WSWS
: Español
La guerra de Yugoslavia intensifica las tensiones políticas
en España
Por Vicky Short
1 Mayo 1999
El gobierno derechista español se ha unido con entusiasmo
al presente bombardeo de la OTAN contra Yugoslavia.
España ha enviado hasta ahora a Yugoslavia seis cazas
F-18 y ha puesto a disposición de la OTAN un KC-130 Hércules
de reabastecimiento en vuelo, manejados por un total de 180 militares.
Otro avión C-212 está estacionado en la base de
Vicenza en Italia. Otros dos F-18 y un Hércules están
estacionados en las based de Torrejón y Zaragoza y han
sido puestos a la disposición de la Alianza. España
también contribuye la fragata Victoria y el petrolero
Marqués de la Ensenada a la flota de la OTAN para
el Mediterráneo y la fragata Estremadura a la flota
europea. La primera acción militar de los F-18 fue bombardear
depósitos de combustible en el aeropuerto de Podgorica
(Montenegro) y refugios militares cerca de Belgrado.
Hay ya 1,100 militares españoles en Bosnia-Herzagovina
y otros 400 soldados han sido enviados a Albania, acompañados
por un buque de guerra anfibio. El servicio militar aún
opera en España.
El gobierno español de José María Aznar
ha autorizado a EE UU el despliegue de hasta 40 aviones KC-135
en la base de Morón de la Frontera (Sevilla). La autorización
se extiende a sobrevuelos, escalas y descansos de tripulaciones
en Torrejón (cerca de Madrid) y Rota (Cádiz).
El mes pasado la mayoría de los grupos parlamentarios
españoles dieron su total apoyo al gobierno y al Secretario
General de la OTAN, Javier Solana, en la decisión de bombardear
a Yugoslavia. Esto fue ratificado en el pleno del Congreso el
15 de abril. Los partidos que votaron a favor fueron: el Partido
Popular (PP) de Aznar, el Partido Socialista (PSOE), Convergencia
I Unió (CiU-regionalista catalán), Coalición
Canaria (regionalista canario) y Nueva Izquierda (una excisión
del PSOE), así como otros partidos más pequeños.
La única excepción fue Izquierda Unida (IU) y Bloque
Nacionalista Galego, quienes votaron en contra. Los dos tienen
muy pequeño número de diputados.
El gobierno español está dirigido por el partido
de derechas, Partido Popular, en coalición con los nacionalista
vascos y catalanes. Tomó el poder en 1996 como resultado
directo de la política pro-capitalista y contra-obrera
llevada a cabo por el gobierno del PSOE, bajo el liderazgo de
Felipe Gonzalez, durante los catorce años anteriores.
La postura belicosa del actual gobierno está completamente
endosada por el PSOE, pero, ¿cómo podía ser
de otro modo? Dos de sus dirigentes principales están involucrados
directamente en la preparación y conducta de la guerra,
con el total apoyo de su partido.
Javier Solana es el Secretario General de la OTAN y Felipe
Gonzalez el mediador especial de la Unión Europea y la
OSCE (Organización de Seguridad y Co-operación en
Europa) para Yugoslavia. Los dos se unieron al PSOE en 1964. En
la primera parte de la década de los 80, cuando estaban
en la oposición, tomaron parte en innumerables manifestaciones
en contra de que España se hiciera miembro de la OTAN y
reclamando el desmantelamiento de las bases americanas en España.
Una vez que el PSOE formó gobierno en 1982, abandonaron
este principio y cinco años más tarde ratificaron
el ingreso de España en la OTAN. Hoy, Solana puede jactarse
de ser el hombre que apretó el botón rojo
en el primer ataque contra un país soberano en los 50 años
de existencia de la OTAN
Izquierda Unida es una amalgama de grupos de izquierda, regionalistas
y radicales bajo la dirección del Partido Comunista. Es
el único partido que está firmemente contra el bombardeo.
IU pidió al Ministro de Defensa que ordenara el inmediato
regreso de los pilotos españoles, a quienes instó
a declararse objetores de conciencia. Su oposición contra
la OTAN está basada, sin embargo, en una defensa sin crítica
del nacionalismo serbio.
Existen grandes divisiones dentro de Izquierda Unida. Las federaciones
de Madrid, Asturias y Valencia han criticado el apoyo del grupo
a Milosevic. Julián Fernández, el diputado de Navarra,
atacó la posición oficial de la organización,
declarando: Se puede censurar la actuación de la
OTAN, pero debemos dejar claro que el responsable de la situación
es la acción criminal de Milosovic. Ahora debería
intervenir la ONU y dar una salida civilizada.
Los nacionalistas vascos y catalanes del PNV y CiU también
apoyan el ataque a Serbia por sus propias razones. Utilizan la
terrible situación de los albanokosovares para fomentar
sus propias aspiraciones regionalistas y separatistas. El presidente
de la Generalitat (el gobierno autónomo catalán),
Jordi Pujol, pronunció un discurso en Semana Santa que
él mismo calificó de sermón, más
que discurso político, en el que puso a Milosovic
al par con el dictador español Franco. Pujol comparó
el éxodo de Kosovo con el que sufrieron los españoles
bajo Franco hace 60 años, durante la guerra civil. Con
la mirada fija en los conflictos separatistas que se avecinan
en España, Pujol declaró que la tragedia de Kosovo
era un genocidio. Esto es porque se pretende
destruir a un pueblo por el simple hecho de serlo, por su lengua,
por una etnia, un genocidio que va unido a la expulsión
y a los asesinatos sistemáticos. Pujol dijo que Cataluña
también había sufrido un intento de genocidio -
no étnico pero cultural - durante la dictadura del General
Franco.
La ayuda a los albaneses de Kosovo mediante la intervención
militar contra posiciones serbias era inevitable,
según Pujol, porque se trata del respeto a las personas,
a su identidad, a tener su propia nación, a la justicia
y a la libertad. Por añadidura dijo: Siempre
se ha dicho que si los países democráticos hubiesen
parado los pies a Hitler cuando se anexionó Austria y Checoslovaquia
habrían evitado la II Guerra Mundial.
Los nacionalistas vascos del PNV estuvieron ausentes del debate
en el Congreso pero su apoyo for la guerra y el nacionalismo es
bien conocido. En estos momentos están en medio de un altercado
legal y constitucional con el gobierno como resultado de su oferta
a los miembros del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán)
para que utilicen el parlamento autónomo vasco como centro
de sus reuniones, concentraciones y congresos.
Tensiones regionalistas dominan la política española
hoy. La nación de las autonomías que
fue creada en 1978 para reemplazar la dictadura de Franco se está
desmoronando.
Hay 17 regiones autonómicas en España, con poblaciones
mixtas de todas partes del país, algunas de las cuales
ya empiezan a ser objeto de discriminación. Los distintos
dirigentes regionalistas observan atentamente los acontecimientos
en el País Vasco y en Cataluña para ver qué
ventajas pueden obtener para sí mismos.
El alto el fuego anunciado por ETA (el ala armada de los separatistas
vascos) en Julio no ha conducido a una solución pacífica
del problema vasco. Los nacionalistas vascos conducen su lucha
bajo la bandera de autodeterminación y en eso
se basa su apoyo por las acciones de la OTAN en Yugoslavia, las
cuales se realizan bajo el camuflage de defender el derecho
de Kosovo a la autodeterminación.
Regresar a la parte superior de la página
Copyright 1998-2012
World Socialist Web Site
All rights reserved |