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La segunda bomba de ETA mata a un líder del partido
socialista en España
Por Vicky Short
29 Febrero 2000
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La semana pasada, una bomba de 20 kilos mató a Fernando
Buesa, de 53 años, portavoz del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) en el parlamento vasco, y a su escolta,
Jorge Díez Elorza, de 26 años. La bomba, que explotó
el 22 de Febrero a las 16.38 hora local, había sido colocada
en una furgoneta aparcada cerca de la universidad, a 200 metros
del edificio del parlamento de la ciudad vascuence de Vitoria.
Buesa y su escolta se dirigían a una reunión
del comité electoral del PSE (partido hermano del PSOE
en el país vasco) cuando sufrieron el atentado. Esta es
la segunda bomba atribuída a ETA desde que puso fin a su
tregua en Noviembre de 1999, aunque la policía alega que
ha frustrado otros atentados. La primera explosión mató
al teniente coronel Pedro García Blanco en Madrid hace
un mes.
Buesa era ex-presidente del gobierno autónomo vasco
y uno de los críticos más abiertos del grupo separatista
y de los intentos de otros partidos nacionalistas vascos de incorporar
a ETA en la política oficial por medio de un proceso
de paz negociado. Solamente unos días atrás
había apelado al gobierno vasco para que intensificara
la persecución de ETA. Era bien sabido que ETA le tenía
en el punto de mira desde 1995.
Cinco horas después de la explosión, Juan José
Ibarretxe, presidente del parlamento vasco, anunció que
rompía el pacto parlamentario con Euskal Herritarrok (EH
- Ciudadanos Vascos) que había estado funcionando desde
el 18 de Mayo de 1999. EH fue creado como un vehículo a
través del cual el ala política de ETA, Herri Batasuna
(HB - Unidad Popular), podría entrar en coalición
con otros partidos nacionalistas. El pacto había sido ya
suspendido como consequencia de la primera bomba en Madrid. Ha
habido peticiones para la dimisión de Ibarretxe.
ETA lucha por la independencia de la región vasca y
para establecer un estado, Euskal Herria - una región que
comprende parte del Norte de España y parte del Sur de
Francia. Su campaña no está dirigida a traer igualdad
social y democracia a la región vasca, sino a facilitar
las condiciones para que la burguesía regional establezca
sus propias relaciones con la Unión Europea y los inversores
internacionales y así conseguir mano libre para explotar
a los trabajadores vascos en su propio beneficio.
ETA estableció una tregua unilateral en Septiembre de
1988 después de alcanzar un acuerdo con los partidos nacionalistas
vascos moderados y la estalinista Izquierda Unida para una solución
política que incluiría a HB. Varios años
de infructuosa violencia terrorista y una pérdida de apoyo
habían convencido a ETA de que tenía que buscar
otra forma de lucha para conseguir más independencia política
y económica del gobierno central de España. Estos
propósitos no podían lograrse dentro del marco de
la Constitución Española de 1978, porque la región
vasca ya había obtenido prácticamente todo lo que
era posible dentro the las provisiones para la delegación
de poderes a las regiones.
Frustrada, después de 14 meses sin alcanzar ningún
progreso con el proceso de paz, aparte de su propia
tregua, ETA reanudó su tradicional terrorismo para asegurar
sus demandas. Sin embargo, esto sólo sirvirá para
fortalecer al derechista PP y a su líder y primer ministro,
José María Aznar, quien ya se ha hecho famoso por
mantenerse firme ante la violencia separatista. En
la campaña electoral hasta el 12 de Marzo, Aznar espera
que la oposición popular a los atentados de ETA haga revivir
el menguante apoyo a su partido, el cual ganó las elecciones
en 1996 justo después de Aznar salir ileso de un atentado
de ETA.
Durante el pasado mes varias manifestaciones contra ETA han
tenido lugar a través de toda España. Partidos que
se llaman a sí mismos socialistas y los sindicatos se unieron
con el gobierno, la iglesia católica, el ejército,
la policía y las federaciones de empresarios, alineando
a sus miembros detrás de los enemigos de los derechos democráticos
y de los intereses de los trabajadores.
En una repetición del último espectáculo
del pasado Enero de unidad contra la violencia, Aznar
y el Secretario General del PSOE, Joaquin Almunia, afirmaron su
determinación común de luchar contra el terrorismo
con las armas de la ley y la democracia. El candidato
de IU y Secretario General del Partido Comunista, Francisco Frutos,
también condenó los atentados declarando:
No nos dejemos paralizar con el pretexto de ideas nacionalistas
o ideas izquierdistas. Esto es fascismo. Que nadie se deje engañar.
Tratémoslos como portadores de la peste. (Traducido
del inglés). La campaña electoral fue suspendida
durante tres días en señal de duelo.
Los partidos principales intentan utilizar la oposición
pública a la campaña terrorista de ETA para intensificar
la destrucción de los derechos democráticos. La
violencia de ETA ha sido más que igualada por la que el
gobierno emplea contra ETA. Innumerables militantes vascos han
sido asesinados por la policía y el ejército y docenas
de partidarios de ETA han sido acorralados y encarcelados - hoy
en día hay más de 500 en la cárcel.
Inmediatamente después de la explosión del mes
pasado, 300 agentes de la policía, dirigidos desde Bilbao
por el juez Baltasar Garzón, desmanteló
la organización de relaciones internacionales de ETA, Xaki.
Ocho personas fueron detenidas en Madrid, Vizcaya, Navarra y Álava
, incluyendo a cuatro dirigentes de HB. La policía efectuó
registros en numerosas casas a través de todo el país
vasco.
Esto es consequencia de una previa campaña de la policía
durante dos años, que comenzó con el cierre del
periódico Egin', perteneciente a la organización
ETA, el arresto de todo el consejo editorial y el demantelamiento
de su red financiera. Esta operación también estuvo
dirigida por el juez Garzón y fue la primera vez que una
acción de censura política tan descarada se había
llevado a cabo desde la muerte del dictador Franco. Incluso durante
los 14 meses de la tregua de ETA las fuerzas gubernamentales han
llevado a cabo innumerables actos violentos contra la organización
tanto en España como en Francia, entre los que se cuenta
el asesinato de uno de sus líderes, José Luis Geresta.
El anterior gobierno PSOE de Felipe Gonzalez, dirigió
una guerra sucia contra ETA desde 1983 hasta 1987 durante la cual
los llamados Grupos de Liberación Antiterrorista (GAL)
perpetraron una serie de asesinatos. Veintinueve sospechosos de
pertenecer a ETA fueron ejecutados y 30 heridos. Siete fueron
asesinados por error. La mayoría de esta matanza
se llevó a cabo en Francia. Evidencia de la complicidad
del PSOE en estos asesinatos organizados por el Estado continúa
surgiendo del presente juicio contra los responsables de la muerte
de los partidarios de ETA, José Antonio Lasa y José
Ignacio Zabala.
El PSOE y el PC son responsables de la presente situación
en la que trabajadores, sindicalistas, jóvenes e intelectuales
se manifiestan en unidad con la derecha (la cual incluye a los
herederos políticos de Franco), sin sentido crítico,
en nombre de oposición al terrorismo. Desde el final de
la dictadura de Franco estos partidos han colaborado con la burguesía
española en imponer una política pro-capitalista
sobre la clase obrera, empeorando las condiciones de trabajo y
reduciendo los derechos democráticos. No sólo dieron
la inmunidad a los antiguos franquistas sino que también
les han revestido con credibilidad y respetabilidad. En ningún
país ha sido la palabra democracia tan corrompida
como en España después de 1975, donde se han hecho
todos los esfuerzos posibles para enterrar el pasado en el nombre
the trabajar juntos para el futuro.
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