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Nombran a ex asesor de empresa petrolera como representante
de los EE.UU. en Afganistán.
Por Patrick Martin
1 Febrero 2002
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el autor
El presidente Bush ha nombrado a Zalmay Khalilzad, antiguo
asesor de la Unocal, empresa petrolera estadounidense, y nacido
en Afganistán, como representante diplomático en
Afganistán. El nombramiento se anunció el 31 de
Diciembre, nueve días después que el gobierno interino
de Hamid Karzai, apoyado por Estados Unidos, asumiera el poder
en Kabul.
Este nombramiento desenmascara el verdadero interés
económico y financiero que le dio ímpetu a la intervención
militar en Asia Central. Khalilzad está vinculado íntimamente
con los antiguos esfuerzos de los Estados Unidos para obtener
acceso directo a los recursos de petróleo y gas de la región
que todavía no se han explotado y los cuales, según
se cree, son el segundo depósito más grande en el
mundo. Sólo los yacimientos del Golfo Pérsico son
mayores.
Como asesor de Unocal, Khalilzad hizo un análisis de
los riesgos que presentaría la construcción de un
conducto de gas natural desde la antigua república de Turkmenistán
a través de Afganistán y Pakistán hasta el
Océano Indio. También participó en las conversaciones
entre la compañía petrolera y representantes del
régimen Talibán en 1997, conversaciones que pretendían
poner en práctica los acuerdos logrados en 1995 sobre la
construcción de un gaseoducto a través del oeste
de Afganistán.
Unocal fue la empresa principal en la formación del
consorcio Centgas, que tenía como propósito extraer
gas de los Campos Dauletabad en el sudeste de Turkmenistán,
uno de los yacimientos mayores del mundo. El proyecto de $2 billones
comprendía la construcción de un gaseoducto de 48
pulgadas de diámetro desde la frontera entre Afganistán
y Turkmenistán, pasando cerca de las ciudades de Heart
y Kandahar, para cruzar Pakistán cerca de Quetta y conectarse
con el gaseoducto ya en existencia en Multan. Una extensión
adicional por $600 millones hacia la India también estaba
bajo consideraciones.
Khalilzad también abogaba abiertamente por una política
mas amena por parte de los Estados Unidos hacia el Talibán.
Hace cuatro años, en un artículo editorial en el
Washington Post, defendía al régimen Talibán
contra acusaciones de promover el terrorismo, diciendo que El
Talibán no practica el estilo anti-Estados Unidos de la
misma manera que lo hace Irán.
Nosotros deberíamos...estar dispuestos a ofrecer
reconocimiento y ayuda humanitaria y promover una reconstrucción
económica internacional, declaraba. Es el momento
para que los Estados Unidos adopte una nueva postura hacia el
régimen afgán. Esta postura nueva,
claro, habría sido enormemente beneficiosa para Unocal,
que de otra manera no podría transportar el petróleo
y el gas al mercado desde Turkmenistán, el cual no tiene
salida al mar.
Khalilzad sólo cambió su postura sobre el Talibán
luego que el gobierno de Clinton disparara cohetes cruceros contra
blancos afganos en Agosto de 1998, aduciendo que terroristas bajo
órdenes de Osama bin Laden, ya basado en Afganistán
en ese tiempo, fueron responsable por los bombardeos contra las
embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania. El día después
del ataque, Unocal trató de frenar a Centgas. Dos meses
después canceló todos los planes para construir
un oleoducto a través de Afganistán. Los intereses
petroleros comenzaron a idearse un Afganistán posterior
al régimen Talibán, y también así
lo hicieron los representantes del sistema de seguridad nacional
de los Estados Unidos.
Nacido en Mazar-e Sharif en 1951, Khalilzad proviene de la
vieja élite gobernante de Afganistán. Su padre fue
asesor del Rey Zahi Shah, quien rigió hasta 1973. Khalilzad
se graduó en la Universidad de Chicago, centro intelectual
de la derecha estadounidense, cuando la Unión Soviética
invadió Afganistán en 1979.
Khalilzad obtuvo la ciudadanía estadounidense mientras
trabajaba como vínculo entre el imperialismo estadounidense
y los mujahedines islámicos fundamentalistas que luchaban
contra del gobierno de Kabul, el cual era apoyado a su vez por
la URSS. Del bando de los mujahedines provienen tanto los Talibanes
como el Al Qaeda de bin Laden. Khalilzad también trabajó
como asesor especial en el Departamento de Estado durante el gobierno
de Reagan, cabildeando exitosamente para acelerar la ayuda militar
a los mujahedines, incluyendo cohetes teledirigidos tipo Stinger,
que son portátiles y antiaéreos y y jugaron un papel
importantísimo durante la guerra. Luego Khalilzad se convirtió
en subsecretario de defensa durante el gobierno de Bush padre
durante la guerra contra Irak, para luego trasladarse a la Corporación
Rand, grupo estratégico de las fuerzas armadas estadounidenses.
Luego que Bush hijo fue nombrado presidente gracias al voto
5-4 de la Corte Suprema estadounidense, Khalilzad encabezó
la comisión de transición del gobierno Bush-Cheney
en el Departamento de Defensa y asesoró al nuevo Secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld. Es significante que él mismo
no fuese nombrado para ninguna cartera del gabinete. Para eso
hubiese sido necesario la ratificación del congreso, lo
que hubiese generado dudas muy incómodas respecto a su
rol como asesor de una empresa petrolera en Asia Central y como
mediador ante al Talibán. Más bien fue nombrado
al Consejo de Seguridad Nacional [ National Security Council:
NSC], lo cual no necesita la ratificación del congreso.
Como miembro del NSC, Khalilzad se reporta Condoleeza Rice,
la asesora de seguridad nacional, quien también trabajó
de asesora para una empresa petrolera en Asia Central. Luego de
trabajar para el primer gobierno de Bush entre 1989 y 1992, Rice
ocupó un puesto en la junta directiva de la Corporación
Chevron y era la perito principal de esta organización
en Kazakhastán, donde Chevron posee el mayor concesionario
entre todas las empresas de petróleo. Los vínculos
entre las empresas petroleras y Bush-Cheney son de gran fama,
pero poco se ha dicho acerca del papel tan prominente que estos
antiguos asesores de empresas petroleras juegan en Asia Central.
Uno de los pocos comentarios que la prensa ha hecho sobre este
aspecto de la campaña militar de EE.UU. apareció
en el San Francisco Chronicle el 26 de Septiembre pasado.
El columnista de este periódico, Frank Viviano, hace la
siguiente observación: La razón oculta de
la guerra contra el terrorismo puede resumirse en una palabra:
petróleo. El mapa que muestra los santuarios terroristas
y los blancos en el Medio Oriente y Asia Central es también,
a nivel extraordinario, el mapa de las fuentes principales de
recursos energéticos del siglo XXI...Es inevitable que
muchos consideren que la guerra contra el terrorismo se ha llevado
a cabo en nombre Chevron, Exxon y Arc, empresas estadounidenses;
de TotalFinalElf, francesa;de la Britsh Petroleum; de la Royal
Dutch Shell [holandesa]; y otras empresas multinacionales enormes,
las cuales han invertido cientos de billones de dólares
en la región.
El silencio de los medios de prensa
El mundo oficial de Washington entiende esta realidad muy bien,
pero los medios de comunicación más importantes,
controlados por los conglomerados- tales como las cadenas de televisión
y los diarios nacionaleshan mantenido un silencio que, a
fin de cuentas, es una forma de auto censura basada en intereses
políticos.
La única excepción es un artículo que
se publicó el 15 de Diciembre en la sección de negocios
del New York Times, titulado A medida que la guerra
cambia las alianzas, los pactos petroleros siguen.. El Times
reportó que El Departamento de Estado está
estudiando las posibilidades de proyectos energéticos post-Talibán
en la región, la cual posee más del 6 por ciento
de los reservas mundiales cuya existencia se ha comprobado y casi
un 40% de las reservas de gas.
El Times indicó que, durante una visita a Kazakhastán
a principios de diciembre, El Secretario de Estado, Colin
L. Powell , dijo que había quedadosingularmente impresionado
con el dinero que las compañías petroleras estadounidenses
invertían ahí. Calculó que unos $200 millones
podrían ingresar a Kazahkstán durante los próximos
5 o 10 años.
Spencer Abraham, Secretario de Energía, también
había fomentado las inversiones petroleras estadounidenses
en la región durante una visita a Rusia en Noviembre, en
la cual fue acompañado por el presidente de la Chevron
Texaco, David J. O´Reilly.
El secretario de defensa Rumsfeld también ha jugado
su papel en las maniobras continuas respecto a los oleoductos.
Durante su visita el 14 de Diciembre en Bakú, capital de
Azerbaiján, le aseguró a funcionarios del rico estado
petrolero de la región del Caspio que el gobierno estadounidense
cancelaría las sanciones impuestas en 1992 luego del conflicto
con Armenia por la región de Nagorno-Karabakh.
Ambos países, Azerbaiján y Armenia, se han unido
a las fuerzas armadas estadounidenses en Asia Central, ofreciéndole
al Pentágono derechos de paso y el uso de sus campos de
aterrizaje. La visita de Rumsfeldy sus comentariosfueron
la recompensa. Este mismo le dijo al Presidente Haydar Aliyev
que el gobierno [de EE.UU.] había llegado a un acuerdo
con los dirigentes del Congreso para levantar las sanciones.
EL 28 de Noviembre la Casa Blanca emitió un comunicado
celebrando la apertura oficial del primer oleoducto establecido
por la Caspian Pipeline Consortium, empresa colectiva de Rusia,
Kazahstán, Omán, Chevron Texaco, Exxon Mobil y otras
compañías petroleras. El oleoducto conecta la inmensa
reserva petrolera de Tengiz en el noroeste de Kazakhstan con el
puerto ruso de Novorossiysk en el Mar Negro, donde los tanqueros
son abastecidos para la distribución en los mercados internacionales.
Las compañías estadounidenses contribuyeron $1 billón
de los $2,65 billones que costó la construcción.
El comunicado de Bush declaró que El proyecto
CPC también promueve la Política Nacional de Energía
de mi gobierno al desarrollar una maya de varios ductos en la
zona del Caspio que también incluye los oleoductos Baku-Tbilisi-Ceyhan,
Baku-Supsa, y Baku-Novorossiysk y el gaseoducto Baku-Tbilisi-Erzurum.
La prensa le prestó escasa atención a este comunicado.
Los medios de comunicación tampoco hicieron referencia
al hecho que al consorcio que participó en el plan Baku-Ceyhan,
encabezado por la empresa petrolera británica BP, lo representa
ante la ley el bufete de abogados Baker & Botts. El abogado
principal de esta firma es James Baker III, secretario de estado
durante el gobierno de Bush (padre) y vocero principalde la campaña
presidencial de Bush en el 2000, la cual exitosamentre logró
que se cancelara el recuento de votos en la Florida.
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