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La izquierda en España acuerda un pacto electoral
Por Vicky Short
21 Febrero 2000
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El Primer Ministro español, José María
Aznar, líder del derechista Partido Popular (PP) anunció
el mes pasado elecciones anticipadas para el 12 de Marzo. Aznar
arrebató el poder al Partido Socialista Obrero Español
(PSOE) en el verano de 1996. Alrededor de 90 partidos han presentado
listas de candidatos a los Consejos Provinciales Electorales.
La convocatoria de elecciones anticipadas se debe a las tensiones
políticas que confronta el gobierno de Aznar. Éstas
incluyen la decisión de la organización vasca ETA
de dar por terminado el alto el fuego y las disputas en el gobierno
acerca de la extradicción del antiguo dictador chileno,
Augusto Pinochet. También hay indicaciones de un descenso
económico y una creciente inflación, a lo cual,
la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
(OECD) ha respondido con llamadas a reducir el gasto público.
Aznar también confronta crecientes tensiones sociales,
debido al aumento de empleos precarios y oposición a la
privatización de la Seguridad Social. Algunos conflictos
laborales, como el de los astilleros, se están convirtiendo
en constantes enfrentamientos con la policía, así
como ocupaciones y bloqueo de carreteras.
La casualización de empleos está tan extendida
en los astilleros que en NAGISA, en el norte, de 365 puestos de
trabajo, 231 son de contrato temporal.
El programa electoral de Aznar se centra en reducciones de
impuestos para los ricos, modernización de
la Seguridad Social y en la ley y orden. Aznar promete reducir
la deuda pública a la mitad para el año 2010 y crear
empleo total. El manifiesto asegura que esto se conseguirá
por medio de flexibilidad de contratos y horas en trabajo
parcial, que facilita la incorporación de la mujer al mundo
del trabajo y la armonización del trabajo y la vida familiar.
También propone un retraso voluntario de la
jubilación.
El camino hacia el poder fue preparado para Aznar por la política
pro-capitalista del anterior gobierno PSOE de Felipe Gonzalez,
que gobernó durante 14 años a partir de la conclusión
de la llamada transición pacífica del
fascismo a la democracia al final de la dictadura de Franco. El
Secretario General del PSOE, Joaquín Almunia, dijo hace
unos días en una reunión de empresarios: Nosotros
somos quienes liberalizamos y privatizamos. Porque creíamos
en ello. Lo único que lamentamos es no haber sabido teorizar
en la forma que Tony Blair (líder del Partido Laborista
Británico) lo hizo.
El PSOE ha formado un pacto electoral con Izquierda Unida (IU),
una coalición de disidentes del PSOE, liberales, nacionalistas,
ex-radicales y verdes, dirigida por el Partido Comunista Español
(PCE). PSOE/IU dicen que su pacto electoral ha sido modelado sobre
la izquierda plural francesa. Santiago Carrillo, ex-lider
del PCE, comentó: El pacto atraerá a millones
de españoles que están desilusionados con la política.
Los dos partidos calculan que alrededor de dos millones de personas
que votaban por la izquierda ahora se abstienen en las elecciones.
Es dificil imaginar que tal bloque atraiga a los que no votan,
muchos de los cuales apoyaban a IU decepcionados con la política
derechista del PSOE. La política del PSOE de privatizaciones,
relajación de las leyes laborales que facilitaron el despido
y la disciplina de los trabajadores y el fomento de empleos casuales
de tiempo parcial, había ya desilusionado a muchos de sus
partidarios. También lo hizo el encarcelamiento por corrupción
de altos oficiales y ministros del PSOE.
En 1994, cuando el PSOE volvió al poder como gobierno
minoritario, IU alcanzó su máximo nivel de votos
en las elecciones generales. Desde entonces IU ha ido adaptado
su política a la del PSOE y ha perdido credibilidad y apoyo.
IU ahora sólo tiene unos pocos escaños en el parlamento.
Las secciones de IU de Madrid, Aragón y Valencia lanzaron
la llamada para formar una coalición electoral el pasado
Julio, cuando ya temían el hundimiento y la desaparición
de su organización. Los antiguos adversarios del PSOE esperan
ahora ser sus socios en el gobierno. En las últimas elecciones
generales de 1996 el número de votos combinado de esas
dos organizaciones fue de dos millones y medio más que
el que alcanzó el PP de Aznar.
El sistema electoral de España es complicado. Se desarrolló
empíricamente desde 1977. Es un sistema de dos bandas de
representación proporcional, combinando las elecciones
a nivel provincial con las listas nacionales de cada partido y
también tiene un sistema de compensación que toma
en cuenta las diferencias regionales y demográficas. Para
complicar más las cosas, el número de escaños
y el sistema electoral para el Senado - la cámara de representación
territorial - son completamente diferentes de los del Congreso.
Esto facilita la base para la formación de varias alianzas
electorales que pueden diferir de una provincia o región
a otra.
Después de que Aznar anunciara las elecciones, Almunia
y el líder de IU, Francisco Frutos, organizaron negociaciones
con toda prisa. Las dos organizaciones jugaron con la idea de
una coalición electoral total, pero fue imposible constituir
los órganos, estatutos, siglas, símbolos, etc, en
los pocos días que quedaban para registrarse para las elecciones.
PSOE entonces propuso que IU retirase su candidatura de 34
provincias electorales. Éstas eran circunscripciones en
las que se calculaba que IU no recibía bastantes votos
para lograr una plaza en el Congreso, pero que hubieran proporcionado
bastantes votos al PSOE para superar al PP. Encarando la oposición
de los miembros de IU, quienes aseguraban que eso significaría
la completa liquidación de su partido, el PSOE redujo el
número a 14 y más tarde a 9. Los líderes
de IU no fueron capaces de imponer ni ésto, pero Frutos
ha afirmado que él, personalmente, no hará campaña
en ninguno de los 9 distritos y las secciones de IU en esas localidades
han apoyado esta posición, dejando efectivamente el camino
abierto al PSOE.
El 6 de Febrero alcanzaron finalmente un acuerdo respecto a
candidatos para el Senado. El acuerdo se aplicará en 27
de las 30 provincias que propuso el PSOE. No pudieron lograr la
ratificación de las provincias de Galicia, Cantabria y
las Islas Canarias. Puede que improvisen otros acuerdos a lo largo
de la campaña electoral. A cambio de ello, el PSOE abrirá
sus listas electorales a miembros dirigentes de IU en las provincias
donde el PP tiene 3 asientos parlamentarios y el PSOE uno. El
PSOE e IU juntos esperan cambiar la proporción a 2 asientos
PSOE, uno IU y uno PP. La ventaja para IU es que podría
formar su propio grupo parlamentario en el Senado, algo que nunca
ha sido capaz de conseguir.
El primer acto de los líderes de la coalición
fue consultar el asunto con los líderes de los sindicatos
para pedir su apoyo, el cual les fue concedido inmediatamente.
La coalición PSOE-IU también espera hacer retroceder
a los nacionalistas catalanes y vascos, quienes han disfrutado
de una posición privilegiada en la política española
desde 1993, funcionando como socios de coalición de gobierno
tanto con el PSOE como con el PP.
Aparte de los convenios tácticos que puedan tramar,
el pacto es una confirmación programática por parte
de IU del programa derechista del PSOE, con lo cual aceptan liquidar
lo poco que quedaba de su programa reformista. IU ha abandonado
sus demandas de retirar a España de la OTAN, utilizar el
0,7 por ciento del Producto Nacional Bruto de Europa para ayudar
a los países pobres, eliminar las empresas de empleos temporales
(ETT) y renacionalizar las empresas privatizadas. También
ha abandonado sus reivindicaciones de aumento de las pensiones
y sueldo mínimo.
La única concesión de que IU puede alardear es
haber recibido del PSOE la promesa de examinar las medidas legales
para reducir la semana laboral a 35 horas, pero en una reunión
de representanes catalanes de las grandes empresas el pasado 16
de Febrero, Almunia les aseguró que un gobierno presidido
por él no impondría la semana laboral de 35 horas
por ley. Él dijo que no habría ni siquiera considerado
un pacto con IU si no hubiera sido sobre la base de imponer el
programa del PSOE.
El PSOE está intentando otros acuerdos electorales con
los nacionalistas vascos y catalanes. Al mismo tiempo, Almunia
subrayó que: en questiones de paz (contra el terrorismo)
el PSOE apoyará al gobierno PP. Hace sólo
unas semanas, después de que ETA reanudó los atentados,
el PSOE e IU participaron en manifestaciones en conjunto con el
PP, las Fuerzas Armadas, la policía, la Iglesia y las organizaciones
empresariales en apoyo de las represiones del gobierno contra
los separatistas.
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