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Wall Street Saquea Fondos de Pensión Argentinos
By César Uco
29 agosto 2001
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Entre los aspectos más importantes pero menos conocidos
de la actual crisis argentina es el saqueo de los fondos de pensión
por parte del gobierno de Buenos Aires, los bancos locales y Wall
Street. Billones de dólares en ahorros pertenecientes a
empleados públicos y otros trabajadores han sido puestos
de garantía bajo el llamado patriótico
que intenta rescatar a la Argentina de un desfalco de $130 billones
en deuda externa.
El peligro de desfalco ha generado pánico en el gobierno
y la burguesía argentina. Con el fin de calmar a los inversores
extranjeros, el presidente Fernando De La Rua aprovó en
Julio pasado el impopular plan déficit cero,
el cual disminuye los salarios y las pensiones en un 13% y aumenta
ciertos impuestos.
Los trabajadores argentinos han respondido con una serie de
paros de 24 horas que paralizaron la capital, centro metropolitano
que cuenta con más de 12 millones de habitantes. Los maestros
iniciaron una huelga el mismo día en que se iniciaba el
año escolar. La ola de paros incluye trabajadores de hospitales
y doctores. Los desempleados, que representan el 16% de la masa
trabajadora, están bloqueando las carreteras todas las
semanas. Estos también han ocupado oficinas del gobierno
con duros enfrentamientos con la policía.
El jefe de la policía expresó su temor que la
fuerza de 18 mil hombres, cuya mitad vive bajo el índice
de la pobreza, deje de cumplir sus labores. Éste advirtió
que sus hombres podrían desafiar las órdenes de
reprimir al movimiento de los desempleados, diciendo que se trataba
de una confrontación del pobre contra el pobre.
La crisis de confianza en el sistema financiero argentino ha
afectado a todas los sectores de la población. El diario
argentino El Clarín calculó que cerca a $7.4
billones en depósitos, o casi el 9% se perdieron
en Julio, mientras los argentinos sacaban sus ahorros por temor
a que el gobierno defalcara ante la deuda o devaluara la moneda,
rompiendo así la paridad entre el peso y el dólar.
Debido a los retiros, los bancos han perdido aproximadamente $354
millones diarios, de acuerdo a El Clarín.
La Década de los 90
Durante la década de 1990, el gobierno peronista de
Carlos Menem puso en práctica un programa de privatizaciones,
liberación y el Plan de Convertibilidadvinculando
el peso argentino directamente al dólar estadounidensesosteniendo
que tales medidas traerían prosperidad a la Argentina.
Las medidas produjeron cuantiosas ganancias para los bancos extranjeros
y enrriquecieron a una pequeña élite de banqueros
y empresarios argentinos, pero esto se logró a costa de
las masas.
Debido a que estas medidas han sido tomadas por los países
llamados mercados nacientes durante la década
pasada, la manera como los fondos de pensión argentinos
han sido saqueados para salvar al país es una advertencia
para los trabajadores de todo el mundo. Y los principales países
capitalistas están preparando medidas similares, tal como
la propuesta de George W. Bush de reformar la estructura de la
Caja de Seguros para permitir que los trabajadores apuesten
sus ahorros en el volátil mercado de valores.
Bajo condiciones de un crecimiento sostenido de los mercados
de valores internacionales durante los 90, el programa político
de Menem logró atraer la inversión extranjera. La
privatización de empresas estatales le dio al gobierno
billones de dólares en efectivo. En tanto que la corrupción
se tragó una cantidad considerable, la venta
de empresas permitió un crecimiento temporal. El PBI creció
8.7% en 1992, 6% en 1993 y 7.4% en 1994. Bajó 4.6% en 1995,
parcialmente debido a la crisis mexicana, pero volvió a
subir en 1977. La economía cayó dramáticamente
con la crisis de Asia en 1998 y no se ha vuelto a recuperar desde
esa fecha.
Una piedra angular del programa económico de Menem fue
la creación de fondos de pensión privadosla
Asociación de Fondos de Jubilación y Pensión,
AFJP. El objetivo de las AFJPs era generar el ahorro doméstico
básico para el crecimiento económico y la creación
de empleos.
Pero en lugar de inversiones a largo plazo, la economía
argentina fue dominada por el abuso de los mercados de valores
y sus fondos golondrina; es decir, fondos que líbremente
entran y salen del país. La eliminación de todas
las restricciones a la inversión extranjera y a la repatriación
de capital crearon las condiciones para que el capital extranjero
haga una rápida ganancia y salga del país cuando
la situación se ponga adversa. Esto hizo a la Argentina
muy susceptible a las crisis internacionales.
Wall Street explota a las AFJP
Bajo estas reglas del juego, las AFJPs cayeron presas al deseo
insasiable por las ganancias del capital extranjero y doméstico.
Durante los últimos años, los fondos recibieron
aproximadamente $300 millones de contribuciones mensuales. Este
dinero de los trabajadores argentinos, que hoy llega a varios
billones de dólares, fue invertido principalmente en la
bolsa de valores de Buenos Aires y en bonos del gobierno. Gracias
a las AFJPs, Argentina cuenta con el mercado de deuda mayor de
todos los mercados nacientes.
A mediados de los 90, los bancos extranjeros ingresaron en
el mercado argentino y ofrecieron productos económicos
sofisticados que le permitieron a las AFJPs invertir en casi todos
los mercados de valores mundiales. Wall Street se aprovechó
de la falta de experiencia de los fondos de pensión en
estos productos derivados. La superintendencia de las AFJPs calculaba
incorrectamente el valor de dichos productos y permitía
que los bancos extranjeros inflaran sus precios y lograran ganancias
excesivas. (Si los bancos estadounidenses hubiesen vendido estos
productos a los clientes de su propio país que no tenían
experiencia, podrían haber sido enjuiciados, tal como Procter&Gamble
y otros clientes le entablaron pleito a Bankers Trust.)
Los bancos argentinos también encontraron la manera
de explotar a las AFJPs. Que la superintendencia errara en determinar
el valor de sus productos permitió que los bancos locales
pudieran financiarse a una tasa por debajo de LIBOR (es decir,
una tasa por debajo a la reserva de depósitos en el mercado
de eurodólares). Luego, los bancos invirtieron el dinero
en fondos argentinos que pagan LIBOR más un spread significativo
debido al riesgo que la Argentina. Representa. (El spread sobre
LIBOR mide el riesgo de desfalco de un país. Cuanto mayor
es el riesgo de desfalco, mayor el spread que un país tiene
que pagar para recibir un préstamo.)
Esta operación financiera fue possible con la creación
de los DIVAs (Depósitos de Interés Variable) que
los bancos locales le vendieron a los fondos de pensión.
Un DIVA es esencialmente una apuesta en los mercados de valores.
Si al plazo de dos años las acciones se aprecian, los fondos
reciben enormes rendimientos, pero si las acciones bajan o se
mantienen al mismo precio, los fondos reciben cero intereses en
sus inversiones. El programa DIVA fue un acuerdo entre los bancos
locales y extranjeroslos argentinos emitían el certificado
de deuda y Wall Street se encargaba del rendimiento a la inversión.
Como la mayoría de los DIVAs estaban ligados al índice
de la bolsa de valores de Buenos Aires, el MERVAL, que viene cayendo
de valor desde la crisis de Asia de 1998, un monto de aproximadamente
$1 billón en DIVAs terminó generando cero intereses
para las AFJPs.
En resumen, el resultado final del programa de DIVAs fue: (a)
mientras el Plan de Convertibilidad se mantenía en pie,
garantizando así la paridad entre el dólar y el
peso, los bancos locales se financiaban como si hubieran sido
riesgos tan seguros como el gobierno de los EE.UU., e invirtieron
en mercados eemergentesla Argentinasin tomar el riesgo
de mercado emergente y tomando todo el spread como ganancia, y
(b) las AFJPs recibieron cero intereses en sus inversions.
La crisis de hoy
Como si el fraude de los DIVAs no fuera suficiente, el abuso
de los fondos de pensión todavía continúa
hoy día, con De La Rua pidiendo que las AFJPs jueguen un
papel central para salvar al país. De los $4.8 billones
que el gobierno planea recaudar para mantenerse a flote, la contribución
principal recae sobre los fondos de pensión. El plan de
De La Rua contempla una contribución de $2.3 billones procedientes
de los fondos de los trabajadores argentinos.
De acuerdo a El Clarín, la contribución de las
AFJPs empezará en Agosto con $650 millones$250
millones el 3 de Agosto, $150 millones el 9 de Agosto y $250 millones
a fin de mes.
A cambio, escribe El Clarín, los fondos
recibirán certificados de un fondo especial, con
bonos argentinos siendo la mayoría de los activos. El programa
vencerá en el 2006. Esta ingeniería financiera fue
usada para permitir que los AFJPs invertieran en bonos por encima
de los niveles impuestos por ley.
Tal como los bancos extranjeros y locales abusaron de las AFJPs
durante los años 90, ahora el gobierno argentino, bajo
el manto del patriotismo planea explotar las cuentas
de ahorros del pueblo argentino para evitar, o aplazar, el desfalco
en la deuda exterior.
Los pensionistas argentinos no sólo sufrirán
una reducción de 13% con el plan déficit cero,
sino que los fondos de los cuales depende el bienestar de los
jubilados están siendo hipotecados por el gobierno de De
La Rua.
Si Argentina quiebra, los billones en bonos que las AFJPs tienen
en sus carteras de inversiónes perderán valor. En
otras palabras, si el plan déficit cero tiene
éxito, los trabajadores sufrirán reducciones desastrosas,
y si el plan fracasa puede que los fondos de pensión quiebren.
Uno pensaría que la amenaza de un desfalco argentinoy
sus peligrosas consecuencias para el sistema financiero mundialforzaría
a los bancos de Wall Street a proceder con cautela. Al contrario,
las instituciones financieras de los EE.UU. y Europa están
buscando maneras de lucrar de la crisis actual mediante operaciones
que aumentan el riesgo de desfalco.
Hace unas semanas el mercado de bonos sufrió un corto
circuito cuando un banco estadounidense no indentificado
fracasó en entregarle a un banco local $30 millones en
bonos Brady de tasa variable (FRBs). En una operación puramente
especulativa, el banco extranjero vendió bonos que no tenía,
apostando que el valor de dichos bonos caería debido a
la crisis Argentina. El banco extranjero confiaba en poder alquilar
los bonos en el mercado, pero se dio con la sorpresa que ya no
habían bonos para alquilar debido a que bancos rivales
estaban especulando de la misma manera.
El ministro de economía Domingo Cavallo amenazó
con tomar medidas para restringir las operaciones en bonos y poner
fin a la especulación, El Clarín advirtió
que cualquier medida regulatoria podría enfadar a Wall
Street, y que los inversionistaspodrían dejar de
operar en papel argentino, lo cual intensificaría
la crisis.
El primer gobierno en desarrollar un sistema de fondos de pensión
privados en América Latina fue el regimen de Augusto Pinochet
en Chile, como parte del programa económico diseñado
por Milton Friedman y sus Chicago Boys. Pinochet usó
la represión armada para imponerle las nuevas medidas a
la clase obrera. Actualmente el programa está en uso en
Argentina y Perú y los gobiernos europeos se refieren a
él como medida política diseñada para desmantelar
los programas sociales.
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