pero
sí le hizo hincapié a los comentarios de Rolf Ekleus,
quien catalogara a Kamel de "mentiroso non plus ultra".
Según el artículo, Ekleus concedió que Irak
"probablemente ha eliminado" su arsenal biológico,
pero que todavía estaba convencido que tenía los
medios para reconstruirlo. No ofreció ninguna evidencia.
El comentario de Ekeus se parece a la reacción automática
de alguien a quien se le ha descubierto tapando información
crucial. De todo modo, Ekeus no puede aceptar las dos alternativas:
Kamel no puede ser un mentiroso "non plus ultra" y al
mismo tiempo un testigo esencial. Si su testimonio fuera una pila
de mentiras, sólo mostraría que Bush, Powell y los
otros desde un principio se han basado en la información
falsa.
Pero lo más probable es que Kamel haya dicho la verdad.
Como comentara Newsweek, la entrevista fue "una mina
de oro de información. Tenía una buena memoria y,
parte por parte, describió el personal principal, los lugares
y el progreso de cada programa dedicado a las armas de la destrucción
en masa". Un ayudante militar que desertó con Kamel
explicó los datos técnicos y confirmó la
declaración de este último que los almacenes de
Irak habían sido destruidos. El artículo cita a
Ekeus, quien indica que la información era "tan extensa
que casi daba vergüenza".
Los hechos muestran que es el gobierno de Bush y no Irak el
que miente y engaña de costumbre. Sistemáticamente
ha cubierto los hechos y mentido acerca de la evidencia que uno
de sus testigos principales ha presentado. Cuando el artículo
de Newsweek apareció, la CIA lo llamó falso.
Pero cuando la copia taquigráfica original apareció,
el gobierno de Bush se quedó callado, pues podía
depender de la pensa servil para enterrar la verdad.
Todo este episodio muestra una vez más que los objetivos
de Washington en invadir a Irak no tienen que ver nada con las
armas para la destrucción en masa, pero sí con el
fomento de los intereses estratégicos y económicos
en el país y la región en general.
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