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Las audiencias del juicio contra el presidente

Lo que un socialista habría dicho

Por Martin McLaughlin
24 Noviembre 1998

¿Qué habría dicho un miembro del Partido Socialista de la Igualdad (PSI) si hubiese tenido cinco minutos para dirigirse al Sr. Starr? Esto es lo que el o ella habría dicho:

Sr. Starr, Ud. ha tenido suficiente tiempo para explicar su caso. Ya que yo estoy limitado a cinco minutos, no voy a perder el tiempo haciéndole preguntas. Simplemente quisiera explicarle al pueblo estadounidense las razones detrás del intento de juicio contra la Casa Blanca de Clinton.

Se trata de un intento de la ultra-derecha y grupos cristianos fundamentalistas que, bajo el pretexto de escándalo sexual, quieren reemplazar a Clinton con un gobierno que intensificaría aún más los ataques contra la clase trabajadora y los pobres, enrriqueciendo a los multimillonarios, minando los derechos democráticos básicos y lanzando acciones militares en todo el mundo.

Sr. Starr, si Ud. y sus amigos políticos no pueden llevarse bien con Clinton a pesar del record ultra-derechista del presidente, Ud. debe tener planeado algo realmente bárbaro para el pueblo norteamericano. Tal vez, como lo manifiestan sus partidarios en el Wall Street Journal, Ud. quisiera retroceder el reloj todo un siglo y regresar a los días del capitalismo de los barones ladrones, donde no existía ningún programa social, ni restricciones a las grandes corporaciones, ni protección alguna para los trabajadores y consumidores, ni derechos civiles para las minorías, mujeres y homosexuales.

La investigación que Ud. ha venido conduciendo no trata simplemente de sexo, aunque Ud. y los medios de comunicación paresen estar obsecionados con ese tema. En sus referencias ilegales al testimonio del Gran Jurado y su trato de Mónica Lewinsky y otras personas, hemos visto cual es su actitud hacia la "ley del derecho". Su definición de "comportamiento criminal" incluye cualquier medida que una persona pueda tomar para defenderse contra vuestra inquisición. Hay un nombre para el tipo de país que EE.UU. se convertiría si gente como Ud. lo gobernase: Se llama un estado policíaco.

Ud., Sr. Starr, se autodefine como una persona apolítica. ¿A quién quiere engañar? Ud. es un republicano conservador con muchos lazos con la derecha religiosa. Ud. presentó su informe de 450 páginas, lleno de detalles sobre la vida sexual de Clinton, apenas dos meses antes de las elecciones. Era parte de un plan para asegurar una victoria republicana y el subsiguiente juicio de Clinton, culminando con su destitución de la presidencia.

¿Una "persona apolítica"? Toda su historia, sus conexiones y sus acciones prueban lo contrario. Pero nunca ha dado a conocer su agenda política al pueblo norteamericano. Ud. se ha escondido detrás de su posición de consejero independiente. De paso, de todas las palabras que yo usaría para describirlo, "independiente" es la última que se me ocurriría.

Su carrera ha dependido de sus conecciones con una red de abogados, jueces y políticos de ultra-derecha. Ud. pasó de servir en el Departamento de Justicia del gobierno de Reagan a la Corte de Apelaciones, luego a una alta posición en el gobierno de Bush, como Solicitador General. Y fue el ultra-derechista republicano de Carolina del Norte, ex-colaborador de Jesse Helms, David Sentelle, quien despidió a Robert Fiske y lo designó a Ud. como consejero independiente. La ultra-derechista Corte Suprema, a través de su fallo en el caso de Paula Jones, le posibilitó el uso de medios quasi-legales para atacar a la Casa Blanca.

Desde sus inicios Sr. Starr, Ud. tenía los lazos más estrechos con el caso de Paula Jones, el cuál estuvo financiado por la derecha. Ud. discutió haber escrito una opinión en apoyo de Jones, a pedido del billonario Richard Mellon Scaife y bajo la dirección de Laurence Silberman-otro republicano ultra-derechista compañero de Sentelle en la Corte de Apelaciones. Estos son los círculos en los que Ud. se mueve: hombres y mujeres millonarios con un desprecio por la gran mayoría de norteamericanos y los derechos democráticos.

Estas conexiones son el sucio secreto de la vida política de este país. Son bien conocidos en los círculos oficiales de Washington, pero nadie en este Comité lo va a discutir. Aquí quieren continuar pretendiendo que el sistema judicial está por "encima de la política".

Durante el otoño de 1997, se juntaron el caso de Paula Jones y vuestra. Gente allegada a Ud. y a los abogados de Jones se enteraron de la relación de Mónica Lewinski con Clinton y las grabaciones hechas por Linda Tripp. La Tripp manipuló a Lewinsky para que hable y tome acciones cuyo objetivo era hacer caer al presidente en una trampa, haciéndole preguntas tan comprometedoras que se sentiría inclinado a mentir.

¿Cuál fue su papel en todo ésto? ¿Cuándo empezó Ud. a dirigir las actividades de Linda Tripp y a coordinar su investigación con el caso de Paula Jones? Estas son preguntas que merecen respuesta, pero los lineamientos generales de esta campaña son bien claros. Esta investigación es un intento de la ultra-derecha de lograr con métodos de la "conspiración detrás del telón" lo que no lograron mediante el proceso electoral.

Ud. planeó cuidadosamente su operativo. Pero hubo un factor con el que no podía contar-el pensamiento y los sentimientos del pueblo estadounidense. Ellos han visto más allá de su máscara. No saben todo acerca de Ud., gracias a los medios de difusión, pero han visto suficiente para sentirse sospechosos. Ellos pueden oler a una rata.

Su investigación ha recibido el rechazo de millones de personas. Piensan que se está metiendo en algo que no le incumbe. La gente no tiene interés en la vida sexual de Clinton. Instintivamente, lo asocian a Ud. con los políticos de Washington que, como Newt Gingrich, han perdido popularidad con sus programas de cortes presupuestales y sus acciones de enriquecer aún más a los ricos.

El pueblo norteamericano puede reconocer a alguien falso como Ud. Ud. dice que busca la verdad, pero a la vez recibe dinero de las grandes compañías tabacaleras, que son de los más grandes mentirosos en el mundo de los negocios de este país. Por años esta gente viene negando que fumar causa enfermedades, mientras se llenan de millones a cuesta de un enorme sufrimiento humano, incluso la muerte.

Ud. recibe una pequeña fortuna trabajando como un "pistolero a sueldo" de la compañías tabacaleras. Los republicanos de este Comité del Senado han aplaudido los grandes sacrificios que Ud. ha hecho, sin mencionar aún durante el tiempo en que sirvió como Consejero Independiente, Ud. ganó más de un millón de dólares al año defendiendo a Brown & Williamson, United Airlines, General Motors, Hughes Aircraft y otros corporaciones. Los republicanos y demócratas de este Comité no tienen problema con eso, pero yo si lo tengo.

Como socialista reconozco que Clinton, como Ud., es un sirviente de las grandes corporaciones, cuya misión es defender un sistema económico injusto y desigual. Pero yo no me mantengo indiferente a si Clinton es obligado a renunciar. Si el golpe político que Ud. quiere llevar adelante tiene éxito, representaría un enorme golpe contra los derechos democráticos del pueblo trabajador.

Tal como han vuelto a demostrar en la sesión de hoy, los demócratas no pueden ni quieren desenmascarar la agenda política de la derecha. Ellos se han movido tanto hacia la derecha que en gran medida comparten esa agenda. Creo que los trabajadores de este país necesitan de un nuevo partido, un partido socialista, que represente una alternativa genuina.

Este partido se opondría a todo lo que Ud. representa-la defensa del privilegio, la desigualdad social y la reacción política. Este partido lucharía por la transformación radical de la sociedad de tal manera que la vida económica sería controlada por las mayorías. Este es el camino del progreso humano.

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